Desde bien chica, me di cuenta que en ocasiones mi señora madre se levantaba con un humor de los mil demonios, mientras que mi padre, simplemente sonreía y tras desayunar se marchaba al trabajo.
Relato
Pero también observé, a medida que fui creciendo, que tras mi madre levantarse gruñendo, después de que mi papá se iba al trabajo, ella se metía al baño a darse una ducha. Pero lo que el resto de la familia hacía si acaso en unos quince minutos, a mi madre le llevaba hasta hora y media a dos horas. Lo interesante de todo eso es que al salir del baño, parecía flotar en el aire, con una sonrisa indescriptible de satisfacción.
Ya al cumplir los 18, eso me intrigó tanto, que me di a la tarea de espiar a mi propia madre. En cierto momento llegué a pensar que hasta era posible que estuviera fumando alguna hierba rara en el baño, pero nada que ver. Así que con la excusa de que tenía muchas ganas de orinar, entré al baño, mientras mi madre, se encontraba recostada, dentro de la tina completamente llena de agua, y bastante jabón en espuma. Apenas y tenía el cuello fuera del agua, y el resto de su cuerpo dentro. Entonces pensé que todo se trataba, de que mi madre se daba baños con sales aromáticas, algo así como una especie de terapia.
Pero casualmente ese mismo día en que entré a orinar, apenas salí del baño, escuché como ella chapaleteaba dentro del agua, al principio no me pareció nada raro, pero al siguiente día, volví a escuchar ese ruido tan particular. Y cuando quise entrar al baño, la puerta se encontraba cerrada desde adentro con llave. Lo que me produjo una mayor curiosidad, así que apenas mi madre salió del baño ese día, sin llevar nada en sus manos. Yo entré al baño, y me quedé observando todo detenidamente sin tener la menor idea de lo que buscaba. Ya estaba por retirarme, cuando si vi algo que me llamó la atención, justo sobre el lugar donde se encuentran guardadas nuestras toallas, había una gotera. Apenas y me di cuenta porque vi un par de pequeñas gotas cayendo, y supuestamente no hay ni tuberías ni nada húmedo que debiera estar en ese lugar, por lo que al apoyar mi mano contra el panel de madera, este cedió de inmediato, abriéndose.
Desde luego que de inmediato busqué que había dentro de su interior, y fue cuando me llevé tremenda sorpresa. Se trataba de una cosa, larga, gruesa, de color negro, y definitivamente parecía la parada verga de un hombre, aunque por el tamaño y dimensiones, bien podía ser de un burro o de un caballo. Tan o más larga y gruesa que mi propio antebrazo, su extremo superior no dejaba duda de que era un tremendo glande. Mientras que en la base o parte inferior claramente se podían ver el par de bolas o testículos, también hechos del mismo material y color.
Claro que nada más de verlo supe de que se trataba, aunque no sabía que le decían dildo, si sabía, o por lo menos rápidamente me imaginé, cuál era su uso. No podía creer que mi madre, llegase a usar esa cosa casi a diario. Procurando no delatarme, lo volví a colocar en su mismo lugar, y discretamente guardé silencio sobre esa cosa. Pero desde esa noche comencé a soñar, con que yo estaba completamente desnuda y esa cosa como si tuviera vida propia, se introducía rítmicamente dentro de mi propio coño, y yo en lugar de sentirme mal por eso, lo celebraba como una loca llena de alegría.
Por lo que tras estar varios días teniendo esa rara pesadilla, decidí probarlo. Así que como mi madre en las tardes sale a tomar un curso de repostería, aproveché supuestamente para darme un buen baño de sales aromáticas, o por lo menos eso fue lo que le dije a mi hermanita menor. Tras encerrarme en el baño, lo primero que hice fue sacar de su escondite el juguete de mamá, y colocándolo dentro de la tina, y tras observarlo detenidamente, lo tomé entre mis manos y separando mis piernas, comencé a rozar mi coño con su gran cabezota, la realidad es que no pensé que tal cosa pudiera penetrar mi coño, pero a medida que fui lentamente presionándolo contra mi vulva, esa gran cosota se fue deslizando suavemente dentro de mí.
Así que de manera suave y rítmicamente a medida que continué penetrándome con eso, comencé a sentir como si mi coño se estirase al máximo. El placer que estaba yo misma dándome era algo único, aunque ligeramente doloroso, pero muy rico.
Por quien sabe que, abrí el chorro de la ducha, y a medida que el agua comenzó a caer sobre mi cuerpo yo con más fuerza y más dentro de mi dejaba que esa gran cosa de goma negra me penetrase, hasta que para mi propia sorpresa, me di cuenta que lo tenía casi del todo dentro de mi propio coño, cosa que jamás soñé que pudiera suceder.
El sin número de fuertes orgasmos que disfruté fue tremendo, ni tan siquiera las veces que le he permitido a mi novio que tengamos relaciones, lo he disfrutado tanto. Con razón mi mamá, cuando sale del baño parece, como si caminase en el aire. Desde luego que yo he sido sumamente discreta en cuanto a su juguete, pero recientemente decidí explorar otras alternativas, para lo que me compré uno pequeño, para comenzar a probar como se siente el tener una cosa de esas dentro del culo, pero con la idea de que en un cercano futuro pueda introducirme uno del mismo tamaño del que usa mi mamá. Así cuando mi novio me lo pida el culo, ya lo tengo preparado.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313439 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213149 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150467 veces
Si te ha gustado El juguete de mi mamá… (con fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar El juguete de mi mamá… (con fotos).
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
arnold 570
(7 de December de 2013 a las 04:03) dice:
Buen relato, quizás falto más ertismo y fantasia, pero pensar que la mama se comía ese pedazo y diaramente y después ese mismo pedazote se lo metiá en es hoyito es caliente...muy caliente, ojalá sigas contando lo que sigue...... katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:50) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:26) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF ADMIN
(11 de December de 2013 a las 00:19) dice:
muy buena historia, narrador
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