El tio abusador de Cristina 4

Sentía como me había convertido en su muñeca de trapo, su puta.  Si no tenia condón, se venía en mi boca, en mi cara, o en cualquier parte de mi cuerpo, si no me daba una pastilla del dia después, y algunas veces mi menstruación llegaba de forma salvaje por culpa de esta pastilla, provocando que no pudiera ni tan siquiera ir a mis clases de ballet, o me violaba tan fuerte que en los ensayos de ballet me dolia todo el cuerpo y yo tenia que disimular.

Estaba en casa de abuela, ese dia tenia que quedarme, mis hermanos también se quedaron porque mami y papi habían salido de viaje por una semana.  Mis hermanos estaban durmiendo en uno de los cuartos de la casa, mientras yo dormía en el mismo.

Sentí la frisa con la que me arropaba moverse hasta mis piernas, el estaba ahí, yo le daba la espalda, siempre que llegaba de la calle o de janguear con sus amigos era lo mismo.  Sus dedos comenzaban a acariciar mi cadera, subiendo mi camisa, hasta mis hombros.  Lo escuché quitarse el pantalón, luego sentí como se metía conmigo en la cama, yo apreté mis ojos llorando.  Sabía lo que iba a hacer sentía su erección entremedio de mis nalgas, agradecía que tenia pantalón en ese momento, pero mi agradecimiento se fue al carajo, cuando las bruscas manos de el comenzaron a bajármelos junto con mi panty, era lo peor del mundo.  
Cuando estuve desnuda de la cintura para abajo, lo sentí abrazarme por la cintura, una de sus manos se metió de bajo de mi cuerpo, yo había comenzado a llorar un poco mas fuerte.

“mami baja la voz” tan pronto habló sentí la peste a alcohol en el.  Estaba borracho.

Estábamos en la posición de la cucharita.  El estaba detrás de mi abrazándome, tomando una de mis piernas la pasó por encima de su muslo, rápidamente sentí la punta de su bicho en mi entrada.  No estaba para nada lubricada, que demonios me iba a causar este tipo, me tenia harta.  

“Tio no, por favor” Sabia que suplicar no servía de nada, pero siempre lo intentaba.

“Mami no te asustes tengo un condón.” Me dijo el muy asqueroso.

Senti sus dedos en mi estomago, y como su otra mano apretaba mis tetas por encima de la camisa, sus boca empezó a besar mi cuello, era asqueroso.  Lo peor de todo fue cuando su mano bajo hasta mi vientre, y luego hasta mi chocho, sentí dos dedos de el entrar de forma delicada, todo para estimularme.  Sus dedos entraban y salian dentro de mi, mientras la palma de su mano estimulaba mi clítoris, mi cuerpo estaba reaccionando, no podia evitarlo.

"Si mami, estas mojándote, que rico, bien mojadita para mi.” Me dijo y después besó y cuello.

Yo me estremecí, sentía mi orgasmo cerca, mi respiración era errática y estaba jadeando.

El sacó los dedos dentro de mi antes de que me viniera, gemí por lo sensitivo de mi interior, sentí mas lagrimas humedecer mi cara.  

Mi tio llevo su bicho a mi chocha y me embistió de tal manera que solté un gritito, se que a el le gustó, pero a mi me dolió mucho.

“Mmmm…Cris, estaba loco por llegar…a casa…si mami” Me decía mientras me lo metía frenéticamente en esa posición.
Esa era una de muchas veces.  Me volvió a drogar nuevamente para metérmelo por el culo, recuerdo que ese día no había nadie en la casa, me lo habia metido por la chocha y habia utilizado ya como unos 4 condones, me dolía mi vagina demasiado.   Me puso en cuatro, peo yo estaba apoyada de los codos, sentía mi cuerpo reaccionar de manera extraña y estaba como entumecido, yo tenia mucho sueño, sentía como cuando uno esta bien borracho, pues de esa misma manera.

Me levantó las nalgas y algo húmedo y bastante frio estaba en mi ano, sus dedos estaban acariciando de forma circular ese roto tan pequeño, mientras mas le echaba el liquido, mas entumecido sentía mi ano, ahora entiendo que eso era un lubricante.  Sus dedos entraron en mi tratando de dilatarlo, mis gemidos se hacían salvajes, y mi cuerpo estaba totalmente sensitivo por la droga que me habia dado.

