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En la Playa ¿la vida es mas sabrosa?

Dominio88 Relato enviado por : Dominio88 el 04/07/2017. Lecturas: 3282

etiquetas relato En la Playa ¿la vida es mas sabrosa?   Infidelidades .
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Resumen
Una mujer ira de viaje con su esposo y los amigos de este, pero sera seducida por uno de ellos, ¿infidelidad? ¿venganza? ¿no saber manejar el alcohol? o ¿puta deseosa?


Relato
Jesús quien era un hombre sin nada destacable en su vida, era un tipo muy sociable con varios “amigos” como él les decía, era un tipo sencillo y que no sobresalía del montón, sus pasatiempos era pasar el rato con sus colegas y beber con ellos hasta prácticamente perder el conocimiento, en su grupo de compañeros era conocido simplemente como “el tipo que tenía una vieja que estaba muy buena” sin el saberlo obviamente.
Pues bien eso era lo más destacable de aquel joven quien había tenido la fortuna de ganarse el corazón de un bella mujer quien respondía la nombre de Pamela, la chica era una mujer joven de piel morena delicadamente tostada por el sol, con una cara hermosa de labios antojables y cabello lacio que le llegaba hasta media espalda, aquella espalda que delineaba su delicada y esbelta figura que contrastaba fuertemente con sus prominentes tetas y nalgas bien paradas y aquellas piernas torneadas que eran el deseo de todos los que conocían a la chica y unas caderas amplias que incitaban a sujetarse fuertemente de ellas mientras se follaban a la mujer.
Todos los compañeros de Jesús se la pasaban hablando a espaldas de él de lo buena que estaba su esposa y de cómo les gustaría follarsela, pero no pasaba de comentarios morbosos y libidinosos que jamás llegaban a los oídos del marido de aquella joven mujer y ni se diga a los oídos de ella, que ni siquiera sabía de los bajos instintos que despertaba en los amigos de su esposo.
Un buen día Jesús le dio la noticia a su esposa de que saldría de viaje de pesca con su grupo de amigos, la chica claramente se opuso, eran los primeros días libres que tendría su esposo en mucho tiempo y él quería pasarlos con sus “amigotes” en lugar de con ella, sin embargo Jesús que era un tipo voluntarioso no dejaría que su esposa le mandara, pero la chica tampoco daría su brazo a torcer, por tal motivo después de una pequeña discusión la chica le dio un ultimátum a su esposo diciéndole que ella también iría al viaje para que no se meta en problemas, la idea no fue del agrado de Jesús pero que podía hacer, su esposa ya había tomado una decisión y era irrevocable.
El tiempo transcurrió y el día de salir de viaje llego, la joven pareja tomo sus maletas y se marchó al encuentro con los amigos de él, al llegar todos ya estaban listos, aparte de Jesús y su esposa irían al viaje tres sujetos más, dos de ellos los compañeros más cercanos de Jesús, para no decir que sus mejores amigos y otro más, un sujeto que el joven matrimonio no conocían, pero que al paso de los minutos descubrieron era un amigo de los compañeros de Jesús.
Sin prestarle gran importancia a la presencia de ese desconocido la joven pareja se une a aquel trio y emprendieron el viaje a la playa, durante el trayecto todo transcurre con normalidad, el ambiente es ameno y jovial, pero la chica no deja de sentirse incomoda pues era la única fémina del grupo, además de que involuntariamente su imaginación empezaba a divagar en: “que sucedería si esos sujetos trataban de abusar de ella”. Su esposo no podría defenderla seguramente.
Con eso en su cabeza el viaje continuo y al cabo de un buen rato aquel grupo llego a su destino, sorpresivamente los amigos de Jesús ya tenían todo listo, pues llegaron a la entrada de un modesto hotel donde habían reservado dos habitaciones, estando ahí rápidamente se pusieron de acuerdo para dejarle una habitación al matrimonio y los otros tres tomando la otra, sería un viaje algo rápido pues estarían ahí solamente tres días, aquello no importaba tanto, pues habían ido a divertirse.
Eran apenas las 2.00 pm así que mientras todos se acomodaban de entre el grupo alguien sugirió ir a la discoteca en la noche y tomarían la tarde para ir a bañarse al mar, sin objeción alguna todos aceptaron y ya cerca de las 4 de la tarde todos estaban a la orilla del mar, mientras los varones se bañaban, Pamela había decidido quedarse en la arena simplemente sentada encima de una toalla y sin muchos ánimos, ella estaba ahí para vigilar a su esposo o más bien para fastidiarlo por no haber querido pasar sus días libres a solas con ella, por tal motivo ni siquiera se había puesto un traje de baño, estaba vestida pues con unos shorts color kaki y una blusa de media manga color blanco que eran tan sencilla que transparentaba su sostén azul celeste.
