Roger está enamorado de mí, quiere ser mi novio, mi hombre, entablar una relación seria, a él no le importa lo prostituta que me vea ni mi vida desprejuiciada, no le importa las locuras que hago, ni con cuántos hombres me acueste, ni cuanta leche trague, porque tengo una adicción a tragar semen, es mi punto débil, me encanta!
Relato
Roger está enamorado de mí, quiere ser mi novio, mi hombre, entablar una relación seria, a él no le importa lo prostituta que me vea ni mi vida desprejuiciada, no le importa las locuras que hago, ni con cuántos hombres me acueste, ni cuanta leche trague, porque tengo una adicción a tragar semen, es mi punto débil, me encanta!
Y el para mi es más que un buen amigo, me gusta su compañía, a veces es intelectual, a veces es payaso, pero ya le dije que no me ataré ni a él ni a nadie, y además, hay algo que obviamente no puedo decirle para no herirlo, no es mi tipo de hombre, no lo amo.
Me encanta ser tan puta, acostarme con cualquiera por placer, comerme cuanta pija pueda comerme, tener mi concha siempre saciada y tranquila. Sé que en el barrio me llaman puta, chupa pijas, culo roto, no importa, la verdad no ofende y más de una lo dice por envidia.
Roger me ha invitado a ver un partido de fútbol, es el clásico de mi ciudad, cincuenta mil personas abarrotadas como animales desplegando esa furia que solo ese deporte produce, cánticos, griteríos, pasión, fervor, locura.
Hace calor, demasiado calor, pleno verano, ese encuentro supone transpiración, piel a piel, roces, todo vale, todo se permite, y eso es lo que me atrae, roces de cuerpos, de extraños, sin intención, con intención, que importa, tengo otras ideas, Roger lo sabe, yo lo sé.
Me visto para el encuentro, me pongo una pequeña remera que llega a mi ombligo, sin mangas, con un escote redondo muy pronunciado donde emergen mis grandes pechos, no tengo ropa interior, se me hace excitante, sudo, se pega en mi cuerpo.
Me pongo un jean ajustado y descolorido que se apreta demasiado a mis caderas, hace resaltar mi culo respingón y me da imagen de rea, me encanta esa imagen, sexi, audaz, perra.
Roger pasa a buscarme por casa, me besa, mis pezones se marcan y no puede dejar de verme, pensar que en la forma que él me mira ahora me mirarán desconocidos en el ese lugar y además desear y no poder tocar! Ahhh!
Una hora después entramos al estadio, ya me siento centro de atención de las miradas masculinas, diablos, casi todos son hombres! todos para mí, debajo de mi pantalón ajustado se siente el calor.
Tomamos un lugar, estamos rodeados y apretados, siento afiebrados mis pezones, siento manos extrañas que simulando no tener intención me tocan, siento bultos de desconocidos que rozan mi trasero, transpiro, siento el infierno entre mis piernas.
Y Roger estira su mano a ese lugar, y me da un beso en el cuello, él sabe cómo me pone eso, un jadeo sale de mi boca y entonces volteo y noto su verga dura, tanto calor hace en el estadio?
Paso mi mano y toco su pija sobre el pantalón, eso le gusta, nadie nos ve, todos están atentos al partido, muerdo mis labios porque no aguanto, quiero probarla, tenerla en mi boca y saborearla, ver el placer en sus ojos, demonios!
Ya no puedo más, el tampoco y la idea de hacerlo es irresistible, buscamos un lugar en ese estadio, un lugar solo, donde nadie nos vea.
Donde hacerlo? Dejamos con dificultad las gradas atestadas, pasamos por los palcos vip, de casualidad encontramos uno vació y abierto, nos miramos, no lo dudamos, nos colamos y cerramos la puerta, los vidrios polarizados y espejados nos dejan ver todo el campo de juego y la muchedumbre embravecida, pero ellos no pueden vernos, esto me excita, me enloquece, encendemos el aire acondicionado y robamos una cerveza del frigo bar, hay suficientes para embriagarse, agarra un vaso de vidrio y vierte el contenido, tomo un sorbo y se la dejo a él, yo debo ocuparme de otro tema, no puedo más…
Me pongo de rodillas, saco su verga y la pongo en mi boca, a mis labios le encanta, su sabor a hombre, el sabor de una verga hermosa, sus bellos ojos me queman mientras bebe saboreando trago a trago, destapa mis tetas y mete su pija en medio de ellas, le gusta mucho, le gusta ver como se mueve en medio de ellas y eso me vuelve loca, en ese momento soy solo suya, soy su puta y me gusta cómo se siente, me gusta la adrenalina de que alguien vea lo que estamos haciendo.