“Mierda, Cristina…te lo quiero meter en el culo”- Dijo el, habían palabras que el me decía que ni las entendía, otras si.
Yo trataba de hablar, pero no podía solamente salían gemidos de mi boca, o uno que otro jadeo.

Sentí algo haciendo presión en mi ano, y no pude evitar gritar de dolor, era horrible, mis lágrimas estaban humedeciendo la almohada y mi rostro.
“Ya casi Cris, mami, que rico…” Decía el
Su bicho estaba humedecido, al igual que mi ano, el lubricante lo tenía bastante mojado, pero vamos en aquel entonces mi cuerpo, sobre todo mi culo era mas chiquito y dolía demasiado.
“Mami, ya va por la mitad” me dijo el y le conteste con otro grito.  “Puja Cris, quiero que pujes, mientras te lo meto, asi no duele tanto.”

Recuerdo que le hice caso porque no soportaba el dolor, mientras pujaba sentía mi ano abrirse de manera brusca y lo sentía a el meterlo mas todavía.
“!UGH! ¡SI!” grito el cuando lo metió por completo.

“Ah, AH, Ah,” le decía yo tratando de gritar.

Mi tio colocó su mano en mi boca, mientras que con la otra me ponía totalmente en 4.  Mis manos estaban ahora apoyadas en la cama y sentía con profundidad el bicho de el en mi ano, y como mis nalgas lo apretaban mas todavía.

“Aaaahhh! Cristina eres tan rica!” Gimoteó el.

El sacó la mano que tapaba mi boca y la puso en mi hombro de esa manera había comenzado a embestirme, yo no pude evitar gemir entre cada embestida que me daba, pues me dolía y sentía mi cuerpo de manera extraña, reaccionando a donde el me tocaba, maldito sea mil veces con sus drogas.  Una de sus manos encontró mi chocha y metió dos dedos dentro de ella, mi gemido fue estúpidamente fuerte, y el rio levemente.

“Te gusta mami?  te gusta cómo te lo meto por ese culito? Me voy a venir tan rico dentro de ti Cris” Me decía el, sentía sus embestidas tomando velocidad.

Sus dos manos estaban en mis hombros y sus embestidas se incrementaban, lo escuchaba decir profanidades, y gruñir, mientras mi ano se expandía mas todavía y me ardía, lo tenia en carne viva.

“Uh, Uh, Uh…ggrr” Decia el.

“Ay….ay…ay…ay…”Le gemia cuando sentía que su bicho llegaba hasta mis intestinos, era horrible, lo pero era que sentía un nudo en mi vientre, como ganas de venirme.

“Mami, se que te gusta que te den por el culo, lo se mami, esta latiéndote bien rico”

Era cierto, sentía como oleadas de ese odiado placer me recorrían y hacían que mi culo latiera levemente.

Mi tio me tomó por la cintura y comento a embestirme con mas fuerza, yo gritaba esta vez de puro dolor por mas que estuviera drogada el dolor era horrible.

“Me voy a venir, me voy a venir, me …voy….aarrrggghhh!!!!!” Dijo el y sentí como su semen inundaba mi ano, y sus embestidas eran fuertísimas, sentí un pequeño orgasmo, pero no estaba segura.

“Si, SI, Si” me decía mientras me lo iba metiendo y sacando y sus chorros de esperma casi salían de mi ano.
Cuando terminó el cayó acostado a mi lado, su respiración era demasiado de muy agitada como si no pudiera respirar, miré su pene que estaba semi erecto y se veía algo blanco y rojo, me habia partido el culo.

Senti por mis muslos el tan odiado liquido de el, y lo peor era que salieron como unos 5 chorros de mi ano.
“Cristina, te amo” Me dijo el mientras hacia que me acostara a su lado, sentía tanto asco, dolor que habia comenzad a llorar fuertemente, el nunca me habia dicho que me amaba, pero lo odie mas toda via por decírmelo, aún lo odio.
Lamentablemente esa vez fue la primera de muchas, habia descubierto que metérmelo en el culo era mucho mejor que en la chocha, además de que no me podia embarazar, la que sufria de dolores era yo y no el, tenia pesadillas, me utilizaba de la peor manera.  Me humillaba, lo peor era que tenia que disimular frente a mi familia, nadie lo podia saber, mi cuerpo se acostumbró a el, me sentía tan sucia, quería morirme, habia pensado en suicidarme, porque no soportaba la idea de que el me siguiera tocando o hacerle daño a mis seres queridos, sus amenazas eran constantes.

