Mi nombre es Jazmín, y aunque parezca que estoy mentalmente enferma, por lo que les voy a contar, les diré que es algo que simplemente, me sucede. Desde jovencita, no sé por qué pero siempre me llamó la tención el poder ver a dos o más hombres teniendo sexo entre ellos, así como hay hombres que disfrutan viendo un par de lesbianas en acción, yo disfruto viendo eso. Norberto mi actual esposo y yo, fuimos novios por un par de años, y actualmente llevamos más de diez años de casados. Pero cuando comenzamos, al lado de la casa de mis padres, vive el Sr. Paolo, alto, de cabello negro con sienes plateadas, delgado, siempre viste de manera muy elegante, y su trato con todos es muy caballeroso. Además la mayoría de las señoras de la urbanización se babean por él, creo que incluso hasta mi mamá.
Les hablo de Paolo porque siempre se le ve, con mujeres mucho más jóvenes que él, acompañándolo en su auto deportivo, o en su gran motocicleta. Pero en una ocasión escuché decir, que una de esas mujeres era un famoso trasvertí, en otra ocasión me comentó uno de los chicos de la urbanización, que a Paolo le gustaban los chicos, que les compraba ropa, zapatos, y los enamoraba hasta que finalmente terminaba clavándoselos. Claro que el escuchar esas cosas, me llenó de curiosidad, sobre las actividades del Sr. Paolo.
Relato
Por lo que cuando un día vi a mi novio Norberto, hablando con Paolo, me puse algo nerviosa. Cuando le pregunté de que hablaban, me dijo que de autos. Por lo que no seguí preguntándole, hasta que un día después de visitarme a mí en casa, al salir en lugar de dirigirse a la suya directamente, entró a la casa de Paolo. Yo me pasé más de cuatro horas, casi toda la noche, velando por la ventana de mi habitación, lo único que alcancé a ver fueron las sombras de dos personas besándose, y posteriormente una de ellas se inclinó, mientras que la otra persona se le pegaba por dé tras. En mi cabeza tenía la gran duda de quién de los dos era el que se estaba dejando dar por dé tras. Hasta que los vi salir casi de madrugada, y cuando lo hicieron, Paolo tomó a mi novio entre sus brazos y como si se tratase de una chica le dio un tremendo beso en la puerta de la casa, mientras que Norberto sencillamente se dejaba tocar sus paradas nalgas. En ese instante lejos de sentirme mal, el solo imaginarme lo que pudo haber sucedido entre ellos dos me excitó muchísimo, tanto que en la oscuridad de mi habitación, me comencé a autosatisfacer yo sola, introduciendo mis dedos dentro de mi vulva y apretando una y otra vez mi clítoris, hasta que no pude aguantar más y alcancé un orgasmo imaginándome nada más lo que a mi novio le terminaba de suceder.
Yo desde luego que no le hice comentario alguno al respecto, pero si me di cuenta de varias cosas, una fue que el vestuario de mi novio, mejoró muchísimo. Otra cosa que sucedió fue que Norber se portaba mejor conmigo, más comprensivo y amoroso, además que en una ocasión cuando comenzamos a ser novios, le toqué las nalgas a Norber por accidente y él se molestó mucho conmigo, pero después de que comenzó a visitar la casa de Paolo, se las volví a tocar y se quedó como si nada hubiera sucedido. Bueno como ya les dije, pensaran que estoy loca, pero el saber que mi novio y mi vecino mantenían relaciones sexuales en las que Norberto evidentemente era el que se dejaba penetrar, para nada me molestaba, es más nada más de pensarlo me excitaba bastante, y en ciertas ocasiones estuve a punto de preguntárselo, que no lo hice por miedo a no saber cómo mi novio respondería.
No sé qué sucedió entre Norber y Paolo, pero un par de meses antes de casarnos, dejaron de verse. Después de casarnos nos mudamos, y eso quedó en el pasado. Pero cuando ya teníamos como ocho años de casados, un día vi a mi marido con un raro jueguito, con un amigo suyo en el patio de nuestra casa. Los dos estaban hablando de frente, viéndose a los ojos, pero la mano de su amigo se encontraba a acariciando una de las nalgas de mi marido, por encima de su pequeño pantalón corto, sin que él dijera o hiciera nada por evitarlo. Es más en su rostro se le notaba una gran satisfacción. Pero cuando con toda intención hice ruido al acercarme, los encontré bien separados, muy serios hablando de autos.
De inmediato regresaron los recuerdos de lo que había sucedido en nuestros años de novios, con Paolo. Así que me entró una especie de ansiedad, por saber si realmente mi marido se estaba dejando penetrar, otra vez por otro hombre. Pero me quedé callada, cuando Norber salía con sus amigos, dejé de molestarme por eso, pensando en las cosas que le estarían haciendo, así que en una ocasión al día siguiente revisé su ropa interior y encontré un gran manchón de semen dentro de sus interiores, pero en la parte trasera. Lo que no me dejó duda alguna de que había tenido sexo, con otro hombre. Poco a poco fui poniendo atención a otras pistas, como otros manchones de semen pero en sus camisas, lo que me hizo pensar que en ocasiones mi marido le mamaba el miembro a alguno de sus amigos, o amantes. Pero eso lejos de molestarme me excitaba, tanto que no sabía qué hacer, para poder ver que eso sucediera frente a mis ojos.
