Yo quería, y no quería, me decía con voz seductoramente infantil, mamita linda, te voy a violar, yo no sabía qué hacer, por una parte en mi cabeza me decía a mí mismo, no que no lo haga, pero mi cuerpo reaccionaba de manera distinta, el chico trataba de penetrarme quería tener nuevamente a la madre de su compañera y amiga ensartada.
Relato
Este chico me transportó hasta transformarse en mi marido.
Soy Nora. Fuimos a un paseo del curso de mi hija de 14 años, todos los chicos y chicas eran de su misma edad, me acompañó mi marido que estuvo toda la tarde de este día besándome, acariciándome, importunándome y ahora en casa recibe un llamado de sus amigotes y sale al encuentro de esas partidas de naipe, dejándome descompuesta, ardiente y jadeante de sentirme su mujer penetrada por su sabroso pene… pero él prefiere sus amigotes.
Alterada y mortificada, además de descontenta y caliente con mi marido me recuesto en mi cama derrumbándome sobre ella sin resguardo de mi anatomía, encolerizada gemía de mi desdicha, siento el timbre es mi hija acompañada por Leo un compañero, mamá me dice me ducho y salgo con las chicas vamos a ver una película en casa de Noelia, Leo esperara aquí por que en su casa no hay nadie y no quiere estar en la calle, bueno digo amargada y vuelvo a derrumbarme desordenadamente sobre mi cama, sin importarme si mostraba o no mi cuerpo…, sollozaba ardiente, excitada y molesta…en eso mi hija me dice me voy cuida de Leo… sigo con mis penurias en la cama y de pronto siento que me acarician mis piernas, siento la carne tibia que me masajea mis muslos sobre mi carne, abro los ojos y veo a Leo tratándome de consolarme.
Giro y lo miro entre las lágrimas de mis ojos, este chico trataba de calmarme manoseándome mis piernas, pero lograba lo contrario más me excitaba y más deseaba sentirme reforzada por el macho de mi marido único macho que conocía, la mano derecha del chico estaba muy cerca de mi vagina y eso me acosaba a sentirme aún más excitada, tomo su mano y la acomodo sobre mi vagina cubierta por mi calzón.
En casa no había nadie así que permite a este macho en proyección que me acomodara su mano sobre mi cueva activada por su delirio de pasión, fue peor sentirle su mano ahí me estremece mi cuerpo. No sé por que lo hago sería por lo necesitada que estaba de macho, pero patrocinio a Leo para que acaricie mi cuerpo, mientras le bajo sus pantalones y tomo entre mis manos su pene comenzando a besarlo estaba comenzando a desarrollarse este miembro y a mis caricias se despliega creciendo a un tamaño grueso, obeso y crece en tamaño, me enloquece ver su desarrollo y lo llevo a mi boca chupándolo, lamiéndolo, Leo solo se retorcía al estimulo de su pene acariciado… este chico no era grosero, pero estimulado se ubica entre mis piernas que ya me tenía sin calzones y lame mi vagina chupando en ella …, me retuerzo angustiada y ardiente mientras mi estimulado clítoris sale al encuentro de esa lengua, grito, trastornada, enloquecida y extravié mis pensamientos permitiendo a este macho, mas un mini macho a abrirme de piernas y acomodarse entre ellas clavándome su pene ahora tieso, duro, gordo, largo en mi vagina esta estaba tan mojada que este miembro resbala hasta las profundidades de mi matriz, nuevamente me saca gritos de pasión y me entrego a un reparador, perverso, irracional apareamiento con un compañero de curso de mi hija… no sé cuanto tiempo me sentí mal cubierta por este chico, al cabo lo giro y lo monto llevando yo el ritmo satisfaciéndome en un alocado coito hasta la llegada de mi orgasmo que recibo entre gritos, gemidos, abrazos y besos a mi violador adolescente entregándome sin prudencias y circunstancias, este macho me acomoda en la cama y vuelve a penetrarme ahora es él el que lleva el ritmo agotada lo dejo satisfacerse hasta sentir como riega mi matriz con sus tibios flujos de semen inundándome en mis entrañas… ambos agotados descansamos en la cama…. luego lo miro a sus ojos y veo en estos pasión y deseos de volver a acoplarse conmigo, voy a la cocina a preparar un tazón de leche que le doy a mi dominador chiquillo, lo bebe todo y cuando deseo volver a la cocina me toma entre sus brazos me vuelve acomodar en la cama sube mis polleras y nuevamente me penetra violentamente con su destacado pene entrando en mi adolorida vagina y siento a esta desplegarse a la entrada del pene y comenzamos nuevamente una lucha en donde este macho no para sacando y metiéndome su pene hasta vaciar nuevamente en mi matriz sus leches en ríos de semen que inundan mi vagina, nuevamente fui su mujer.