En una fiesta que hubo en mi casa para el cumpleaños de mi padre estaba toda mi familia y lógicamente estaba el.  Yo nunca estaba sola siempre estaba junto a mis primas o hermanos o mi madre.  Tenia ganas de ir al baño asi que decidi ir al que estaba en el pasillo del primer piso y el cual era el de las visitas, cuando llegue no habia nadie, cuando estaba terminando de orinar alguien abrio la puerta bruscamente, lo malo de este baño era que la puerta se podia abrir de afuera.  Para mi sorpresa, disgusto y miedo era mi tio.
“Abre esa boquita mami” Me dijo mientras se abria el pantalón, yo termine de limpiarme y me sente encima de la tapa del inodoro abriendo la boca como el me pedia.

Mi tio metió su pene de cantazo en mi boca, no me tenia que decir como mamárselo ya sabia como hacerlo. Mi lengua recorrió la cabeza un rato y mis labios la succionaron son brusquedad como al le gustaba, sentía como su bicho se ponía duro en mi boca, como su liquido pre seminal inundaba mi lengua, me pedia que succionara fuertemente, sabia que estaba bellaquisimo, porque me tomo por la cabeza y habia empezado a chingarme la boca como si se tratara de mi chocha, sentía como la punta de su bicho tocaba mi garganta.
“Vamos, mami relájame esa garganta” Me decía, mientras la metia con fuerza
Sentia que me asfixiaba, cuando la saco de mi boca ya tenia el bicho durísimo, este estaba lleno de saliva y brillaba, lo agarro en su mano y me paso la cabeza por los labios, siempre le excitaba hacerme eso, me dijo que le chupara la cabeza un rato mas.

“mami esa boca tuya vale oro.”
Senti tanto asco maldita sea era lo peor del mundo.  Mis manos estaban en sus muslos, no quería ni tocarlo, pero era un bruto.  

“Párate” Me dijo

Yo me levante y con el dorzo de la mano me limpie mis labios.  Estaba mas alta, traia unas plataformas y un vestido.  Mi cabello estaba planchado, habia desarrollado bastante y eso lo excitaba.  Sus manos se posaron en mis tetas y comenzó a estrujarlas, después me beso con fuerza haciendo que abriera mi boca.

Me dio la vuelta y me apoyó contra el lavamanos, sentí como sus manos levantaban mi vestido y bajaban mis panties, el sonido de la música retumbaba la puerta de madera, la fiesta estaba en pleno apogeo, nadie me podia escuchar si lloraba.

Me inclinó hacia abajo y di un pequeño brinco al sentir su lengua en mi chocha, como me penetraba rápidamente para hacerme humedecer, después separo mis nalgas e hizo lo mismo con mi culo, mientras sus dedos entraban y salian dentro de mi chocho.

“Te lo voy a meter en el culo Cris, no sabes lo bellaco que me tienes.”
Yo lloré con fuerza, en el culo no me gustaba, en ninguna parte me gustaba, pero en el ano me dolia demasiado.   Me tio se puso de pie y me inclinó mas todavía mi rostro tocaba casi el espejo del lavamanos.  Senti como me lubricaba el ano, el pervertido andaba con el lubricante para todas partes.   No era la primera vez que me lo metia por ahí, llevaba meses haciéndolo siempre que tenia oportunidad, y el dolor era horrible.

“Mami, puja, como te enseñé” me dijo en el oído, mientras sentía como la cabeza de su pinga entraba poco a poco en mi culo.

“Tio, tio, por favor no..no puedo, me duele” Le lloriqueé.

Lógicamente no le importo al muy animal, era el peor ser humano que habia conocido, era el ser mas sucio que estaba en mi vida, no entendía como una persona como esa le hacia tanto daño a una niña.  

Sentí como lo metió completo en mi culo y cuando resopló encima de mi cuello mi cabello se movió a mi cara.  Levantó un poco mis caderas haciendo que quedara en puntas por mas que tuviera plataformas.  

Sus manos se colocaron en mis caderas y habia comenzado a embestirme, yo lloraba en voz baja mientras me mordía el labio por culpa del dolor, era lo peor que podia sentir, habían días que ni me podia sentar bien, o si iba al baño me dolia demasiado.  

