Marche solo a una playa nudista porque estaba harto de malos amigos y tomando una cerveza en el chiringuito escuche a mi espalda “hola vecino” veo que estas solo ven con nosotros porque tengo ganas de putear a mi mujer que es muy vergonzosa y solo hace nudismo cuando venimos a esta playa y resultó mucho mejor de lo que esperaba.
Relato
Estaba harto de esos que se llaman amigos y que después pasan de ti así que ese sábado marche solo a una playa nudista a la que iba por primera vez a más de cien kilómetros de casa donde no esperaba encontrar a ningún conocido, estaba en un pequeño chiringuito tomando una cerveza y me sorprendió una voz a mi espalda.
• Hola vecino no pensé que te encontraría aquí. ¿Estás solo? Ya veo que sí pues ven con nosotros porque tengo ganas de putear a mi mujer que es muy vergonzosa y solo hace nudismo cuando venimos a esta playa.
Lupe es una mujer muy guapa a la que jamás he intentado acercarme precisamente por ser vecina pero me gustó la idea y acepté la invitación, se trata de una playa formada por dunas estaba en el fondo de una de ella y nos acercamos por su espalda para que no nos viera llegar y pudimos comprobar que había varios tipos pendientes de ella y que trataba de disimular sin conseguirlo la satisfacción que le producía saberse observada y deseada.
El esposo la sobresaltó al apoyar la cerveza fresca en su espalda, al girarse y verme junto a él cambió de expresión y me obsequio con un gracioso comentario adornado con una tímida sonrisa.
— Muchas gracias, habéis llegado a tiempo y me alegra que nos acompañes porque Pablo es muy impulsivo y es capaz de enfrentarse a esos babosos que no han dejado de mirarme desde que me ha dejado sola y pienso que estaban tentados de entablar conversación aunque ahora como veis se van al agua para “bajar la calentura”
Esto último lo dijo acompañando las palabras con un guiño cómplice y me di cuenta que a esa mujer le gusta jugar con fuego o eso parece y decidí ir con cautela pero estaba dispuesto a averiguar cuál era su juego.
Tomó un sorbo de cerveza miró a su esposo y exclamó.
— Necesito crema pero tengo las manos sucias de arena. ¿Me pones Pablo?
El marido respondió riendo a carcajadas.
• Que te ponga Adrián porque también yo tengo las manos pringadas de arena.
Lupe alargó el cesto tomándolo con el dedo meñique y se tumbó bocarriba cubriéndose el rostro con una pamela mientras decía.
— Ahí encontraras el bote de crema y no te apures si te sales de los límites porque es imposible que manches nada y como a Pablo no le importa que me sobes a mí tampoco y estoy segura que aquellos babosos arderán de envidia al verte.
Pablo me miró sonriendo y guiñándome un ojo exclamó.
• Voy a por otra ronda de cerveza y tardaré un poco porque parece que hay cola en el chiringuito.
Pablo marcho y Lupe comenzó a jadear mientras esparcía crema por sus pechos, esquive los pezones y al ver como se empitonaban me incliné para soplar en ellos y reaccionó de inmediato musitando a media voz.
— ¡No te cortes porque Pablo sabe siempre cuando ha de volver! Está muy pendiente cuando se trata de un perfecto desconocido el que me pone al tiempo la crema y a mil para llegar cuando estoy a punto de caramelo y juntos vemos como el pobre desgraciado marcha a pelársela en un rincón o se mete en el agua para bajarse el calentón y nosotros nos metemos en una de esas grutas para follar hasta hartarnos pero hoy no vendrá hasta que vayas a buscarlo, lo hemos echo varias veces con algún conocido que hemos encontrado por casualidad como tú o alguien a quien he dicho sin que él lo sepa dónde hacerse el encontradizo.
Eso último lo dijo hipando porque le había cubierto la pelvis con mi camiseta y la estaba masturbando, alcanzó un orgasmo con suma facilidad y enterró las manos en forma de garras en la arena mientras todo su cuerpo vibraba.
La dejé terminar esperando su próximo paso ya que es la experta en esas lides, levantó la cabeza tendiéndome ambas manos para que la ayudara a ponerse en pie y miró hacia un grupo levantando ambos brazos como si saludara y una de las chicas se puso en pie colocando los brazos en cruz para levantarlos al cielo a continuación.
— ¡Vamos! La cueva esta libre.
Me tomó de la mano y tirando de mi nos encaminamos hacia aquel grupo pero unos metros antes de llegar giró en dirección a una pared de roca donde se veía una pequeña entrada que daba acceso a una amplia cueva que tenía una temperatura ideal, en medio del techo se veía un pequeño agujero por el que entraba un poco de luz se dirigió hacia una roca plana que sobresalía del liso suelo casi un metro y rasgó un condón de una tira que sacó de una caja y sonriendo me explicó que durante todo el verano los primeros que llegan a la cala ponen una caja nueva ya que resultaba molesto llevarlos en la mano.
Me empujó hasta apoyarme en la roca y por primera vez nos besamos y como imaginaba sus labios me supieron a miel aunque es una fiera y no se conformó con el romanticismo del momento y agarrándome el cipote comenzó a manosearlo aunque ya estaba más que excitado, besó mis pezones y fue resbalando por mi cuerpo besándolo hasta quedar arrodillada frente a mí y sus labios envolvieron mi capullo y retiro el pellejo con los dientes, la forma en que se follaba la boca me hizo comprender que detrás de aquella mujer modosa que se mostraba en el vecindario se encontraba una de las mujeres más ardientes que haya conocido jamás.
