Que es lo primero que harías si fueras invisible ? De como quien les habla se convierte en bestia al haber logrado tal prodigio de la ciencia.
Relato
INTRODUCCION
Quién no ha tenido la fantasía de pequeño de poder ser invisible para poder espiar a los demás? Y quién al ser un poco más grande no redujo ese grupo a selectas mujeres como nuestra vecina, la profesora de física o la compañera de colegio de nuestra hermana… Hay! Quien pudiera haber sido invisible como para poder mirarlas a gusto sin que ellas nos vean. El problema es que luego, al ser adultos, nos alejamos de la ciencia ficción y nos acercamos a la realidad cotidiana, dejando a nuestro querido hombre invisible de H.G.Wells recluso de la fantasía de un libro, salvo que el adulto sea científico y esté trabajando en su laboratorio en un exitoso experimento sobre un metamaterial nanotecnológico… bueno, ese es mi caso.
Sin entrar en explicaciones demasiado científicas diré que esto es posible, gracias a años de investigación y desarrollo, a una droga que al ser inyectada dota a las paredes de las células de la persona con propiedades refractarias negativas, otorgándoles una estructura de red transparente en un muy amplio espectro de longitudes de onda de la luz. Dicho en cristiano significa que te inyectas y durante el efecto de la droga eres invisible a los ojos de los demás. Te pueden tocar, pueden sentir tu perfume, pero no te pueden observar.
Lo anteriormente expuesto serviría para ganar un premio Nobel, solo que lamentablemente el secreto se divulgaría y yo me perdería toda la diversión, en este momento el potencial de mi cerebro está abocado a satisfacer al adolescente fantasioso que deseaba ser invisible para poder espiar a sus musas inspiradoras de la Paja. A continuación ingresamos en la parte divertida de la historia, de lo que aconteció cuando puse a prueba mi experimento.
PARTE I
CAFÉ CON LECHE (SIN CAFE) PARA BELINDA
Belinda es la voluptuosa hermana de mi novia, poseedora de un delicioso rostro angelical, una figura estupenda, y principalmente de unos hermosos pechos redondeados que jamás tengo la oportunidad de observar, si no es de reojo. Y sí, como intuye el estimado lector es el sujeto número uno a espiar.
El procedimiento fue muy fácil, me inyecté en el laboratorio, calculé el tiempo de efecto y partí desnudo (la ropa no adquiere invisibilidad) hacia la casa de mi novia. Entrar fue lo más fácil, toqué el timbre y esperé a que mi suegra abriera la puerta, me introduje sigilosamente cuando la vieja se asomó buscando a los supuestos niños bromistas de la hora de la siesta. Lo demás fue aun más fácil, me dispuse a esperar la llegada de Bel, a sabiendas que regresaría cansada del gimnasio y se daría una ducha. Obviamente yo estaba ahí, invisible, en un rincón del baño (Debo decir que casi desfallezco cuando mi suegra entró durante unos instantes al imaginar tener que soportar un largo y maloliente cago suyo)
Por fin la oí llegar, valía la pena la espera., yo no podía creer el stripe-tease involuntario al que asistía. Mi cuñadita se quitaba las prendas con gracia, primero el pantalón, lo que reveló una cola perfectamente redondita y firme oculta solo por una bombachita rosa diminuta, luego la remera y luego el corpiño. Allí estaba, completamente desnuda y yo, con una tremenda erección invisible a centímetros de su cuerpo. Tentado estuve varias veces de rozarla con mi miembro o de lamerle la piel pero sería peligroso, me contenté con mirarla ducharse mientras me masturbaba delante de sus narices. Por in pude ver de cerca sus hermosos pechos y esos pezones rosas y bien parados que hubiera mordido de buen gusto.
Finalizó de ducharse, se secó y se puso una bikini turquesa, yo sabía el próximo paso, se dirigiría a la terraza, un punto inobservable donde aprovechando esa situación Bel tomaba sol desnuda. La seguí sin sacar la mano de mi miembro hinchado. Efectivamente se quitó la parte superior de la malla y se recostó en una reposera boca arriba con sus tentadores pezones apuntando al cielo. Tomó un grueso libro de la facultad y se dispuso a estudiar tomando sol.
Tuve que reconocer que Bel me había engañado con su aire inocente… había resultado ser un putita muy guarra. Dentro del libro había una revista con fotos de soberbios ejemplares masculinos dotados de generosos miembros sexuales. Con una madre tan controladora y conservadora estaba visto que este era el único recurso de la joven para estimularse tranquilamente puesto que en esa terraza nadie la molestaba para que pudiera estudiar en paz (ilusos!).
Presa de la emoción y sin sacar la vista de esos pechos carnosos untados con aceite para el sol me arrodillé sobre su cara y me incliné hacia delante dejando colgar mi cañón de carne sobre su rostro.Parte de la excitación era que mis huevos se bamboleaban sobre sus narices. Entonces comencé a masturbarme muy peligrosamente cerca de sus boca. La muy lasciva se mordía los labios asomando la puntita de la lengua mirando la revista, aunque yo me figuraba que lo hacía mirando mi berga frente a su cara. Eso fue demasiado, no resistí más y descargué chorros de leche sobre su boca entreabierta y sobre sus tetas en una salvaje exhalación.
Ella se ahogó con la sorpresiva carga y pegó una alarido, mi novia que había llegado acudió a verla. Yo me aparté asustado pero obviamente nadie notó mi presencia. Belinda estaba todavía en shock y miraba el vacio que la rodeaba hacia todo su alrededor, pero a sabiendas de que lo que chorreaba por las comisuras de sus labios era semen (aunque sin tener la más mínima explicación de donde provenía).
- Que pasó nena ? inquirió asustada su hermana.
- Nada che, me cagó una jodida paloma… contestó mientras tragaba un poco de mi blanco licor.
Bel tenía un interrogante que resolver, de donde provenía el lechazo (de un avión? se lo habrían catapultado desde el patio del edificio?... ya lo averiguaría) y yo tenía el mio… cómo era posible que el semen SI podía ser visto por los demás)…
...“¡Ahora méteme tu pájaro, méteme de una vez maldito!”.
Me levanté, acomodé mi erección en su vulva y se lo hundí todo.
En parte por lo tragos y la excitación, no mencioné usar un condón. Fui imprudente, lo acepto. Pero de todos modos fue un rico coito, se notaba que Gloria estaba tiempo sin un pene en su vagina. Estaba nomás apretita.
Le hice terminar una vez más de frente y me dijo.
-“¡Ahora tírame como a perra. Yo seré tu perra y tú serás mi perro!”...
Relato erótico enviado por charly_bo el 15 de April de 2012 a las 00:58:06 - Relato porno leído 40811 veces
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Relato erótico enviado por gustavo8000 el 23 de December de 2012 a las 00:01:24 - Relato porno leído 40352 veces