Mi lengua descubría cada vez más recorrí centímetro a centímetro su sexo ella estaba muy caliente, y busque su clítoris que lamía muy entusiasmado ese botón rojo e hinchado y no pare hasta que llegó a tener un orgasmo y mojó mi cara con sus jugos. Ag Ah…, me vengo gritaba...
Relato
Acompaño a mi vecina Carla a una feria donde trabaja su marido, esta mujer de 40 años hace días que anda detrás de mi padre quien ni siquiera la mira, es una hembra de un cuerpo algo relleno, pero no pierde su figura, sus senos son protuberantes, su cadera se marca por un buen y bonito trasero con algo de cintura, ha sido mamá de tres hijos el mayor Lalo un cero a la izquierda tiene un años mas que yo con sus 19 no es nada, su hermana Candí de 15 años una muñeca que lo único que quiere que los hombres le digan que es bonita, y la guagua un nene de seis años mal criado…, el padre es trabajador pero abandona la casa, se va los miércoles de madrugada a la feria por los remates de animales sobre todo los fines de semana, los domingo por la tarde celebra las ventas llegando a casa el lunes de mañana y medio borracho aún, por lo que duerme todo el santo día , el día que hace convivencia familiar es el martes y si ahí no aprovecha doña Carla pierde, ella se queja que es mujer joven aún que los hombres la molestan en la locomoción y en el metro, su figura aun es deseada por los machos y su marido ni la mira, soy joven me dijo una vez que conversaba conmigo y necesito que un macho me lo haga saber, mas que me lo diga, que me ocupe como hembra deseada y pretendida, macho que desee acariciar su cuerpo no ocupado y saciado por la fogosidad de sus jóvenes años.
Bien este viernes me pide que la lleve a la feria a traerse unos paquetes que le tiene su marido, recorremos esta y en un corral hay unas yeguas junto a dos sementales, que sementales si su quinta pata cuelga gruesa, larga y ansiosa por probar yeguas…, Carla queda admirada de esos miembros y me lo comenta…, s cuando un semental monta a una de esas yeguas y esta relincha al ser penetrada bruscamente por ese miembro hasta el fondo de su vagina, pateando de felicidad el suelo, el espectáculo dura un par de minutos y el ardiente y exaltado macho quedas complacido y tranquilo.
Carla está a mil revoluciones en sus ardientes hormonas desesperadas por la visión de la acción del macho y la yegua, llegamos a una bodega trae la llave entramos y se agacha buscando los paquetes a llevar, como está medio oscuro no me doy cuenta de su posición y embisto contra su cuerpo inclinado, esa mujer es una activada hembra se gira me mira y me abraza de mi cuello diciéndome… bueno hazme tuya, besándome… sorprendido, pero no por eso dejaré de pasar la ocasión, la abrazo y recorro sus cuerpo con mis manos, enloquecida cierra con llave la puerta mientras se desnuda de su falda y baja mis pantalones, mis manos tiran de sus calzones y estos resbalan hasta el suelo, sus manos maniobran mis calzoncillos agarrando mi pene lo masajea y lo lleva a su vulva húmeda y lo ensarta en su vagina dilatada, ardorosa y frenética por ser invadida y sometida, mi pene es bien recibido y acogido entre esos pliegues estimulándolo en un aprese y suelta de este en sus pliegues vaginales, mi miembro ante tantas caricias se desarrolla, hincha y su glande engorda hasta el tamaño de una pelota de tenis rasgando sus paredes vaginales y excitando al máximo a esta mujer que comienza un meneo de caderas imperioso y desesperado llevándola a un orgasmo que lo grita y me abraza con desesperación, me susurraba en mis oídos cuanto deseaba esto ahora tendrás saciarme bien seguido… y seguía meneando con voracidad sus caderas hasta extraerme mis fluidos seminales que la bañan con ríos de leche y espermas sus entrañas y matriz… algo calmada me besa y agradece tan delicioso apareo, me dice nunca pensé que tú serías capaz de calmarme, eres de la edad de mi hijo, pero que pene tienes si lo hubiese sabido antes seríamos hace tiempo amantes. Ahora tendremos que protegernos y así podremos tener sexo cuantas veces quiera o tu quieras, te contaré que soy viciosa de los apareamientos y mi marido apenes me calma una vez por semana tú lo harás mas veces ¿verdad? Me dice.
Seleccionamos las cajas, cargamos la camioneta, buscamos el marido le entregamos las laves y le decimos que nos vamos, pero el insiste en comer unos emparedados con nosotros antes de que nos marchemos, el pobre no sabe que me comí su mejor emparedado, su mujer.
Por fin partimos y vamos de viaje de regreso cuando ella me dice detente allí, y me muestra un motel…nos detenemos ella elije la última cabaña, le digo no tengo dinero, ella cancela y solicita unas cervezas para acompañar la estadía.