Estoy mojada y me toma de espaldas, besa mi cuello y desabrocha mi pantalón, recién entonces Roger se da cuenta que no tengo ropa íntima y lo baja hasta mis rodillas, toma mi cintura y me pega a su cuerpo, ahhhhh!!! Me siento invadida, esa sensación de tenerlo dentro, eso me excita y gimo, le gusta porque sabe que lo provoca, toca mis tetas como yo lo haría, le gusta sentirlas, saber que tiene poder de mí.
Estamos muy excitados y me saca un orgasmo impresionante, mientras él se corre dentro, siento su leche caliente y me dice que no me limpie, que lo deje así, toda impregnada en su semen, subo mi pantalón y este absorbe todo, me siento tan puta…
Nos besamos, él me dice que me ama, no puedo que devolverle más que una sonrisa de agradecimiento, pero no puedo decirle lo mismo, sería mentirle a él, sería mentirme a mí.
Él se viste a un lado, yo me acomodo los cabellos, me arreglo el rostro, termino de subir mi jean y ajusto el botón, mientras busco con la vista la remera, no sé dónde quedó tirada en el momento de tanta calentura…
Se escucha un estruendoso bullicio en el campo de juego que atrae nuestra atención, uno de los equipos ha convertido un tanto, esto no nos permite escuchar que golpean las puertas del palco en el que estamos escondidos, la multitud se aplaca y ahora si los puñetazos en la madera se hacen audibles, Roger y yo nos miramos exaltados, nos damos prisa, pero donde diablos estará mi maldita remera…
La puerta cede, uno a uno ingresan unos tipos que dicen ser de la seguridad del estadio, pero en verdad adivinamos que seguramente son de la barra, esos tipos vagos que se enquistan en los clubes y terminan siendo un poco dueños, cómplices de los dirigentes de turno.
Roger trata de cubrirme, pero la verdad no me siento mal, cuento con la vista, uno, dos, tres, llegan a once, once! Once tipos desalineados, casi un equipo de futbol!
Cierran la puerta, abren algunos snacks y unas bebidas, como si fueran dueños del lugar, con total desfachatez, un calvo musculoso y tatuado parece ser el líder y toma la iniciativa, saben que es lo que estuvimos haciendo y juega con eso, nos presionan, mi amigo trata de disuadirlos por las buenas, pero no la llevaremos de arriba, lo corren a la fuerza, ahora sí, mis enormes tetas quedan a la vista de estos hombres, siento todas sus miradas en ellas, podría cubrirme con mis brazos, pero no, no quiero, me da un morbo de locura toda esta situación.
El calvo nos amenaza, Roger empieza a forcejear con los brabucones, saldrá mal de esto, acaso que puede hacer? les grito, les digo que se detengan, que no lo golpeen, que yo pagaré con gusto lo que haya que pagar. Mi amigo me suplica que no haga nada, lo entiendo, él está enamorado de mí, pero yo tengo otra idea, once extraños para mi sola, mi concha arde…
El calvo da unas indicaciones, dice que harán la jugada número siete, se ríen, y yo también me río, no sé de qué diablos hablan pero imagino algo bueno para mí.
Toman un mullido sillón y lo acercan contra el ventanal espejado que da al campo de juego, me hacen quedar desnuda, y no me causa más que placer, me dicen puta, y me encanta…
Solo Roger parece resignado y estar sufriendo en un costado, custodiado a ambos lados como si fuera un delincuente.
