El nuevo Amo de la Plantación

1847 fue un mal año para la plantación de los McKencye, a la escasa cosecha de algodón hubo que sumar la trágica y repentina muerte del viejo Amo William. Los veinticuatro esclavos negros de la familia vivieron con incertidumbre las semanas posteriores al funeral.
El joven señorito Allister regresaba en barco desde Londres, donde cursaba sus estudios ,para hacerse cargo de la hacienda. Casi nadie se acordaba ya de aquel mocoso malcriado que solia gastar pesadas bromas a "sus negros" y que llebaba años en la vieja Europa.
Los años lejos del control paterno y las elevadas sumas que solian enviarle no habian contribuido a mejorar el caracter de Allister, más bien al contrario. Pronto se acostumbró a beber en exceso y a gastar enormes sumas de dinero en su mayor hobby, las putas.
Solia recorrer los peores barrios de la capital inglesa buscando carne fresca y no dudaba en usar la fuerza cuando alguna desdichada se negaba a recibir su semen en la boca, por mucho dinero que les ofreciera.
Cuando una carta del abogado de la familia le anunció la muerte de su padre y la necesidad de regresar a Virginia para hacer efectiva la herencia de la hacienda, su primer pensamiento fue la cantidad de dinero que se ahorraria en sus vicios ahora que disponia de catorce negros y diez negras de su propiedad para obligarles a hacer realidad cualquiera de sus muchos caprichos.
Nada más desembarcar descubrió en el puerto la familiar silueta del coche de caballos que habria de llevarlo a casa. En el pestante estaba el viejo Louis, el mas antiguo de los esclavos de los McKencye, un anciano de más de setenta años, y a su lado su pequeño nieto Toby con trece años recien cumplidos y dispuesto a hacer bien su labor de mozo de aquipajes ante el nuevo Amo al que nunca habia visto.

- ¡Señorito Allister!- exclamo el viejo Louis el verlo descender - Que alegria verlo depues de tantos años. No se imagina cuanto sentimos todos la terrible pérdida del Amo William.

Allister lo fulmino con una mirada de hielo antes de decir:

- Escucha estúpido viejo, si se te ocurre llamarme de nuevo señorito te arrancaré la piel a tiras. Ahora yo soy el Amo y así deberas llamarme de aquí en adelante. ¿Lo has entendido negro?

Al viejo Louis le temblaba la voz al contestar, se daba cuenta de que nada seria igual en la plantación.

- Lo que usted diga Amo Allister.

- ¿Y este crío quién es?-pregunto Allister mirando a Toby.

- Es mi nieto Toby, Amo Allister, aun no habia nacido cuando se fue usted a estudiar a Londres.

- Pues que recoja mi equipaje y lo cargue. Creo que será mejor que viaje dentro conmigo, no puedo arriesgarme a que se caiga del carro y quedarme sin un precioso negrito que trabaje duro para mi. Además necesito charlar y distraerme. es un largo viaje hasta casa.

Louis sintió un escalofrio en la espalda al ver la mirada con que Allister recorrrio el inocente cuerpecillo de su nieto pero sólo pudo tragar saliva y asentir.

- Lo que usted disponga Amo.

Unos minutos después el elegante coche abandonaba las sucias callejuelas que rodeaban el puerto de Maine rumbo al sur.

- Así que tú eres Toby eh? .

Allister estaba nervioso y excitado, nunca habia tenido sexo con otro hombre, pero mirando al chico pensó que aquello no dejaba de ser un culo. Un culito y una boquita negra de su propiedad, y no estaba dispuesto a esperar los tres dias de viaje hasta la plantación, sin dar rienda suelta a sus bajos instintos, antes de poder meter la polla en la madre de aquel crio o de alguna otra zorrita esclava.

- Acercate aquí a mi lado -le dijo- Quiero preguntarte algo. Dime hijo, ¿suelen darte carne con la comida en tu choza?

Toby se sento a su lado, asustado por la mirada del Amo y confuso con la extraña pregunta.

- Sólo algun domingo probamos un poco de pollo Amo Allister.

Allister, que esperaba ésa respuesta, empezó a desabrocharse los botones del pantalón donde latia indomable su duro miembro y ante los estupefactos ojos del chico se lo sacó diciendo:

- Pues estas de suerte, porque hasta que lleguemos a casa te vas a hartar de polla.

Dicho lo cuál agarró al pequeño Toby por los pelos de la nuca y empujó su cabeza hasta el pene reluciente, donde su boquita no tubo más remedio que abrirse para llenarse con aquellla repugnancia.

- Chupa cerdo - jadeaba Allister- Vas a hacer feliz a tu nuevo Amo. No dejes de tragar Toby.

