En la inmobiliaria

Con Lucía vivimos juntos hace casi cinco años, ella tiene ahora treinta y ocho años y yo bastantes más, no tenemos hijos en común pero hace tres años, cuando sucedió lo que van a leer, vivía también con nosotros la hijita de ella, Magui de seis 6 años en ese entonces.

Lucía es de Bahía Blanca, algún día contaré como nos conocimos.

Su cuerpo merece un capítulo aparte, tiene una figura exuberante un poco por genética , un poco por el mantenimiento constante en el gimnasio, una buena alimentación y la frutilla de la torta son dos hermosas tetas que con ayuda de la cirugía repararon las huellas del amamantamiento y de paso subieron su talle de corpiño a 95 combinando majestuosamente con su imponente cola y coronado con una abundante cabellera color castaño que baja como una catarata por su arqueada espalda, en dos palabras; ”tremenda hembra” , de esas que vale la pena darse vuelta a mirar, todo en ella es sensual, aunque básicamente su actitud es de bajo perfil, también es observadora y muy curiosa. Creo que la combinación del cuerpo que acabo de describi.r más su forma de ser y dicho sea de paso su vastísima experiencia en el terreno sexual desde muy, muy temprana edad hacen de Lucía una criatura que parece haber sido concebida y puesta sobre la tierra para el deleite erótico, sexual, morboso de todos aquellos que hemos tenido la suerte de encontrarnos con ella en diferentes circunstancias de la vida, una hembra exquisita, con mil matices para no terminar nunca de degustar en su totalidad y con el plus de ganancia que da la maternidad en una mujer así, que lejos de transformarla en una madre del montón no hizo más que sumarle femineidad a su vida y porque no , a su cuerpo.

Cuando decidimos convivir ella y su nena se mudaron a Capital, motivo por el cual alquilé un lindo departamento con terraza en un barrio tranquilo de la ciudad.

Realmente me divierte ver los malabares que hacen los hombres en la calle para comerse a Lucía con los ojos y a la vez tratando de contenerse por mi presencia; noto que la miran incluso cuándo están con sus mujeres e hijos y lejos de enojarme o ponerme celoso trato de hacerla sentir segura y dueña de su cuerpo y de lucirse con la ropa que mejor le siente con calidad, buen gusto y un toque sexy, por eso me encanta participar en las elecciones de ropa como los jeans que mejor le calzan y hacen de su cola una fiesta para los ojos, como así también vestidos, musculosas, blusas, minis, etcétera. Me gusta que se cuide muchísimo que se entusiasme con los tratamientos estéticos de todo tipo, cejas, pestañas y obviamente al estar completamente depilada su conchita luce como la de una nena, deliciosamente lampiña.

A veces suele contarme que en la calle le dicen tal o cual piropo o propuestas subidas de tono, autos siguiéndola, sin importarles que estaba con Magui de la mano, acotando que los tipos son unos babosos y desubicados al no medirse tratándose de una mamá con su hijita de la mano. Me jura sin que se lo pida, que lo que menos hace ella en la calle es mirar a alguien o insinuarse, cosa que es cierta, pero yo la tranquilizaba diciéndole que me gusta que pase eso, que me hace muy feliz tener a mi lado una mujer tan hermosa y apetitosa.

Casi siempre después de estas charlas terminábamos cogiendo rico e intenso.

Yo por ese entonces estaba demasiadas horas fuera de casa, como mi trabajo es independiente me veía obligado a trabajar casi 12 horas diarias sin tiempo para otra cosa que no sea llegar a casa a la noche, cenar, bañarme y compartir cosas del día con ella, salvo los fines de semana. Motivo por el cual ella se encargaba de todo lo relacionado con trámites, pagos, compras como así también de la crianza de Magui.

