Embaracé a mi cuñada y me lo solicitó mi cuñado

Me sucedió un hecho muy particular, tengo mis 17 años y no soy virgen he tenido mis encuentros con mujeres, pero nunca pensé que viniera el hermano de mi cuñada a ofrecerme su mujer para que me satisfaciera en ella y la llenara de mi semen..., si él por una enfermedad había quedado imposibilitado de fertilizar a las mujeres, a pesar de mil tratamientos nada resultó, su mujer deseaba locamente un hijo y él pensó en mí..., te pagaré bien, eso si deberás callar para toda tu vida me dice, te ayudaré a que puedas cohabitar con mi señora sin que ella sepa que yo te ayude a aparearte con ella, y la fecundaras, ese es el secreto que deberás callar..., pasa un fin de semana y voy de visita donde mi hermano y esta ahí Laura la mujer desesperada por un hijo... al salir ella también dice que se va y que la espere. Salimos juntos al autobús y en el camino me pregunta si ella es bonita, para que se den cuenta de lo que hablo, mi concuñada esta un poquito pasada de peso, pero solo un poco, tiene una cintura, unos senos hermosos, mi cuñada tiene un culo que resalta a la vista, es piel canela, de cabello negro rizado y tiene unos labios carnosos y suaves. La miro la llevo a la plazoleta que esta en el camino y atrás de un árbol la atraco. Me pegue tanto que ella sintió lo carnoso de mi pene erecto justo en su vulva. Veo que si te gusto me dice mientras la beso y recorro su cuerpo...., me dice que el próximo sábado su marido va a salir a un trabajo en la capital, que estará sola, si deseo visitarla, ella me avisará eso si me dice jura que nadie, pero nadie sabrá de nuestra aventura y al poseerla dice ella que la embarazaré por estar en sus días de fertilidad. Mi marido no debe sospechar nada me dice y tu me tendrás y aún más, te pagaré por tu silencio, te bastaran veinte billetes verdes ¿verdad?. El tenerte ya para mi es un pago, le digo y ella sonríe, te avisaré entonces.
Me reía dentro de mi, ella y él me pedían que la copulara, pero que debía ser secreto...
Él me busca y me dice el sábado estará sola, me voy el viernes en la noche con un compañero y no vuelvo hasta el domingo me dice ahora debes ir, como sea poséela y préñala, al atardecer ella me busca y me dice que estará sola a contar del viernes, pero no sabe la hora que vaya el sábado con seguridad.
El viernes estuve atento cuando el marido partió con el amigo, fue eso de las diez de la noche... espere diez minutos y subí a su departamento. Apenas me abrió la abracé y le recorrí su cuerpo con mis manos. Saque su vestido, cayendo este al suelo...
Note sus senos erizados y tenia puestos unos calzoncitos negros en conjunto con el sostén, le quite el sostén suavemente y le bese el cuello bajando hasta sus pezones inmensos y calientes, luego puse mi mano en sus nalgas y le toque el ano ella solo me besaba, se recostó en el sofá y le quite las medias, entonces fue que pude percibir el amor de su flor, una vulva hermosa, de bello rizado y rasurada a los lados, un olor lleno de sexo y amor, unos labios rosaditos y ansiosos de tanto tiempo de no haber recibido su ración de pene, estaba mojada, completamente, así que me pidió que la penetrara, pero yo primero le di unas cuantas chupadas y lamidas a su raja y a sus pelos y a su lindo y rojo clítoris, al hacer esto ella tubo su primer orgasmo y le salio mucho lubricante, se chorreo toda y lo lamí, luego la bese en la boca.
