como le hice el amor a una campesina de los andes ecuatorianos una madura de 40 años
Relato
Mi nombre es Demetrio tengo 54 años fui a trabajar cerca a un volcán llamado Cotopaxi trabajo para una empresa que hace trabajos civiles mantenimiento de carreteras entre los trabajadores tuve un compañero que contaba como le hacia el amor a Dalila y que le gustaba ella era una campesina de la zona muy guapa una llenita indiecita dura de carnes no la conocía solo escuchaba lo puta que era en la cama raro en campesinas que son tímidas y reservadas este colega lo cambiaron a otra ciudad y antes me pidió que lo llevara a dar el ultimo polvo en la camioneta lo lleve y espere como tres horas ella vive sola su marido trabaja lejos y casi no llega a verla la vi de lejos una carita dulce y risueña se despidieron y pasaron los días un día que estaba por la zona decidí ir a verla para ver si tiene noticias de mi colega llegue ella estaba por salir se iba al pueblo hacer compras me ofrecí y la lleve un encuentro correcto sin insinuaciones de ningún lado me invito a comer el domingo un plato típico de la zona llego el día fui con otros compañeros de trabajo ella saco un trago fuerte llamado aguardiente bebimos mis amigos se fueron porque tenían que viajar y yo quede a beber un par de vasos mas algo borrachos cogí de sus manos y la abrace mirándola a los ojo la lleve a su cuarto la empuje y saque mi verga erecta ella se acerco y sin hablar nada cogió mi pene y lo metió a su boca raro en las mujeres campesinas se saco toda la ropa y me desvistió hermosa ella unos senos enormes y redondos unas caderas anchas y piernas duras la puse en posición de perrito y le di duro ella gemía fuerte y me dijo que le penetrara par el ano un poco de saliva y de una forma brusca introduje todo mi enorme pene ella solo pellizco la frazada de la cama, papa dame mas dame mas me decía sus senos se meneaban de un lado al otro saque mi pene porque sentía que terminaba ella chupo mi pene así como salio de su ano me sentó al filo de la cama y levanto mis piernas mientras me chupaba los huevos y lamió mi ano tal sensación deliciosa hizo que me viniera en su cara y su pelo nos tapamos y dormimos toda la noche por la mañana ella ya no estaba fue a pastear su ganado por la madrugada regrese a laborar ahora espero el próximo domingo
Le dije ¡esto! He inmediatamente le subí la falda metiendo mi mano entre sus piernas tocando su zona vaginal, puso resistencia y trato de gritar pero yo le dije severamente que o me entregaba su cuerpo o la denunciaba.
Relato erótico enviado por reycolegial el 30 de July de 2009 a las 12:08:52 - Relato porno leído 100070 veces