Recuerdo que ese martes de fines de noviembre a la mañana antes de irme le dije :
__mi amor, no te olvides de ir a pagar el alquiler hoy sin falta ya te dejé la plata en el cajón de arriba, me gusta ser cumplidor y puntual,

---Si, papi, quédate tranquilo, cuando dejo de hacer algo que me pedís?

La inmobiliaria en cuestión quedaba a dos cuadras del departamento, esas inmobiliarias chicas, de barrio, con dos socios, uno, el que me mostró el departamento la primera vez, un tal Marcelo, al parecer un tipo correcto cuarentón que hablaba lo justo y el otro que solía estar a veces y se llamaba Oscar, creo.

Cómo dije anteriormente, por mis horarios era Lucía la que comenzó a ir mes a mes a llevar el dinero del alquiler a la inmobiliaria, generalmente cuando volvía de buscar a Magui de la escuela que en ese entonces estaba en primer grado y quedaba de paso.

Ese mismo martes por la noche volví tan cansado que olvidé preguntarle a Lucía si había pasado por la inmobiliaria, además creo que lo di por obvio y nos fuimos a dormir sin más.

El jueves ya acostados a punto de dormirme Lucía me dice:

• ---Papi, sabes que el martes cuando fui a pagar el alquiler…

• __Ah, cierto! La interrumpo, si, sí, todo bien?, pudiste pagar?

• LUCIA: si…, todo bien. Pagué, veníamos de la escuela con Magui y justo había llevado la plata y fui a la inmobiliaria, estaban los dos, Marcelo y el otro, ni bien entro Marcelo saca del cajón un alfajor y se lo regala a la nena…

• YO: __qué buen gesto, y eso que Magui es cero sonrisas con extraños, no?

• LUCIA: __sí, que se yo… me gustó. Así que Magui se quedó en la oficina de adelante comiendo el alfajor que le regaló mientras el socio hablaba por teléfono; entonces Marcelo me hace pasar a la otra oficina así me daba el recibo , como todos los meses, pero entorna la puerta y me dice:

• __...”Lucía por favor no te ofendas…, pero no aguanto más…, no puedo dejar de pensar en vos, te deseo, me gustás, me calentas, vivo ratonándome con vos, hasta me pasa que estoy con mi esposa y te pienso…sos tan… hermosa Lucía…”
Me mandó de una eso, Marcelo.

• YO: __Ah bueno! Mi amor que arrastre, jajá, estas arrasando con todo, jajá, me encanta mi amor, en serio! me pone orgulloso tener a mi lado semejante hembra tan hermosa y que vuelve loco a los Señores, bueno, vos sabés que yo no soy celoso siempre y cuando me cuentes todo, así que bueno… la próxima vez que vayas contame si te dijo algo mas (y busque su boca para darle un besito de buenas noches porque ya era tarde, dispuesto a darme vuelta para dormirme)


• LUCIA: __ Ehh, no, papi…, no quedó ahí, pero si tenes sueño…, sé que es tarde y mañana madrugas, no hay mucho más , pero no es todo…

YO: __más?

LUCIA: __sí, imagínate, estábamos parados con Marcelo detrás de la puerta semientornada de su oficina, la nena en la oficina de recepción, el otro a unos metros hablando por teléfono…yo escuchando tremenda declaración…

• YO: __no me digas que le cortaste el rostro de una… si?

• LUCIA:__ y , estaba nerviosa, pero solo atiné a sonreírme y a decirle tontamente… __pero Marce…vos sos casado y yo también, pasaba solamente a pagar el alquiler… No termino de decir eso que ya me estaba comiendo la boca y metiéndome la lengua hasta las amígdalas casi…

• YO:__ estabas con el jean y la remera de hoy?

• LUCIA: __No papi, te acordas que calor hizo el martes? Tenía la pollerita de jean clarita y la musculosa celeste.