Hasta que por cosas de la vida, a mi marido lo escogieron en su trabajo para que en nuestra casa se celebrase una fiesta de celebración de no sé qué cosa, al principio la idea no me agrado en lo más mínimo, porque eso significaba que a mí al final era la que le tocaría limpiar todo el desastre. Pero como Norber tan amorosamente se comprometió ayudarme, finalmente acepté. Bueno la fiesta se dio como la mayoría de las fiestas, solo que como mi marido estaba en casa, se dio la libertad de tomar más de lo acostumbrado.
Al finalizar la fiesta y retirarse la mayoría de los invitados, yo me encontraba muerta de cansancio, pero mi marido y sus dos amigos continuaban bebiendo y hablando de autos, yo no les presté atención, así que me despedí de ellos y me marché a nuestro dormitorio a dormir, ya me había duchado cuando me di cuenta de que no los escucha hablar, y como no sentía a Norber, poniéndome mi bata de dormir sin más nada abajo, llena de curiosidad bajé en silencio las escaleras de casa. Al llegar a la sala, no los encontré, pero el ventanal que comunica al jardín se encontraba abierto de par en par, y frente al ventanal se encontraba toda la ropa de Norber incluso hasta sus medias e interior. En ese instante mi corazón dio un vuelco, así que procurando no hacer ruido, me asomé tras la cortina. Fue cuando vi como sus dos amigos mantenían a mi marido completamente desnudo entre ellos dos, uno lo tenía sujeto por las caderas, introduciendo salvajemente su miembro entre las nalgas de Norberto, mientras que al otro mantenía su miembro dentro de la boca de Norber.
Yo me quedé extasiada viendo lo que sucedía, en cierto momento llegué a pensar que mi marido se encontraba completamente sin sentido alguno, pero de momento me di cuenta de que él voluntariamente movía sus caderas de manera salvaje, y sus manos sujetaban el miembro al que se lo estaba mamando, fue tanta mi excitación, que no lo podía creer, en lugar de indignarme, molestarme, o hasta de ponerme a llorar por encontrar que a mi marido le estaban dando por el culo. Comencé a pasar mis dedos, por sobre mi coño, acariciándolo profundamente a medida que continuaba viendo como a mí esposos le comían el culo, y él lo disfrutaba evidentemente. Yo continué acariciándome con mis dedos toda mi vulva, hasta que no aguantando más disfruté de un sabroso orgasmo, y apenas lo hice salí corriendo para mi dormitorio, ya que los tres habían terminado.
Cuando Norber entró a la habitación pensé hacerme la dormida, pero mí ansiedad me delató, así que al verlo completamente desnudo con su ropa entre las manos, entrando en nuestra habitación, me le quedé viendo como preguntándole que sucedía, pero sin decir palabra. Cuando él me vio, quizás por la borrachera o quien sabe por qué, de inmediato sentándose a mi lado me dijo. Jazmín debo confesarte algo muy serio. Yo me quedé en silencio esperando a ver qué era lo que me iba a decir, pensando que quizás inventase alguna escusa creíble para explicar su completa desnudes, en esos momentos.
Pero cuando me dijo, que a él sus dos amigos momentos antes le estaban dando por el culo, me quedé sin saber que decirle, mientras que Norber continuó diciéndome. Jazmín, desde hace mucho tiempo, soy bisexual, y me gusta que los hombres me penetren. Norber sin detenerse de inmediato dijo, entiendo si quieres que nos divorciemos, pero te agradeceré que nadie se entere de lo mío, a cambio te dejo la casa, el auto nuevo y todo lo que tú quieras.
Yo en ese mismo momento le dije, que lo sabía desde hace años, cuando él se acostaba con Paolo, y que lo vi en el patio cuando sus amigos lo estaban cogiendo por el culo. Norberto se quedó pálido cuando me escuchó decir todo eso, y cuando le dije que a mí no me molestaba que se acostase con otros hombres, su rostro me pareció más confundido todavía. En esos momentos le confesé, que el ver a un par de hombres teniendo sexo, era algo que me excitaba de sobre manera, y al tiempo que se lo fui diciendo retiré mi bata de dormir, y abrí mis piernas.
Norber dirigió su rostro a mi coño, y divinamente comenzó a mamarlo, mientras que yo le iba diciendo lo mucho que disfruté, acariciándome el coño, a medida que veía como a él le daban por el culo y lo ponían a mamar. Norberto dejó de mamar mi coño y dirigió su erecto miembro directo a mí vulva, produciendo la más grande de las satisfacciones. Hoy en día él trae discretamente a sus amigos a casa, y en una que otra ocasión terminamos haciendo un trió o cuarteto. Cuando no es que yo misma, me pongo un dildo de goma sujeto con unas correas a mi cuerpo, y soy yo quien se lo mete a mi marido.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 313439 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 213149 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 150466 veces
Si te ha gustado El secreto de mi marido…. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar El secreto de mi marido…..
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:27) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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