ESPOSA LOCA 3

“Enamorándome de Andrea” les cuento nuestro viaje a unas cabañas alejadas de la ciudad, mi reacción al enterarme que es un travesti y como se dieron las cosas para enamorarme de ella.
El viaje de regreso fue tranquilo, usando el equipo de mate se nos hizo más corto a pesar del tráfico, charlábamos de lo hermoso que la habíamos pasado y que Andrea me invitaría el fin de semana que viene a algún lugar para pasar otro fin de semana, me indico como llegar a su casa, estacione frente a su casa.
• Bueno princesita, llegamos, quiero que sepas que creo que fue el mejor fin de semana que pase fuera de casa desde que tengo uso de razón.
• Te espera alguien.
• No
• Entonces porque no pasas esta noche en casa, así no estaremos solos y podremos charlar un rato.
Era una casa hermosa, dos plantas, jardín adelante muy bien cuidado, abrió la puerta y entramos, yo hablaba bajito como si estuviera diciendo un secreto.
• Qué te pasa que estas susurrando Enrique.
• No sé si vives sola o hay alguien más en casa.
• Vivo sola, esta es la casa de mi familia, mis padre murieron y mi hermano se fue al exterior a saber de mi inclinación sexual, como un buen macho como vos, no lo soporto y a diferencia de vos, no me dio una oportunidad. Te muestro la casa para que te familiarices con ella.
La planta baja, había un recibidor, al que pasábamos a una sala de estar, luego un comedor, baño y una cocina muy grande. La planta alta con dos dormitorios con cama de matrimonio y una tercera con camas marineras y un gran baño con bañera bastante amplia.
• Bueno, cariño, anda abajo, toma del refrigerador lo que desees para los dos que yo bajo enseguida.
Baje, fui al refrigerador, saque una botella de cerveza, tome dos vaso y fui al comedor. Estaba algo tenso por el viaje por estar congestionada la autopista y debía estar atento a las frenadas que eran frecuentes y no provocar un choque en cadena. A los diez minutos apareció Andrea con un Baby Doll negro precioso, sin ropa interior donde se le veían perfectamente las tetas y su pija, se acerco me beso en la frente y se sentó frente a mí.
• Nervioso por estar en mi casa.
• No, al contrario, estoy feliz, pero todavía me dura la tensión del viaje, y te agradezco que me invitaras a pasar, me estas regalando la mejor visión de mi vida, estas realmente hermosa.
• Serví la cerveza que se va a calentar, sabes, lo que más lamento es no haber tenido este conjunto en las cabañas, me hubiera encantado tenerlo puesto para el desayuno en ella. Otro día te voy a mostrar el secreto de la casa.
• Todavía tenés mas secretos, vos sos una caja de sorpresas, cuantas sorpresas mas tenés para mí.
• Muchas, y todas va ser para que lo disfrutemos al máximo, te quiero ver siempre excitado, feliz esperando un capricho tuyo para hacértelo realidad.
• Es una hermosa casa la que tenés, muy grande y eso me molesta un poco, porque si fuera más chica estaríamos más cerca para tomar la cerveza.
Se levanto vino hacia mí y empezó a masajearme los hombros, empecé a relajarme y ella se sentó sobre mis piernas, tomo un poco de cerveza y fue su boca hacia la mía para depositarla en mi, empezó a besarme mientras tragaba lo que me había dado, me corrí con la silla hacía atrás para poder acariciar sus nalgas, mi boca salió de ella y empecé a pasarle la lengua en el ovulo de la oreja, baje hacia su cuello lamiéndoselo y besando y con la mano que tenia libre empecé con sus tetas.
• Hay mi amor, como me pones de cachonda, me estás haciendo calentar, espera que te pongo más cómodo.
Me empezó a desabrochar la camisa, la saco, me desabrocho el cinto, bajo la cremallera, se agacho, me saco los zapatos para por fin sacarme el pantalón con el slip, a este se lo llevo a su cara para olerlo y pasarle la lengua.
• Bueno precioso, esta ropa de macho tiene mucho olor a sucio, mañana no podrás ir a trabajar con esta mugre, mi novio no pude dar el aspecto de sucio.
Como era posible que estuviera pendiente de todo, a Martha ni
le importaba como estaba vestido para ir a trabajar, y oler mis calzones, ni loca los tocaba.