Toby deseaba gritar para avisar a su abuelo de aquella terrible cosa que el Amo le estaba obligando a hacer, pero su boca apenas podia conseguir el aire suficiente para respirar. El amo le habia cogido ya la cabeza entre las dos manos y trataba de deslizar su polla hasta el fondo con un rapidísimo mete-saca que le probocaba arcadas.

- Lo haces mejor que las putas de Londres Toby, si sigues así no tardaré en correrme ohhh! Siiiii..... Chupa mamón ¡¡ Chúpamela !!!!

Allister se dió cuenta encantado de que la pequeña e inexperta boca del muchacho tenia el tamaño justo para que su pene estubiera rodeado de carne en cada milimetro cuadrado. Se sentía casi un Rey haciendo que el chico se la mamara.

Los desorbitados ojos de Toby no acababan de comprender lo que estaba pasando, solo sabia que aquello era lo más asqueroso que un blanco le habia hecho jamás y que deseaba que acabara cuanto ántes. Pero el Amo no parecia querer complacerlo. Sacandosela de la boca el tiempo justo para que recuperase el aliento, empezó a restregarle el miembro por las mejillas y a darle pollazos en la cara mientras decia:

- ¿Seguro que no lo has echo ántes? Pereces un jodido experto, seguro que tu abuelito te la ha metido más de una vez, y apostaría que tambien te da por el culo.

Sin esperar una respuesta volvió a introducir su rabo en la boca del muchacho, y empezó a notar cómo el sémen de sus testículos pugnaba por salir de su interior para llenar la suave garganta.

- Eres un pequeño mamón de primera, no pares ahora, ¡Ni se te ocurra parar ahora!!!! Sigue cabrón.....

Toby empezó a llorar en silencio incapaz de entender la situación, aquel cerdo estaba metiendole la cola dentro de la boca y diciendo terribles cosas de su abuelo, que ignorante de todo lo que pasaba, seguia conduciendo el carruaje a un metro escaso de ellos.


Notó como de pronto las manos que le atenazaban ,se crispaban aún más en su pelo, al tiempo que las embestidas de la polla del Amo parecian acelerar su frenético ritmo.

- Te voy a llenar tu sucia boca de leche -jadeó Allister- Trágalela toda Toby, toma la lechita del amo. Ahhhh!!!! Diosss.......

- Me corro, me corro... Uaaaaaaaa!!!!!!

Toby sintió que su cabeza se aplastaba contra el vientre del Amo, mientras en su garganta un increible chorro de sémen caliente y salado explotaba, tratando de llegar a su barriga. Intentó tragar, pero era demasiado y las arcadas habian cerrado el camino de aquella porqueria hacia su estómago. Su boquita se llenó de lefa y el Amo no dejaba de apretar y empujar. A la primera descarga le siguieron otras cinco y sintió como parte de la lechada se le escapaba por la nariz.

Allister tenia los ojos en blanco mientras notaba como su corrida lleneba la boca del negrito."Mi negrito" pensó con placer. A éste no tengo que pagarle , ni a ninguno de los demás. Hubiera estado mejor que fuese una negrita, pero, que demonios, ya tendria tiempo cuando llegaran.

- Oh ¡Que bueno!!! - exclamo Allister- Ha sido la mejor mamada de mi vida.

Dicho esto todo su cuerpo se relajó al instante,y de un empujon arrojó al chico sobre el asiento de enfrente.

- Ahora Toby, ya sabes como hacer feliz al Amo.
Pero te juro que si dices una sola palabra de lo que ha pasado aquí a tu abuelo, o a cualquier otra persona, venderé a tu padre y a tu madre a distintos amos y a ti te echaré a los perros. ¿Lo has entendido negrito?

El pobre muchacho, con los ojos llenos de lágrimas y derramando sémen por las comisuras de los labios, vió en la mirada del Amo Allister que aquello podia ser muy bien una amenaza cierta. Agachó la cabeza y musitó con un hilo de voz:

- Si Amo.

- Bien, así me gusta, y ahora limpiate la boca y busca un trapo para limpiar tambien los asientos. Lo has dejado todo echo un asco. Tendrás que aprender a tragártelo todo, pero tranquilo, tengo tiempo para enseñarte, Ja, Ja, Ja, Ja.

Toby se apresuró a cumplir las órdenes del Amo Allister sin dejar de pensar en qué nuevos tormentos tendría que sufrir por parte de aquel horrible hombre. Cuando acabó de limpiar comprobó con alivio que el amo se habia dormido y se acurrucó en el rincón más alejado que encontró dentro del habitáculo. Si el Amo le había echo aquello, qué no sería capaz de hacerle a su madre o a sus hermanas.
Al fin, cuando el sol empezaba a ponerse en el horizonte, cerró los ojos y trató de dormir.