Mientras los chicos jugaban como niños, entre ellos a murmullos y sin que Jesús escuchara nada, empezaban a escucharse comentarios morbosos de la forma en que iva vestida la chica, a pesar de no ser traje de baño, mucho menos un sexi bikini, la forma de la chica resaltaba en sus ajustadas prendas, y entre ellos empezaban a circular comentarios subidos de tono como cuando uno de ellos dijo “que apretado debe estar ese culito, ve como se le mete el short por sus nalgotas” y cosas por el estilo.
Las horas pasaron y el momento de regresa al hotel para prepararse e ir a la disco había llego, aquel singular grupo se dirigió entonces cada quien a sus recamaras y después de un rato ya todos estaban listos, iban a ir a una disco de moda en la ciudad costera, donde se ubicaban por lo cual todos se pusieron las mejores galas que habían empacado, para su sorpresa de los amigos de Jesús, Pamela apareció vestida con un casi indecente vestido azul metálico, con un tremendo escote en la espalda que llegaba hasta poco antes de donde la espalda pierde su nombre, por los costados a la altura de la cadera el sexi vestido parecía tejido con girones de tela que parecían iban a reventar por lo ajustado que le quedaba a la chica, una minifalda que parecía aún más corta pues aquel prominente par de nalgas parecía subirla, por el frente aquellas tetas estaban apenas cubiertas por aquel minivestido que era de escándalo y para rematar unos tremendos tacones color plata que hacían resaltar a aquella mujer, que salía radiante con su largo cabello lacio suelto y maquillada sensualmente.
Casi con la quijada al piso los amigos de Jesús tuvieron que contener sus ansias de decir alguno de sus clásicos comentarios y apretando la mandíbula para no decir ninguna estupidez todos se dirigieron en el auto a la disco, pero en silencio.
Ya estando ahí todos se dirigieron a donde más se sentían cómodos a excepción de la chica, quien no encontraba su lugar pues su esposo se había ido directo a la barra para empezar a beber dejándola sola y sin prestar atención de como su esposa era devorada y prácticamente violada por miradas lujuriosas y llenas de deseo pues a pesar de haber muchas otras mujeres, la chica resaltaba no solo por su extraordinaria belleza, si no por sensual, provocativa, sugerente y casi indecente vestimenta.
Jesús en tanto “empinaba” el codo una y otra vez cerveza tras cerveza, la noche transcurría y la chica trataba de acoplarse mientras su esposo prácticamente la ignoraba, los amigos de este por su parte habían buscado pareja en la pista de baile y estaban divirtiéndose con estas, hasta que uno de ellos se percató de como Pamela, prácticamente forcejeaba con el chico con el que había estado bailando, pues este seguramente había querido sobrepasarse metiéndole mano a la chica, por este incidente los amigos de Jesús rápidamente reaccionaron y fueron de defensa de la mujer de su compañero, pero sin medir consecuencias pues rápidamente se armó un gran zafarrancho que termino en peleas, botellas rotas y las mujeres gritando por todas partes, esto solamente provocó que todo aquel grupo fuera echado fuera del establecimiento.
En el trayecto al hotel todo permanecía en silencio pues era notorio que la chica estaba, no solo asustada por la falta de respeto que acababa de sufrir si no que estaba sumamente molesta con su esposo pues este no había hecho nada por defenderla y ahora estaba completamente borracho.
Llegando a su destino Jesús se negó a entrar al hotel pues aún tenía ganas de seguir bebiendo, pero después de un pequeño dialogo entre él y su amigos estos lo convencieron de entrar a la habitación para seguir la fiesta ahí, la chica con cara de pocos amigos siguió al grupo y fueron a la habitación que era la que habían ocupado los amigos de Jesús y mientras todos se ponían cómodos la cerveza no dejaba de pasar por las manos de él esposo de Pamela.
