Equipo de porristas 2º prueba.

Para la siguiente prueba me presenté al gimnasio, la prueba anterior había sido muy rara y no sabía que esperar de esta. Los hombres ya habían tenido otra prueba, eran esclavos de las chicas del equipo. Les decían "Pets" o "Mascotas" y las seguían a todos lados, les cargaban sus libros hasta los casilleros, les llevaban la charola de su desayuno en el comedor y yo vi a uno comiendo con su charola en el suelo por orden de su jefa.

Ahí estaban de nuevo la capitana y sus dos amigas con sus pets y estabamos las chicas, no había mas hombres. Todas íbamos de pants, corrimos en el campo, subimos y bajamos escaleras, ejercicios de estiramiento donde las mascotas nos vieron en posiciones muy sugerentes. "No todo es malo para ellos", pensé. Y cuando terminamos la capitana nos preguntó.

-¿Quieren saber su prueba especial de hoy?

Todas dimos un "sí" nervioso son saber que esperar.

-Hoy algunas pueden elegir ser mascotas y elegir quien sería su dueño del equipo, hombre o mujer, durante una semana. Yo lo pensé pero era prácticamente ser esclava sexual de un hombre y si elegía mujer también se mancharía conmigo así que no quise ser mascota. Dos chavas eligieron serlo y de dueñas escogieron a la capitana y una de sus amigas. Las otras 13 esperamos.

-Haber mi mascotita, ¿Cómo te llamas?
-Estefania
-Ok, serás Fanny. Voltéate

Nos dio la espalda y la capitana le bajó un poco el pants y le saco por atrás los hilitos de la tanga blanca con un moñito rosa que traía, le volvio a subir el pants pero aún se veían los hilos por encima del pants.

-Así andarás todo el tiempo. ¿Qué parte de tu cuerpo te gusta mas, tus manos o tus nalguita?.
-Mis manos.

Era lógico, hasta traía uñas postisas y su trasero no era muy grande, Fanny la clásica güerita de Texas, grandes pechos, bonita, delgada, ojo verde pero sin mucha pompa.

-Tus manos te gustan más, entonce ponte aquí.

La puso detrás de us mascota hombre, le agarró las manos, se las pasó para adelante y se las puso en el paquete de él.

-Juega un ratito con esto, él se ha portado bien y se lo merece. Pórtate bien y tendrás un premio tú también.

Fanny se escondía detrás del cuerpo del chico para que no le viéramos la cara y él estaba encantado a pesar que Fanny usaba sus dos manos una arriba de la otra su falo sobresalía aunque trajera pantalón. Seguro era de muy buen tamaño.

-Muy bien chicas, las demás que no quisieron ser mascotas las veo a las 9 en mi cuarto con un condón. No se asusten, no harán nada que no quieran.

Antes de las nueve ya estabamos las 11 restantes, las tres chicas de rigor estaban detrás del escritorio y las dos mascotas mujeres, las mascotas hombres no estaban.

-Muy bien, les entrego estas hojas con estos números, los prieros son números de piso, los otros son números de cuarto, su meta de hoy es traerme el condón con semen, ustedes saben como le harán pero debe tener semen, las habitaciones estarán abiertas así que solo llegarán y abrirán. Las meteremos al edificio y será su habilidad que no las cachen adentro.

Nos llevaron al edificio, ahí se separó una amiga de la capitana hacía la puerta, por una ventana entramos al edificio y nos metimos en la primera habitación a la derecha donde ya nos esperaban los dueños del cuarto.

-Aquí las esperamos cuando acaben, las primeras dos tendrán privilegios para la siguiente prueba y las últimas dos castigo.

