Equipo de porristas 6

Es sábado y hoy es la fiesta, no he visto al entrenador, y ya no tuve pruebas, hoy es nuestra presentación como porristas, después de pasar la prueba final. Me puse unos jeans sin bolsas atrás, blusa blanca, por la que se veía mi bra, outfit que se había vuelto como un toque mío, y una tanga negra con pedrería para cerrar.

En la noche llegué a la casa del capitán del equipo, quedamos solo 9 de las que iniciamos y 5 hombres. Nuestra prueba era simple, teníamos que cogernos a quien nos tocara en los cuartos de arriba, después me enteré que todos eran maestros de la Universidad que pagaban para cogerse a las alumnas futuras porristas. Por su puesto y como había sido el trato, a mí me tocó el entrenador del equipo.

-Hola Pame, hoy sí me vas a dejar concluir lo que no pude el jueves
-Ni lo pienses, ya te lo había dicho, ni me vas a tocar. ¿Ya tienes el video que me prometiste?
-No, será grabado el lunes en la tarde, el martes ya lo tendrás.

Esperamos un rato en el que hablamos tonterías, después bajé, todos creían que le había dado placer al entrenador. La fiesta continúo con normalidad, en una ceremonia, nos nombraron las nuevas porristas y nos dieron nuestros nuevos uniformes.

El domingo recibí un mensaje que me decía que me presentara en el cuarto de la capitana, cuando fui, estaba ella con sus dos amigas. Me senté en la cama con ellas, éramos tres en la cama y la capitana en una silla junto a una mesa que tenían.

-Eres la chica más solicitada por todos en la Universidad.
-¿Más solicitada? ¿Cómo?
-Todos los privilegios que tenemos los obtenemos gracias a enviar chicas a tratar bien a maestros y directivos, ya sabes a que me refiero y tú eres la más solicitada, así que tendrás que cumplir. Para empezar, te tienes que acostar con el maestro de Historia, ¿Lo conoces, no?
-Sí lo conozco pero no me quiero acostar con él
-Tienes que hacerlo y si no…

Abrió la lap top que tenía en la mesa. Me vi encima de un hombre en un 69, lamía su pene mientras gemía, unos gemidos callados por lo que tenía en la boca. Adelantó el video y vi mi cara de frente, roja de excitación mientras me culeaban desde atrás. Recordé ese momento, cumplía mi segunda prueba, y recuerdo notar que el tipo que me cogía había dejado su lap top abierta, pero nunca me imaginé que me estaría grabando.

-Si no lo haces este video estará en toda la universidad, si cumples tendrás muchos privilegios, piénsalo te conviene

No sabía qué hacer, así que decidí aceptar para darme tiempo.

-Por favor, denme unos días para pensarlo, sí lo haré, pero necesito unos días para tranquilizarme y hacerlo bien.
-Perfecto, sabía que no nos fallarías, el miércoles es el primer entrenamiento, ese día hablamos.

Salí del cuarto muy enojada, no me imaginaba que me habían grabado y ahora me amenzaban con ese video. Lo que no sabían es que yo también las tenía grabadas a las tres.

Lunes pasó sin novedad, pero el martes mientras estaba en clase tocaron en mi salón y era el entrenador del equipo de basquetball.

-Buenos días profesor, ¿me podría permitir a Pamela?
-Por su puesto entrenador
-Tal vez no regrese a su clase, no hay problema, es por un asunto académico
-No se preocupe entrenador, no hay problema

Tomé mi mochila y salí del salón, caminamos rumbo a su cubículo mientras me explicaba que ya tenía mi video y que no tenía desperdicio. Al llegar al cubículo sonrío, ya tenía todo preparado y solo dio play.

Era una especie de oficina, al principio vacía pero de inmediato apareció la capitana del equipo de porristas acompañada del subdirector de la Universidad, platicaron cosas sin importancia unos momentos hasta que se empezaron a besar. El beso fue cada vez más y más apasionado, en una de las sillas del fondo apareció otra persona, por el ángulo de la cámara no se veía quién era pero comenzó a desabrochar su pantalón.