Al grado de que después de un tiempo razonable aquel sujeto ya se encontraba completamente ebrio casi inconsciente y mientras sus dos amigos lo cargaban para llevarlo a su cuarto para que duerma, la fémina se quedaba a solas en la habitación con aquel sujeto que recién habían conocido en la tarde, mientras ella veía con furia y tristeza como su marido era prácticamente arrastrado por sus amigos hasta su cama, el sujeto que estaba con ella tratando de ser agradable le ofreció a la chica un vaso de tequila, la chica sorprendida, primero se negó a aquel ofrecimiento pero cediendo minutos después ante la insistencia de aquel hombre.
Entre plática y vasos de licor, el tiempo fue pasando y al cabo de un rato la chica ya platicaba amenamente con aquel desconocido del cual ni siquiera había escuchado su nombre pues solo se dirigían a él como “Beliceño”.
Sin embargo al calor de los tragos y con la chica sumamente molesta con su esposo esta empezó a darle confianzas a este hombre el cual lentamente empezó a acercase a ella con ligeros roses, que con el paso del tiempo irían subiendo de tono, pues primero eran simples e intermitentes ocasiones en las que él posaba su mano encima de la rodilla de la chica y poco a poco casi sin saber cuándo o como aquel sujeto ya ponía su enorme mano encima de la pierna de suculenta mujer.
Ella atontada por el alcohol platicaba trivialidades con el sujeto sin percatarse de los ya constantes toqueteos de los cuales era víctima y mientras eso sucedía los amigos de Jesús lentamente habían regresado al cuarto pasando detrás del sillón donde estaba sentada aquella pareja, sin que la mujer se percatara.
Rápidamente aquel par fue a postrarse a la orilla de la puerta del cuarto y con una diminuta cámara que habían sacado de quien sabe donde filmaban como la esposa de su amigo era lentamente seducida por el “Beliceño”, pues este ya con la confianza de la chica ganada se había puesto de pie solo para ir por su celular y con este poner algo de música para tener simplemente un pretexto para hacerla ponerse de pie y bailar.
El sabia que con la cantidad de alcohol que le había dado la chica seguramente estaría más que mareada y lo demostraría de inmediato al ponerse de pie, lo cual resulto cierto pues apenas pararse la chica, casi cae al piso por tropezar con sus propios pies, eso solo ocasiono que “Beliceño” la sujetara rápidamente con la escusa de no dejarla caer, aprovechando simplemente para sobar un poco más a la fémina, pues con aquella escusa logro sujetarla con una mano de una de las tetas y con la otra del brazo.
Pamela quien ya estaba totalmente ebria pues habían pasado un buen rato bebiendo, ni se percató de la forma tan lasciva con la que la sujetaban y puesto que ella no sintió nada simplemente se dedico a lo que la había hecho, ponerse de pie para después disponerse a bailar con “Beliceño” quien de inmediato la sujeto de la cintura poniendo sus manos en la parte descubierta del escote trasero de la chica solo para empezar a sobarle la espalda baja.
Mientras la canción sonaba el sujeto apretaba cada vez más a la chica contra él, restregando su cuerpo contra el de Pamela quien estaba completamente desinhibida por el alcohol y por consiguiente casi ni sentía como a aquel hombre se le estaba parando la tranca por el contacto con ella, mientras aquel pene se enterraba casi en el abdomen de la chica por la diferencia de alturas, esta seguía en su seudo baile.
Las cosas se iban calentado cada vez más, pues aquel sujeto cada vez sobaba más descaradamente a la chica, cada vez bajaba más sus manos hasta situarlas primero en la cintura de la mujer y posteriormente llevando sus dedos discretamente por debajo del diminuto vestido solo sacando las manos para guiarlas a las nalgas de la mujer y mientras la chica seguía moviéndose, “Beliceño” no dejaba de acariciar a la mujer, la cual solo se dejaba hacer, pues talvez estaba entumecida o algo más.
Los minutos fueron pasando y el hombre se despachaba con la cuchara grande de las bondades de Pamela, mientras ella simplemente cerraba los ojos, “Beliceño” empezaba a abrazarla ya con un descaro total y con la boca empezaba a besar el cuello de la chica subiendo por la oreja de esta, en tanto con sus manos no dejaba de masajear ya ahora sin pudor alguno las piernas y nalgas de la fémina, incluso medio levantándole la flada.
De la nada la chica se sentó, o más bien se dejó caer sentada en el sofá pues a duras penas podía mantenerse de pie de lo borracha que estaba, muy por el contrario de “Beliceño” quien solo se había dedicado emborrachar a la hembra.