• No te hagas problema, mañana me voy temprano, paso por casa, me cambio y listo.
• Para nada, te vas a ir a trabajar de aquí, que pensas, que te voy a dejar ir sucio a trabajar, yo te doy ropa limpia y te vas tranquilito después de desayunar conmigo, ahora terminemos la cerveza, nos pegamos una ducha y a la cama, mañana va ser un día pesado para vos.
Mientras tomábamos la cerveza charlamos de todo un poco, sobre todo de lo hermoso que la habíamos pasado el fin de semana. Cuando terminamos de beber, ella se levanto, tomo la botella con los vasos los dejo en la cocina y nos fuimos para el baño, me hizo entrar en la bañera y empezó a mearme desde afuera, me agache y tome su pija para dirigirla a mi boca y tomar algo, era una fantasía que tenia pero a ninguna de mis mujeres lo aceptaban, por lo que me di el gusto por segunda vez, cuando ya no podía tragar mas, antes de llegar a la arcada la saque y la dirigí hacia mi cara.
• Te gusta bebe, es hermoso lo que estás haciendo, a cada momento te quiero mas y mas, pero ahora soy yo que quiere la mamadera, se la vas a dar a tu mujercita
• Por supuesto, tengo la vejiga que explota por lo que prepárate para una buena ración.
• En serio bebe, mamá probara tu biberón y tomara lo que le des, estoy ansiosa por tomar algo rico.
Sin más, entro en la bañera, se sentó en ella y yo le puse la pija cerca de boca, empezó con su lengua a pasarla por el glande y ya no aguante mas, empecé a mear con pequeños chorros, para que no se atragantara como me había pasado a mí, seguía dándole de a poco y ella seguía tragando, así durante un rato hasta que termine y ya no salía mas orín, ella empezó a chupármela hasta que estuve a punto caramelo, en su máximo esplendor, me pidió ir al dormitorio para acabar como se debe, rompiendo un hermoso culo con comodidad.
• Andrea, tendríamos que bañarnos antes, vamos a ensuciar todo el dormitorio.
• Vamos igual, quiero lamerte cada milímetro de tu cuerpo y saborear tu meada, mañana limpiare todo.
• Lo único que deseo es no darte trabajo, sino placer, pero me va a encantar hacerte todo lo que me pidas, quieres que te haga el culito.
Sin contestar puso su culo en pompa ofreciéndomelo para que lo disfrutara, y así lo hice, me puse detrás de ella y empecé a penetrarla, primero la cabeza, ya adentro le tome sus tetas con mis manos y empecé a amasarlas mientras el taladro iba perforando las entrañas de Andrea, sin darme cuenta estaba toda adentro, pellizque sus pezones y fue como la señal de empezar a cabalgar ese culo, un vaivén armonioso y tranquilo, quería disfrutar del culito que estaba cogiéndome, lo único que sentía eran sus gemíos, como disfrutaba, no se cansaba de coger y yo entraba en él como si entrara a la casa, por momentos lo fruncía mientras me pedía mas, yo seguía con mi ritmo y mis manos en sus tetas acariciando y pellizcando tanto sus tetas como los pezones, siempre duritos esperando que mis dedos los tocaran e hicieran con ellos lo que quisiera, mi mano derecha fue bajando para encontrarse con su pija, se la sobaba y acariaba sus huevos, estaba totalmente ida, gemía y pedía más que le acabara dentro, que le rompiera bien el culito y era lo que estaba haciendo cuando me vino y no quise retardarlo más por lo que acabe dentro de ella, se la saque y le pedí que girara, lo hizo y se la acerque a su boca, ella entendió el mensaje y se puso a hacerme una mamada que me la limpio para no dejar rastros de lo que había sucedido momentos antes.
• Sos un dios con mi culo, me haces tan feliz, me encanta que me lo hagas, pero mírame, como estoy, con el culo chorreando y el accesorio duro, tendremos que hacer algo para calmarlo.
• Tengo una idea para calmarlo, de paso pagas tu promesa, por supuesto, si estás de acuerdo.
• En que estas pensando, sabes que lo que me pidas te lo daré.
• Justamente eso, que me la des, quiero sentirte dentro de mí, quiero dejar de ser virgen con vos, te animarías a romperme el culo.
