Esa madrugada hasta cn mis dos hermanos menores me acoste.

No es que yo hubiera sido una mala estudiante, pero por cosas de la vida, perdí o mejor dicho, tuve que repetir dos años en la escuela, lo que les permitió a los gemelos o sea, mis dos hermanos menores que me alcanzaran. Razón por la cual, se graduaron junto conmigo.

Nuestros padres se encontraban preparando la nueva casa, a la que nos mudaríamos en otra ciudad, después de que terminásemos nuestros estudios, por lo que mis hermanos y yo fuimos a la fiesta de graduación, con la intención de divertirnos mucho, y amanecernos. Yo lo ignoraba pero varios de los chicos en la fiesta, incluyendo a mis dos hermanos, introdujeron ron de contrabando, y aparte de que lo mesclaron con el ponche, después de que la mayoría de los padres y maestros se retiraron, descaradamente comenzaron a compartirlo con el resto de los estudiantes, incluyéndome a mí. Debido a que no tenía ninguna experiencia bebiendo ron, al igual que a varias de mis compañeras y uno que otro chico, nos afectó rápidamente.

A medida que el baile fue llegando a su fin, la mayoría de las chicas ya se habían marchado, quedando únicamente yo en compañía de mis dos hermanos, y varios de los chicos de la clase. No es que yo estuviera borracha que me estuviera cayendo, pero si me encontraba bien picada, alegre, echándole broma a todo el mundo. Riéndome como una tonta de cuanta estupidez escuchaba, y lo peor de todo, creyéndome que era el centro del universo, debido a las muchas atenciones que todos los chicos me prestaban.

Ya el encargado del equipo de sonido había comenzado a recoger, cuando uno de los chicos se le ocurrió que fuéramos a su casa a seguir con la fiesta, ya que sus padres, se encontraban de viaje. Mis dos hermanos y yo fuimos los primeros en decir que si, de inmediato el resto también estuvo de acuerdo. Al llegar a la casa de nuestro compañero de clase, de inmediato sacó una caja de cerveza de la nevera, y repartieron las botellas entre todos nosotros.

Alguno de los chicos prendió un equipo de sonido, y desde luego que más de uno me quiso sacar a bailar, lo que a mí me encantó, hasta que un chico con el que me encontraba bailando, comenzó a agarrarme las nalgas descaradamente, yo lo corté en seco, y dejé de bailar con él. Fue cuando alguno de los presentes, comentó que yo era una tonta que no sabía divertirme, desde luego que ese comentario me molestó, por lo que cuando otro de los chicos me retó a que bailase sobre la mesa del comedor, y el resto de mis compañeros incluyendo a mis hermanos, comenzaron a decirme que bailara, con la botella de cerveza que tenía en la mano, me subí a la mesa y tras tomármela completamente, y entregársela a uno de los gemelos, comencé a bailar.

Para ir a la fiesta me había puesto un conjunto, de minifalda, blusa y chaqueta, como la minifalda era bien corta, al subirme a la mesa, todos los chicos me vieron las pantaletas y mis nalgas. Como ninguno de mis hermanos me dijo nada, yo seguí bailando, y cuando por fin me di cuenta, de que sus ojos se fijaban en mis nalgas y mi panti, por bacilar nada más, movía las caderas, y levantaba la parte trasera de la minifalda, dejando al aire prácticamente mis nalgas. Lo que a todos ellos por lo visto, los hacía emocionarse mucho más, y pedirme a coro que quitase la pequeña chaqueta de mi conjunto. Cuando los escuché pedirme que me quitase la chaqueta, no vi nada malo en ello, y mientras continuaba bailando, moviendo mi cuerpo al ritmo de la música, como lo hacen las chicas que bailan en el show de la televisión, me quité la chaqueta, y recibí varios aplausos, por parte de todos los presente. Eso hizo que me sintiera como en las nubes, así que continué bailando, pero ellos continuaron pidiéndome que me quitase la blusa, y como si fuera una gran gracia que yo estuviera haciendo, comencé a quitármela, soltando uno a uno, de los pequeños botones mientras bailaba. Hasta que finalmente, que me quité la blusa, quedando en sostén, frente a todos, mis compañeros incluso frente a mis hermanos, que al igual que el resto de los chicos, también me aplaudían y no dejaban de pedirme que continuase.

Ya se podrán imaginar lo que continué haciendo, como estaba tan alegre, me dieron otra cerveza la que me tomé por completo, a medida que seguía bailando y quitándome el resto de toda mi ropa, incluso hasta mis pequeñas pantaletas de algodón. Para quedar completamente desnuda de pie sobre la mesa, recibiendo una gran ovación por parte de todos.

Por un corto rato continué bailando completamente desnuda sobre la mesa, moviendo mis caderas y mis tetas, y en ocasiones hasta se las restregaba en la cara a alguno de mis compañeros. Por la cara que todos tenían supe que era lo que ellos querían hacer conmigo, y lejos de asustarme estaba bien deseosa, de que alguno de ellos se acostase conmigo. Por lo que cuando terminó la música, me ayudaron a bajar de la mesa, entre varios. El primero en plantarme un beso en la boca fue el dueño de la casa, realmente yo estaba que no me importaba quien fuera, no era un chico lindo precisamente, pero fue el primero en agarrarme, besarme, y les dijo a los demás que esperasen su turno.