Nos desnudamos y nos ocultamos bajo las frazadas, comienzo a besarla desde de su cabello hasta su vientre y me detengo en su vulva buscándole su clítoris la vagina se abre anhelante y deja salir esa ramita llamada clítoris con desesperación en busca de las lamidas de mi lengua, como tiembla, se contrae, gimotea, protesta, suspira desesperada pidiéndome que la penetre, no me hagas sufrir más dame tu tronco lleno de músculos y nervios, enchúfame quiero ser tuya nuevamente, apenas comienza a entrar mi pene ella levanta su cuerpo ensartándoselo de una vez en su vagina sensual y apasionadamente.
Se sacude y revuelve con desesperación en la cama… no la penetro completamente y le saco mi pene.
Ella levantó la cabeza para ver que iba hacer arrodillado entre sus piernas no opuso ninguna resistencia al contrario decidió colaborar y abrió las piernas mi boca empezó dar besos en su suave piel de ambas entrepiernas y fui subiendo hasta llegar a su vulva besé con mucha delicadeza sus vellos y vagina, recorrí muy despacio los labios exteriores vaginales haciendo que Carla se ponga nerviosa con los dedos abrió su vagina y llegó a los labios internos donde la punta de mi lengua la pasé de arriba y abajo eso la estremeció por completo y soltó un leve suspiro. ! Ah ¡
Mi lengua descubría cada vez más recorrí centímetro a centímetro su sexo ella estaba muy caliente, y busque su clítoris que lamía muy entusiasmado ese botón rojo e hinchado y no pare hasta que llegó a tener un orgasmo y mojó mi cara con sus jugos. Ag Ah…, me vengo gritaba...
Juntó las piernas atrapando mi cabeza en medio cuando llegó al clímax y se estremeció su cuerpo y quedó inmóvil, esos 15 minutos de sexo oral a Carla me sirvió para volver a tener dura la pinga y estar nuevamente listo para penetrarla ahora si, aprovecho que ella aún estaba exhausta por el placer que alcanzó levantó sus piernas y me acomodé en medio y dirijo mi verga a la entrada de su vagina y empuje y entró sin problemas al estar ya mojada con sus jugos.
Así que rico se siente caliente tu vagina
Y comencé a meterlo y sacarlo de su sexo húmeda y caliente al inicio despacio e iba en aumento la velocidad de las embestidas mis huevos golpean cada vez que chocan sus
nalgas sin dejar de penetrarla voy subiendo mi boca besándolos sin vestido hasta llegar a sus brazos ella los levantó, ahí estaban sus tetas ante mis ojos con sus ricos pezones duros e hinchados marrones que metí a mi boca.
Ay no me muerdas se cuidadoso… Ah, Ah
Ahí la tenia a mi merced sobre la cama con las piernas abiertas cogiendo a la mamá de mi mejor amigo Lalo que desde que la vi me gustó y fue la que inspiraba que varias noches me masturbe, ella ya parecía que se había olvidado que era forzada y lo estaba disfrutando porque empezó a mover las caderas y sus brazos rodearon mi cuello.
Si.. si... si.. Métemelo todo hasta el fondo.. Ag... Ah
Cuando estaba por venirme paré aún no quería terminar ahora la cogí en posición perrito le digo que se levanté y se coloqué en cuatro patas sobre la alfombra, agachó la cabeza y la colocó sobre un cojín y me ofreció sus culo abrí sus nalgas y dirijo mi verga a su vagina con los labios abiertos rojos y meto mi pene y empiezo a bombear.
Sonaba a cada embestida que recibía ella en sus nalgas los 14 centímetros de un mi pene, duras sus tetas bailaban al ritmo y velocidad de la cogida arqueaba la espalda Carla al sentir como su cavidad vaginal era ocupada por completo por mi pene, la agarré fuerte del sus caderas y se lo metía con fuerza luego mis manos se posaron en sus nalgas las apreté ligeramente para ver como entraba y salía la verga esa visión me volvió loco.
Que hermoso esa vagina como se traga mi pene… que rico
Así estuve dándole duro a sus nalgas unos 20 minutos de puro placer para ambos hasta que siento un hormigueo en mi y luego una sensación que yo jamás había experimentado y llegó al clímax y solté un grito fuerte cuando eyaculé hasta lo más profundo de sus entrañas. Ah…. que rico no pares me decía... sigue, sigue... papito Ah, Ah; Ah llene su vagina hasta rebasarla de leches.
Tomamos la camioneta y continuamos nuestro viaje. Ahora Carla era mi amante y cuando la necesitara ella estaría dispuesta para un apareamiento.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299796 veces
Si te ha gustado en una feria vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar en una feria.
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:57) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF insepulto
(11 de June de 2016 a las 23:03) dice:
fascinante relato, no cabe duda que las mujeres maduras hacen bien rico a uno.
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