Minutos después sonó un teléfono y era la señal para salir. El edificio era diferente al nuestro, este estaba en forma de L algunas fueron hacia la derecha otras fuimos a la izquierda sin saber que íbamos hacia la entrada. Cuando nos dimos cuenta el edificio estaba cerrado, las luces apagadas, solo pequeñas lucesitas en las esquinas de los pasillos. En la entrada estaba el guardia sentado en su silla y en sus piernas la amiga de la capitana que se había separado del grupo, al vernos hizo un movimiento para distraer al guardia sentándose directamente en su entrepierna moviéndose para masturbarlo sentada en él. Nosotras entendimos y regresamos corriendo por donde veníamos, encontramos unas escaleras y subimos ahí todas nos separamos. Había silencio en el edificio, una que otra TV pero silencio en general.

Yo subí hasta el 4° piso, pensé que todas buscarían los cuaartos del 2° y 3° piso. ya en el 4° encontré la habitación, como dijeron estaba abierta y entré, vi a una de las chicas casi desnuda acostada con el dueño de la habitación besándose, cuando me vieron ella me dijo.

-Ocupada, búscate otra.

Baje y en el 3° piso encontré una vacía. El chico era alto, flaco, blanco, no era guapo pero se veía fuerte.

-¿Me ayudas con mi prueba?.
-Sí pero tú tienes que hacer todo.

Lo aventé a la silla que tenía y me senté frente a él, lo besé mientras me movía como si me penetrara. De inmediato sentí en su pantalón crecer algo. Desabroche su pantalón y empecé a pajearlo rápidamente por encima del boxer.

-Tranquila niña.
-No tengo mucho tiempo, algunas ya se me adelantaron.
-Entonces hazlo.

Pensé que lo tenía, metí mi mano a su boxer y reanudé lo que hacía pero unos segundos después me agarró la mano y me dijo.

-Solo si prometes regresar mañana y darme todo.

Cuando dijo todo me apretó las nalgas con las manos.

-No, por atrás no, pero te compensaré, me quedaré contigo toda la noche.

Se paró y me dejo hacerlo cuando se iba a venir me dijo y le puse el condón, se vino dentro de este. Me paré para irme y me dijo.

-Si no cumples la pasarás mal, tú eres nueva y yo aquí conozco mucha gente.
-No fallaré.

Salí iba a correr a la izquierda y él me dijo "es más rápido por acá". Corrí a la derecha bajé las escaleras y en la planta baja vi al guardia con los ojos cerrados, parecía agarrar algo en su estómago, cuando pasé cerca vi a la porrista con la que estaba, le agarraba la cabeza para marcarle el ritmo, ninguno de los dos me vio. Fui la primera.

-Felicidades, eres la primera y por lo que veo ni te despeinaste, tendrás una ventaja la siguiente prueba.

Había ganado la prueba pero ahora tenía que cumplir mi promesa con el chico que me ayudó. Me preparé en la noche con una minifalda azul, una blusita de tirantes blanca, se remarcaba mi brasier también blanca y traía una tanga blanca, llevé una mochila donde traía medias y un ligero. Me peine con dos colitas a los lados que me daba un aspecto de inocencia muy sexy.

Fui a la ventana donde nos saltamos el día anterior pero estaba cerrada, intenté abrirla unos minutos pero no pude, no había manera de entrar al edificio.

No podía fallar, él tenía razón yo era nueva y él conocía a mucha gente, era porrista, era popular en la escuela y podía hacerme muchas cosas.

No me quedaba otra mas que la puerta principal así que toqué y me abrió el guardía.

-Hola, necesito entrar a ver a un amigo para una tarea, es muy importante y es urgente.
-Jajajajajaja, sabes que no puedes entrar a este edificio y menos a esta hora.
-Ándele, dejeme entrar solo aquí y le explico porque aquí afuera hace mucho frio.

Entré, mis pezones se remarcaban por el frio, estaba muy nerviosa.

-Mire tenemos que entregar un trabajo y me faltan unos datos que él tiene.

Creo que ni supo que le dije, solo me veía los pezones y movía la cabeza.

-Definitivamente no y ya no me quites el tiempo.

Se fue para atrás del escritorio y se sentó en su silla. Me dirigí a él y me senté en sus piernas, él se sorprendió y al principio intentó pararse pero no lo dejé .

-Me han dicho que usted es muy bueno, le prometo que nadie me verá.

