Después de finalmente divorciarme de Francisco, me sentí como que mucho más aliviada, aunque no les niego que en hay días en que me entraban esas locas ganas de tener sexo, que como que no puedo controlarme. Lo peor de todo es, cuando estando en la oficina, siento que me viene eso. No importa que estuviera haciendo, que salía disparada, y una vez en la calle, se puede decir, que lo que más me preocupaba era en acostarme con el primero que me encontraba. Aunque, gracias a Dios, últimamente he aprendido a controlarme un poco.
Relato
En mi desespero por tal situación, que me aqueja, fui a ver a un renombrado psiquiatra, quien tras escucharme detenidamente, entiendo que me diagnostico como ninfómana, claro que me dijo otro sin fin de cosas, sobre tipos de personalidad, y estado depresivos, pero la verdad es a la única que le presté atención fue a la de ninfómana. Si también me mandó a medicar, y comencé hacerlo.
Pero las pastillas aparte de provocarme mucho sueño, me las tenía que estar tomando constantemente, digo pienso que estaba bien una dos o tres veces al día, pero eso de tomármelas todas cada vez que sintiera esos irreprimibles deseos, me pareció una exageración, ya que en ocasiones, no era dos o tres veces al día sino que seis y hasta ocho veces, y al fin y al cabo para luego andar como una zombi, no me pareció bien. Además, el día en que volví a la consulta estaba tan, y tan aturdida, por la medicación, que apenas entré arrastrando los pies, a su oficina, el Doctor, le dio el resto de la tarde a su secretaria, y no bien tomé asiento en el sofá, él comenzó a quitarme la ropa. Sin que yo opusiera la menor resistencia.
Luego me hizo que me acostase sobre el sofá, y sin consideración alguna, hizo conmigo lo que le dio su real gana. Lo único malo de todo eso fue, que yo en particular a diferencia de otras muchas ocasiones, en que he mantenido sexo con otros hombres, no disfruté nada, era como si estuviera muerta, como ya les dije como si fuera una zombi. Si lo sentí penetrarme por todos lados, me puso a mamar su verga, y como para completar, introdujo sus manos dentro de mi coño, como de mi culo. Sin que nada de eso realmente lo sintiera yo. Con decirles que no volví a su consulta, y desde luego tampoco volví a tomar esos medicamentos.
Yo no me resignaba a andar acostándome con el primero que se me apareciera, y aunque lo disfrutaba como loca, la verdad es que todo eso me preocupaba y mucho, por una parte, mientras me visto en casa, me digo a mi misma. Hoy no te vas a ir a la cama con el primero que aparezca, lo cierto es que en ocasiones resultaba, si bien no me voy con el primero, finalmente si me voy ya sea con el segundo, o el tercero que aparezca. En la oficina de no ser que yo soy la oficial de personal, seguramente me hubieran votado como bolsa, ya que hasta con los conserjes me he acostado.
No se ustedes, pero yo siento como que un calentón comienza a subir desde mi coño, y mientras por una parte me digo a mi misma que no debo hacerlo, por otra ya me estoy, o dejando tocar, besar, o agarrar por todas partes, sino es que me estoy quitando la ropa. En una ocasión, estando en la celebración de no sé cuantos años de la empresa, dos tipos que conocí en la barra, comenzaron atacarme al mismo tiempo. Ya estaban a punto de irse a los puños, cuando yo les propuse, que los tres subiéramos a la habitación de uno de ellos. Esa noche mientras uno me daba por el coño el otro me daba salvajemente por el culo, para luego ponerme a mamar sus vergas y ellos cambiar de lugar.
Yo después de esa experiencia, en la que disfruté como loca, pero luego me sentí como la peor puta del mundo. Acudí a una Iglesia, pensando que quizás con la ayuda de Dios, podría controlarme. Si mientras estaba en la misa no pensaba, ni sentía la necesidad de estar acostada con un hombre, y en ocasiones con otras mujeres. Pero no bien ponía un pie fuera, volvía a caer en la tentación, de manera irremediable. Cometí el error de ir al confesionario, y una vez que comencé a decirle al padre mis pecados, él me pidió que fuera mucho más explícita, y lo fui tanto que terminé no tan solo mamando su verga, sino que también dejando que me penetrase en ese mismo lugar.
Si la verdad sea dicha. Lo disfruté un montón, pero luego por la misma razón dejé de ir a misa. Yo pensaba que todo estaba perdido, que tendría que sumisamente ajustarme a mis necesidades de sexo, sin tratar de hacer más nada para evitarlo. Pero recientemente mi ex esposo Francisco, quien finalmente no le gustó la vida en Arabia Saudita, y a su regresó se volvió a casar, me pidió que le hiciera el favor de quedarme con un perro que era de su propiedad, ya que a mí me agradaba, ya que su nueva esposa no lo quería ver ni en pintura al pobre can. Yo a los pocos días de recibir a Canelo, un gran Danés de color marrón, me encontraba llorando de manera descontrolada, ya que la noche anterior, me había acostado con un tipo, que era el vivo retrato de mi difunto padre, cuando estaba vivo. Cuando salí de la ducha, y tras secarme, tal y como me encontraba, Canelo se me acercó moviendo su gran cola, y yo inocentemente tomé asiento en una de las butacas de mi sala, separé ligeramente mis piernas, y comencé acariciar su enorme cabezota, cuando de repente Canelo metió su gran cabeza bajo la toalla que yo estaba usando, cuando sentí una tremenda lengüetada sobre mi coño. Sentir eso, y que me dieran esas tremendas ganas de dejar que el perro me penetrase, fue la misma cosa.
No sé que me pasó, en mi vida había ni tan siquiera pensado, o fantaseado en tener sexo con algún animal. Pero casi de manera inconsciente, me tiré al piso, poniéndome de inmediato en cuatro patas, permitiendo así que Canelo por su parte olisqueara y lamiera todo mi desnudo coño. En cosa de pocos segundos, me dio varias buenas lamidas que me llegaron bien adentro. Para casi de inmediato sentir como se comenzaba a trepar sobre mí, su puntiagudo miembro comenzó a chocar una y otra vez contra los labios de mi vulva, y nada más bastó que yo levantase un poco más mi culo para que su verga se deslizase deliciosamente dentro de mi caliente coño. Yo había escuchado decir en la calle que la mujer que dejaba que un perro la penetrase corría el riesgo de quedar abotonados, pero que después de un largo rato, después de que el perro se viniera, eventualmente se podían separar. Así que cuando comencé a sentir que la verga de Canelo comenzó como a hincharse dentro de mi coño, únicamente me dediqué a disfrutarlo plenamente.
Desde ese momento me volví una adicta a Canelo, o mejor dicho a su verga, la cual he llegado a mamar un sin número de veces, de la misma manera que dejado que también me penetre por el culo, para satisfacción mía. Posteriormente me he dado cuenta que a medida que he ido manteniendo relaciones sexuales con Canelo, he podido controlar mis impulsos sexuales mucho, más cuando me encuentro en la calle. En ocasiones Canelo, comienza por lamer mi coño, y pasa un largo rato produciéndome una gran satisfacción y placer. Por lo que estoy contemplando, comprarme otro perro de la misma raza.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212263 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149874 veces
Si te ha gustado Es algo que no puedo controlar… (Parte2) ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:28) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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