Tía Sara, hermana de mamá, y su marido, Felipe, se hicieron cargo de mí después de la muerte de mamá y papá por un accidente en la ruta. Donaron todas las pertenencias familiares a una institución de beneficencia, alquilaron nuestro departamento, me llevaron a vivir con ellos y enseguida empezaron a abusarme…
Relato
Les cuento que mi nombre es Jorge…Tengo dieciocho años pero nadie me da más de quince o dieciséis, tal vez por mi cara aniñada y mi cuerpo delgadito aunque con algunas curvas que provocan el deseo perverso de madurones y viejos verdes…
Déjenme contarles, por favor…
Acabo de terminar la escuela secundaria y entonces ellos me tienen en sus manos a tiempo completo.
No se apiadaron de mi enorme tristeza por la muerte de mis padres y empezaron a abusarme inmediatamente.
Tía Sara es la cara opuesta de mamá, que era una muy buena mujer, serena, comprensiva. En cambio tía Sara es cruel, dominadora y sexualmente pervertida. Tiene cincuenta años y es alta y robusta, de mirada penetrante y cabello gris cortado a lo varón. Tío Felipe tiene cincuenta y cinco años y es alto, flaco y calvo. La primera vez que me llevaron a su casa tía Sara me mostró el cuarto de servicio, en el que me alojarían, sin ventanas y comunicado con un pequeño baño y un placard… Después volvimos al living y ahí me dijo:
-Oíme bien, Jorge… Te voy a explicar cómo serán las cosas…
-S… sí, tía… atiné a balbucear inquieto por la dureza de su tono mientras el tío Felipe me miraba de arriba abajo una y otra vez…
-Vas a ser nuestra sirvienta…
-¿Sir… sirvienta?... –dije azorado…
-¡Callate! Sirvienta, sí, te vas a ocupar de la limpieza y de las compras, y pobre de vos si flojeás, porque entonces vas a saber lo pesada que tengo la mano cuando te la haga sentir en el culo… -agregó tía Sara y enseguida intervino tío Felipe:
-En ese culo de nena que tenés…
-Ay, tío, no me diga eso… -protesté y tía Sara me dio una cachetada tan fuerte que me hizo saltar las lágrimas…
-No vuelvas a insolentarte, mocoso… Pedile perdón al tío… ¡Vamos!...
-Perdón, tío… Pe… perdón… -dije asustado… y extrañamente excitado también… Empezaba a descubrirme sumiso… y no solamente sumiso… Me había excitado que el tío Felipe me dijera que tengo un culo de nena…
-Muy bien, querido… Muy bien… Que te quede claro: nosotros mandamos y vos obedecés…
Sí, tía Sara…
-Decilo…
-Us… ustedes mandan y yo… yo obedezco…
-Muy bien, querido, así me gusta, que seas un chico bueno y obediente… Vas a ponerte a trabajar ya mismo, vas a barrer todo el departamento, en la cocina están el escobillón y la pala… Vamos, movete…
-Que trabaje desnudo… Quiero ver todo lo lindo que tiene debajo de la ropa -intervino el tío Felipe mientras me envolvía en una mirada caliente que me hizo estremecer…
-Qué… ¿te gusta el nene?...
-Es muy lindo… ¿o no?...
-Sí, es verdad… Tan lindo que parece una nena…
-¡Tal cual!... Esa cara… Y mirá cómo el jean le marca las piernas… Esos muslos…
-Y el culo, Felipe… -agregó tía Sara a mi espalda…
-Date vuelta, Jorge… -me ordenó el tío Felipe… Obedecí y él entonces exclamó:
-¡Qué lindo culo tenés!...
-Ay, tío… -murmuré coloradísimo de vergüenza y muy excitado, cada vez más excitado por esa dominación de la que me hacían víctima…
-Sacate el jean, sobrino… ¿Qué tenés debajo?... –dijo tía Sara…
-Un… un slip, tía…
-Bueno, vas a sacarte el pantalón y el slip…
-Me da vergüenza, tía…
-Con vergüenza o no me vas a obedecer…
-Creo que no entiende cómo son las cosas… -opinó el tío Felipe…
-Tenés razón… -coincidió tía Sara… -hay que enseñarle… -coincidió tía Sara y me dio una primera lección…
Se sentó en una silla y yo, completamente entregado a esa autoridad que se me imponía, debí echarme boca abajo sobre sus rodillas… El tío Felipe me bajó el pantalón y el slip hasta los tobillos y dijo:
-Todo tuyo, Sara…
-Sí, bebé, sos todo mío y te voy a calentar el culo para que aprendas a obedecer…
-Sí, Sara, entregámelo con el culo ardiendo… Eso me va a poner más caliente todavía…
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140689 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114283 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar Esclavizado por tía Sara y su marido....
señoreduardo
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