Tenía mis pechos a unos centímetros y veía de reojo el escote que se hacía en mi blusa, mi falda se hizo mas corta cuando me senté y se me veía la mitad de los muslos.

-¿Y de qué es tu tarea?, me dijo poniéndome una mano en un muslo.
-Geografía, contesté moviéndome como si me acomodara y quedando casi sobre su paquete.
-¿Cuánto te vas a tardar?
-No se cuanto me tarde en terminar el trabajo, me moví otra vez y ahora si me senté en su falo, lo sentía en medio de mis nalguitas solo protegidas por la falda.
-Yo creo que si te dejo, me dijo al oído, puso su otra mano en mi otra pierna y las fue subiendo con mi falda hasta que vio la blanca tela de mi tanga.

Me paré, no quería hacerlo con él.

-Deja asegurarme que te dejo, siéntate.

Me senté de frente a él, de nuevo tocó mis piernas, tocaba mis muslos con mucho morbo, nunca me habían tocado así, subió sus manos, las pasó abajo de la falda para tocar mis pompas sin protección alguna, bajo mi blusa con todo y brasier, tocó, mordió, chupó hizo lo que quiso con mis bubies, me dio mucho asco.

-Híncate abajo del escritorio y ganate tu permiso.

Me hinqué mientras él se bajaba su pantalón y su calzón, se noto la práctica que tenía para hacerlo, inicié pasando mi lengua "cuantas lenguas habrán pasado aquí", pensé. Lo pajeaba rápido con mi mano para no tardar mucho, me lo metí a la boca, y me agarró de los cabellos y marcaba el ritmo, no duró mucho en que sentí un chorro de semen hasta mi garganta, otros más que me quedaron en los labios me los quité con el dedo que hizo que me lo chupara.

-Tienes permiso pero te advierto, la próxima vez te costará mucho más.

Salí corriendo a mi verdadera prueba. Llegué a la habitación, estaba abierta así que entré y lo vi sentado jugando con su computadora.

-Pensé que no vendrías.
-Se me hizo un poco tarde
-Haber ven y enséñame lo que sabes hacer.
Espera, deja entrar a tu baño, te traje una sorpresa.

Me cambié, brasier y tanga blancos, medias y liguero, parecía novia en su noche de bodas, me peine bien las dos colitas y me pinté los labios de rojo. Cuando salí y me vio se sorprendió mucho. Se paró y se sentó al borde de la cama, me acerqué y me volteó, a parte de la tanga había otros dos hilitos en mis pompas que eran parte del liguero que era como una faldita. Me agarró las pompas, me las lamió, me empinó un poco, se quitó el pantalón, traía un boxer pegado. Me sentó en él y me movía en círculos, mientras me movía tocaba mis pechos, me quitó el brasier y me dijo que se la mamara.

Me volteé y me hinqué a sus pies, le iba a quitar el boxer pero no me dejó, saqué mi lengua y lo lamí como si el boxer no existiera, me lo metí un poco a la boca, el resorte me estorbaba pero así jugaba con mi lengua.

-Ven así vas a estar más cómoda, se acostó bien en la cama, ahora si quité el boxer y vi un miembro de muuuuy buen tamaño y buen grosor "me la pasaré muy bien", pensé. Cuando iba a empezar lo mio, me jaló y me subió en él mis piernas quedaron del lado de su cabeza, empecé a comérmelo, escuche algunos gemiditos de él y sentí unas manos en mis piernas, me asusté.

-Tú sigue.

Tocó mi vulva por encima de la tanga, yo que ya traía la calentura desde lo del guardia sentí de inmediato mucho placer, cuando hizo a un lado mi tanga y tocó directamente solté un gemido.

-Silencio estás en el edificio de hombres, él no paraba y yo gemía con su miembro dentro de mi boca, lo que callaba mis gemidos, lo hizo con su lengua y me vine varias veces.

-Ya cógeme.