Pensé que me correría pero paró y se dejó caer de espaldas tirando se mi para que la cubriera con mi cuerpo y me había puesto el condón con la boca como solo algunas mujeres saben hacer y no dudé, comencé a jugar al gato y el ratón metiendo la puntita y retirándola de nuevo al tiempo que murmuraba en su oído.
< ¿Te gusta jugar a la señora decente? Me gusta tu juego aunque ambos sabemos que te encanta hacer un poco más cornudo a ese infeliz al que tienes por marido. ¿Quieres esto que tengo aquí?
Eres una puta y te voy a reventar
De una firme estocada la ensarté y me quede al fondo oyendo su acelerada respiración y tras un profundo jadeo mordí su oreja antes de comenzar a manchar despacio hasta que me espoleó con frases como.
• No seas un flojo que para eso tengo a mi marido.
Párteme en dos como decías.
Quiero que me vuelvas loca y que no pueda separarme de ti…
Me lance a degüello bombeando con furia sin pensar en mí y la oí exigir casi con desesperación.
• Así. ¡Así es como me gusta! ¡Rómpeme el coño!
Me concentré en una imagen que solo me sirve para esos casos, la de mi ex suegra desnuda mientras compartíamos una casa en la playa playa durante las únicas vacaciones que pasamos en nuestro breve matrimonio antes de divorciarme. Esa visión me provoca tal aversión que me resulta imposible correrme.
Los primeros espasmos dieron paso a un violento orgasmo y la forma en que me clavó las uñas en la espalda confirmo la autenticidad del mismo y abusando de mi capacidad continué manchando manteniendo el ritmo a pesar que Lupe trataba se retorcerse y no dejaba de sacudirse y proferir palabras ininteligibles mezcladas con apagados gritos y sonoros jadeos.
Me pareció ver movimiento en la entrada de la cueva y girando un poco la cabeza vi enmarcada una figura femenina en la puerta que vatio los brazos antes de desaparecer y así supe que había entrado para asegurarse que todo estaba bien.
No estoy seguro de si era el cuarto o el quinto orgasmo cuando Lupe logró decir.
• ¡Para por favor! Ten piedad.
Me quedé al fondo y lentamente giré hasta dejarla sobre mí y aproveche para besarla de nuevo aunque en esta ocasión fue un beso más dulce que apasionado y al separarnos preguntó.
• ¿Estás dispuesto a continuar con esto? nuestra cama es muy cómoda y si le digo a Pablo que me he encaprichado de ti lo entenderá y nos la cederá sin problemas.
Me quedé pensativo un instante como ido y reflexionando sobre lo que eso significaba y moviéndose para que rodáramos para volver a quedar debajo de mí rodeó mi cintura con sus piernas y me animó a que continuara mientras me pensaba una respuesta.
En esta ocasión desterré la imagen de mi ex suegra y mientras me corría le hice tal chupetón que al salir de la cueva aquella simpática chica se acercó ofreciéndole un fular que rechazó ufana diciéndole que era una “herida “de guerra.
Me miró de reojo y le confirme que aceptaba su oferta apuntando que solo aceptaría si lo hablábamos los tres porque no quería ser la causa de un problema ni tenerlo yo con Pablo por un malentendido.
Llegamos donde habíamos dejado las toallas y todo lo demás y me dijo que ya podía ir al chiringuito a buscar a su marido y al llegar me di cuenta que había tomado varias cervezas o incluso algo más fuerte, me ofreció una que no rechace y mientras la tomaba el camarero me alargó unos cuantos folletos diciendo.
< ¿Eres nuevo por aquí? ¡No te había visto nunca! Si no te importa llévate esto y repártelo solo entre la buena gente que conozcas.
Se trataba de folletos idénticos al que encontré en mi buzón y por lo que decidí ir a conocer esa playa nudista y Pablo me miró y arrastrando las palabras me confesó.
• Eso que piensas es cierto, una tarde poco después de que te instalaras en el edificio te vimos marchar y le pregunte a Lupe cuantos puntos te daba y respondió que un ocho pero no te apures porque yo solo llego al cinco raspao y la mayoría de los que te han precedido no pasan del siete y es por ello que te puse uno de esos folletos con la esperanza de que sintieras curiosidad y de no haber “picado” lo siguiente era invitarte a cenar y estoy seguro que Lupe habría encontrado la forma de que la llevaras a la cama y si te ha enviado por mí y viendo cómo te ha dejado la espalda sé que has funcionado bien y eso me satisface, vamos con ella antes de que algún baboso como los llama se busque un problema.
Es la historia de como mi suegro poco a poco me fue seduciendo y como termine en brazos de el hasta que me enamore y tuve que terminar con el y de como despues de 4 años nos volvimos a encontrar ayudandome en una situación.
Relato erótico enviado por Anonymous el 31 de August de 2010 a las 00:12:22 - Relato porno leído 123132 veces
Quinto relato de la saga, continuación del relato “Follando con dos compañeras de trabajo”. Estoy de nuevo aquí para seguir relatando las peripecias sexuales que tuvieron lugar después de la gran follada en el despacho de Debla. La siguiente historia se desarrolla en una pequeña habitación de un local de intercambios de parejas.
Relato erótico enviado por ELMORROCHO el 06 de July de 2009 a las 14:00:24 - Relato porno leído 47221 veces