El regalo ideal para papá

Con sus vigorosas manos de hombre bajo mis pantis, deslizándolas lentamente por mis muslos y segundo a segundo sentí sus dedos tocar mi intimidad, con cuidado jugaba con mis bellos y con ansias buscaba mi entradita pura e intacta en esos tiempos. El se inclino, separo mis piernas y celosamente empezó a inspeccionar mi zonita, su mirada era celosa como si se tratase de un detective buscando evidencia del crimen pero luego de unos segundos me beso los pies y me dijo dulcemente con voz muy tenue…
“Mi niña veo que nadie te ha tocado, gracias por guardarme lealtad mi vida”
Mi papi perdió su cabeza entre mis piernas e inicio lo que fue el primer oral de mi vida, aquel hombre que me trajo al mundo ahora estaba saboreando mi intimidad. Eran sensaciones que nunca había experimentado a mi corta edad, pero esta por demás decir que me estaba volviendo loca de placer aunque en esos momentos no sabios como llamar lo que estaba sintiendo. Realmente era muy experimentado, tocaba puntos míos que en pocos minutos logro hacerme explotar en un maravilloso orgasmo pero tampoco supe lo que fue.
Me sentía muy mojada en mi zonita, aun me cosquillaba y luego vi que mi papi tenía la cara escurriendo. Por un momento pensé que me había orinado pero papi consolándome me explico que había sido un orgasmo, que eso se debió a que llegue al punto máximo del placer. Esa noche no paso nada más, ambos hicimos un pacto de silencio pero quiero hacer constar que no me obligo, yo misma decidí no contar nada y como iba hacerlo si me encanto de hecho. Días siguientes sin embargo no volvió a pasar, papá seguía mirándome de lejos, casi desnudándome con la mirada al verme pasear por la casa con poca ropa o con mi faldita escolar, yo me preguntaba cuándo sería el siguiente momento en que volvería a tocarme más sin embargo nunca volvió a pasar. Al parecer mi papi ya nunca tuvo el valor de tocarme y mucho menos de convertirme en mujer aunque créanme que si lo hubiera tenido yo habría perdido mi virginidad con el pero no fue así.
Esto anterior pasó cuando yo tenía sólo quince años de edad y con él experimente mi primer orgasmo. Pero la cosa fue que eso despertó en mí un gusto especial por lo prohibido y antes de cumplir mis quince perdí mi inocencia con uno de mis primeros novios pero esa es otra historia que quizá cuente después. Aunque sólo diré que mi primera vez no fue gran cosa, contrario a lo que se piensa de la desfloración en mi caso no hubo dolor, ni siquiera sangre y por esta razón mi novio no se convenció de que él había sido quien me estreno, se porto como un verdadero estúpido y nos mandamos al carajo pero bueno como ya dije eso no viene al caso aquí.
En fin volviendo al tema, en mi familia siguieron pasando el tiempo, seguí creciendo hasta llegar a mi actual edad de 19 añitos. A estas alturas mi padre ya había madurado mucho más, ya se notaba algo cansado y le faltaba poco para jubilarse, el ahora tiene 53 años al igual que mi madre. Y en esos días se acercaba el cumpleaños número 54 de papá, pase muchas semanas pensando en cuál sería mi regalo especial para él pero que no se tratara de trajes o camisas.
Yo quería algo original, algo que en verdad lo disfrutara y fue en ese momento que como chispa divina se me ocurrió la idea de ser suya. Me preguntaba si papá aun guardaba deseos por mí, eran tantos años pero tuve la oportunidad de comprobarlo. Yo lo pensé por mucho tiempo, de hecho lo pensé tanto que tuve insomnio varias noches sólo por eso, también me di la tarea de buscar experiencia de otros en la red, historias de incesto y cierto o no leí diversas historias de chicos que han hecho el amor con sus mamas y viceversa, chicas que lo han hecho con sus padres, esto cada vez me ponía mucho más caliente, para ese momento ya no había marcha atrás.
Luego de una inmensa espera al fin llego el día tan esperado, días antes pude comprarme lencería muy sexy para ese momento, un top ajustado y un hilo dental bien llegador. Aquel 15 de junio fue un día que marco mi vida para siempre, fue el día que me entregue a papá, fui su puta casera y lo consentí mucho esa noche. Use un vestido floreado sensual de falda corta y por el hilo dental me sentía desnuda como si tuviera la concha al aire y ame esa sensación. El día pasaba veloz, papá fue a trabajar como de costumbre y al regresar lo esperamos con su cena sorpresa, todo fue muy emotivo y familiar pero no dejaba de estar nerviosa por pensar en lo que haría esa misma noche, algo que papá no se imaginaba aun.
Entre risas, fiesta y a alegría termino la noche. Era cerca de madrugada y todos estaban dormidos, excepto yo que esperaba ansiosamente a mi papi en la sala, esperando a que bajara por un vaso de agua como cada noche suele hacerlo. Papi me vio, estaba en pijama el me sonrió y me dijo que hacia despierta a esa hora y en la sala, yo le dije que viniera a mi cuarto que aun le tenía una última sorpresa de cumpleaños. Sus ojos se prendieron como dos llamaradas de lumbre, creo si sabía de lo que hablaba.
Yo no pude esperar más, deslice mi mano y tome su suave miembro entre su pijama, el brillo de su mirada aumento así como la dureza de su miembro. Me incline y suavemente inicie a meterlo en mi boca, aunque no estaba tranquilo, no dejaba de mirar a todos lados. Luego de unos minutos nos encerramos en mi recamara, yo continúe haciéndole oral, el estaba por explotar, yo me pare ambos nos miramos a los ojos y me dijo
– ¿Dime mi niña aun eres…?-
-No papi ya no soy virgen pero ahora soy tuya-
Papá me tomo con dulzura, metió su mano entre mis piernas tocando mi intimidad, el se acostó en la cama, yo me fui hacia él y me senté.
Sentí y goce cada segundo al entrar en mí. Vaya que qué si la tenia grande, mis labios se entre abrieron mucho más, papá lamia mis senos, estaba llena de su saliva, yo estaba muriendo de gozo. Papa me cambio de posición, esta vez me puso en cuatro patas y nuevamente me bombeo, estaba vez con mucho más fuerza y no paraba de pronunciar mi nombre mientras seguía haciendo suya, mi intimidad la sentía hinchada de tanto sexo pero en verdad me gusto, era en verdad un hombre apasionado y muy cariñoso. Ame de verdad ame el momento en que papá me hizo el amor, esa noche fui su amante entera, luego de terminar quede acurrucadita entre sus brazos, papi siguió acariciándome todo el cuerpo y mi vaginita bien lubricada un de nuestras venidas mutuas.
Al despertar era casi el alba, papá se había marchado pero dejo en mi su aroma de hombre, un aroma que nunca olvidare, nunca.