• Pero estas seguro, sabes que no deseo presionarte a hacer nada de lo que estés de acuerdo de hacer.
• Si te lo pido es porque lo deseo, pero si a ti no te agrada, lo dejamos y listo, te hago una buena mamada y a descansar.
• No seas tonto, me pidas lo que me pidas siempre tendrá un si por respuesta, quiero que me ofrezcas tu culito.
Hice lo mismo que ella al entrar al dormitorio, me puse en la cama ofreciéndole mi culo y con mis manos le abrí el camino separando los cachetes. Ella se aproximo a mí, y con su lengua comenzó la tarea de lubricación y dilatación, pasaba su lengua, escupía en el agujerito, introducía un dedo, masajeaba adentro, lo sacaba, volvía con su lengua, otra escupida, dos dedos, masaje hasta que sentí escupirse la mano, seguramente para lubricar su pija y sentí su cabeza en la entrada de mi agujerito.
• Por favor, si en algún momento te duele o decides no hacerlo, decime que te la saco.
• Seguí metiéndola, quiero ser tuyo como vos los sos de mi, necesito saber lo que sentís cuando te lo hago, quiero que me rompas el culo, pero acordate de que es un culito cero kilometro.
Empezó a meterla, estaba muy tenso, por lo que me dio un par de chirlos en cada cachetes y volvió a empujar, cada embestida ahora era ya en mi interior y el dolor sentido me hizo gritar, ella se detuvo esperando que se dilatara un poco y un nuevo envión, parecía que me estaban perforando las entrañas, era una pija de buen grosor y dentro se hacía sentir.
• Bueno mi amor, quieres que siga o por hoy está bien.
• No sentí que acabaras, necesito que me acabes adentro, sigue, el dolor ya pasara.
Era una frase que dije la había sentido un montón de veces cuando era yo quien rompía culo, pero sería cierto, era el momento de saberlo estando siendo cogido por primera vez. Una nueva estocada y sentí sus huevos contra mis nalgas, por fin había entrado toda, se quedo quieta un rato y empezó a sacarla, para luego volver a robarme un grito con una nueva estocada pero ya no se quedo quieta sino que empezó a cogerme, suavemente con movimientos armoniosos entrando y saliendo suavemente una de sus manos empezó a pajearme, y el dolor se transformo en placer, en lugar de gritos empecé a gemir, me estaba empezando a gustar y seguía moviéndose dentro de mí y su mano no dejaba mi pija en una paja jamás pensada por mí, lo único que me importaba en ese momento era disfrutarlo, eran sensaciones nuevas para mí, pero me estaba gustando y se lo hice saber a Andrea.
• Hay mi amor, te gusta romperme el culo, piensa que salí con vos siendo virgen y me voy con el culo roto, sos un amor cada momento me haces más feliz.
• Precioso, es la primera vez que lo hago, nunca me gusto usarla para esto, éramos dos vírgenes, estoy feliz que te agrade lo que estoy haciendo, lo que más deseo es que goces como me haces gozar a mí.
Dejo de hablar y continúo delicadamente cogiéndome.
• Mi amor, hace de cuenta que es el culo de Martha, rómpeselo con ganas.
• Hija de puta, loca de mierda te estoy rompiendo el culo por lo que le hiciste a mi hombre, perra de mierda ya jamás será tuyo, anda despidiéndote porque ahora es mío, no es cierto Enrique.
• Si mi amor, te gusta como le metemos los cuernos a esa mierda.
Sus embestidas eran cada vez más fuertes, realmente estaría pensando que le estaba rompiendo el culo a Martha, seguro que sí, ya no me cogía con dulzura lo hacía con violencia, en cambio al trato de mi pija continuaba siendo el mismo, como podía controlar sus sentimientos sabiendo que en su mano tenía a su ser querido mientras que se cogía a su rival, mi esposa me saco de mis pensamientos avisándome que acabaría.
• Hazlo mi amor, acaba tranquila que yo estoy a punto de ahhhhhhhh.
Como si estuviéramos sincronizados, mientras sentía su semen caliente dentro de mis entrañas, mi pija hacia lo suyo, no en la misma cantidad por las veces que había acabado en el día pero si acabamos juntos. Sentí como se achicaba para salirse por sí sola de mi agujero y como salía un líquido tibio deslizándose por mis nalgas. Cayó agotada sobre mí, nos recostamos juntos y abrazados mientras recuperábamos la respiración.
