Mi esposo pertenece al ejército de Estados Unidos, y desde hace más de un año, que se encuentra destacado en Afganistán, durante los primeros meses, no quise ni tan siquiera pensar en tener ningún tipo de relación sexual, ya que de tan solo pensarlo, sentía que le estaría siendo infiel a mi marido
Relato
. Pero al pasar los días, semanas y meses sin la más mínima actividad sexual de mi parte, no pudiendo aguantar más las ganas que tenía, compré un consolador o vibrador, o como prefieran llamarlo, era de color carne o rosado claro, más o menos en cierta forma, se me pareció muy semejante al miembro de mi esposo, además funcionaba a baterías, y a diferencia de otros de esos juguetes, la vendedora me indicó que el motor eléctrico, realmente lo que hacía era darle movimiento a un embolo produciendo un golpe fijo y constante. Mi intención, era usarlo ocasionalmente, era eso o correr el riesgo de serle infiel a mi marido, así que al principio comencé a usarlo ya tarde en la noche, después de limpiaba, preparaba la cena, y acostaba a mis hijas.
Después continué usándolo apenas tenía un tiempo libre en casa. Como cuando ya llevaba varias semanas consolándome sola con mi juguete, que llevé a mis dos hijas a casa de mis padres, mientras que yo me quedaba sola en casa limpiando, y después de que terminaba de hacer todo me ponía a disfrutar en medio de mi soledad, con mi juguete.
Se puede decir que tenía el uso y costumbre de usar mi juguete, después de que me daba un buen baño, completamente desnuda en mi cama, y en ocasiones hasta en el sofá que tenemos en la sala, comenzaba a autosatisfacerme yo solita. Pasaba hasta casi hasta más de una hora o más tiempo, disfrutando de cómo entraba y salía de mi coño.
En una ocasión cuando ya era bien tarde, y me quedaba viendo alguna novela, a medida que estaba viéndola, también me introducía suavemente el vibrador, al tiempo que me imaginaba que algún tipo me violaba, hasta lograr un divino orgasmo.
Con lo que no conté fue que ese fin de semana, después de que dejé a mis hijas, con mis padres. Mientras estaba desnuda, viendo una novela e introduciéndome y sacando, sabrosamente mi juguete, soñando despierta con el galán de la novela, que de momento se abrió la puerta de la calle, y mi cuñado entró a la casa cerrando la puerta tras él.
En esos momentos, como me encontraba toda desnuda, con mis piernas bien abiertas, y con más de medio vibrador clavado dentro de mi coño, gimiendo de placer, y soñando despierta.
Apenas vi al hermano menor de mi esposo, me entró un pánico tremendo, lo cierto es que no esperaba que nadie llegase a casa, a esa hora de la noche y él menos, que en muy raras ocasiones pasaba por casa, aunque siempre fue bien recibido y hasta su hermano y yo le dimos la llave. Sus ojos de inmediato se clavaron en mi coño, justo en el momento en que me estaba metiendo, el más grande y grueso de los vibradores que recién y había comprado. Yo me quedé avergonzada y toda confundida, sin saber qué hacer, ya que estaba recostada en el sofá de la sala, frente al televisor, con mis piernas bien abiertas, desnuda, y con casi todo ese gran vibrador metido dentro de mí coño.
Mi cuñado sin quitarme los ojos de encima, dando varios pasos, se acercó sin decirme nada, se me quedó viendo a los ojos, al tiempo que una de sus manos, retiró las mías de mi coño, haciendo que me sacara el vibrador, que zumbaba, y vibraba intensamente entre mis dedos, completamente mojado por mis flujos vaginales.
Yo estaba tan y tan avergonzada, asustada y confundida, que me quedé sin atreverme a mover, como de una estatua de mármol, mientras que él con toda su calma, se soltó el pantalón y su interior, dejándolos deslizar hasta el piso, como por arte de magia, su erecto pene apareció ante mis ojos. Me quedé como una perfecta idiota viendo su miembro, que de manera arrogante apuntaba al techo de la casa.
Quizás fue por lo excitada que estaba segundos antes de que el hermano de mi esposo entrase a la casa, que estiré una de mis manos, agarrando su verga, y sin titubeó alguno, me dediqué a pasarle mi lengua, por gran parte de su largo y grueso tallo, así como de su colorado glande. Él no dejaba de observarme, con cara de satisfacción, mientras que yo de estar lamiendo su tallo y su glande pasé a chupárselo completamente, sentí algo de vergüenza al estar completamente desnuda ante él, con su verga dentro de mi boca.
Pero eso me duró bien poco, ya que de manera casi automática, volví a colocar mi juguete dentro de mi mojado coño. Así que al tiempo que continuaba mamando la verga de mi cuñado, continué metiendo y sacando desde lo más profundo de mi coño, ese ruidoso aparato.
Hasta que mi cuñado me ordenó que me lo sacara y lo dejase sobre el sofá. Cosa que hice de inmediato, pero sin dejar de tocar mi coño, con mis propios dedos.
De momento lo escuché decirme que lo sacara de mi boca, lo que apenas hice, ya mi cuñado se encontraba prácticamente sobre mi cuerpo, y su verga comenzó a enterrarla bien adentro de mi coño. Lo que en parte me produjo un gran sentimiento de culpa, fue que no ofrecí resistencia alguna. Cuando sentí divinamente como esa verdadera verga me penetraba, me volví como loca, pidiéndole que me diera más y más duro. A medida que él lo hacía, yo comencé a mover mis caderas y todo mi cuerpo restregándolo contra el suyo, buscando sentir más y más adentro de mi cuerpo todo su grueso y largo miembro. Por un largo rato, aparte de que me besó un sin número de veces, y me acarició todo mi cuerpo, cambiamos de posición quedando yo casi sentada sobre él dejando que su verga se deslizase dentro de mí coño. En algún momento mi cuñado comenzó a decirme, que no me mortificara, que lo mejor que podía hacer era disfrutar de lo que estaba sucediendo entre él y yo.
Yo no podía creer que le estuviera siendo infiel a mi marido, con su propio hermano, pero en esos instantes poco me importó, es más nada más de pensarlo me ponía morbosamente mucho más caliente. Hasta que mí cuñado se vació por completo, dentro de mi coño y yo disfrute de un tremendo clímax.
Todavía mi esposo se encuentra en el Medio Oriente, mientras que su hermano, le permito que me visite, un par de veces en semana, por lo que ya no uso el vibrador con tanta frecuencia como antes.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 786352 veces
Si te ha gustado Estando de ociosa deje que mi cuñado se aprovechara de mí… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Estando de ociosa deje que mi cuñado se aprovechara de mí….
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
lobocalientee
(31 de January de 2011 a las 21:42) dice:
BUEN RELATO HEEEE EERS CALIENTE SI QUIERES YO TE VISITO JEJE SIGUE ESCRIBIENDO jelipz
(30 de January de 2011 a las 19:57) dice:
asu perrita xq no dejas tu msn mejor ah chicofacil
(26 de August de 2011 a las 06:21) dice:
muy bueno el relato ,eres toda una perraaaae dichosos ellos que tienen el pene grande , el mio es pequeño ,pero igual tiene leche para que te caigan en tus ricos senos, bay katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF renzo69
(18 de January de 2011 a las 21:12) dice:
excelente y muy caliente tu relato que afortunado tu cunado la nesecidad te llevo a soltar la puta que llevas dentro espero te animes a contar otra de tus historias Ricardo1902
(14 de February de 2011 a las 05:25) dice:
Si gustas yo te puedo satisfacer putita
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