Esto feliz hoy he cumplido mis 16 años y me siento todo un hombre a pesar de estar estudiando todavía me siento mas fuerte, varonil y enérgico.
Relato
Me he propuesto una meta salir todos los días ya que estoy de vacaciones a trotar en las mañanas de amanecida para fortalecer mi musculatura sentir bien, ser mas potente, estar en plenitud de mis formas carnales y corpulentas, ser un deportista.
Nunca pensé que tantos vecinos se levantaban tan temprano para ir a sus trabajos y tengo tres que cuando salgo o cuando vuelvo de mí casi una hora de trote salen a sus trabajos en sus automóviles, mientras las vecinas medias adormecidas muertas de sueño los despedían cerrando sus portones… ah, me encantaba ver a dos de ellas, la de la esquina doña Olga, que afirmada del portón poco se preocupaba de sus negligé y a veces su bata se abría mostrándome su cuerpo apenas cubierto por un pequeñísimo calzón, mi pobre virgen pene saltaba engrandeciéndose, aplaudiendo esa maravillosa vista mientras trotaba y casi chocaba con los árboles y postes por mirarla, y la de mi vecina del frente esa canosa mujer Sandra, que no era tan vieja para tener el pelo entre canas, era tan descuidada que a veces desnuda y solo tapada con una delgada bata de tul salí a despedir a su marido en el autobús de la empresa que pasaba a buscarlo que no se fijaba que al abrir la puerta a trasluz no tenía que imaginarme su cuerpo pues se veía este y era refinado, frágil, además de apasionado por su senos duros y sus pezones excitados rígidos.
Aprendí cuando aun no se iban sus maridos a realizar contorsiones en sus veredas a la espera de sus salidas para admirar sus cuerpos.
Un día Sandra me digo entre galantería y chanza, que no me mostrara tanto haciendo alarde de mis destrezas físicas delante de sus deslucidos maridos, estos a veces la tienen a uno de lujo en casa y no la utilizan como uno quisiera, uno desea que la activen y calentándolas las manipulen.
La miré y le conteste, si tu marido no es capaz de calmar tus furores carnales aquí me tienes gastando los míos con ejercicios físicos para ahogarlos y domarlos. Me miró y rió entrando a su casa.
Días después al irse su marido yo recién venía llegando del trote atrasado para verla en su diaria danza de su cuerpo casi al aire. Me ve venir y me espera apoyado en la puerta diciéndome ¿no deseas agotar tus energías en algo mas útil? , sorprendido sin entenderla me detengo mirándola, estaba más placentera que otros días, ella baja sus brazos del apoyo de la puerta y me hace una gracia de bienvenida, entro en su casa y llevándose los dedos cruzados sobre sus labios me pide silencio mientras cierra las puertas una tras otra, aislándonos de sus hijos, pasamos por la cocina y en la pieza de los cachivaches posterior ella se encierra conmigo y me abraza ardorosa, excitada apasionada diciéndome, bien calma mis furores carnales mientras apretaba mi ya engrandecido pene con destreza, abrazarla y sentir su desnudo cuerpo entre mis manos fue como obtener una medalla de oro en una maratón, casi me desmayo del placer…
Se veía en los ojos de ese púber macho el brillo del deseo de llevarme a la cama, la lujuria que sus toques me estaban despertando en mí emociones que solo debería sentirlas con mi marido y sentí de nuevo con sus manos en mi cuerpo ahora entre mis piernas arrugando mi bata la que sacó y recogió me estaba mostrando la figura de mi cuerpo, me mira con unos ojos de hombre desesperado de mujer, me mira mi cuerpo y se acerco a mi persona me abrazó, tomándome por los hombros, inmediatamente recorrió mi columna vertebral desde la cabeza a los pies un garrotazo eléctrico… dice si quieres me quedo, le escucho decir…, pero tu estarás segura que deseas discutir conmigo las razones y que yo dice, solucione el problema de tu esposo, pero has de saber que tú serás mía… me jalo hacia su cuerpo y me forcejeó para sacarme un beso, me quede asustada en ese momento