(cabe aclarar que Lucia tiene unos muslos que parecen dos columnas griegas, es lo que más me enloquece de su cuerpo y esa mini de jean elastizada que no deja de ser una prenda común, en ella es escandalosamente sexy)

• LUCIA:__ Ay papi, no te enojas con lo que te estoy contando? Decime la verdad…porque no sabía si contarte, pero como con vos no me gusta tener secretos…

• YO:__ contame mi amor, me súper gusta que me cuentes: Decime, te tenía arrinconada e inmóvil comiéndote la boca entonces…?

• LUCIA:__ si, no tan inmóvil…, a esa altura empecé a sentirme mojada, viste?, me besaba tan intensamente que no me quedaba otra que responderle con la misma intensidad y con la mano empecé a sobarle la pija por sobre el pantalón que a esta altura la sentía re dura y enoorme, viste? Entre chupones me dedeaba la concha corriéndome la bombacha y me levantó la musculosa con el corpi y todo y me sacó las tetas todas afuera manoseándomelas chupándolas como con hambre…, empecé a liberarle la verga…

• YO:__ Entonces… a menos de diez minutos de decirte tímidamente que se sentía atraído por vos… ya estabas con las tetas al aire y con la chota de Marcelo en la mano?

• LUCIA:__ y, si… a metros de la oficina de entrada, apoyados contra la puerta y con Magui comiendo el alfajor sentadita esperando que atiendan a la mamá, si… no te enojes papi, por favor te lo pido… papi…

• Yo: __seguí por favor

• LUCIA:__ bueno papi, bajé…, necesitaba probar el sabor y el olor de semejante pedazo de carne que sentía en la mano, encima el guacho me estaba dedeando la concha maaal me revolvía esos dedos grandotes , se escuchaban los chasquidos de lo encharcada que estaba, me los sacó de la concha y me los hizo chupar a full llenos de jugo y me agaché a devorarle la chota de una manera…bueno…, me da vergüenza…, pero, vos sabes como soy cuando estoy caliente…
Se la empecé a chupar con ganas, mucha saliva con ruido, por un momento se me cruzó que Magui o el socio podían oír el ruido de semejante mamada de verga porque literalmente se la estaba devorando, así que ahí nomás me empezó a garchar la boca a lo bestia y yo no hacía más que pajearme el clítoris hinchadito mientras me cogía por la boca y así sin piedad hasta que me empieza a largar los lechazos a full adentro y afuera, es decir se empieza a deslechar en mi garganta y saca y viene otro lechazo que me cruza la cara , salpica el pelo y me moja la musculosa y las tetas que tenía afuera…

Lo demás fueron segundos de nervios, nos damos un chupón caliente con leche, el tratando de enfundarse la verga aun durísima, yo acomodándome las tetas en el corpiño, bajándome la musculosa, ver que estaba un poco salpicada de leche.

Anota algo en un papel y me dice:
• ___ por favor putita, escribime pronto quiero hacerte de todo…

Agarro el papel, salgo sin querer pensar en mi aspecto, ni en el socio de Marcelo, que no soltaba el teléfono.

• Vamos mi amorcito? Le digo a la nena y la agarro de la manito saliendo mientras que le diga chau y que salude a Marcelo con un beso .

Ya en la vereda camino a casa me dice Magui:
• __Ma! Tenes la mano transpirada! y me percato que la agarré con la mano con la que manipulaba la verga de Marcelo sucia de leche y de mis jugos

• __Ay mi amor, ya se seca!

igual en casa hay que lavarse las manitos como te enseñó mamá, uno toca muchas cosas en la calle, la escuela, viste?, por eso hay que lavarse siempre al llegar a casita.

• __Y sabes qué, papi? ,me vas a matar, pero con el apuro, viste lo colgada que soy, me olvidé el recibo de pago del alquiler, así que tendría que combinar con Marcelo para pasar a recogerlo esta semana o la otra, no?


Continuará…

Hay muchas más experiencias con Lucía. Por favor, háganme saber si les gustaría conocerlas.