Como uno de mis nombres es Dolores, la mayoría de mis familiares, amistades, y conocidos me llaman Lola. Así que les contaré, lo que me pasó la semana pasada en el pub, con el jueguito del toro mecánico
Relato
Varias de mis amigas y compañeras de la universidad, me invitaron como la mayoría de los viernes a que fuéramos todas a un Pub. Nos dirigimos a uno que recién abría sus puertas, y dentro de uno de los atractivos que tenía era el llamado toro salvaje. Yo desconocía eso, y quizás de saberlo, me hubiera dado igual, o no le hubiera puesto mucha atención. Esa noche me vestí de manera bien cómoda para mí, pero muy provocativa, como dice mi viejo. Ya que me puse mi pequeña minifalda negra, mi blusa preferida, porque es bien fresca, por ser semitransparente y aparte de mi ropa intima, mis zapatos y cartera, más nada.
Cuando entramos como de costumbre, nos pusimos a coquetearle a varios chicos, y ya al rato cada quien tenía su pareja, en mi caso, por pura casualidad, me tocó un chico que resultó ser el administrador del Pub. Al rato de estar bebiendo y bailando, mi pareja tomó un micrófono y dio paso al espectáculo de esa noche el toro mecánico. Desde un principio, la mayoría de los vaqueros de ciudad fueron a dar a la lona. Cuando uno de los chicos que se nos unieron al grupo, salió despedido del toro, a mi me dio un ataque de risa, que al parecer lo molestó a él. Quizás en otro momento, no me hubiera reído tanto, pero como me había estado tomando un poquito de más, no me podía controlar.
Además por eso mismo cuando el chico me retó a que me montase en el toro mecánico, sin pensarlo mucho acepté, sin tomar en cuenta que no andaba vestida adecuadamente para eso. Aunque mis amigas me hicieron notar que se me verían las nalgas, no le puse mucha atención a eso. Ignorando que el que se me fueran a ver las nalgas, era de lo menos que tenía que cuidarme. Así que quitándome los tacos, apenas me monté de inmediato mi pequeña minifalda se me subió, dejando ante la vista de todos los presentes la pequeña tanga semitransparente que estaba usando esa noche, discretamente me dediqué a bajar la falda, aunque el toro, en lugar de moverse con fuerza hacia adelante y hacia atrás, con brusquedad. Se comenzó a mover muy lentamente en círculos, y ocasionalmente sentía unas pequeñas vibraciones, que provocaban que mi minifalda nuevamente se corriera hacía arriba de mi cintura, y eso también provocaba que mis tetas se movieran de lado a lado al mismo tiempo, que dejaba mis nalgas por completo al aire. Cosa que después de un rato, ya no me importó mucho, hasta que el toro se inclinó bastante hacia adelante, tanto que mi vulva quedó prácticamente incrustada en la pieza que se usa para agarrarse, y mis tetas se salieron definitivamente del sostén que estaba usando.
Al principio, no le di importancia, pero cuando las vibraciones comenzaron a ser más y más fuertes, mi coño comenzó a sentir ese agradable masaje en casi todo momento. Aunque el toro mecánico seguía moviéndose en círculos, su inclinación hacia adelante era bastante fuerte, y las continuas vibraciones no cesaban. Yo seguí disfrutando involuntariamente de todo eso, hasta en mi clítoris podía sentir, lo duro de ese agarrador, que continuaba restregándose sabrosamente contra mi coño. Mientras que mi cabello en ocasiones me tapaba por completo la vista, a mi blusa se le saltaron un par de botones, y mis tetas quedaron definitivamente ante la vista de todos.
Mientras que yo dejándome llevar por todo eso comencé a gemir de placer sobre el lomo de toro, hasta que en cierto momento ya no pudiendo aguantar más disfruté de un tremendo orgasmo, frente a todos los presentes, mis gemidos y gritos de placer, de seguro no les dejó duda a ninguno de lo que me estaba sucediendo. Las cosas que me decían, en lugar de avergonzarme, como que me excitaban más y para completar, cuando finalmente me pude bajar del toro, lo dejé completamente mojado por un incontenible flujo vaginal que tuve al mismo tiempo que disfrute de ese placentero orgasmo.