La mujer miro a aquel sujeto que contrastaba a todas luces con ella pues era bastante alto además de tener la cabeza totalmente rapada, con barba frondosa y desarreglada, era muy delgado y con una piel completamente negra, ella por otro lado no superaba los 1.60, de cara redonda, labios carnosos, nariz pequeña y respingada con ojos grandes, una irada ingenua, cabello lacio , en general un rostro angelical y de curvas abundantes, bien distribuidas y su piel aunque morena y tersa no se comparaba a la de “Beliceño”
Con la chica tumbada en el sofá “Beliceño” rápidamente poso su mano encima de su bulto para empezar a sobárselo y así terminar de ponerlo firme ya le faltaba poco para estar al cien por ende la verga en segundos ya estaba extremadamente dura y estando prácticamente listo aquel hombre se desabrocho el pantalón dejando salir su erecto falo y dejándoselo ver a Pamela, atónita y tal vez confundida por el alcohol la mujer miro con sorpresa aquel pene que a todas luces era lo más grande que había visto en su vida.
Beliceño orgulloso acerco con todo descaro su miembro a la cara de la chica quien solo se quedaba ahí sentada mientras aquel monstruoso pene estaba cada vez más cerca de sus labios, como hipnotizada la chica tomo entre sus delicadas manos aquel miembro y mientras con una mano sostenía los testículos de aquel macho, con la otra se agarraba a la base del pene dejando a un así un gran pedazo de aquella verga sin cubrir.
La mujer miraba expectante aquel miembro o más bien admirando aquel miembro viril, con detenimiento la mujer observo aquella polla, desde el glande oscuro e hinchado que casi golpeaba su pequeña nariz, pasando por el prepucio bien teso por la hinchazón que se provocaba derivado de la excitación el hombre, recorriendo con la mirada todas y cada una de las hinchadas y abultadas venas que se marcaban, llegando hasta la base del pene cubierta por una abundante mata de vello púbico y colgando unos enormes testículos que asemejaban a un par de pelotas de softball, todo en un color café sumamente oscuro brilloso de lo tensa que estaba la piel del cual solo resaltaba lo brilloso del glande pues estaba húmedo debido a que el macho ya estaba mojado de solo pensar en montar a semejante yegua.
Aquel hombre no aguantaba más y ahora posaba una mano encima de la cabeza de la mujer y la guiaba lentamente hasta su glande que apuntaba firme y palpitante asía el cielo solo para que la mujer empezara a mamárselo.
Pamela quien simplemente se dejaba hacer prácticamente obedecía sin inmutar y conducida por el alcohol abrió lentamente sus labios dando entrada libre al glande del que sería su amante esa noche, mientras ella sentía como la cabeza de aquel pene entraba en su boca rosando sus labios, “Beliceño” era llevado al cielo pues sentía como aquella boca lentamente se tragaba cada vez más su poronga, incluso sentía como la lengua de la chica empezaba a masajear su miembro mientras lo tenía albergado en la boca.
Ya después de un rato recibiendo una suculenta y maravillosa mamada “Beliceño” invadido por el deseo y casi fuera de sí sujeto con las dos manos la nuca de Pamela y empezó a mover su cadera enterrando lo más que podía su verga en la boca de la chica, mientras ella solamente sostenía con sus manos las piernas del hombre tratando de controlas las embestidas, pues sentía como aquel falo le llegaba bien hondo en la garganta causándole arcadas, aun cuando no lograba tragarla en su totalidad pues quedaba un gran trozo fuera.
Atónita y torciendo la vista, miraba como aquel trozo de carne luchaba por introducirse completo en su garganta mientras sentía como ese monstruoso pene no solo era largo, sino que también era gordo y venoso, pues la forzaba a abrir lo más que podía su mandíbula para darle cabida y en su lengua lograba sentir las enormes protuberancias que eran las venas de aquel macho.
De los jaloneos que le pegaba aquel hombre la chica fue jalada ocasionando que que bajara del sofá del que previamente estaba sentada y haciendo que se agachara con las piernas abiertas para no separarse del pichón invasor que estaba degustando, permitiendo a los amigos de su marido ver como aquel intento de falda perteneciente al vestido de la fémina se levantaba hasta casi su pelvis y la mitad de las nalgas dejando ver como en aquella diminuta tanga dorada que traía puesto la chica se sellara aquella panocha que morían por ver y dejándoles notar como aquella prenda ya presentaba signos de humedad, señal inequívoca de que la mujer era traicionada por su cuerpo pues se estaba mojando.