• Perdóname mi amor, pero no pude seguir como vos, no sé cómo haces que ni la sacas después de acabar que seguís serruchándome el culo como si recién empezaras.
• Quédate tranquila, me hiciste muy feliz.
Al verse la pija, se dio cuenta de la sangre que había, por lo que me pidió que estuviera quieto que ya venía. Al rato apareció con una toalla de mano, un recipiente con agua y un pote de crema. Date la vuelta, tenés el culo sangrando y tengo que limpiarte y aplicarte esta pomada para que cicatrice y mañana no tengas dolores en el trabajo. Me higienizo para luego pasarme la pomada, y en verdad el ardor que tenía fue aminorando hasta desaparecer por completo, dejo todo en una mesita, me ayudo a darme vuelta y se acostó a mi lado.
• Te gustaría fumarte un cigarro.
• Si lo hacemos juntos sí.
Se levanto, fue por los cigarrillos, cenicero y encendedor, puso el cenicero sobre mi pecho y prendió ambos cigarrillos a la vez, me paso uno.
• Como te gusta dañar a tu mujer, te calienta o te gustaría realmente hacérselo.
• Me calienta de sobre manera, pero no me creo capaz de hacerle daño físico, ya me cago la vida dándome una hija sabiendo el daño que estaba haciendo, y no deseo que me cague otra vez mandándome en cana por alguna lesión.
• Recagale la vida vos a ella, se más astuto que ella, hazle daño sin que se dé cuenta.
• Me gustas porque para vos es todo tan sencillo, decime de que manera lo puedo hacer sin quedar prendido.
• Seguramente saldrá medicada, olvídate de darle la pastilla, o si te la pide le das otra, como un geniol, cámbiale sus hábitos, si no toma, enséñale a tomar, si es hipertensa, condimenta con mucha sal la comida, cuando tenga sed, vino, whisky, caña, veras que en poco tiempo estará tomando alcohol porque necesitará tomar algo.
• Veo que tienes buenas ideas, pero me gustaría que fueran amigas, que se frecuentaran y que la llevaras por el mal camino.
• No había pensado en eso, si vas solo a buscarla, yo podría estar allí para entablar conversación y hacernos amigas. Pero ahora es hora que descanses, otro día seguiremos con la plática, a qué horas tienes que ir a trabajar para poner el despertador.
• Entro a las 9, por lo que mañana me levanto a las siete, me voy a casa me cambio y al trabajo.
• Yo te doy ropa, y te vas de aquí, ahora duerme mi amor, tienes que descansar.
Le di la espalda pero no sentí su cuerpo sobre el mío, me extrañaba y cuando se lo iba a decir sentí que me apoyaba sus tetas a mi espalda y su pija a mi culo, el que acomode para que quedara a la entrada de mi agujerito y me dispuse a relajarme para quedarme dormido. En la mañana siento una leve brisa sobre mi cuello y besos, abro los ojos y estaba Andrea soplándome, tenía en esta oportunidad un Baby Doll blanco que le quedaba precioso y se lo hice saber.
• Buenos días mi macho como pasaste la noche, pudiste dormir bien mi amor.
• Claro que dormí bien, totalmente relajado junto a la persona que quiero, pero no era necesario que le levantaras tan temprano, pero me alegra verte tan hermosa.
• Bueno, basta de piropos, a alimentarse que tenés que comer bien para ir a trabajar, ahora siéntate para desayunar.
Se dio media vuelta, tomo una bandeja, la puso en la cama y se acomodo para compartir este momento.
• Mi amor, me vas acostumbrar mal, estas echa una reina, me traes el desayuno a la cama, me despiertas con besos, me estas malcriando.
• Mientras seas mi malcriado, que problema te haces, yo estoy para satisfacerte como vos lo haces conmigo, mermelada en la tostada.
• Por favor.
Comenzó a untar la tostada, y me la dio directamente en la boca para que la mordiera mientras charlábamos de lo bien que lo estábamos pasando, termine mi tostada, tome un sorbo de café y ya estaba untando otras dos tostadas y repitió lo que había hecho antes, siguió alimentándome como si fuera un niño, me gustaba este tipo de trato, después de la tercera ya no quise mas, y ella con la última que tenía untada hizo como que era un avión que debía aterrizar en mi boca, me enloqueció y también la comí.
