Al esconderme en su patio divisé luz en el baño de atrás que solo se ocupaba en algunas ocasiones por lo chico, curioso en ese atardecer me acerque a la ventana del baño que daba al patio, a mis 16 años no debía andar curioseando, pero era más la indagación a que se debía la luz…, al acercarme vi a la señora Pascuala la pura y pomposa mujer, las vestimentas sobre su cintura, manipulándose entre sus pierna sus manos con un consolador que le daba placer y gemía desesperada por la no llegada de sus orgasmos. Estaba en trance necesitaba calmar sus pasiones y no lo lograba, lloraba de rabia y furia por no alcanzar los gozadores momentos del espasmo sexual antes sus duras y exigentes maniobras. Ahora tenía este espectáculo, que espectáculo a una hembra ardiente buscando saciarse consolándose con su amigo de plástico.
Relato
Jugando con mis compañeros del barrio me escondo pasándome por sobre el muro divisorio de la plazuelita a casa de doña Pascuala, una dueña de casa que veíamos ejemplar en nuestras correrías, ella siempre rechazaba las palabras groseras o de halago de los machos del barrio…, respondía soy casada y tengo dos hermosos hijos con mi marido…, pero se rumoreaba que su marido le había sido infiel ahora este estaba afectado de una cojera fruto de un choque de su vehículo con un árbol, según las malas lenguas borracho. Esta mujer de 41 años estaba muy bien mantenida en su cuerpo llamaba la atención, en su cara se notaban sus penurias y el transcurrir de los años. Pero parece que le afectaba también en su vida sexual pues desde ese choque no se le conoce conquista alguna y siempre anda tomando con sus amigos y los sábados eran tertulias hasta la madrugada en la cantina de don Ronco y salían todos mas ebrios que apenas caminaban.
Bueno a lo que iba al esconderme en su patio divisé luz en el baño de atrás que solo se ocupaba en algunas ocasiones por lo chico, curioso en ese atardecer me acerque a la ventana del baño que daba al patio, a mis 16 años no debía andar curioseando, pero era más la indagación a que se debía la luz…, al acercarme vi a la señora Pascuala la pura y pomposa mujer, las vestimentas sobre su cintura, manipulándose entre sus pierna sus manos con un consolador que le daba placer y gemía desesperada por la no llegada de sus orgasmos. Estaba en trance necesitaba calmar sus pasiones y no lo lograba, lloraba de rabia y furia por no alcanzar los gozadores momentos del espasmo sexual antes sus duras y exigentes maniobras. Ahora tenía este espectáculo, que espectáculo a una hembra ardiente buscando saciarse consolándose con su amigo de plástico.
Me sorprendí y sin pensar en nada ingrese a su casa, entre en el baño donde ella se encontraba, estaba tan disgustada por que su ilusión de pasión no resultaba que no se entera de mi presencia hasta que, la abrazo por detrás, me mira por la luna del espejo y sorprendida me dice desnúdate…, al hacerlo coge mi pene y lo acaricia No pensé solo reaccione ante los estímulos, ubique a la mujer casada con hijos apoyada de la tina y por detrás a lo perrito con sus calzones en la rodilla por lo que no podía abrirlas mas ensarte mi pene en su gloriosa húmeda y delirante vagina. Como grito y gimió, me dice estoy casada…, si le digo y también estás caliente, déjame complacerte.
Su cadera se meneaba exquisito alocada y descarada en sus ritmo, a montaba con pasión y delirio era mi primera mujer, a mi edad era una delicadeza tenerla empotrada a esta dueña de casa que veía como una ejemplar mujer de nuestro barrio.
Nos sacudimos a lo menos unos quince minutos y ella me guiaba, no tan fuerte…, así…, sigue…., ahora rápido…., no tan adentro…., si, si sigue que me llegan mis orgasmos… ¡ah soy tuya!, destrózame…, que placer… en eso con sus meneos y sus gemidos de placer me alteran descargándome de mis ríos de semen en su matriz…, no, no , grita que no nos protegimos y te estas vaciando dentro de mi…, puedes embarazarme dice entre suspiros efusivos, para luego decirme tienes tu leche abundante y caliente hace tiempo que no sentía una inyección de semen así en mis entrañas. Te deseo para un nuevo apareamiento la próxima semana. Hoy es jueves y mañana no puedo, sábado y domingo él, mi marido, está en casa.
Ese fin de semana estaba mas que ardiente y pensaba en esa madura mujer Pascuala a quien deseaba, tenía un cuerpo privilegiado aunque su cara dejaba muestras de su edad y sus preocupaciones, pero era mi primera mujer en que había satisfecho mis ansias de macho a mis 16 años había sido llevado a la madurez del erotismo carnal por esta mujer de 41 años. El sábado veo a su marido en compañía de sus amigotes ingresar al bar de don Ronco y de ahí no saldría hasta la amanecida, su hijo mayor 14 años estaba en un campeonato de fútbolito o fútbol de salón, eso terminaba pasada las diez horas de la noche y eran las ocho del anochecer, faltaba la hija en esos la veo salir con unas compañeras a ver los partidos de su hermano, entonces en casa estaba sola Pascuala, ingreso por el jardín y por la puerta de la cocina ingreso…, ella miraba la televisión en el living recostada en un sofá.