Tanto mis piernas y muslos se encontraban por completo mojados, así como mi falda, y mis pantis. Yo además cuando puse los pies finalmente sobre la lona, fui a dar contra ella, por lo mareada que me encontraba. Al tiempo que la mayoría de los presentes, aparte de aplaudirme, me decían lo buena que estaba. Gracias a Alex el administrador del Pub, pude finalmente salir prácticamente medio desnuda, ya que al bajarme de la lona aun tenía mis nalgas por fuera y mis senos se encontraban al aire, Alex me pasó la mano por la cintura, mientras discretamente me ayudaba a tratar de cerrar mi blusa, me fue conduciendo hasta su oficina. Donde tras cerrar la puerta, tras nosotros, me levantó en vilo colocándome sobre la mesa de su escritorio, sin dejar de besarme, sus manos se dedicaron a desnudarme completamente, hasta que me quito el tanga, y acariciando mi coño sabrosamente, separando mis piernas colocó su cara sobre mi vulva, para de inmediato dedicarse a chupar mi clítoris. Unos segundos antes pensé decirle que no, pero a medida que su lengua jugaba tan sabrosamente con mi coño, me dejé llevar por el gusto, y cuando acordé ya tenía todo su miembro dentro de mí.
Por un buen rato sentí como su miembro entraba y salía de mi coño, yo disfrutaba de todo lo que Alex me seguía haciendo y de cómo me lo hacía. Por lo que cuando, sacando su verga, me dijo que me recostase sobre su escritorio, no lo dudé ni por un segundo y nuevamente comenzó a penetrarme divinamente, a medida que algunos de sus dedos, comenzaba a enterrarlos dentro de mi culo, no es que no me diera cuenta, pero resultaba tan placentero lo que me estaba haciendo, que lo dejé continuar, ignorando que solamente me lo estaba dilatando mi esfínter. Para cuando menos lo pensé, sentí, como tras sacar nuevamente todo su miembro de mi coño, me lo enterró dentro de mi apretado culito, dejándome sin aliento. Ya que de momento el sentir su verga dentro de mí, una de sus manos se enterró dentro de mi vulva. Alex como un desesperado me apretaba mi clítoris con sus dedos al tiempo que continuaba sin parar dándome por el culo sabrosamente. Hasta que sentí como su semen comenzaba a correr entre mis muslos.
Cuando finalmente me recuperé de todo lo sucedido, Alex me condujo al baño de su oficina y tras dejar que yo me asease, me dio un beso, y como si nada hubiera sucedido entre nosotros dos, cuando terminé de vestirme, me condujo hasta la mesa de mis amigas, dándome un fogoso beso frente a todas, se despidió. Mis amigas deseosas me pidieron que les contase todo lo sucedido en su oficina. Cosa que sin exagerar les conté, mientras regresaba a casa, con un cierto dolorcito entre mi vulva y mis nalgas, que no sé si fue por lo del toro o por lo que Alex me hizo tan sabrosamente….
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 145818 veces
Si te ha gustado El toro mecánico… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar El toro mecánico….
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
a_na_ma
(7 de October de 2009 a las 18:51) dice:
mmmm que ricoooo eres una puta completita felicidades migomo
(26 de February de 2009 a las 21:00) dice:
buenisimo , manden otro katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:22) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:55) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF gerardobig2
(16 de February de 2011 a las 05:17) dice:
que rica te describes esta bueno VILLEGAS65
(14 de August de 2010 a las 01:16) dice:
mmmm me hice una paja fenomenal al leer tu relato.... como me gustaria que me montaras como al toro mecanico y hacerte venir varias veces
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