Embestía con rudeza y mi vientre chochaba con el lavamanos, mis manos se apretaban contra la pared que estaba debajo del espejo.  Mi cabeza chocaba con el espejo durante sus embestidas.

“Si mamita, eres mia, toda mia” Me decía mientras me daba una nalgada y apretaba mi nalga.

Su bicho latia dentro de mi, lo sentía caliente.  Una de sus manos se metió debajo de mi falda y encontró mi clítoris, el habia comenzado a excitarme frotándolo de manera frenética en forma circular, sentía como mis muslos se humedecían, el olor en el baño a sexo era horrible, ya lo conocía, tenia ganas de vomitar.

“Ah, ah, uh, uh” gemia yo cuando sus dedos salian y entraban de mi interior.

“Eso es Cris, gime mami, gime, quiero que tu culo palpite cuando te vengas.”
Los dedos de mi tio se abrían en forma de tijera en mi interior, algunas veces se curveaban y yo jadeaba con brusquedad, el tocaba algo dentro de mi que no sabia que era.  Su pulgar apretaba mi clítoris y lo frotaba para todas partes, los interiores de mis muslos ya estaban completamente mojados.  Mi ano estaba comenzando a latir, y eso significaba que me iba a venir, el lo sintió y comenzó a embestirme mas fuerte, sus gruñidos se hacían graves, y sus respiraciones encima de mi cara eran asquerosas.
  
“Mami, te voy a hacer venir” Me dijo, lo siguiente que sentí fueron sus dedos en lo mas profundo de mi interior curvearse y su pulgar apretar mi clítoris, no pude evitarlo, mi cuerpo reacciono.

“AAahhhh!!! Aarrggghh!!!” Grite cuando sentí mi orgasmo con brutalidad.

“Si…si…si…Cristinaaaah!!” Gritó el y sentí como llenaba mi culo de leche, unos 6 chorros salieron de su pene inundando mi culo, y mientras mas latia mi ano, mas lo sentía venirse, como si mi ano hubiese derretido su bicho.  “Agh! Puñeta!” Jadeo el.

Queria que saliera de mi interior para poder sentarme en el inodoro y sacar su sucio semen dentro de mi, pero el me lo prohibió, tan pronto salió dentro de mi, me subió el panty.

“Mami, vas a tener ese panty lleno de leche, para que sepas de quien eres, de quien es ese culo.” Me dijo, y después me beso el cuello.

Me di la vuelta y el me beso la boca, yo lloraba durante el beso, quería morirme, no soportaba mas el abuso de mi tio.  Sentía como si me estuviera cagando encima de tanto que salía su semen de mi ano y mojaba mi panty.
“Te amo Cristina eres mi mujer” dijo mientras se subía el pantalón y se lo cerraba.

“No, no, no” le decía mientras lloraba
Abri la puerta, quería salir de ahí y subir al baño de arriba para bañarme, quería vomitar.   Cuando abri la puerta choqué con alguien, y cuando lo miré me di cuenta que ese era mi papá.

Papi me miró notando mis ojos horribles, mi cara roja, el poco maquillaje que tenia estaba lo mas seguro regado, mi traje estaba arrugado, estaba despeinada, mis labios hinchados.  El frunció el ceño y miro hacia el baño viendo a mi tio que salía de ahí.

“¿QUE CARAJOS TU LE HICISTE A MI HIJA CABRON?” Le grito mi papá a mi tio.

Esa fue la última vez que el hermano de mi mamá me tocó, me llevaron al hospital y le dijeron a mis papás que había sido violada mas de una vez, les dije que desde que tenia 10 años pasaba eso con el cada vez que me quedaba en la casa de mis abuelos, o cuando el podía.

Les conté absolutamente todo a mis papás quería que jodieran a mi tío, que se lo llevaran lejos, le conté sobre las amenazas, lo que el le hizo a mis abuelos, y mi tio ahora mismo que tengo 21 años está en la cárcel, por violación de menores e intento de asesinato.

Esa es mi historia, y gracias a Dios que en estos momentos estoy bien y recuperada, tratando de vivir mi vida tranquila y disfrutar mi juventud, de esta experiencia he aprendido muchas cosas y una de ellas es que no se dejen intimidar que si les pasa algo así digan la verdad.