Al verme me dice como entraste, por la cocina dije y la abrasé recorriendo su cuerpo con mis manos… cuidado puede venir alguien…, no digo tus hijos fueron al fortín a ver los partidos y tu marido con sus amigos en la taberna…, todo calculado dice y me pregunta ¿deseas algo? Si te deseo a ti…, me mira y se recoge su falda sacándose su calzón, luego estira sus brazos y me acomoda sobre su cuerpo…bajándome mis pantalones deportivos, se adueña de mi pene y me dice, si estas caliente. Yo también me consuela hazlo rápido para que nadie nos vea.
Sobre ella acomodo mi pene en su entrada carnal, mi pene estaba vigoroso deseándola y ella lo manoseaba y apretaba, luego de jugar un par de minutos con el, lo llevó a la entrada de su vulva…, mi pene queda a la altura de su entrepiernas a la entrada de su vagina, esta está mojada y mi pene comienza a resbalarse por ella, no me dice, no debes aparearte conmigo, no ..., solo rózalo por mi vagina ..., espera y mueve su trasero lo que permite que mi pene se resbale por su vagina ingresando hasta el fondo de su matriz, no dice… no, me embarazaras..., ¡ah! entro toda ¡oh! me lo metiste todo...soy tuya me estas copulando, ah…, ah…, despacio, así suave, meses que nadie entraba en ella..., tu haz entrado ya dos veces…, besa y lame irguiéndose este y se atiesa, endurece y engruesa al ser manoseado y deseado…., estaba igual que ella ardiente por perder con esta mujer mi castidad, la abracé fuertemente y empecé lentamente a bajar mis manos hasta llegar a sus nalgas las cuales apreté firmemente mientras no paraba de besarme, con gran habilidad lamía sus duros pezones y metía mi mano bajo mi falda buscando su vagina y vientre, la cual rápidamente encontré. Sin parar de lamer sus pezones y senos, con mis dos manos y hábilmente recorría ella mi cuerpo y bajo mis manos pasaba mis dedos por su rajita mientras enloquecida agarraba mi cabello fuertemente, no paraba de bombearme en su vagina con mi pene y ella no puede resistir más, se agarra fuertemente al sofá arañándolo al enterrar sus uñas en el forro de este y con un gemido me hace saber que le había llegado a un nuevo orgasmo, pero no me detenía y continuaba clavándole sus entrañas, ahora mételo con fuerza…, así suave esto enloquece a las mujeres sigue…, ah, ah, ah, soy tuya…, y comienza un zarandeo de caderas que maltrata a mi pobre pene en su vagina, gemía, lloraba diciéndome soy tuya, pero ahora soy tu mujer…, sigue, me abrazaba y rasguñaba mi espalda al tiempo que aumentaba su meneo de caderas y sus gritos de pasión y entrega, entre los suspiros y gemidos de ella, la casa se estaba llenando de sonidos, pronto ella me dice mis orgasmos …, espera mis orgasmos, y abre sus piernas cruzándolas por mi trasero, abrazándome fuertemente siento como mi pene es inundado en su matriz con sus fluidos apasionados de sus entrega gozosa de un apareamiento bien realizado y culminado con pasión y gozo entre sus gritos y mis quejidos al entregarle mis ríos de leche que mi pene comenzaba a vaciar en su vagina, cae agotada y estresada en la frazada en el sofá y yo la lleno de besos y caricias, meneándome desesperadamente sobre ella hasta calmar mis pasiones... me mira..., cierra sus ojos.... luego los abre diciéndome, no deberías haber venido creo que estoy en mis días fértiles, si es así me embarazaste.
Visito a Pascuala cada semana, ella me avisa colgando una toalla en la ventana de la cocina cuando se puede sin problemas y yo la visito…, como se menea y retuerce su cuerpo cuando está apareándose conmigo, en verdad es alborotada su manera de saciarse al estar conmigo, ella me dice que es cuando se goza y satisface a su cuerpo con mis uniones carnales.
Al cumplir dos meses de ser mi amante me comunica que en algunas de nuestras apasionadas entregas ella ha quedado preñada y después de 12 años será madre nuevamente, tendrás que aguantarme embarazada me dice.
Y el no perdió ni un segundo de el momento, me dijo con mucha morbosidad ¡Ahora puta súbete la falda y retráncate en la pared! Yo con rabia fui subiendo lentamente la falda de mi vestido hasta mi cintura, el se alejo unos metros deleitándose con mis piernas, yo vi clarito como su verga creció dentro su pantalón, tomo una cama fotográfica sacándome varias fotos en esa pose tan humillante para mí.
Relato erótico enviado por Anonymous el 11 de September de 2009 a las 23:52:41 - Relato porno leído 160823 veces
Lucia es una mujer casada, pero aun joven de unos 34 años senos grandes y un culo generoso además que tenia un rostro muy bello, pero lucia aunque tenia esposo y tres hijos que le hacia parecer una dama, a ella le encantaba follar a menores entre 13...
Relato erótico enviado por sexolito el 10 de April de 2005 a las 00:02:30 - Relato porno leído 156464 veces