Él me llevó a la habitación de sus padres, y ya en la cama, continuó besándome, y agarrándome por todas partes, yo que me encontraba medio borrachita, y caliente, abrí mis piernas y de inmediato que sentí como su parada verga penetró mi mojado coño. Ambos nos portamos como un par de salvajes, al punto que disfruté de un tremendo orgasmo, en cosa de breves minutos.

Lo cierto es que, desde hacía un par de años, que yo había perdido mi virginidad con mi primer novio. Pero después de que terminamos, ocasionalmente él me buscaba para que nos acostásemos. Lo que yo al principio, con la esperanza de que volviéramos a ser novios, lo consentía. Pero después de un tiempo lo hacía porque al igual que a él me gustaba hacerlo.

Esa noche creo que me acosté con casi todos los chicos, apenas termine con el dueño de la casa, se me acercó otro chico, y sin tan siquiera hablarme, volví a entrar a la habitación. En lugar de querer acostarse conmigo, sacó su tiesa verga y me puso a mamar, lo que con la experiencia que había adquirido con mi ex novio, no me resultó nada difícil el hacerlo.

Al salir fuera me esperaban otros cuatro chicos, y en un lugar aparte de la casa mis dos hermanos menores, únicamente me observaban, con una sonrisa en sus caras, por lo que tras tomarme otra cerveza, pasé por la cocina, agarré un frasco de vinagre y me dirigí al baño para asearme. Uno de los chicos que estaba bien impaciente, me reclamó que me fuera con él, pero cuando le dije que si quería meter su verga dentro de mi coño que estaba lleno de leche. Se quedó tranquilo y esperó a que yo me aseara.

Esa noche perdí la cuenta del sin número de veces que me penetraron, del montón de orgasmos que disfruté, y de las muchas ocasiones que me pusieron a mamar. Cuando finalmente salí del baño después de haberme bañado y aseado completamente, tras haberme acostado con el último de mis compañeros, me di cuenta de que el dueño de la casa, se había quedado dormido, con una cerveza en la mano, y que el resto de los chicos, poco a poco se habían ido marchando.

Fue cuando mis dos hermanos menores, los gemelos se me acercaron. Me dieron otra cerveza, y sin pelos en la lengua, Reinaldo Andrés me dijo que los dos querían acostarse conmigo. Yo me quedé sorprendida, no esperaba que mis propios hermanitos me llegasen a pedir eso, quizás lo dije, por el sin número de ocasiones que había escuchado decir, que es malo que los hermanos tengan relaciones entre sí, les dije que no. Pero de inmediato José Andrés, al tiempo que entre los dos me fueron llevando a la habitación, me preguntó. ¿Es que tú no nos quieres a nosotros? Quizás fue la manera en que me lo dijo que me causo sentimiento, y comencé a llorar, diciéndoles que yo si los quería, pero que eso, me habían dicho era algo malo, que le mientan insecto, o algo parecido.

Reinaldo Andrés tomó la palabra y me dijo, tú lo has hecho con todo esos chicos y sabemos que de verdad tú no los quieres, pero a nosotros dos que somos tus hermanos, y te amamos desde que éramos pequeños nos vas a decir que no. Yo no supe que responderles, y aun llorando me abracé a ellos, cuando comencé a sentir que uno de ellos comenzó a chuparme las tetas, divinamente. Yo iba a protestar, cuando José Andrés me plantó tremendo beso en la boca, con todo y lengua. En cosa de segundos, sentí una de sus manos acariciando mi coño, y sin más ni más que de manera casi automática, separé mis piernas. Mientras José Andrés aun continuaba besándome, Reinaldo Andrés, se quitó toda la ropa, quedando completamente desnudo, y fue cuando me di cuenta que hacía tiempo que no veía a ninguno de los dos desnudos, su miembro completamente parado, era tan o quizás más grande que el de mi ex novio. José Andrés dejó de besarme, y de inmediato se desnudó también, y al igual que Reinaldo Andrés, su miembro era de las mismas proporciones.

De inmediato, A Reinaldo Andrés lo vi enterrar su cara entre mis piernas, por suerte me había lavado muy bien mi coño. Divinamente se dedicó a chupar mi clítoris, mientras que José Andrés, se dedicó a mamar mis tetas, hasta el momento en que ya n pudiendo resistir más, casi les imploré que me lo metieran. Ya de seguro ellos ya se habían puesto de acuerdo en lo que iban hacer, ya que apenas Reinaldo Andrés, comenzó a penetrarme, José Andrés, se dedicó a introducir varios de sus dedos entre mis nalgas. Par cuando yo ya me estaba moviendo como una desesperada, disfrutando del placer que me proporcionaba mi hermano menor, mi otro hermano menor, sacó sus dedos de mi culo, y supe a ciencia cierta, que me enterraría su verga entre mis nalgas.

En efecto eso mismo pasó, los gemelos me tenía entre ellos dos produciéndome un placer infinito, al punto que perdí la cuenta de los múltiples orgasmos que disfruté gracias a ellos. Gran parte de la madrugada me dediqué a mamarles gustosamente la verga a mis dos hermanos, hasta que finalmente tras asearnos, nos fuimos a casa. Ahora vivimos en una nueva casa, y los tres vamos a la misma universidad, y claro sin que nuestros padres se enteren, mis mejores amantes son los gemelos.