• Bueno mi amor, ahora al baño, debes bañarte para ir a trabajar, no quiero que llegues tarde y te repriman.
Fuimos juntos al baño, ella preparo el tallón, jabón y champú para el cabello.
• Ahora se un buen chico y báñate, límpiate bien con jabón el culito, las bolitas y tu pijita, mientras yo voy a buscar que puedes ponerte, cuando termines, te espero en el dormitorio.
Salió moviendo el culo y yo me quede pensando en la buena suerte que había tenido en encontrarla. Disfrute del baño, me tome mi tiempo para enjabonarme bien limpiándome todo mi cuerpo, el champú del cabello me lo dejo liso y con un aroma muy rico, al terminar, me seque con el tallón y al dejarlo en el canasto de la ropa sucia vi su tanga, la tome y la lleve a mi cara, la olí y tenia aroma su aroma, aspire para poder recordar ese aroma durante el día y me pillo en plena acción.
• Qué lindo, oliendo mi bombachita, tengo a un pervertido en mi casa, jajajaja, si quieres puedes llevártela sino déjala donde estaba, ahora a vestirse.
Deje su tanga en el cesto me tomo de la mano y me llevo al dormitorio, al entrar estaba la ropa que me iba a poner para ir a trabajar, medias, pantalón, una remera y una tanga.
• Mi amor, como me voy a poner esto, no estoy acostumbrado a usarla y me va a molestar.
• Cariño, es lo que hay, ropa interior de hombre, en esta casa solo hay un slip que está sucio y en el lavarropas junto con el resto de tu ropa, déjame que te ayude.
Me levanto una pierna y coloco parte de la tanga, luego hizo lo mismo con la otra para comenzar a subirla. Apenas llegaba a cubrir mis partes íntimas, metió una mano para acomodarme el paquete y empezó a acariciármela sobre la tanga.
• Viste mi amor lo que me ocurre cuando me calientas, como las tiritas te molestan en los huevos, y cuando me pones bien cachonda, el accesorio tiende a salir por cualquier lado, ya te vas a dar cuenta de lo que te digo, ahora ponte el pantalón para ver cómo te queda, creo que no tendrás problemas ya que es eslatizado.
Me termine de vestir, lo único que era mío eran los zapatos, el pantalón al ser ajustado se notaba perfectamente mi bulto, no me agradaba y al ver mi gesto se acerco y empezó a besarme. Empecé a tener una erección y era muy notable y molesto por la tanga.
• Bueno, ahora tienes dos caminos, ir a trabajar como te vestí o irte a tu casa para cambiarte, pero estas hermoso así, el día que vuelvas por aquí tendrás tu ropa limpia para que te la lleves.
• Perdóname, es que no puedo volver al salir del trabajo para estar con vos.
• Puedes volver cuando gustes, quedarte el tiempo que desees, esta es tu casa como yo soy tu mujer que te esperara con los brazos abiertos y una cervecita bien fría, yo salgo de trabajar a las 19 hs y estoy aquí en una hora más o menos.
• Yo salgo a las 18 hs, te gustaría que te pase a buscar para ir aprovechar la tarde e ir algún lado.
• En serio no te molestaría salir conmigo, que pasaría si te vieran.
• A vos te molestaría que nos vieran juntos.
• Para nada, al contrario, estoy orgullosa de estar a tu lado, pero tu situación es distinta, acordate que estas casado y tienes una hija, a ella no le gustaría escuchar que su padre tiene otra mujer, por ahora ven a casa y listo.
Nos fuimos hacia la entrada y antes de abrir la puerta me beso deseándome que tuviera un hermoso día, y puso un manojo de llaves en mi mano.
• Y esto, que es.
• Mira, esta es llave de la cochera, para que no dejes afuera tu coche, y estas dos son de la entrada de la casa, no pensaras estar esperando afuera o paseando por ahí hasta que yo llegue, ahora anda que se te va a hacer tarde.
