Emborraché a mi esposa, y le di por el ….

Pero despues de cinco años de casados, y siendo padres de dos crios. Se me ocurrió celebrar nuestro aniversario de boda, de manera algo diferente. Así que logré que los abuelos se hicieran cargo de los crios, y me llevé a mi mujer a una segunda Luna de Miel.
En principio mi idea era pasarla bien con Ester, sin niños, sin vecinos inoportunos, o padres entrometidos, tanto los de ella como los míos. Por lo que organicé un viaje al Caribe. Así que cuando llegamos al Hotel que habiamos escogido, ya en la habitación lo primero que hicimos después de darnos una buena, y refrescante ducha, fue ponernos a jugar en la cama. Claro que aunque tuvimos un sexo bien fogozo, no faltó el que ella me dijera, que no le agarrase su peludo coño, ni que le mamase sus hermosas tetas, o apretase sus paradas nalgas. Pero a pesar de sus constantes quejas, disfrutamos tanto, que en ciertos momentos, Ester dejó de ser tan reservada, pidiendome que le diera mucho más duro, lo que para mi fue una tremenda sorpresa, tomando en cuenta lo religiosa que es.
Bueno en fin disfrutamos tanto, que casi ni salíamos de nuestra habitación, aunque ocasionalmente desde luego que tomabamos algún que otro tur. Y fue en uno de esos tur, que me di cuenta de algo. Estabamos en lo que llamán la Catedral del Ron, degustando un sabroso mojito, cuando Ester en lugar de tomarselo con calma, se los fue bajando como si fuera agua. Ella nunca había tenido mucha inclinación por las bebidas alcoholicas, pero quizás por estar donde estabamos, sin los niños dejó de preocuparse tanto, por lo que aproveché y en la tienda compré varios litros de ron de diferentes presentaciones. Los cuales apenas llegamos a la habitación del hotel, le propuse que fueramos probandolos. Ya la verdad es que Ester se encontraba muchisimo más mareada, que lo que yo estaba, ya que en esos momentos comencé a pensar en emborracharla lo suficiente, como para por lo menos mamarle sus hermosos senos. Así que mientras seguimos bebe que bebe, dentro de la habitación del hotel, y ya había comenzado a oscurecer, le propuse a mi mujer que se fuera quitando la ropa. Cosa que en cosa de segundos, y sin ningún miramiento hizo, es más como nuestra habitación daba al Oceano Atlantico, ya cuando tanto ella como yo nos encontrabamos completamente desnudos, fue que nos dimos cuentas que las puertas, y cortinas que daban al balcón, estaban completamente abiertas de par en par. Fue cuando tratando de aprovecharme de la situación pero que no fuera tan evidente, le propuse a Ester que jugasemos la botella, así que sin pensarlo ella aceptó de inmediato.
Al principio no pasamos de cortos besos, y suaves caricias, pero a medida que segimos bebiendo, una de las penitencias que le propuse fue que me dejase besar su coño. Lo que tras una corta risita, mi mujer aceptó. La verdad es que ese primer beso de su coño aproveché para pegar mi boca y chuparle su clitóris como nunca antes se lo había podido hacer., y a medida que seguía mamando todo su coño, separé mi rostro de su vulva, y con toda calma agarré una de las botellas de ron, y derramé parte se du contenido dentro del coño de mi mujer, ante sus asombrados ojos, de inmediato me volví a pegar a su coño, veviendome todo el ron que le había derramado dentro. De forma, y manera tal que a pesar de lo mareada o borracha que Ester se encontraba, hice que disfrutase de un sin número de orgasmos como nunca antes ella lo había sentido. Mis labios, y lengua no tan solo chuparon y lamieron todo el ron que le había derramado dentro, sino que tambien me chupe gustosamente todo su clítoris, también me disfruté el lamer y chupar los labios de su vulva con todo y pelos.
Despues de eso Ester, y yo seguimos bebiendo ron, y fue cuando en retribución al buen rato que le hice pasar, que mi mujer sin decirme nada, se agachó, y agarrando mi verga entre sus dedos, dirigió su boca sobre ella y comenzó a darme una tremenda mama. Cosa que en cierto momento le pedí encarecidamente que se detuviera, ya que mi mayor deseo era el darle por el culo, y una vez que se lo dije, casi de manera inmediata, sobre la cama, Ester se puso en cuatro separando sus nalgas con sus propias manos me ofreció su hermoso y sabroso, apretado culito. Yo por breves segundos, me dediqué a mamarselo introduciendo mi lengua dentro de su esfínter, para luego sin perder tiempo dirigir mi verga al centro de sus preciosas nalgas. A medida que la cabeza de mi verga fue entrando en contacto con su piel, Ester gemia apasionadamente, pidiendome que se lo enterrase, cosa que hice de inmediato. No dudo que le haya causado algo de dolor, pero una vez que todo mi cuerpo estuvo en contacto con el suyo, y por completo toda mi verga entró dentro de su culo. Ester se quedó como paralizada, pero a los pocos segundos comenzó a mover sus caderas, como nunca antes creo que las haya movido. Así que mientras yo enterraba una y otra vez todo mi pedazo de carne entre sus sabrosas nalgas, mi mujer continuaba meneando de manera alucinante su culo, restregandolo con fuerza contra mi cuerpo. Así pasamos toda la noche y gran parte de la madrugada, hasta que finalmente ambos nos quedamos rendidos por el agotamiento.

Cuando desperté me encontré que Ester mantenía aun mi adormilada verga dentro de su boca, casi al mismo tiempo ella tambien se despertó, los dos con algo de dolor de cabeza, seguramente por el exceso de ron que bebimos, pero cosa que se nos pasó despues de que ambos nos dimos una refrescante ducha y bajamos a desayunar. Durante ese tiempo no hicimos ningún comentario, hasta que regresamos a la habitación, fue cuando mi mujer me reclamó que yo me había aprovechado de lo borracha que había estado, y la había sodomisado. A lo que le respondí, que para mi, eso a ella le había gustado, tanto como lo que ambos hicimos, como el que yo le mamase su sabroso coño, y ella me mamase la verga. Así que mientras ella me seguía reclamando el que yo le hubiera dado por el culo, sin hacerle mucho caso realmente, comencé a darle toda la razón al tiempo que le fui quitando toda su ropa. Y lo primero que hizo Ester al dejarla completamente desnuda sobre la cama, fue el ofrecerme sus hermosas nalgas....