Nuestra capitana ya estaba hincada en el suelo con el pene del subdirector en la boca, la otra persona se acercó y pudimos ver que era el Director. Ella tomó su pene con la mano y los alternaba en su boca y en su mano. El director se sentó en una silla y ella se fue a sentar en él, mientras se agachaba para seguir atendiendo a nuestro subdirector con la boca. Después de un rato cambiaron, El subdirector la empinó con sus bubbies y abdomen sobre una mesa que había, le abrió las piernas y sin avisar la penetró. Estuvo un rato así hasta que la giró boca arriba y puso sus piernas en sus hombros. Esta posición la aprovechó el director para acercarle su pene a la boca y literalmente follarla por ahí.

La trataban como una muñequita de trapo, la trajeron como en dos posiciones más mientras le decían que era la más puta de la escuela, que solo por eso llevaba el promedio que tenía y más cosas. Al final la hincaron y la inundaron de semen.

Le aventaron una toalla, todavía ni se limpiaba bien cuando ya tenía encima a otros dos. Los reconocí de inmediato, era un maestro y el otro era de limpieza de la escuela. A ella no parecía importarle porque ya estaba atendiendo a los dos nuevos que tenía enfrente.

Con estos dos le fue mejor, el de limpieza con la mamada se vino en su boca, le agarró la cabeza y no le quedó otra que tragarse todo lo que le echó. El otro maestro la disfruto un poco más, sentado en una silla y ella cabalgándolo. El final fue el mismo, se vinieron ella como si fuera un objeto. El director entró y solo le dijo “Bien putita, ya tienes tus calificaciones de este parcial, nos vemos el siguiente, invitaré a otros amigos”. Ella no contestó, la vimos limpiarse con la toalla, vestirse, maquillarse un poco, peinarse y salir de la oficina.

-¿Qué te parece el video?
-Buenísimo, pásamelo en esta USB
-Jajajajajaja, no, primero pagas tu parte del trato.
-Lleva ese video en una USB a mi cuarto, hoy a las 20:00, podrás entrar al edificio por la ventana que está del lado de la estatua en el patio, estará abierta, subes la escalera y a la izquierda busca el 202.

A las 20:10 tocaron la puerta de mi cuarto, Era el entrenador, venía vestido igual a como lo vi en la tarde, yo traía un short como de playa y una blusa de tirantes, me enseño la USB, la conecté a mi lap y comencé a pasar el video mientras volteaba y besaba al entrenador.

Me puso de pie sin dejar de besarme, me metía mano por todos lados, fuera blusa, mis pechos quedaron al aire pues en mi cuarto no usaba bra, los chupó, pellizco y mordió a su antojo, yo estaba muy caliente, de alguna manera deseaba al entrenador desde el día que se vino en mis nalguitas. Hacía gemiditos que parecían prenderlo más, bajé mis manos a su paquete, traía un pants, que se bajó con mucha facilidad, ese miembro de buenas proporciones que ya había sentido en mi trasero alguna vez salió a la vista. Jugué con él con las dos manos hasta que me tomó de los hombros e hizo que me hincara en el suelo.

Sabía mi misión así que comencé a comerme eso que tenía enfrente. Primero con lengüetazos como si fuera una paleta de hielo, juntaba saliva y la pasaba por todo el tronco y la cabeza, hasta que tomó como un brillo. De inmediato me lo metí a la boca lo más que pude y lo tuve adentro unos segundos, lo sentía hasta mi garganta lo que me ocasionaba un poco de arcadas, pero a él pareció encantarle por lo que lo hice dos veces más, la cuarta vez que me lo metí comencé con un mete y saca lo más rápido que podía, de repente paraba y volvía a lamerlo como paleta mientras lo veía a los ojos.

-¿Te gusta?
-Con razón todos quieren cogerte en la Universidad, sigue mamando putita
-¿Quién mama mejor de todo el equipo de porristas?
-Tú, putita, ninguna como tú.

Me jaló para que me pusiera de pie y me aventó a la cama, caí boca abajo y así como estaba me agarró las dos manos y las estiró hacia arriba, puso encima de mis manos mi almohada y me dijo “si sacas alguna de las manos de ahí tendrás un castigo”.