Los amigos de su esposo, la miraban incrédulos, no podían creer como la esposa de su “amigo” se encontraba agachada con las piernas abiertas mostrando todo y tragando aquella monstruosa verga, la escena era excitante para ellos pues se le miraba a la chica con los ojos llorosos por el esfuerzo y tratando de tragarse entero aquel descomunal pene, lo que ocasionaba que por los bordes de sus labios escapara saliva mesclada con los jugos pre seminales de aquel macho que se aferraba a la cabeza de la mujer a la que estaba deseoso por montar, mientras la habitación se llenaba de sonidos de arcadas profundamente acuosas, mientras de la quijada de la mujer empezaban a escurrir abundantes hilos de líquidos traslucidos y viscosos, empezando a gotear aquel suculento par de tetas que se cargaba la mujer.
Aquella imagen ocasiono que aquel par de hombres que se encontraba oculto atrás de aquella puerta solamente se excitara más y más, al punto se sacar sus miembros y empezar a sobárselos lentamente sin dejar de ver como la mujer de su “amigo” se esforzaba por devorar entera aquella polla.
La chica sin saber de aquel par de voyeristas que estaban mirándola, siguió en su tarea de hacerle una deliciosa felación a aquel sujeto, dejándose llevar por el alcohol y el deseo. La chica se desinhibía cada vez más, ocasionando que ella misma imaginara, anhelara e incluso deseara ser penetrada por aquella monstruosa y descomunal verga, pues su conejo cada vez se humedecía más y sus fluidos cada vez se desbordaban de su panocha con más abundancia.
La cámara de aquel par no dejaba de grabar mientras ellos veían atónitos como “Beliceño” hacia ponerse de pie a la chica, y sujetando con sus dos manazas aquel diminuto vestido por la parte superior del mismo se lo bajara dejando al descubierto aquel par de tetazas que apenas rebotaron demostrando la firmes que estaban, pues la chica había omitido ponerse brasier por el hecho de que era una prenda sin tirantes o mangas y con un enorme escote en la espalda y no hacia juego.
La vista era inmejorable para aquel macho pues observaba con detalle aquel par de tetas morenas, grandes y jugosas cual fruta madura, con unos pezones que ya estaban erizados e hinchados rodeados de una areola dilatada y ligeramente más obscura que la tostada piel de la mujer, sin pensarlo dos veces el hombre se abalanzo a ellas y sujetando cada una con sus manos las guio una a la vez hasta sus labios solo para empezar a mamar de aquellos hermosos pezones, haciendo que de la mujer solo se desprendieran ligeros gemidos cada vez que sentía la lengua del hombre en sus tiesos pezones, pero una pequeña parte de ella aún estaba consiente ocasionando que de la nada, susurrara un casi inaudible “para, por favor para, esto está mal” mientras trataba de separar tímidamente a aquel hombre que se estaba terminando de criar en ella.
Beliceño, prácticamente ni sintió los esfuerzos de Pamela por detenerlo, así que siguió dándole rienda suelta a su placer sin inmutarse, soltando las tetas de la mujer para que en un movimiento ágil de sus manos, las pasara recorriendo la cintura, bajando hasta las nalgas y terminando en las piernas para sujetarla y cargarla de ellas haciendo que las abriera, llevándola encima suyo, dejando que su pene prácticamente se clavara en aquella panocha, pero encontrándose con que lo único que lo impedía era aquella diminuta tanga de color dorado.
La chica se había salvado de ser empalada de una sola estocada, pero eso al contrario de desmotivar a “Beliceño” solo hizo que se decidiera más a follarse a la hembra, por lo cual la soltó dejando que la chica se pusiera de pie y mientras él se quitaba los pantalones y calzoncillos, quedando desnudo de la cintura para abajo y con la pinga bien parada.
La chica por su parte en su estado simplemente trataba de acomodarse el vestido subiendo el mismo e intentando cubrirse las tetas y tratando de no perder el equilibrio, pero sorpresivamente sintió un par de manos de tamaño considerable a los costados de sus caderas y subiendo lentamente por debajo de su vestido y levantando el mismo hasta llegara su cintura y arremangando la prenda en la cintura de la fémina.
La mujer murmurando “detente”, pero “Beliceño” no hizo caso, solamente giro sus manos cruzándolas por la espalda de la mujer y situando las palmas en los cachetes de la fémina, para que rápidamente tomara aquella delicada tanga que le había impedido empalar a la mujer y sujetando aquella prenda la guio hasta abajo, la chica inconscientemente levanto los pies, uno a la vez para que el hombre pudiera despojarla de la prenda sin esfuerzo alguno.