grite, sorprendida…, luego recordé yo lo había entrado, pórtate bien digo y le doy una placentera bienvenida, el continuo besándome el cuello y manoseándome todo el cuerpo diciéndome que era muy hermosa que a él le gustaría ser mi amante por esos dos días, que me dejara llevar por el fuego que hay dentro de mi…, tu cuerpo pide sexo déjate llevar, me decía…, no te resista…, luego conversamos de tu marido y continuo hasta que logro levantar mi excitación al máximo, por arriba de mis rodillas sentía sus labios, ahí se volvió como loco al ver mis buenas piernas, como pudo me desabrochó mis sostenes y vio mis hermosos senos, los cuales empezó a chuparlos con tanta ira y pasión, que me empecé a calentar más de lo que ya estaba. Cometería un error, lo sabía pero no podía detenerlo ya que estaba como poseído por un demonio, luego me hecho en el sofá y empezó a besarme el cuello y forzarme para abrir las piernas, lo logró arrancando mi calzón me dejo al descubierto mi vagina y bajando hasta esta, la beso y… no recuerdo mas…
Locamente me entregué, mis ropas destrozadas fueron apartadas, ese juvenil hombre estaba satisfaciendo mis ansias de disfrutar del sexo de otra manera, me volvía loca de tanto placer, era la primera vez que engañaba, a mi marido y aun más, en mi propia casa. Al sentir que mis quejidos se convertían en gemidos de placer el empezó a acariciarme con mas confianza, me obligaba con sus manos a abrir mis nalgas en cada metida y al besar mi boca introducía su lengua, era presa de mis deseos, no me entere cuando me metió su pene, acto seguido mi cuerpo me traiciono y empecé a gozar como nunca, tenía un enorme pene que me partía en dos y a la vez me llenaba toda, gemía, gritaba jadeante y satisfecha por el proceder de mi vecino, mi púber amante, pero cuanto placer, cuantas venidas me estaban satisfaciendo mi sexo y mis furores carnales, manoseando todo mi cuerpo mis nalgas, mis piernas, mi seno y todo lo que el deseaba, era una mezcla de placer y miedo, me excité de gran manera, que me tenía con la boca abierta buscando oxígeno, me hizo terminar dos veces y al llegar a mi tercer orgasmo sentía un gusto en mis labios de mi clítoris que seguía palpitando, luego se desaguó dentro de mi, que rico sentir como termina dentro de mi, era inundada por su semen, … y sentí como lo saco de mi, yo no quería que lo sacara deseaba quedarme pegada allí, horas y horas, pero el lo saco me miro la cara, me tenía mareada de tanto placer y sexo… Señor perdona si estoy pecando…, pero que rico es esto… y me entregue sin inhibiciones a ese macho…, mi adolescente y puro macho. Me miraba y me dice satisfecha por ahora mañana vuelvo y te daré mas… era su esclava y me escuché decirle si vuelve mañana quiero más de ti.
Luego quedamos abrazados sobre la cama sin aire y agotados del esfuerzo que habíamos realizado y más reposada me quede mientras él se levantaba. Lo sentí irse ¡oh, Dios! como deseaba que fuera el día siguiente. No era una adolescente para estar tan loca deseando al macho que si era un púber macho, tenia mis 36 años y me tenía por una mujer decente y moralmente firme amante de mi familia, mi hijo mayor de casi la edad de este adolescente hoy convertido en mi amante de 14 años y la niña de 9 años. Pero hoy había probado algo que nunca creí que haría y la infidelidad hacia mi marido en mi propia casa me había saciado sin inhibiciones y deseaba alocadamente a ese juvenil macho nuevamente dentro de mi, no me importaba haberme entregado como una mujerzuela quería seguir recibiendo en mi vagina ese pene grueso que me hacía delirar, solo temía a que él se vaciará dentro de mi útero y algún día que estuviera fértil y de esto se diera cuenta mi esposo que tendría un hijo fecundado en el útero de su esposa por otro hombre, aunque este fuera un joven macho.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160821 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156464 veces