Me levanto me lavo y lo despacho a su casa diciéndole que debe callar… si me dice esto solo lo sabremos tu y yo… durante esa semana lo vi varias veces pasando por mi puerta esperando que lo llamara por supuesto no lo hice, pero un día mi hija lo trae a casa después ella sale con sus amigos, pero Leo se queda, estoy ocupada en la cocina cuando siento que por detrás me toman de mi cintura, me abrazan y susurran en mis oídos te deseo, quiero que seas mía otra vez, me giro lo miro y sus ojos relampaguean de deseos carnales, no puedo negarme y permito que suba mis vestimentas baje mi calzón y me empotre carnalmente, saciándonos de nuestras ambiciones eróticas…, a mesa chirriaba cada vez que me clavaba su pene y mi respiración cada vez era mas rápida hasta que llegan mis orgasmos y me entrego a mi novato amante, un muchacho, pero como me apareaba descargándose en mi matriz sus espermas llenas de semen.
Menos mal que llegan las vacaciones y por dos semanas viajamos con mi familia donde mis padres en el campo, al volver me siento enferma y pienso que algo que comí en el campo me afecto y voy al médico, este me examina y me realiza exámenes de sangre, una semana después voy por los resultados y la matrona que me recibe me dice … estas embarazada, tienes un mes o menos… casi me caigo de sorpresa y pienso cuando si mi marido no me a tocado y después estuvimos de vacaciones en el campo y … ¡oh! ¡Recuerdos!... las tres veces que copulé con Leo, el compañero de mi hija…, ese mini macho había sido capaz de vaciarse en mis entrañas, su joven y poderoso semen me había fecundado… ese chico era poderoso con sus esperma y estaba preñada por él.
Callé y le dije a mi marido que estaba embarazada y este supuso que como él era mi único macho que este era suyo… nada dije de mis desleales copulas con Leo, los siguientes días deseaba ver al semental que me había cubierto y preñado…, un día pasa por la casa…, nada digo solo abro las puertas de mi casa… este me mira, da una ojeada a su alrededor y se entra en mi casa…
Lo abrazo diciéndole que es un semental de primera y muy poderoso que me tiene preñada, sorprendido me mira y luego me dice ¿yo te embaracé? , ¿Segura?
Sí le digo, mi marido cree que es de él, pero yo sé que quien me preñó eres tú. Tendremos un hijo y ese será nuestro secreto hasta la tumba, le digo…se sonríe me toma entre sus brazos y me dice vamos a tu cama a celebrarlo.
Yo quería, y no quería, me decía con voz seductoramente infantil, mamita linda, te voy a violar, yo no sabía qué hacer, por una parte en mi cabeza me decía a mí mismo, no que no lo haga, pero mi cuerpo reaccionaba de manera distinta, el chico trataba de penetrarme quería tener nuevamente a la madre de su compañera y amiga ensartada, sacándome mi ropa interior, no sé como lame desnude, pero estábamos en cuero en menos de un segundo, la deseaba y ella estaba dispuesta por sus movimientos entramos al dormitorio y cuando menos espera ella la empujo de vientre sobre su cama y bajándole sus bragas comienzo a lamerle el culo, mientras mis manos le descubrían sus senos, le lamí su vagina por detrás y recorría con mi lengua hasta su ano, como se estremecía en la cama y gimoteaba sintiéndose deseada, mi lengua trabajaba imaginativamente a rato en el culo, otro rato en su clítoris, otra en sus muslos y mis dedos exprimían esos grandes pezones que coronaban sus maravillosas mamas, mantenía a esta con sus piernas bien abiertas, restregando sabrosamente su caliente pene contra su vulva caliente que se encharcaba en su entrepierna, por fin soy dueño de su cuerpo empujando mi miembro hasta el fondo de su matriz , solo gemía electrificada con los placeres del ardiente coito que se estaba dando con este chico, me estaba dando duro y solo gemía.
Durante mi embarazo fui la mujer de mi chico no se cuantas veces, hay días que me penetraba mañana, tarde y noche, dejándome mi vagina abierta y adolorida con sus pujantes penetraciones, mi marido se conformaba con dos o tres penetraciones en el mes, pero mi juvenil semental no, él me visitaba a lo menos cinco veces a la semana, veinte o mas veces en el mes. Era tal su potente y brioso placer que le comenté a mi vecina Olga una mujer desesperada por sus calenturas y solicitaba, más bien me exigía si podía prestarle mi consolador cada semana…, un día le dije que tenía un consolador mejor que este y si quería probarlo…, me dice que si… mañana espero presentarle a Leo..
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 514139 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 300267 veces
Si te ha gustado Este chico me transporto hasta transformarse en mi marido. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Este chico me transporto hasta transformarse en mi marido..
learcu
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:45) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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