El hombre sujeto con una mano la tanga empapada y la arrojo asía aquella puerta semi abierta del cuarto donde estaban ocultos aquel par de libidinosos e inmediatamente paso una de sus manazas por la delicada raja de la mujer y penetrándola con un dedo ocasionando que de la chica se desprendiera un ligero gemido, solo para confirmar lo que ya presentía, la mujer estaba empapada, de nueva cuenta guio sus manos asía los glúteos de la chica y apretándola de los mismos la levanto, la mujer reacciono de inmediato pues sentía como el pene del macho presionaba sobre su abdomen por encima del vestido arremangado y sin hacer las cosas conscientemente abrazo al hombre rodeándolo con sus piernas.
Beliceño le pego entonces un morreo y mientras ella se abrazaba al hombre este la soltó con una mano y le bajo la parte superior del vestido que ella había puesto de nueva cuenta en su lugar anteriormente dejando al descubierto una vez más aquel par de tetazas, solo para después volver a apretarle las nalgas a la mujer y hacer que ella se soltara para poder recostarla encima del sofá, ahora ya con ella en el sofá y las piernas abiertas de par en par, el macho sujeto con una mano su cipote y se arrodillo entre las piernas de la mujer solo para guiar su macana y restregarla entre los labios vaginales de la chica guiándolo desde casi el ano subiendo entre los labios superiores, el clítoris y guiándolo por el abdomen hasta sentir que sus testículos chocaron en la panocha de la mujer.
En ese momento la mujer vio aquel miembro viril en su totalidad y abrió ojos de la impresión, pues desde los testículos y hasta la punta del glande que empezaba a dejar salir una gota de lubricante, aquella verga era enorme pues le llegaba hasta el ombligo, haciéndole pensar en el daño que le aria si “Beliceño” tratara de metérsela toda
Mientras la mujer admiraba aquel miembro viril, Beliceño echó para atrás su cadera sin dejar de presionar su pinga en las carnes de la mujer, restregándosela ahora en reversa y manchando el abdomen de la chica con los fluidos que se desprendían del pitote, solo para una vez más empezar a empujar su verga contra ella como lo había hecho antes, primero presionando contra los labios vaginales, subiendo por el clítoris, pasando entre aquella línea de vello púbico de la mujer finamente depilada y depositando su pene con el glande casi al ombligo de la chica, así lo hizo una, dos y hasta tres veces, lo que ocasionaba que la mujer sea traicionada por su cuerpo pues cada vez estaba más excitada, al punto de escupir en su mano y empezar a masajear aquella verga que estaba descansando encima de su abdomen.
La mujer sentía ahora si a todas luces como mientras ella masturbaba aquella verga esta le respondía palpitando al contacto de su palma, mientras del glande empezaba a chorrear aquel liquido pre seminal, embarrando toda la mano de la chica.
Beliceño ya estaba a full y no aguantaba más, así que no lo pensó dos veces para sujetar su miembro y mover su cadera asía atrás desprendiéndose de la mujer y tomando vuelo al mismo tiempo, apuntando directamente a la entrada de aquella vagina y situando una mano en la cadera de la mujer y la otra agarrando su miembro embistió sin consideración alguna, para ahora sí, lograr lo que anteriormente no le había permitido aquella tanga.
El enorme pene no tuvo ningún obstáculo para encontrar la entrada de esa suculenta vagina, sin embargo si encontró oposición al intentar introducirse en su totalidad, pues la mujer a pesar de no ser virgen si era sumamente estrecha, pero eso no impediría que “Beliceño” lograra penetrar a Pamela, pues aplicando un poco más de fuerza logro al fin empalar a esta, la cual al sentirse penetrada de semejante animal dejo salir un bramido de dolor entremezclado con placer, pero para sorpresa de “Beliceño” su miembro aun no había entrado en su totalidad al interior de la chica, eso no hizo más que motivar al hombre, pues sentía como aquella panocha abrazaba suculentamente su miembro, así que tomando impulso mientras se sujetaba de las caderas de la mujer volvió a mover una vez más su pelvis asía atrás, sacando casi en su totalidad el miembro del interior de la chica, a excepción de su glande el cual jamás abandono aquella cueva de placer.