El calvo me hace poner en cuatro, con las rodillas sobre el asiento y los pechos sobre el espaldar, solo puedo ver los jugadores en el campo de juego, la muchedumbre expectante, un show de primera, pero que hay a mis espaldas?
El pelado toma el primer lugar, solo lo siento llegar por detrás, siento sus manos ásperas en mi cintura, se acerca al oído, me dice que soy una puta, su aliento sabe a hiervas prohibidas, entonces su carne dura juega entre mis nalgas, que rico! me mojo!
Me sorprende, busca otro camino, va por mi retaguardia, apenas lubrica un poco y la siento entrar completa en mi culo, me saca un grito de placer, apoyo las manos en el vidrio, que rico! empiezo a jadear, ese extraño llena mi trasero, entra y sale, apretó mi esfínter sobre su carne, dios! que estoy haciendo!!!. Cierro los ojos, no puedo ver, necesito disfrutar lo que me hace, me empuja la espalda más y más debajo de manera que mi trasero quede bien alto, lo siento venir, si! si! si! explota en mi interior, en lo profundo, hermosa culeada…
Habrán sido solo dos minutos, me mantienen forzándome en esa posición, miro de reojo, están como perros calientes todos masturbándose para mantener erección, esperando su turno, viene el segundo, otra vez en mi culo! hijo de puta! que rico se siente, otra vez al juego, otra vez al deseo, otra vez a la locura, lo dejo hacer, me encanta pagar este precio…
También es rápido, no tarda mucho en venirse dentro de mis intestinos.
Me aprieto los pezones, viene el tercero, repite el patrón, también a mi culo, este hijo de puta la tiene muy gruesa, me hace doler, me hace gritar, imagino que todos harán lo mismo, mi trasero se comerá todas las vergas y me llenarán de semen, puedo ser más puta?
Siento sus voces, hablan entre ellos, se refieren a mí como una puta, caliente culo roto, eso me enciende, me pone a mil, y el tercero también llena en mi trasero…
Tomo nota del juego, no sé qué traen entre manos pero pacientemente uno a uno van pasando por mi culo y como en una colecta de iglesia van dejando la limosna en mi trasero, cada vez con más cuidado, presiento que mi intestino se va llenando y después del tercero casi ni siento al resto, solo van pasando uno a uno, me siento toda rota, toda abierta, al fin terminan de hacer lo que tienen que hacer…
No permiten que me incorpore, todo terminó pero me mantienen culo para arriba, toda abierta y llena de semen, recuerdo a Roger, no tengo idea que fue de él, está fuera de mi órbita en este momento, de reojo veo al líder, al pelado, el que empezó todo y quien da las órdenes, lo veo tomar el mismo vaso con el que mi amigo y yo habíamos tomado la cerveza tiempo atrás, lo pierdo de vista, me hacen incorporar lentamente, con sumo cuidado, siento por la gravedad como chorrea la leche de mi culo, por mi sexo, por mis piernas, estoy rendida.
Al fin me liberan, me tiro rendida sobre el sillón, un tanto de costado, esta vez se me fue la mano, mi esfínter me duele demasiado.
Miro sobre la mesa del costado, el vaso está tres cuartos lleno, contiene un líquido blancuzco, ya se lo que es, ellos abren unas cervezas más, el pelado me mira y me pide que brindemos, para festejar, estos tipos están re locos, pero no puedo evitarlo, me encanta tragar leche, mi cerebro dice no, mi puta interior dice si, ellos me miran excitados, quieren ver que lo haga, estiro el brazo, tomo el vaso, aun se siente tibio, los desafío con la mirada, el resumen de esos once hombres está en ese recipiente de vidrio.
Lo hago lentamente, lo acerco a mis labios si dejar de mirarlos, lo inclino un poco, la viscosidad de la mezcla hace que se mueva con dificultad, apenas dejo entrar a mi boca un sorbo, hago una pausa y bajo el vaso, lo disfruto y lo paseo de lado a lado, necesito percibir su sabor, ellos miran como niños que esperan por una golosina, los tengo en mis manos, tengo el poder…
Abro la boca para que vean, me muerdo los labios provocativamente, la leche se cuela entre mis dientes, me regodeo, ahora sí, inclino un poco la cabeza y lo trago, ellos ríen, yo también rio, les muestro que y no hay nada, me incitan a mas, levanto el vaso, lo hago nuevamente, un pequeño sorbo, juego otra vez el mismo juego.