Comienza a besarme, acariciarme y sacude a mis hormonas a excitarse, creo que estuvimos unos diez minutos de arrumacos y monerías luego nos desnudamos activados, excitados y ansiosos en ese lecho que duermo todas las noches con mi marido, me penetre sin piedad este nuevo amo de mi cuerpo me agarra de mis caderas empujando su pene hasta el fondo de mi matriz con un escandaloso alarido de mi parte al ser nuevamente empotrada y trasformarme en su puta hembra necesitada de los movimientos de entra y sale de su pene en mi matriz, necesitaba sentirme mujer deseada y activada carnalmente... no se cuanto tiempo transcurrió, solo se que goce y mis hormonas activaron no un orgasmo, sino una serie de ellos que entregue a mi nuevo marido jadeante excitada y complacida de sus movimientos de entra y sale de su pene en mis órganos genitales y en una culminación para mí frenética y enardecía en la entrega de mis orgasmos que este semental me estimulaba, de pronto siento en mis entrañas que eran bañadas con unos fluidos tibios y espeso de su leche y semen en mi matriz, como nos abrazábamos estimulados de pasión y entrega aparatosa de nuestras uniones carnales, si me había transformado en su amante, en una mujer con dos maridos.
Se movía locamente sin parar por al menos 20 minutos, ella grito y tubo un orgasmo, entonces me puso boca arriba y se sentó en mi pene y me cabalgo como loca y gritaba sin parar, para esto mi cuñadita ya estaba loca de pasión, primero se había asustado pero luego solo se dedico a observar y a aparearse, mientras gemía y disfrutaba de un buen pene, luego yo me vine adentro de ella, descansé hasta que me recupere del primer polvo, cuando se sentí con fuerzas quería volver a aparear con ella.
Clavo mi miembro en su vagina... Se estremece al ser apareada desesperadamente con todas mis fuerzas, sentía como iba abriendo esas carnes vaginales apretadas por no ser frecuentemente usadas tanto tiempo, estaba comprimida por el no uso de ella, sus gemidos y exclamaciones de pasión eran escandalosos al sentirse nuevamente utilizada como hembra y su cuerpo reacciono agitándose lujuriosamente estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba, yo estaba activadísimo, me aprovecha de empotrarla salvajemente sus entrañas, sentía como mi miembro abría sus pliegues vaginales y mas me entusiasmaba en mi cópula, sus caderas se agitaban..., estoy en mis días de embarazarme y tú licenciosamente me posees, estaba entregándose a su concuñado recién llegado a su vida sexual, él es joven casi inexperto, pero como me satisfacía después de tanto tiempo deseando ser mujer empotrada, y exploto en un orgasmo asombroso quedando entre sus brazos mas muerta que viva. El macho se aprovecha para empotrarme salvajemente mis entrañas rebosándome mi matriz de su tibia leche, semen y espermas. Sentía esos líquidos deslizarse por mis muslos, nalgas y caer sobre las sabanas, mi joven semental me tenia agarrada de mis caderas en cada eyaculación mas fuerte me apretaba a su cuerpo, yo casi inconciente por el placer que me había dado en este apareamiento gemía, jadeaba, chillaba recompensada por mi adolescente amo desde hoy de mi cuerpo. Si además sería el padre de su hijo, eso me activaba y lo deseaba más que antes.
Estaba en manos de este enardecido y entusiasta juvenil macho que me miraba golosamente deseándose aparearse conmigo nuevamente. Era un joven de 17 años y como jadeaba deseándome, era su iniciación como amante de una hembra mayor que él.
Este joven macho era insaciable me buscaba y trataba de complacerme, pero era exigente en su pedido y variaba sus métodos con tal que me entregara a sus brazos y tenerme ensartada con su gran cabezota de glande que tenía en mi vagina...
Comenzó a tocar mis pechos, rodeaba mis pezones con sus dedos, los
pellizcaba, cogió uno de ellos y lo llevó hasta su boca. Comenzó a lamerlo con su
lengua, dejando su saliva impregnada. Su otra mano bajó poco a poco hasta mi
sexo. Metió su mano a través de mi cuerpo la llevaba a mi vagina y comenzó a acariciarme. Mi espalda se arqueaba, abría mis piernas más y más.