Pamela anticipando la movida del hombre buscaba desesperadamente con sus manos el abdomen del macho para tratar de impedir una penetración más profunda, pero por el estado en el que se encontraba no podía coordinar correctamente su movimientos, así que la estocada fue inevitable , pues en milésimas de segundos se sintió nuevamente empalada, solo que esta vez tuvo la sensación de que aquel pene llego aún más profundo que la primera vez causándole daño y ocasionando que nuevamente dejara salir otro grito, solo que esta vez más fuerte.
El macho se sujetaba a ella ahora por las piernas para así poder inclinarse encima de la mujer y poder torcerse para chupar aquel hermoso par de tetas, mientras ella con sus manos sujetaba al macho por el abdomen tratando que este se separe un poco de ella y así darle tregua a su ahora adolorida pero llena panocha.
Los amigos del marido de Pamela se encontraban en el cuarto con la puerta entreabierta y mientras uno sujetaba, olfateaba y saboreaba aquella tanga que Beliceño había arrojado asía ellos un rato atrás, el otro solo se limitaba a ver mientras grababa como Beliceño había empezado su bamboleo de mete y saca en la mujer, aquel hombre no separaba la vista del coño de la mujer, viendo como aquel hombre la penetraba a un buen ritmo pero sin lograr introducir en su totalidad aquella polla, mientras de la mujer empezaban a desprenderse en un principio sonidos de dolor para darle pasos a pequeños gemidos de placer.
Beliceño se separó de la chica y con una mano empezó a apretar el cuello de la mujer semi asfixiándola, la chica al sentir eso sujeto con ambas manos el brazo del hombre a la altura de la muñeca tratando de impedir que la apretara tan fuerte, pero el macho ni se inmuto y con la otra mano sujeto una de las piernas de la mujer tomándola por el tobillo y haciendo estirar aquella extremidad, como si intentara que la mujer no cerrara las piernas, así que teniéndola en esa posición el macho empezó a bombear su miembro al interior de la mujer con mas ahínco y cada vez con más fuerza.
De la chica se desprendían gritos ahogados pues su voz apenas podía escapar de su garganta pues estaba siendo asfixiada, en el cuarto aquel par de hombres habían tomado rumbos distintos pues mientras uno se masturbaba con la tanga de Pamela, el otro miraba como Beliceño en cada embestida lograba introducir un cacho más de su nabo a la vagina de la chica, hasta que de la nada el ligero sonido acuoso de las penetraciones fue roto por un grito que provenía de Pamela, pues Beliceño había logrado su cometido y al fin clavo todo su nabo en el conejo de la mujer haciendo que sus testículos chocaran con las nalgas de aquella yegua.
La chica grito adolorida pues el tamaño del animal era impresionante, pero quedándose pegados por un rato sin moverse, hasta que nuevamente con un movimiento lento pero constante Beliceño reanudo su vaivén de placer, sacando casi en su totalidad aquella enorme verga de la mujer y enterrándosela de un golpe nuevamente, una y otra y otra vez, solo que ahora de la mujer no se desprendían gritos de dolor, si no que ahora empezaban a ser gemidos de placer, durante varios minutos aquella pareja estuvo así en los que solo se detenían para que Beliceño sacara su garrote y se lo pusiera en el abdomen a la chica para que esta con sus manos masajeara aquel pene como si lo masturbara para así quitarle el exceso de fluidos y poder sentir más.
Ya llevaban varios minutos en esa posición hasta que el macho se inclinó así la hembra, metiendo sus manos por detrás de ella y le pego un morreo, por su parte la mujer correspondió abrazando al hombre con piernas y manos, solo para sentir como la sujetaban de sus nalgas y era levantada por su amante, estando él de pie sin sacarle la verga de la vagina se veía como él movía la cadera para darle pequeñas embestida a la mujer mientras la mantenía cargada.
Girando sobre sí mismo el hombre quedo de espaladas a aquel sofá y sin desenchufarse de la mujer se sentó dejándola a ella montada en él y prácticamente dándole todo el control, Pamela ya estaba fuera de sí y sus pequeños intentos de serle fiel a su esposo habían quedado olvidados, así que guiada por el alcohol y la excitación, la mujer apoyo sus rodillas en el sillón, sujeto sus manos al respaldo del mismo y ella misma empezó a cabalgar aquel pene, mientras Beliceño guiaba sus manos hasta las nalgas de la chica para agarrarse ferozmente de ellas solo soltándolas por momentos para manosear morbosamente a la mujer, acariciándole las piernas, estrujándole las nalgas, sobándole las caderas el abdomen e incluso apretándole las tetas mientras le chupaba los pezones.