Me fui después de besarla y deseando que tuviera un hermoso día, subí al auto y la vi como me saludaba con la mano. La salude yo con la bocina y me fui a trabajar. Durante todo el día estuve pensando en Andrea, me di cuenta lo buena que era conmigo yo ni loco le hubiera dado las llaves de casa a ella si viviera solo, como confiaba en mí, como me atendía, estaba constantemente pendiente de mi, y notaba que mi comportamiento había cambiado, me gustaba estar con ella pero tenía miedo del rencor hacia mi mujer, por supuesto que la odiaba, pero también la quería, no sabía si iba a ser capaz de hacerle daño como me lo daba a entender Andrea, a mi cuñada no me importaría, pero Martha la madre de mi hija, no sé si iba a poder hacerlo. Paso el día, aguantando algunas bromas de mis compañeros de trabajo y las miradas de las mujeres hacia mi bulto, a tal punto que llegue a tener dos piropos de mujeres y hasta el puto de la oficina se acerco para pedirme la dirección de donde había comprado la ropa. Yo solo pensaba que podría comprarle a Andrea y al salir me fui para el centro, entre en un shopping para empezar a ver en los distintos negocios si encontraba algo para ella, nada me convencía, estaba entre una malla de dos piezas o una pulsera hermosa de plata con incrustaciones de algún tipo de piedra, y me decidí por la pulsera, se la compre e hice que la envolvieran para regalo.
Pase por un locutorio y llame a la casa de mi hija para saber si sabía algo de Estefanía, pero no contestaron, me fui para la cochera y me dirigí para la casa de Andrea. Al llegar, vi luz en la casa, toque bocina, me baje abrí la cochera y vi su coche, hermosa máquina, por lo visto económicamente no le iba tan mal ya que podía darse el lujo de mantener un auto importado de alta gama, salí, cerré la cochera y fui a la puerta, enseguida me abrió, lanzándose sobre mí.
• Que te paso, mira la hora que es, estaba preocupada de que te hubiera pasado algo.
Tenía razón y no, eran cerca de las 9 de la noche, no era tan tarde que dijéramos, esa escena de celos no me agrado mucho, si era así ahora que mi mujer estaba internada que sería cuando saliera, en flor de lio me estaba metiendo, pero quise saber hasta dónde podía aguantar.
• A mi compañera de trabajo le gusto mucho mi nuevo look y me invito a tomar algo, un hombre como yo soy irresistible.
• Bueno, pero lo importante es que estas bien.
Lo dijo con un tono que se notaba agresivo y cortante, se dio vuelta y entro dejándome solo en la entrada, cerré la puerta y seguí con la mentira.
• Hay mi amor, no sabes que pedazo de culo que tiene, como lo movía, sus tetas bien marcadas sobre la remera se le marcaban los pezones de una manera que parecía que iba a agujerear en cualquier momento su ropa, todo un monumento.
• Qué bueno para vos.
• Sabes que hizo lo mismo que vos, me anoto en una servilleta su número de teléfono para que la llamara y si atendía su marido que le dijera que necesitaba ir al trabajo por unas planillas, y encontrarnos en el bar.
• Para que me contas lo que no me importa, aquí tienes tu ropa, puedes irte.
• Pero antes, me prestas tu teléfono para llamarla.
• Haz lo que desees, estoy ocupada.
• Bueno, pero puedes hacerme una última gauchada, puedes dictarme el numero para que disque.
• También eso, ser tu secretaria, dame que yo te disco y se breve por favor, estoy esperando una llamada.
Abrí mi maletín, ella estaba de espalda, saque el regalo y le dije, aquí lo tienes, extendió el brazo hacia atrás sin darse vuelta y al sentir el paquete, se dio vuelta, me miro.
• Que es esto, no es una servilleta, de que se trata.
• Se trata que esa mujer que me cautivo todo el día sos vos, y si me tarde es porque fui hasta el centro por esto para vos.
• Mira que sos malo, porque me haces estas cosas, mira como me pusiste, vení mi amor que deseo besarte.
• Pero no estabas ocupada.
• Déjate de tonterías, no me vuelvas a hacer esto otra vez, sos dueño de tu vida, pero si me decís que vas a estar a una hora, no puedes aparecerte tres horas después.
