perdí la virginidad con el intendente de la escuela
Relato
El relato que contaré, es real, me pasó cuando tenía 18 años, soy alta y delgada, pero tengo un buen frente y trasero voluminoso, por lo mismo los muchachos en la escuela siempre me pedían que les diera “aquello”, sin embargo aunque soy muy caliente, solo había chupado la verga y me dejé manosear en un salón desocupado, por un compañero que me gustaba mucho, hasta mojarle la mano con mis fluidos vaginales. Nunca noté que la persona que realizaba el aseo nos había visto, hasta un día caminando sola por un pasillo me lo encontré y me dijo “hola chiquilla, te observé disfrutar del sexo en el salón, cuando quieras tener la verga de un hombre y no la de un niño, me buscas”, de momento me enojé por su atrevimiento, y no le hice caso.
Al día siguiente, me lo volví a encontrar, y le dije
- Mira, si dices algo, pienso que no te van a creer, pero de todos modos que quieres para callarte-.
- No voy a acusarte, ni haré nada, quiero que aprendas a gozar y solamente si tú quieres-.
Días después, tuve que llevar material a la intendencia y él lo recibió, diciendo –gracias por los artículos, pero sigo esperando tu respuesta-.
-Espérate sentado, porque no vas a tener nada-.
El solamente cerró la puerta, se bajó la bragueta y aunque flácida, me mostró su enorme verga, y me dijo -por lo menos dale una chupadita y no te vuelvo a molestar-.
Pensando que si se la chupaba, lo hacía cómplice de mi calentura anterior y me dejaría en paz.
-Bueno, pero una vez y que sea rápido, te parece-.
-Acepto, pero no rápido, por lo menos hazme vaciar-.
No había mucho espacio en ese lugar, pero me arrodillé, agarré con las dos manos su verga y empecé a mamarla, sintiendo como se ponía bien dura, la verdad estaba tan larga y gorda, que apenas entraba la mitad en mi boca.
-ummm- intenté decir algo, pero no pude.
Me tomó de la cabeza y con pequeños jalones hacia él, hacía que me metiera más y más su polla. Cuando empezó a acariciarme el cuello y los oídos, me excité tanto, que mis pezones se pararon y sentí humedecer mi panocha. Teniendo la boca llena con su verga, hizo que me tragara todo su semen cuando se vació, lo que provocó estremecer mi cuerpo y ponerme muy caliente.
Me levantó dulcemente y sin decir nada, me recargó junto a un anaquel, bajó mi tanga, subió la falda y separó mis piernas, ahora él estaba de rodillas frente a mí y comenzó a chuparme la rajita tan rico que yo abría las piernas lo más que podía para que entrara su lengua desde mi ano hasta el clítoris. Sentía un calor excesivo, por lo que le dije:
-Nunca me han cogido, tú serás el primero, no me hagas esperar, necesito tener la verga adentro-.
Me inclinó bocabajo sobre una mesa (o eso parecía) y para no apachurrar mis senos puse mis brazos como almohada, mojó su verga con saliva y la colocó junto a mi panocha.
Cuando comenzó a penetrarme, lo hizo sutilmente, pero yo sentía que me desgarraba por dentro, aún cuando no tenía ni la mitad metida, con movimientos lentos inició el mete y saca sin enterrarme más de lo que ya tenía, provocando que mi vagina se expandiera y en lugar de dolor comenzara a sentir en exquisito placer.
Ya me urgía tenerla toda adentro, por lo que empujaba las nalgas hacia atrás, cuando de un solo empujón me dejó ir toda la verga, hasta sentir como topaba dentro de mi panocha. Yo solamente pude dar un reparo y soltar un ¡oooouuuuhhh!, tirando no sé cuantas cosas.
Al sentir que casi la sacaba de mi panocha y la metía de repente hasta el fondo, yo experimentaba un gran placer que me hizo tener el primer orgasmo de mi vida.
Sacó su verga de mi vagina y dijo:
-Te mojaste tanto que escurriste tus piernas y me lo empapaste todo, hasta con sangre-.
¿Quieres sentirlo ahora por atrás?
De momento, sentí miedo de tener esa polla dentro de mi ano, pero con lo caliente que estaba, solamente le dije:
¡Haz lo que quieras! ¡Pero quítame lo caliente! ¡Necesito tu verga!
Sin cambiarme de posición, me dio un trapo para morder para que no se escucharan mis gritos. Mojó más su palo con saliva, pero en esta ocasión, también me ensalivó el ano.
Puso su verga en la entrada de mi culo y empezó a dar pequeños empujones.
Comenzó a abrirse camino esa verga en mi hoyito, pero yo no sentía mucho dolor, solamente ganas de estar bien penetrada, por que me quité el trapo de la boca. Al ver que me cogía sin mucha dificultad, pasó su mano hacia mi vientre y la bajó hasta mi clítoris, mismo que pellizcaba al ritmo de sus sacadas y metidas de verga.
Tan caliente y excitada estaba, que apretando mis nalgas, para que no se saliera la verga de mi culo, me enderecé y le dije: ¡Métela toda! ¡Rómpeme el culo! ¡Hazme gozar!, y con movimientos circulares de mis nalgas sentía como me la comía.
Metió sus manos bajo la blusa y agarró mis chiches diciendo:
-Anda pequeña putita, si quieres verga, tómala toda-
Y de un jalón metió la verga hasta el fondo, que me hizo poner los pies de puntitas.
Ya con la verga bien adentro, subí un pie a un estante del anaquel con lo que facilité la cogida que me estaba dando, en ese momento, me vino el segundo orgasmo al mismo tiempo que sentí como inundaba con su lechita todas mis entrañas.
Salí de la intendencia, buscando la forma de escabullirme de la escuela, sabía que ya no podía sentarme a tomar clases, me dolían mis nalgas por la cogida que me habían dado.
Después nos vimos fuera de la escuela, pero eso, es otro relato.
A mis 12 años, con unas chavas de 12 13 y 14, algo nuevo para mi, mi iniciacion hacia el sexo, practicamente una orgia con ellas y con mis amigos, simplemente algo que recordare por el resto de mis dias.
Relato erótico enviado por Anonymous el 08 de June de 2004 a las 09:55:40 - Relato porno leído 465070 veces
La lleve a su recamara dentro los aposentos de la iglesia, ella repetía que era una locura pero también ya estaba caliente, lo note por su humedad que tenía ya en su vagina, ella me dijo que nunca había estado con un hombre y que no sabía ni como se hacía el sexo más yo le dije, “No te preocupes mamacita yo te guio” le subí totalmente su vestido y le abrí sus sexys piernas.
Relato erótico enviado por reycolegial el 07 de September de 2009 a las 16:44:00 - Relato porno leído 201045 veces
Soy jardinero en una mansión hace muchos años, los chicos crecieron con migo pero llego el día que Lucrecia la mayor se convirtió en mujer..-
Relato erótico enviado por felipepan el 15 de June de 2012 a las 00:27:20 - Relato porno leído 191711 veces
Si te ha gustado En la intendencia escolar vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar En la intendencia escolar.
bareta
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
gustavo20013
(26 de December de 2012 a las 21:53) dice:
BUENISIMO PERRITA
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:16) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF phantom_n
(14 de December de 2012 a las 02:00) dice:
toda una putita en su desvirgada
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato En la intendencia escolar.
Vota el relato el relato "En la intendencia escolar" o agrégalo a tus favoritos