Equipo de porristas 5

Al siguiente día fui a hablar con el entrenador, había quemado el video en un CD. No lo vi en gimnasio de básquet así que fui a buscarlo a su cubículo y ahí estaba.

-Hola entrenador.

Al verme sus ojos se iluminaron, llevaba puestas una mayas para hacer yoga y una playera blanca por lo que se transparentaba mi bra abajo y Llevaba una tanga muy pequeña para que no se notara en las mayas.

-¿En qué puedo servirte hermosa?

Sin decirle nada le di el CD y señalé su laptop dándole a entender que lo pusiera. Cuando vio el video donde aparecía cogiéndose a una alumna exactamente donde yo estaba parada se quedó frío. En el video también se escuchaba que les conseguiría drogas para la fiesta y que ya lo había hecho antes.

-¿Qué quieres?, ¿Por qué me muestras esto?
-Verá, dije mientras me sentaba en la silla que estaba frente a mí segura de mi triunfo sobre él. He grabado a las dos amigas de la capitana haciendo esto pero a la capitana no, me falta ella y si logro grabarla ya no tendrán con que amenazarme y obligarme a hacer cosas que no quiero, ¿entiende?.
-Sí, y yo qué tengo que ver
-Lo primero es que en la fiesta del sábado es nuestra última prueba que yo creo será cogernos a alguien. Usted pedirá coger conmigo, en la casa nos iremos a algún cuarto pero por supuesto ni siquiera me va a tocar. Después tenemos que encontrar la manera de grabar a la capitana, créame, ya que tengamos ese video hasta usted tendrá una ganancia.

Su cara cambió por completo ya no estaba asustado, parecía que el plan comenzaba a gustarle.

-¿Una ganancía?, ¿Cuál?
-En primera ese video no lo verá nadie jamás y después con esos videos ahora yo tendría el control sobre ellas, ahora yo les pondría las pruebas a ellas. Le prometo el culo de las tres.

Sus ojos se abrieron por completo, hasta sonrió.
-Bueno, hablando así cambia la cosa. Hoy mismo tendrás tu video y hasta después podría darte otro pero ese segundo te costaría. Te prometo que valdrá la pena…socia.

¿Socia?, lo medité, no tendría porque costarme, podría amenzarlo para que lo hiciera, aunque por otro lado si hoy me daba el primer video él ya habría cumplido su parte del trato.

Sabía que él la conocía muy bien y sabría exactamente donde y como grabarla “te prometo que valdrá la pena” dijo muy seguro.

-¿Cuánto me costaría?
-Jajajaja, ¿Crees que quiero dinero? Te costará tu cuerpo. Yo la grabo, te enseño el video y sé que aceptarás.
-Ok, pero será donde yo diga, podría ser una trampa para grabarme y será después de que vea el dichoso video.
-¿Una trampa?, ¿Publicaría un video donde yo me cojo a una alumna? No seas tonta. Dejaré esta ventana abierta, por donde grabaste el video del CD, regresa a las 8 y espera ahí.

Me levanté para irme, cuando ya casi llegaba a la puerta me llamó y yo volteé.

-Que rico culo tienes, algún día será mío.
-Ni lo sueñes.

A las 8 estaba en la ventana escondida para que no me vieran, esperando a que llegara la capitana. Como a las 8:05 vi una sombra acercándose, es ella, pensé, pero no, era el quarterback del equipo de americano. Entró al cubículo con el entrenador y como a los dos minutos llegó ella.

Cuando entró la vi muy sorprendida de ver al jugador. Yo me había preparado y ahora no grababa con mi cel, había llevado una cámara. Comencé a grabar.

-Ay chava, me enteré que te peleaste con tu maestro de historia y ahora no te ayudará a pasar, es una lástima. ¿Cómo crees que te iría en el extra?
-No estamos aquí para hablar de eso, dijiste que hablaríamos de la fiesta. Parecía molesta, yo creo porque el quarter se había enterado de la pelea con el maestro.
-Pues te mentí, te traje aquí para ayudarte a pasar historia, solo hago una llamada al maestro y listo.

La cara de ella cambió por completo, ahora era de felicidad.

-¿De verdad? Te lo agradeceré mucho, no sabía como pasar esa estúpida materia.
-Exacto, exacto. Yo hago la llamada, pasas tu materia y a cambio quiero un pequeño agradecimiento. Mi muchacho ha tenido una temporada difícil, llena de presión y tú le ayudarás a relajarse.
-¿YOOOOO? No, mira, dime de todas las porristas quién te gusta, o de las nuevas y mañana mismo tendrás un gran masaje que…

En ese momento fue interrumpida por el entrenador, el jugador parecía no entender lo que pasaba, era obvio que él no sabía nada pero también no dejaba de verla de pies a cabeza.

-NOO, la interrumpió el entrenador, eres tú o nadie.

El silencio se apoderó del salón, ella lo pensaba y aceptó. EL entrenador hizo una llamada y por el altavoz nos enteramos que sacaría 9

-Los dejo, trátalo bien, si no queda satisfecho no solo no pasarás historia, tampoco mi materia.

El entrenador se salió y ella se quedó sin saber que hacer hasta que él tomó la iniciativa y se paró de la silla, la agarró de la mano para pararla también. Ella no sabía muy bien que hacer, se veía nerviosa.

Se puso atrás de ella y le besó el cuello mientras le agarraba los pechos, no muy grandes, yo diría de tamaño normal pero muy firmes y en su lugar. Era muy hermosa, la típica rubia tonta de Texas que viaja a otra ciudad para la universidad.

