Ya no podía más de la calentura . . ! Mis tres hermanas vivían acosándome de la más escandalosa manera y yo no podía con ellas!
"Entregáte y gozá!!!" -Me dijeron- y yo...me entregué.
Relato
Entonces, tenía yo 17...ellas, una tenía 15, la otra 19, y la mayor 21.
Para ese entonces yo venía yá harto acosado por ellas tres desde siempre, que vivían acosándome de mil maneras enloqueciéndome entre las tres. Y una tarde que nuestros padres salieron de viaje al exterior dejándonos solos por varios meses, esa misma tarde en cuanto se fueron, entre nosotros explotó una especie de batalla de ellas tres contra mí solo, y fue cuando me hablaron directamente por lo claro diciéndome que querían agarrarme de esclavo sexual de ellas y que si yo no era tonto debía aceptar éso y disfrutar con ellas de esa cosa perversa pero rica, y...me convencieron.
Además, las tres me estaban acorralando en la discusión, diciéndome que yo ardía de caliente por ellas -cosa que era bien cierta-, y que ellas sabían que yo vivía chupándoles las medias sudadas -cosa que era también bien cierta-, y que varias veces me habían visto con sus bombachas en mi cara oliéndolas y chupándolas -cosa bien cierta también-, y en medio de esa discusión con ellas riéndose y yo rojo de vergüenza y mordiéndome los labios sin respuestas, yo...acepté todo y desnudándome por completo y qudando allí ante ellas completamente desnudo y con una empaladura como de burro en mi verga ya de por sí inmensa, les dije que hicieran lo que quisieran conmigo, y las tres se me vinieron encima capturándome desnudo y regalado, y...empezó lo que ya, no iría a detenerse nunca más!!!
Cosquillas de todo tipo, manoseos, caricias y chupones, las tres que se regodeaban encima de mi cuerpo caliente y desnudo sintiéndolas hacerme cualquier cosa y yo gritando y gimiendo y suspirando y chillando de placer y sintiendo mi verga en sus manos y entrando y saliendo de la boca de una a la otra disputándosela entre las tres, y mi cara entre las nalgas y el culo ya de una o de otra y sus pies metiéndose adentro de mi boca y todo en una verdadera orgía desesnfrenada que crecía como una llamarada loca en el comienzo de una tremenda hoguera.
Comenzaba, así, de esa manera, mi esclavitud deliciosa así entregado por completo a mis tres hermosas hermanas.
A carcajadas se reían las tres mientras yo gemía y chillaba y suspiraba y bramaba. M,i conocimiento de que aquello era recién el principio de una cosa por demás gorda y que había caído a los pies de ellas, era algo que me encendía todavía más, y todo mi ser hervía en una erótica calentura monstruosa sabiéndome yá...ESCLAVO.
eL PRIMER ORGASMO MÍO ASÍ EN ESA SITUACIÓN QUE COMENZABA, SE DIÓ AHÍ NOMÁS EN LOS COMIENZOS DE ESA COSA, Y EN MEDIO DE MIS GRITOS Y SUS CARCAJADAS MI CUERPO SE INUNDÓ DE ESAS ATROCES AVALANCHAS DE LOCO PLACER MONSTRUOSAMENTE DESESPERANTE, Y MI VERGA EMPEZÓ A LARGAR A CHORROS UNA LECHE CREMOSA Y ABUNDANTÍSIMA QUE EMPEZABA A SALTARME POR LA PIJA REGÁNDOLES A LAS TRES LA CARA.
Cómo se reían esas cochinas!!! Yo era un desespero contínuo bramando como un bicho enloquecido, y mis hermanas deslizaban cosquilleantemente todos sus dedos por todo mi cuerpo y ni que hablar que por mis huevos especialmente, y yo aca baba como un bestia largando mi leche a chorros.
Yo, completamente poseído en una desesperación mezcla de entrega absoluta a ellas y placer desmedido y descontrolado donde mi cuerpo era presa del hacer de las tres, sólo soportaba pasivamente desesperado las cosas que sentía en una alocada mezcla de placer y desesperación, y ya...sabía yo que éso, sería de ahí en adelante, mi situación con mis hermanas.
Que mi hermana mayor, la de 21, me estuviera haciendo esas cosas, para mí no era tan humillante...ella siempre había sido inmensamente superior a mí en absolutamente todo, y éso...éso que ella me estaba ahora haciendo, estaba absolutamente bien...yo, lo asumía.
Que mi otra hermana, la de 19, me estuviera haciendo éso...bueno, ella también era inmensamente superior a mí en absolutamente todo, y estaba completamente bien que ella también estuviera haciéndome lo que me estaba haciendo...Pero mi hermana menor...la de 15...ésa...ay! Yo venía sosteniendo con ésa precisamente, una muy durísima pugna siempre, donde ella siempre me ganaba es cierto, pero ella era menor que yo, y yo no podía sumir mi inferioridad ante ella! Y ahorita, ella...era la que más cosas me hacía!!! Fue, por ejemplo, la primera en hacerme lamerle los pies, la concha y el culo. Y además...ay! fue la que me hizo venir el primer orgasmo mamándome ella la verga cuando me tenía haciendo el 69 y las otras miraban a las risas y haciéndome cosquillas todas al mismo tiempo.
Acabé a los gritos debajo de mi hermosa hermana menor mamándome, con mi cara entre sus nalgas y chupándole el culo...ésa es la verdad!!!
Una calentura descontroladamente monstruosa me poseyó por completo, quedando yo en una alocada empaladura continua donde mis hermanas me disfrutaban una tras otra follándome como energúmenas acaballándose en mi verga y meta y meta cabalgarme en un constane arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo así sin parar y a las risas las muy cochinas conmigo gritando abajo de ellas y acabando a cada rato entre orgasmos de locura.
Aquello era como la más despiadada paliza erótica que mis propias hermanas me estaban dando.
A las risas se turnaban bajando una y subiendo otra así encima mío para hacerme esa follada frenética, y cuando me la hacían mis dos hermanas masyores yo aguantaba bien asumidamente resignado, pero cuando a las risas venía mi hermana menor...ahí yo empezaba a gritar y a desesperarme como un loco, y la muy puerca más se reía y más fuerte y ligerito me follaba haciéndome ese arriba-abajo así como una máquina de fifarme. Y mis otras hermanas, riéndose de mí, se mofaban y me decían:
-"Pero cómo te tiene la Maríííííííííaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!" y la María, o sea la de 15, se reía felíz y me miraba haciéndome esas morisquetas que siempre me calentaron. Y yo, debajo de la María, descontrolado gritaba:
-"Ay Maríaaaaa...Ay Maríaaaaa...Ay Maríaaaaaaaa!!!" Y las muy cochinas de mis hermanas se reían como las más locas de todas las locas.
Ese comienzo de mi entrega a mis hermanas como esclavo de ellas, fue la cosa más increíble e insólita que tal vez nadie quiera creer. De ahí en más siguió toda una avalancha loca de cosas a cual de todas más descabelladamente insólitas para las cuales habría que escribir un libro si tuviera que ponerme a contarlas en detalles, y que marcaron en nosotros esa loca cosa incestuosa donde mi esclavitud a ellas, fue el resultado de una continua dominación en la cual siempre las tres me tuvieron, y que a la postre...desembocó en éso...en que acabara yo...ESCLAVO DE MIS HERMANAS!