Encontré a la abuela con el negro del súper…. ( CON fotos)

Yo por más que lo intentaba no llegaba a comprender lo que el tipo ese hacía constantemente en la casa de mi abuela. Aunque la verdad es que poca atención le puse a eso, hasta que un día, que llegue más temprano que de lo de costumbre, me pareció ver al tipo ese, completamente desnudo entrando al baño principal de la casa. Lo cierto es que, en otras circunstancias no le hubiera puesto atención.

Por lo que de inmediato me dirigí a la habitación de mi abuela, para preguntarle que hacía el chico del supermercado entrando al baño completamente desnudo. Pero apenas entré en la habitación de mi abuela, ella se encontraba dormida, tirada en la cama, con sus piernas bien abiertas, y completamente desnuda. Yo por la cara de felicidad que tenía la vieja, mientras dormía, me imaginé, que el negro ese le había dado una buena revolcada. Así que en silencio, me retiré, salí de la casa, sin que ninguno de los dos se diera cuenta. Y regresé ya entrada la tarde.

En mi mente yo me decía que no podía ser, que mi abuela estuviera manteniendo al tipo ese, para que se la follase. Pero como ella ya es mayorcita, me dije a mi mismo, bueno si es feliz haciendo eso, quien soy yo para decirle que no lo haga.

Y así me quedé con la idea en mi cabeza de que mi abuela le pagaba de alguna manera al negro ese, para que se la follase. Pero como al mes, que volví a pasar por la casa de mi abuela, apenas entré escuché que de su habitación salían unos profundos gemidos. Aunque ya me imaginaba de qué se trataba, sentí curiosidad por verlo con mis propios ojos. Así que de la manera más discreta que pude, me llegué a su habitación. Al parecer recién y estaban comenzando.

El negro estaba de pie, frente a mi abuela, con toda su verga fuera del pantalón, y mi abuela se la estaba mamando como una desesperada. Y aunque lo estaba viendo no podía dar crédito a lo que mis ojos veían.

A medida que mi abuela le seguía mama que mama la verga de aquel negro, él se iba desvistiendo, hasta quedar tan desnudo como lo estaba ella. Él le acariciaba su coño, a mi abuela, que para mi sorpresa ella tenía completamente depilado.
Y así continuaron manteniendo un juego de caricias y toqueteos, hasta que claramente vi como aquella verga de ese tipo, penetró el coño de la madre de mi papá. Mi abuela no dejaba de restregar su cuerpo contra el de aquel tipo, mientras que él la apretaba con fuerza entre sus brazos, al punto que me pareció que en cierto momento la iba a partir en dos. Pero no que va, la viejecita, por su parte con más energía se movía, a medida que aquel trozo de carne no dejaba de entrar y salir de su coño.

Después de un buen rato, en que pensé que ya todo se había terminado, tras una rápida mamada que le dio la vieja nuevamente, aquella enorme verga la penetró por el culo, si que ella mostrase ni una sola pisca de incomodidad. Yo no lo podía creer, y me dije a mí mismo. La verdad es que después de que se marche el negro, tengo que hablar con mi abuela.

Nuevamente salí de la casa sin ser notado, y esperé en la esquina a que él saliera de casa. Así que me dije a mi mismo, bueno. Habla con ella, porque si se llega a enterar mi padre, que a su madre se la está follando el negro del supermercado, de seguro que le da un ataque al corazón.

Cuando entré a la casa, mi abuela recién y había salido del baño. Al verme me dio como de costumbre en beso en la mejilla, aunque yo por poco le digo que no. Pero por aquello de que no se fuera a sentir mal, le dije. Abuela ya se lo tuyo, y lo del chico del supermercado.

Ella se me quedó viendo, se sonrió, y me preguntó ¿bueno y que piensas hacer? Salir corriendo a contárselo a tu padre, y a tus tíos. No abuela yo lo que quiero es que nadie se aproveche de ti. Y de seguro hay otros medios, para que tú la pases bien sin tener que pagar nada. Al escucharme decir eso, mi abuela comenzó a reír, se levantó del sillón en el que se había sentado, y se dirigió rápidamente al mueble donde guarda el licor, sin dejar de reírse sirvió dos tragos, y mientras me daba uno me dijo. La verdad Joaquín, es que tú no tiene ni puta idea de lo que pasa.

Yo algo confundido me di el mío de un solo trago, y fue cuando la vieja, dejando que la bata que la cubría se abriese, me dijo. Aquí los que pagan son ellos, para que te enteres. El negro del supermercado, el chino del restaurante, el turco de la zapatería, y así varios otros, que al parecer, les encanta y mucho follar con una vieja experta como yo. Y A medida que me fue diciendo eso, mi abuela se me fue acercando, hasta que de repente le ha metido un tremendo agarrón a mi verga por encima del pantalón.

No les seguiré contando lo que hicimos, pero la verdad es que de no ser su nieto, le pagaría por acostarme con ella, la cosa es que como soy su nieto predilecto no me cobra nada….