Ella se estaba prendiendo, su respiración era cada vez más agitada y pegó su culito al bulto del jugador.

Fuera blusa, quedó con un bra blanco de encaje y con unos moñitos en frente muy sexy. Él la volteó y la besó, ella correspondió el beso, los dos se metían mano por todos lados.

En ese momento alguien se acercó a mí por atrás y me dijo al oído “¿Te gusta lo que ves?” Me sobresalté y volteé rápidamente. Era el entrenador.

No contesté nada pero en realidad sí me estaba poniendo caliente ver como él le daba placer, no estaba nada mal, me hubiera gustado haber sido ella. Recargué la cámara en la ventana para que los siguiera grabando.

-¿Qué haces aquí? Nos van a ver.
-Quién nos vería a esta hora acostados aquí, solo disfruta del show.

Los dos estábamos acostados boca abajo como los francotiradores, estaba muy pegado a mí, sentir el contacto de su piel con la mía me puso a mil y creo que él se dio cuenta.

-No te muevas, me dijo y se paró.

Comenzó besando mis tobillos por encima de las mayas de yoga, sentía el aire de su respiración a través de la tela y cada vez me prendía más. Como él dijo no me moví, solo cerré los ojos y me mordí los labios para no gemir. Besó mis pantorrillas y siguió hacia arriba, mis muslos por fuera y poco a poco por adentro. Abrí más las piernas para facilitarle la tarea hasta que llegó a mis nalgas.

Adentro el quarterback ya no tenía ni playera ni pantalón, su paquete solo era cubierto por un bóxer pegadito que parecía reventaría en cualquier momento.

Ella ya tenía las bubbies al aire, sus pezones pequeños y de un café claro estaban siendo mordidos, besados, lamidos como si de un helado se trataran. Él desabrochó el botón de la falda y esta cayó instantáneamente, tenía puesto un bóxer liso negro que tapaba la mitad de sus bien formadas nalgas.

Lo empujó para que sentara en la silla y lo montó, se movía como si la penetrara a pesar de estar aún vestidos de abajo.

Afuera nuestro entrenador ya me había bajado las mayas, yo tenía el culo al aire en los jardines de mi escuela

-Que culo tienes, estás riquísima

Me lamía las nalgas, las abría pasaba su lengua por en medio. Nunca me habían hecho eso y la verdad es que me puso mil, me tallaba mi conchita cada vez más rápido. Estaba en la gloria.

El entrenador de la escuela me estaba dedeando en el jardín de la escuela mientras veía a la capitana de porristas mamándosela al quarterback del equipo.

Cuando la porrista le quitó el bóxer un duro miembro salió como un resorte, de tamaño normal pero era muy grueso, en verdad tenía ganas de que me cogiera a mí también.

Ella hincada en el suela metiéndose hasta la garganta el pene de él que le marcaba el ritmo agarrándola del cabello, adentro, afuera, adentro, afuera, cada vez más rápido. Se sacó el falo de la boca y pasó su lengua desde los huevos hasta puntita.

Se paró, le dio la espalda, se quitó el bóxer y se sentó en él. Dio un grito, no sé si de dolor o de placer, lo montaba con fuerza sin dejar de gemir.

En ese momento sentí que bajaban mi tanga. Por un lado estaba calientísima y necesitaba que me cogiera pero por otro no podía dejarlo hacer porque si me probaba ahorita después ya no le interesaría.

-Hey, hey, hey. Ni lo sueñes, hasta aquí llegaste, quieres probar todo, quiero el video. Ese fue el trato.
-No me hagas esto, estoy a mil.
-Tratos son tratos, pajeate si quieres, pero de mí ya no tendrás nada por hoy.

Lo vi sacar su pene y se empezó a pajear con una mano mientras con la otra me tocaba el culo sin nada que lo protegiera, lo dejé hacer, me calentaba sentirme deseada.

Ellos ya habían cambiado de posición ella estaba con las bubbies en el escritorio tal y como había estado su amiga un día antes y él la bombeaba. La imagen de sus huevos rebotando contra las nalgas de la chica era espectacular.

-Ya quiero venirme, mámamela

Ella de inmediato se hincó y se metió su falo a la boca, brillaba por la combinación de los jugos de los dos. Siguió con la mano mientras con la lengua lamía la punta.
Le quitó la mano y se pajeaba él mismo. “Abre la boca putita”. Ella obedeció y una abundante corrida cayó entre su cara y su boca abierta.

Sentí como el entrenador se subía en mí. Su pene chocó contra mis nalgas, estaba muy caliente, se frotaba como si me estuviera cogiendo.

-Qué haces, bájate de mí.
-Tranquila puta, ¿Qué vas a hacer? , ¿gritar?

Me tenía con los brazos agarrados y por su peso no podía moverme. En eso sentí un líquido en mis nalgas…se había venido en mí. No me soltó de los brazos, sentía todas mis nalgas llenas de semen. Había sido una corrida grande, subió mis mayas sin limpiarme y las frotó llenándolas todas de su leche. así me tendría que ir, toda sucia.

-Estamos juntos en esto, si me hundo yo te hundes conmigo, ese culo será mío.

Me dio una nalgada fuerte y se fue, cuando se fue sentí mi maya y mis nalgas llenas de leche, no se por qué saqué la mano y la chupé, sentí el sabor del entrenador. Estaba súper caliente. Cuando volteé el quarterback ya se había ido, el entrenador entró y la vio sentada mientras se arreglaba.

-Muy bien putita, dejaste a mi muchacho seco, te aviso que en la fiesta del sábado quiero a Pam para mí.
-Ok, la tendrás.