La vida da muchas vueltas y a mi me ha pillado . He perdido movilidad de cintura para abajo .
Relato
Tengo ya 60 años y echo de menos un buen polvo .
Pero no solo yo , mi mujer también lo echa de menos .
Y me ha predispuesto a tener al menos una vez al mes alguien que la consuele .
Yo le he comprado un suciinador de clitoris y mis hábiles manos pero quiere más .
Y se ha despachado con al menos dos propuestas.
Una de pago y otra gratuita .
La de pago es buscar un anuncio , elegir y pagar en el domicilio.
La gratuita ya la tiene . Acude a un gimnasio tres veces a la semana y ha encontrado alguien que le baila el agua y le ha propuesto sexo.
Es un prejubilado de la banca de buena talla y tipo que la colma de besos y desea satisfacerla porque ella le ha contado lo mío.
Así que como ella ha optado por el del gimnasio , la primera cita y la segunda ya han pasado .
En la primera , muy galante trajo un ramo de rosas rojas .
Ella le recibió muy preparada .
Vestida minifaldera con vestido prieto y debajo mucha lencería negra .
Me saludó de forma cortés y lamentó lo mío .
Está casado también pero a su mujer la protege y no desea hacerle daño .
Solo desea que mi mujer disfrute y tener compañía de vez en cuando .
Hechas las presentaciones , el hombre vino preparado , del gimnasio recién duchado a nuestra casa muy limpito.
Y ella también .
El primer beso en mi presencia no sabían cómo hacerlo y ella lo arregló colgándo de su cuello y morreando .
Tras un profundo beso se miraron . Yo reservé una esquina discreta de un recodo de la habitación .
Y se quedaron en ropa interior .
La cama abierta , ahora ya no duermo en ella , duermo en una especial para mi .
La anchura de la cama proporciona amplitud para disfrutar del sexo.
Y allí empezaron a besarse de nuevo buscando placer con la boca y las manos .
Ella acarició su miembro , lo tomó y lo engulló.
Lo saboreó como nunca a mi me lo había hecho.
Creo que se regodeó y el hombre por la forma de respirar y jadear le gustó.
Cambio de postura y un 69 mutuo de comecome.
Tras un buen rato llegó el misionero . Con suma delicadeza pidió entrar y como ya estaba muy húmedo pasó fácil.
Un ejercicio de mete saca sin violencia y ella con los ojos bien cerrados disfrutando .
No usaron condón porque ella ha pasado ya de tener la regla y no le hace falta .
El perrito no faltó y los empellones fueron soberbios .
Ella le lamió los pezones como a mi y le ofreció sus sobacos bien depilados que los disfrutó .
Vuelta a cabalgar ella encima y por último montó él y culminaron .
Se limpió él y ella no . Dejó todo dentro .
Se despidió y hablamos .
Estaba feliz y cambió la opinión , ahora quería una vez a la semana y para ello me besó constantemente hasta que le dije sí.
Imaginar lo siguiente porque no se´si voy a poder más
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309821 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:19) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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