Cuando estando en mi oficina levanté el teléfono para atenderlo, jamás me imagine que Lucy, mi ex compañera del Colegio de Niñas, fuera la que me estuviese llamando.
Relato
No fue hasta que aquella suave voz al otro lado de la línea, me preguntó, hablo con la Licenciada Sonia XXXX la que estudio en el internado del Colegio de Niñas. Yo la verdad me quedé sorprendida, y hasta me costó algo de trabajo responderle de inmediato a esa desconocida persona. No fue hasta que nuevamente esa suave voz, me dijo. Le habla la Doctora Lucy XXXX, yo estudie con Sonia XXXX, y me han dado ese teléfono para poderla contactar.
En ese instante mi corazón dio un vuelco de alegría, de inmediato reconocí la voz de Lucy, y bien contenta por recibir su llamada, le respondí, diciéndole. Soy yo Lucy, estoy encantada de escucharte, cuéntame, dime donde te encuentras, vamos a reunirnos. Bueno mi amiga y yo hablamos por un largo rato, a través de las líneas telefónicas, hasta que finalmente las dos quedamos en vernos, al salir de mi bufete.
Bueno Lucy y yo éramos, prácticamente nos sentíamos las dueñas del Internado, no porque nuestros padres fueran los dueños, no que va. Lo digo porque tanto ella como yo, prácticamente nunca salíamos, a menos que no fuera dentro de alguna actividad, del colegio o para ir al médico. Ya que mis padres, como se divorciaron, nunca se ponían de acuerdo, cuál de los dos le tocaba encargarse de mí, y en el caso de Lucy, su mamá era una de las más reconocidas mujeres en el mundo de las finanzas, y mi amiga ni idea tenía de quien era su padre.
Bueno ustedes imagínenselo, un par de chicas como nosotras, que cuando nos llegó la pubertad, al no tener otra persona con quien hablar, sino con tu misma compañera de clases, y de habitación. Bueno comenzamos por ir poco a poco explorando nuestros cuerpos, un agarrón de manos por aquí, un besito escondido por allá, hasta que ambas siguiendo nuestros impulsos, terminamos siendo extremadamente muy intimas amigas.
La verdad es que cuando terminamos en el internado, Lucy y yo éramos amantes, de tiempo completo. En el internado tanto la Madre Directora, así como el resto de las monjas, como del personal sabía lo nuestro, pero como dicen que dijo un presidente americano. No preguntes, si no quieres que te digan la verdad. O algo así parecido. Bueno al terminar en el internado, nos tuvimos que separar, así que comencé a extrañar aquellas tardes, noches, o madrugadas, cuando las dos ardientemente nos besábamos completamente desnudas en alguna de nuestras camas, o el en las duchas, y en ocasiones cuando ya no había más estudiantes, hasta en el frondoso jardín, que estaba al lado de la Iglesia, a la que nos llevaban todos los días.
Además en ocasiones disfrutábamos de la compañía de Sor Eulalia, quien cuando le tocaba quedarse de guardia con nosotras, nos contaba y dramatizaba con nosotras dos, cuentos eróticos. Hasta que al final también terminábamos las tres, completamente desnudas, enredadas, y chupándonos mutuamente nuestros coños.
Bueno pero eso fue hace tanto tiempo, que cuando hablé por teléfono con Lucy, lo menos en lo que pensé fue en aquellos momentos en que las dos compartimos tantas veces. Así que como habíamos quedado de acuerdo, nos encontramos en un afamado café, y apenas nos vimos, nos abrazamos, y no paramos de hablar por un largo rato, recordando en parte, todo nuestro pasado escolar.
Lo que más me sorprendió fue enterarme que Sor Eulalia había ahorcado los hábitos, ya que según Lucy me informó, se metió a vivir con el maestro de música. Pero regresando a nosotras, no sé cuantas tazas de café ya nos habíamos tomado, cuando a mí se me ocurrió invitar a mi amiga, a mi apartamento, uno de las tantas propiedades que me quedó después de mi reciente divorcio.
Lucy como estaba de vacaciones, encantada aceptó quedarse en mi apartamento, y apenas llegamos que nos vimos completamente solas, tanto ella como yo sin decirnos más nada, nos comenzamos a besar ardientemente. Y a medida que lo fuimos haciendo nos fuimos quitando toda la ropa, hasta que ambas quedamos completamente desnudas, fue cuando a mí se me ocurrió buscar un juguete sexual, que tras mi reciente divorcio, había adquirido.
Se trata de una verga de goma de proporciones normales, solo que el modelo que a mí me llamó la atención, viene con una correa, que hasta esos momentos no pensé que tuvieran utilidad alguna. La cosa es que yo quería que mi amiga Lucy, pasar el mejor rato posible en mi compañía, así que sin dudarlo ni por un segundo, me lo puse.