Comenzó a bajar mi short y quedé con una pequeña tanga blanca con cerezas rosas, besó mis nalgas, las pellizcó y las mordió, mordiditas no muy fuertes que me gustaban, nunca me habían hecho algo así. Comenzó a tocar mi vulva por encima de la tanga, la bajó y sentí su lengua entre mis pliegues, lo hacía delicioso, con una mano masajeaba mi clítoris y con la lengua taladreaba mi vagina. De repente paró y me dio una nalgada, yo por instinto grité. “No hagas ningún ruido putita o te doy otra” Otra nalgada y otro grito. Otra nalgada y otro grito. Otra nalgada y esta vez a parte del grito intenté tapar mis nalgas con mis manos.

-Suficiente, sí me duele mucho
-Será suficiente cuando yo diga, y sacaste las manos de la almohada serás castigada.

Me jaló y ahora quedé en 4, agarró mis brazos y los volvió a poner debajo de la almohada, ahí estaba yo con las piernas flexionadas pero con los brazos estirados en la cama, la visión que debía tener de mí era inmejorable. Volvió a lamer mi vulva, eso me volvía loca, lo hacía a tal velocidad mientras metía y sacaba uno de sus dedos que sentía riquísimo. Sin avisarme subió a lamer mi culito, nunca nadie lo había hecho pero sentí muy bien.

-Ni lo pienses, te había dicho que jamás me lo harás por ahí
-Cállate, me dijo con una nalgada, yo te meteré la lengua por donde quiera, es tu castigo, por desobedecer lo de las manos.

En este punto ya estaba muy excitada y algo asustada, me gustaba ser víctima, pero me daba miedo que me forzara a hacer algo que no quería. Siguió lamiendo, contrario a lo que yo pensaba, sentía delicioso su lengua por atrás, incluso ya había metido el primer dedo que tenía mi culito adentro, lo metía y lo sacaba a gran velocidad, y metía otro dedo por mi vulva, estaba loca de placer, en ese momento lo hubiera dejado hacer lo que quisiera conmigo.

Ya había tenido varios orgasmos. Lo vi quitarse por completo la ropa, ponerse un condón y me penetró la vagina de un solo golpe, un dolorcito de esos que te gustan se asomó levemente, me taladraba como desesperado, yo ya mordía la almohada para callar mis gritos, que pena que mis vecinas de cuarto me escucharan gimiendo.

Paró y cambiamos, se sentó en una silla que tengo en mi cuarto y yo me monté en él, me movía lo mejor que podía, mientras se comía mis pechos, creo que desde este día odié a los niños de mi edad y ya solo estuve con hombres más grandes.

Otra vez a la cama, esta vez de lado, “de cucharita”, me daba hasta como con coraje, yo había olvidado el ruido y ya gemía sin importarme que me escucharan, llegó el momento en que de estar de lado terminó encima de mí los dos boca abajo y no dejaba de cogerme.

-Ven putita, mámamela.
Me hinqué junto a mi cama y comencé a comérmelo, fue el primero que se vino en mi boca, en ese momento no recordé nada del asco que me daba antes, me lo tragué todo y seguí mamando un rato. Tenía una cara de felicidad como nunca.

-Muy bien putita, la próxima vez que quieras que te coja vas y me lo pides a mi cubículo
-Jajajajaja ya quisieras, gracias por el video, toma tu memoria.
-Esta alianza a penas comienza, me prometiste el culito de todas y me lo vas a cumplir o vendré a cobrármelo con el tuyo.

Se fue y me quedé dormida, exhausta y desnuda como me había dejado.

Al siguiente día era mi primer entrenamiento y debía darles una respuesta de si me acostaría con el maestro de Historia, lo que no sabían es que las tenía a las tres en mis manos y me iba a cobrar que me grabaran, el miércoles en la mañana le escribí un mensaje a una de las amigas de la capitana diciéndole que quería hablar a solas con ella por lo del asunto del maestro, que era la que más confianza me daba y le pedí que fuera a mi cuarto.

Ni 10 minutos pasaron cuando llegó, y la recibí con el short de mi pijama y una playera.

-Como te dije eres la que más confianza me da, por eso te tengo un trato que no vas a poder rechazar…