Siento mis pezones desnudos adoloridos por la excitación, la concha parece estallar, desnuda ante esos tipos, me decido, llevo el vaso a mi boca, lo inclino nuevamente, y lo dejo correr, trago, trago, trago, uno tras otro, sin parar, como el mejor coctel de verano, el mejor de los sabores, solo paro cuando ya no hay nada, esa melaza espesa llena mi estómago, eructo como reflejo, sin intención, desato las risas…
Paso el dedo por el vidrio arrastrando los restos que quedaron adheridos en él, luego me los chupo y los paso por mis pezones…
Todo termina, el calvo parece dar la orden de retirada, me saluda llevando los dedos índice y anular a su sien, tipo saludo militar, me guiña un ojo, se despide de Roger, le dice que no se preocupe, todo está bien, la puta de su novia había saldado la cuenta.
Roger me mira en silencio, sin decir palabra, incrédulo, sé que me acusa, sus ojos hablan por él, como sea, es su problema, me vuelvo a poner el jean gastado, Dios, como me duele el culo, encuentro mi remera, la acomodo, mis tetas bailan en su interior, están felices.
Sigo eructando y siento el sabor a leche, me da risa, salimos de palco, el partido ha terminado y la gente está saliendo del estadio, Roger camina rápido, muy rápido, no puedo seguirle el paso, le llamo, le grito, le pido que me espere, nos mezclamos en la muchedumbre, es una marea humana, él está lejos, más lejos, lo pierdo de vista…
Así terminó ese día con mi amigo, debe hacer un año ya, pagué las consecuencias de esos minutos de puta relajada, nos cruzamos un par de veces más, pero Roger no quería saber más nada conmigo, ni siquiera como amigos, creo que él esperaba algo que yo no podía darle, mi corazón.
Herido en sus sentimientos, mi amigo se encargó de contar una y otra vez lo sucedido ese día a quien quisiera escucharlo, incluso exagerando varias cosas. Todo fue de boca en boca y mi reputación en el barrio, con amigos y hasta con mi familia se fue al diablo, todos me ven como la culo roto y la traga leche.
Pero eso fue el mal menor, el culo no dejó de dolerme en los días siguientes, fue una tortura, insoportable…
Terminé en el médico, me revisó y me preguntó que había hecho, tenía una fisura anal, fue humillante hablarlo cara a cara con un hombre y obvio que improvisé una historia, le eché la culpa a mi pobre amigo, a Roger…
Eso sí… aprendí la lección, juro que en lo que quede de mi puta vida jamás me la volverán a dar por el culo…
Si eres mayor de edad me gustaría saber tu opinión sobre este relato, escríbeme con título ‘ESTADIO DE FUTBOL’ a dulces.placeres@live.com
Enterré mis uñas en la espalda de Carlos, era increíblemente doloroso. Las dos vergas lograron entrarme en la chucha pero no completamente.
- Aguanta zorra. Aguanta que te las vamos a meter las dos.
- No… me duele.. duele… no.. paren…
Relato erótico enviado por culona69 el 01 de February de 2012 a las 23:57:40 - Relato porno leído 203143 veces
mientras tanto los demás hicieron un circulo en mi con sus vergas y empecé a lamer cada una de ellas, eran muchos pero le di una buena mamada a todas esas vergas, las más ricas eran por supuesto la de mi suegro, el señor de barba larga y la del gordo
Relato erótico enviado por culona69 el 26 de October de 2011 a las 00:00:07 - Relato porno leído 155782 veces
Monté sobre el señor y él empezó a lamerme los pechos con muchas ganas, se veía que le gustaba. Todo el tiempo los señores me estuvieron diciendo cosas como: "Ah que rica jovencita", "Uy hace cuanto que no tocaba una piel así"
Relato erótico enviado por culona69 el 07 de March de 2012 a las 00:00:07 - Relato porno leído 135528 veces