Cuando Lucy me lo vio puesto, casi se muere de la risa diciéndome, de seguro si hubiéramos tenido uno de esos en el internado, Sor Eulalia no se hubiera marchado. Y entre risas, besos, y calientes comentarios. Mi amiga y yo seguimos besándonos. Hasta que llegó el momento en que tanto ella como yo deseábamos continuar.
Por un largo rato yo estuve penetrando a Lucy, por el coño, con mi juguete, mientras que ella movía sus caderas, yo se lo enterraba una y otra vez sin detenerme. Escuchando sus placenteros gemidos, y diciéndome que le diera más y más.
Así las dos continuamos, manteniendo un salvaje sexo, como cuando éramos estudiantes, fue en uno de esos momentos de placer, que Lucy me pidió que le introdujera mi juguete por el culo, y fue cuando me confesó que a su actual esposo, le encanta hacerle eso, cosa que ella disfruta infinitamente.
Yo la verdad es que me quedé sorprendida, no tan solo por el gusto de mi amiga, sino por enterarme de que estaba casada, y posteriormente me dijo que tiene una linda parejita, una nena a la que le puso mi nombre, y un varoncito que se llama como si papá.
Pero regresando a lo nuestro, cuando mi amiga me dijo eso, lo que yo hice fue colocarme tras ella, y sin decírselo, le he plantado un profundo beso negro, justo en el medio de sus grandes nalgas, Lucy parecía que se iba a morir de felicidad, hasta que después de un rato de estar introduciendo mi lengua dentro de su cuerpo, procedí a penetrarla con mi juguete.
No lo van a creer, pero si me gustó un mundo penetrar a mi amiga por el coño, cuando se lo empuje por el culo, sentí un placer casi indescriptible. El resto de la noche y gran parte de la madrugada, las dos nos la pasamos besándonos, acariciándonos, y mamándonos mutuamente. También cada vez que se me presentaba la ocasión, yo la volvía a penetrar con mi juguete, agarrándola por su larga cabellera, enterrándole una y otra vez mi pene de goma.
Bueno desde que salí del internado, no había vuelto a tener relaciones sexuales con ninguna otra mujer, y no porque no me faltasen oportunidades, la verdad es que no me provocaba, pero con Lucy es algo completamente distinto. Tanto que cuando se lo dije a mi actual novio, quien por suerte es de mente abierta, que mí amiga y yo manteníamos una relación muy intima, al tiempo que unía mis manos como si estuviera aplaudiendo, lentamente. Él se limitó a decirme, sonriendo. Bueno espero que en algún momento, me permitáis que las observe.
Ese viernes fue el mejor de todos, porque desde entonces nunca me separo de mi amiga Lorena Con la que mas de una vez, y desde entonces nos hemos enloquecido de placer juntas!!!!
Relato erótico enviado por Anonymous el 07 de February de 2009 a las 22:46:05 - Relato porno leído 305056 veces
Mi nombre es Antonia, pero mis amigas me llaman tan solo Ant, cuando llegué a casa de Valeria mi amiga, me encontraba llorosa, triste y bien deprimida ya que me novio, momentos antes, sin más ni más, me dijo que terminaba conmigo, y que no lo buscase más. No me dio razones, y simplemente se montó en su motora y se marchó. Dejándome toda confundida y sin saber qué hacer, fue que me di cuenta que me encontraba cerca de la casa de Valeria, y me llegué hasta su casa, buscando consuelo, pero al tocar la puerta, salió su madre la señora Estela, únicamente cubierta con una pequeña toalla de baño alrededor de su cuerpo, pero nada más al verme, sonriendo me dijo, que Valeria había salido con su padre y regresaba a la noche. Fue cuando sintiéndome más sola y abandonada, estallé en llanto, Estela al verme en esas condiciones, de inmediato me hizo entrar a su casa.
Relato erótico enviado por Narrador el 24 de October de 2009 a las 11:09:24 - Relato porno leído 127390 veces
Acariciándonos nuestras piernas hasta que ya estábamos lo suficiente calientes nos quitamos nuestros calzones y comenzamos a mamarnos nuestras vaginas y a besarnos.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de July de 2009 a las 23:49:21 - Relato porno leído 110411 veces
NO SOY LESBIANA PERO TENGO UNA AMIGA HERMOSA QUE ME TENTO.
Relato erótico enviado por veronika72 el 12 de April de 2012 a las 00:00:04 - Relato porno leído 109598 veces
Si te ha gustado Encuentro de ex compañeras de clase… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:19) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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