Sacó su mano de mi raja vaginal, sus dedos estaban mojados debido a la excitación que tenía al excitarme mi sexo. Le dije entonces "Quiero que lo huelas, que lo saboreas, y después de que lo hagas tú decides". Lo hizo metió su lengua en mi canal vaginal acariciando mi clítoris hasta hacerme llegar a un orgasmo y vaciarme en su boca. Le acerqué mi mano. Él la tomó, deslizó mis dedos por su nariz, respiró profundamente. Sacó su lengua y la deslizó por mis dedos. Me dijo: "Tú vagina huele a puta, de manera que te voy a dar como buena puta que eres lo que te mereces". Se separó de mí, comenzó a mirarme y a decirme vas a ser mía, solo mía. Se acercó y comenzó a tocar mis pechos. Yo besaba con mis cálidos labios cada parte de su cuerpo que estaba desnudo. Lo único que me quedaba por quitarle era unos calcetines negros que llevaba. Yo ya estaba completamente desnuda, solo con mis zapatos de tacón, me agaché, quedé en cuclillas y mirándolo a los ojos comencé a bajarle
los calcetines. Su pene estaba tieso, duro e hinchado. Salió a mi encuentro.
Me bajé hasta sus tobillos y como una niña hambrienta comencé a mamar su polla. Estaba muy excitada, notaba como mi vagina chorreaba como nunca antes lo había hecho, él lamía más y más, a la vez que metía uno de sus dedos dentro de mí. Yo jadeaba como una perra en celo, me retorcía, tocaba mis pechos con fuerza, con tanta, que me estaba haciendo daño, pero me daba igual. Noté como mis labios vaginales empezaban a palpitar con más frecuencia. Comencé a decirle que no
parara de lamer con su lengua, que estaba a punto, que iba a correr en su boca. En uno de los lametones finales grité de placer, y él notó en su boca un
torrente de mi flujo caliente, un torrente que él no paraba de beber, mientras
mi orgasmo daba los últimos coletazos y mientras mis gemidos se hacían más
leves. Me levanté, me puse a 4 patas en la cama, se acercó a mí,
abrió mi culo con sus manos y me dio un palmazo que casi me hace reventar de
dolor y placer. Me quedé extasiada, él comenzó a moverse cada vez más rápido, yo
no paraba de decirle que me iba a reventar de placer, y él me contestaba que lo
que iba a reventar y a destrozar eran mis entrañas. A cada meneo que me daba hincaba más su pene dentro de mi vagina. No paraba de decirme: "¿esto es lo que querías, no?, ¿qué te llenara bien llena?, pues eso es lo que te estoy dando, me
te estoy llenando de mis leche.... Yo casi ni podía articular palabra, volvía mi cabeza hacia atrás y allí estaba él, dándole duro a mis entrañas como un salvaje, como un poseso, como un animal, repitiéndome una y otra vez que me empotraba como lo que era, una mujer puta necesitada de semen, una concuñada necesitada. Cuando me dijo eso me puso a mil, y un torrente de mis flujos inundaron sus huevos, me estaba corriendo, mi cuerpo estaba sudoroso, estaba que no podía más, él seguía penetrándome, decía que le quedaba poco, que estaba a punto, entonces me la sacó, me hizo darme la vuelta y tumbarme en la cama a lo misionero, mientras me decía ahora te embarazo, él me la machacaba. Cuando ya estaba tumbada en la cama, su pene empezó a descargar en mis entrañas, en mi matriz, en mi vientre preñándome............ no se cuantas veces se vació en mi sus leches llenas de semen, pero estaba feliz entre mas esperma me vaciara aseguraba mi maternidad... Dos noches y el sábado estuvimos acostados en la cama matrimonial y nos levantábamos para ir al baño y a comer algo, siempre desnudos, casi vuelvo loca a Laura tanto poseerla debido a mi juventud me recuperaba rápidamente ella con sus 30 años le costaba mas recuperarse, pero nunca digo no, siempre se abría de piernas para que nos apareáramos y llenara su matriz de mi semen, en verdad era una putita muy golosa. El domingo de madrugada me fui a mi pequeño departamento a descansar y recuperarme de mis infinitas orgías con ella penetrándola a lo menos unas diez veces copulando y sacándole gritos de placer y gozo en cada coito, este fin de semana fue fantastico.