Le puse un condón que agarré de un cajón que me dijo, ni siquiera había apagado la laptpo pero en ese momento no le dí importancia, me subí en él y lo cabalgué, me agachaba a besarlo mientras me movía para callar mis gemidos o le gemía muy despasito al oído. Me volteó y lo cabalgue dándole la espalda, lo sentía entrar y salir y era la sensación más deliciosa.

-Ponte en cuatro.

Él se paró y yo me puse en la orilla de la cama.

-Al revés.

Se subió a la cama y me volteó la mesita de la laptop quedaba de frente a mí, me penetró y bombeó, yo estaba hasta roja de excitación estiré mis brazos en la cama y mi cola quedaba completamente en pompa, él no paraba de bombear, tenía muy buen aguante.

Me volteó y subió mis piernas a sus hombros y me lo hizo así, yo estaba indefensa, no me podía mover y él marcaba el ritmo yo no paraba de dar gemiditos a muy bajo volumen. Me acostó de lado como cucharita y me la metió así, creo que nunca había sudado tanto como ese día, no se cuantas veces me vine, las sábanas estaban empapadas, de lado, como estábamos se fue incorporando y quedó encima de mí, estaba acostada boca abajo y él sobre mí haciéndomelo, me fue cerrando las piernas y sentía más rico. "Que rico aprietas", me decía.

-Ya me quiero venir.
-Si, por favor.
-En tu cara.
-Donde quieras.

Se salió de mí y se paró, yo solo me giré y él se acercó a mi cara, hincándose en mi pecho, se pajeó un rato y se vino, chorros y chorros sobre mi cara, se me hacía mucho, intenté limpiarme pero no me dejo. "Así quédate" y ahí estaba yo acostada boca arriba con la cara llena de semen. Ya solo traía una media, mi liguero roto y solo sostenido por mi tanga. Me quedé dormida.

Horas después me despertaron, pensé que era hora de irnos pero me detuvo. A penas son las 2 de la mañana, tenía la cara pegajosa, el semen, me acordé que me había quedado dormida con la cara llena, estaba agotada, el cuerpo me dolía. Él se acercó a mí y sentí su miembro duro en mi pierna.

-Bájate a consentirme.

Me metí debajo de las sábanas y me encontré con ese pedazo de carne que tanto placer me había dado hace algunas horas, lo lamí completo, de arriba a abajo, cuando me lo metí a la boca jugué con mi lengua, lo hacía lo mejor posible, lo metía y sacaba de mi boca rápidamente en un momento me lo metí todo y lo sentí hasta mi garganta, él también sintió porque me pidió que lo hiciera de nuevo. Yo seguí en lo mió y sin avisarle repetí la acción, lo pajeaba para que sintiera más rico, me pasó un condón y se lo puse, por un lado me emocionaba pero por otro no sabía si aguantaría algo como lo de hace horas.

-Móntate en mí hasta que termine.

Se giró para que me montara. Lo hice, hasta ese momento me dio mala espina la computadora, mi cola quedaba expuesta totalmente, salté un rato, me moví en círculos lo más rápido que pude pero cuando salté otra vez me dijo.

-Voy a terminar, ponte de perrito.

Mi cara quedaba ahora casi de frente a la laptop se pajeo un rato y descargó sobre mi cara, de nuevo era mucho, el semen me escurría por la cara y caía en la sábana.

-Ya ensuciaste ahí, limpia con la lengua,

Dude pero lo hice

-Haber te limpio la cara.

Me limpio con lo que pensé era un sábana por el color y me dejo dormir.

8 de la mañana, me despertó y me dijo que nos íbamos, me vestí, me pidió mi tanga de recuerdo y se la dí consideré que se la merecía, ahora llevaba minifalda sin nada abajo, me puse mi brasier, busqué mi blusa y ví que con ella me había limpiado la cara, se notaba lo húmedo, sonrió y se burló.

-Si quieres vete sin blusa.

Me la tuve que poner, sentía que todos notaban que estaba manchaba y que sabían que era de semen. En la tarde me presentaría a mi siguiente prueba para entrar al equipo.