Empezó a abrir el paquete, prácticamente rompía el envoltorio, estaba muy nerviosa, llego a la caja y vio una tarjeta, dejo el paquete sobre la mesa y abrió la tarjeta y empezó a leerla, rompió en llanto al finalizar y me abrazo para fundirse nuestras bocas como si fueran una sola, las lenguas no daban a basta recorriendo y chocando entre ellas dentro de nuestras bocas, está fuera de sí, y yo me estaba poniendo a mil y realmente la calentura me provocaba un dolor terrible en mis huevos y mi pija apretado contra el elástico de la tanga me empezaba a lastimar. Abrió la caja y su cara se transformo, apareció un sonrisa por primera vez desde que había llegado.
• Pero porque es esto, de que se trata, me confundís, me herís me siento morir y ahora cambio para estar con una sensación de paz y amor, es hermosa, nunca me han dado algo tan lindo y lujosa.
• Solamente necesite la necesidad de darte algo, no había nada que me agradara, hasta que me decidí por esto para que recuerdes siempre como lo hice yo durante todo el día.
Me pidió que le colocara la pulsera, lo hice con mucho sentimiento porque notaba como temblaba la mano, una vez colocada levante su brazo para que la viera en su muñeca. Miraba con lágrimas en sus ojos, la primera vez que la veía en ese estado, y estando yo viendo su cara, salto sobre mí, montándose y cerrando sus piernas sobre mi cintura y empezó a besarme, me mordía mis labios, mi lengua, me pasaba la lengua en mis orejas, la metía dentro de nariz, hasta que le pedí que se bajara, ya no aguantaba más el dolor de mis partes pudientes y se lo hice saber.
• Viste que tenía razón cuando estoy vestida y me pones cachonda, en este momento estoy muy cachonda, vamos al dormitorio, tenemos que desnudarnos y quiero que me hagas el culo.
Fuimos al dormitorio, nos desnudamos y tuvimos un placer al dejar libre a los prisioneros, tome la iniciativa, me arrodille y empecé a chupársela, deseaba satisfacerla y que gozara del momento por el mal rato que le había hecho pasar. Directamente me puse en la cama poniendo en pompa mi culo, con mis manos separe los cachetes mostrando mi agujerito, ella por detrás, me la apoyo y me la mando a guardar de una, pegue un grito brutal, y comenzó a violarme, me dolía, se lo decía pero a cambio recibía penetraciones más fuertes, estaba siendo violado sin contemplación alguna, con una mano tomo mi pija y empezó a apretarla como si se tratara de un pomo que no salía su contenido, estaba viendo la otra faceta de Andrea, sentía esta vez que realmente me estaba rompiendo el culo, me hice fuerte y en vez de quejarme o gritar no paraba de gemir como si lo estuviera gozando, tomo con su mano que tenía mi pija y me apretó los huevos, había mucha crueldad en esta cogida, tal vez para que no se lo pidiera mas o estaba tomando venganza de lo que le había hecho, dejo mis huevos tranquilos y llevo ambas manos hacia mis tetillas, las pellizcaba con fuerza, estaba fuera de sí pero no se lo hice saber, solamente gemía en lugar de gritar y le pedía mas y mas, esperando que acabara para que terminara mi penurias. Se la tomo con mi pija que empezó a pajear pero de una forma brutal, la apretaba mucho, hasta hizo que se me escaparan algunas lagrimas, pero no afloje, lo que esperaba que acabara pensando que este sería el final de nuestra relación, en lo que sentí que me inundaba con su semen, lo único que faltaba es que no se le bajara, pero por suerte, se quedo dentro de mí y sentía como se le achicaba, ya había terminado todo, por lo que decidí esperar que pasaría de ahora en más.
• Que pasa Enrique, tenés lágrimas en tus ojos.
• Es que me emocione de la manera que estaba gozando, fue todo tan hermoso, pusiste tanto sentimiento y me di cuenta de lo cachonda que estabas, me contagiaste, pero lástima que no acabáramos juntos, pero no te hagas problema, todo tiene solución.
• Bueno, bajemos para cenar.
• No querías que te hiciera el culo.
• Sí, pero eso puede esperar, la cena no porque se va a pasar, mejor cenemos primero, charlemos, tenemos que hablar de muchas cosas y después veremos.
Bajamos a cenar ni siquiera entro en el baño para higienizarnos, tanto su pija como de mi culo chorreaba semen entre nuestras nalgas, pero le importaba mas la cena que otra cosa, seguramente seguía enojada por mi broma.
Gracias y espero sus comentarios para saber si les gusta.-
Esta historia continuará.