La escena era excitante y la vista inmejorable, el amigo de Jesús que estaba grabando veía como ya hacía en el sofá la mujer de su compañero entregada al deseo subiendo y bajando a un ritmo frenético de un enorme pene, manoseada a mas no poder y vestida solamente con aquel inmoral vestido arremangado en su torso, el cabello suelto y unos tacones, mientras en cada que sentía el pichón al fondo de sus entrañas dejaba salir un fuerte gemido de placer.
Durante los siguientes minutos la pareja solo se detenía para que el macho sacara su pene lo tomara con una mano entre las piernas de la mujer y con el mismo le diera golpecitos a la raja de aquella yegua en celo, pero como todo buen macho que hubiese visto a la mujer, quería algo más, quería ese suculento culito, por lo tanto empujando a la mujer con sus manos hizo que esta se desmontara y poniéndose el de pie dirigió a la mujer para que esta se pusiera de a cuatro encima del sofá, haciendo que pusiera el culo en pompa, con las manos separo las nalgas de la mujer y pudo apreciar aquel precioso ano, que se veía pequeño y estrecho, apunto asía su objetivo y embistió pero no contaba con la oposición que la mujer que se movió haciendo que el pene se restrellara contra una de las piernas de la chica, ella gimoteo, “no eso no”, pero el insistía “vamos te gustara”, pero ella ahora autoritariamente replico “he dicho que eso no”.
“Beliceño” frunció el ceño en clara señal de molestia pero ya estaba casi a punto de terminar y no quería desperdiciar lo que seguramente sería una corrida gloriosa así que abrazo a la mujer por la cintura mientras ella permanecía en la posición en la que intentaron encularla y con un movimiento hábil de cadera el hombre logro penetrarla vaginalmente de nuevo, solo que esta vez embistió furiosamente y sin miramientos desde un principio, lo cual provoco que el aquel silencio incomodo que se formó cuando la chica dio su negativa se transformara ahora en sonidos acuosos y gemidos que no se identificaba si eran de placer o dolor a cada embestida del macho, pero con casi una noche entera de meter y sacar Beliceño estaba cerca de su límite hasta que sujeto fuertemente a la mujer de las caderas mientras al mismo tiempo le mantenía enterrada la verga y dejaba salir un bramido de placer mientras sus ojos se tornaban en blanco.
La mujer por su parte gimió al mismo tiempo que el hombre cual hembra satisfecha, mientras en sus entrañas sentía como el espeso semen del hombre desbordaba su vagina y escurría por sus piernas en tanto en su útero aquel miembro viril masculino empezaba a quedar flácido hasta que el macho se separó de ella ocasionando que la mujer sintiera un vacío que casi hace que se desplome pues todo el cuerpo le temblaban de semejante orgasmo.
Exhausto y al fin separo de la mujer y dio unos paso asía atrás hasta que se dejó caer sentado en el piso, mientras entre sus piernas su macana disminuía cada vez mas de tamaño hasta quedar flácida, solo entonces Pamela se puso de pie a duras penas mientras entres sus piernas no dejaba de escurrir el semen que le acababan de depositar en la panocha y tratándose de acomodar el vestido salió disparada de la habitación sin cruzar palabra con aquel hombre que acababa de follarla.
Pamela caminaba lo más rápido que podía pues a pesar de ser de madrugada temía encontrarse con alguien mientras intentaba desesperada acomodarse el vestido tratando de cubrir su desnudes, pero con vagos resultados, para no decir nulos y mientras se dirigía a su cuarto en aquel andador de la segunda planta con vista a la cutre piscina del hotelito, sus miedos se hicieron realidad pues de la nada se cruzó con un jovenzuelo, el cual al cruzar miradas con la chica se quedó congelado igual que la mujer y durante los segundos que se quedaron impávidos seguramente aquel joven se deleitaba la pupila.
Pero tan rápido como fue el encuentro la mujer retomo acción y tan rápido como al principio pasó al jovenzuelo y se dirigió a toda prisa a la habitación que compartía con su esposo, perdiéndose en la obscuridad de la madrugada, dejando a aquel joven con una vista maravillosa grabada en la mente y una ereccion enorme de bajo de los pantalones.
Al perder de vista a semejante musa el joven se dirigió cuán rápido le permitieron sus piernas a su habitación y encerrándose en su recamara le dedico algunas pajas a la mujer que acababa de ver mientras la recordaba a detalle.
Pero ¿eso sería todo? …..

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:18) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:50) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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