Estefania

Estaba en una feria de verduras y frutas cuando vi a Estefanía, la hija de Ana la viuda de 37 años, que yo visitaba a lo menos dos veces al mes, a esta mujer la había desvirgado con gran pasión ya que su madre me la entrego por que esta temía casarse y ser maltratada en el momento de dejar de ser una señorita y pasar a ser una mujer con su novio hoy su marido, un robusto, pero sin grandes dotes de amante y lo único que deseaba de las mujeres era poseerlas, Estefanía tenía ahora 20 años y unos dos meses de matrimonio. Me acerque a ella la saludo y sorprendida me dice me encuentro con la persona que anoche estuvo acompañándome en mis sueños y ahora esta aquí.
Espero le digo que esos sueños fueran agradables y que me portase como corresponde a un caballero… en verdad me dice de ti lo que menos quiero que seas un caballero, yo necesito un macho me dice y bien enérgico y vigoroso… la miro y ella me dice ayúdame a cargar los bolsos al auto, le ayudo y al estar en este me dice, andas en vehículo, no tengo esa suerte apenas alcanzo para andar en bus…ríe…, sube entonces te llevo…, oye que hacías aquí ¿comprabas? , no le digo vine a ver si tenía suerte y alguno de los feriantes necesitaba ayuda en sus puesto, como ando falta al dinero me di mi vuelta por aquí.
Vamos a casa esta feriante si necesita ayuda allá te cuento, ¿visitas a mi madre todavía? … la semana pasada estuve en su casa con ella, tu sabes… si sé me contesta.
Llegamos a su casa descargamos su mercaderías y entramos en la casa por la cocina, me voy le digo no vaya a llegar tu marido y se enfade…, despreocúpate no llega hasta el anochecer, lo fui a dejara al trabajo por que necesitaba el auto y son recién las nueve imagínate llegara dentro de unas diez horas mas por aquí. Estaremos solitos toda la mañana si tu quieres me dice mirándome conquistadoramente inquieta.
Primero me contaras como te ve en tu vida de casada le digo… que crees tú, se calla y después de un silencio me dice… mal, me case con un bruto que no sabe nada de agradar en la cama a las mujeres…, para el las mujeres son para abrirse de piernas en la cama y adentro luego dormir sin importarle si su mujer fue saciada o no y se cree un sensible y entusiasta animal sexual… Claro en el trabajo es el jefe si no te acuesta conmigo te vas…Pobre diablo dice…
No te enfades le digo tomándola de su cintura por detrás…, suéltame me dice o tu veras como te la arreglaras conmigo estoy activada, animada y alborotadas todas mis hormonas por culpa del maridito que tengo…, si deseas te calmo…, se gira me mira y me dice con una condición dejas a mi madre solo yo seré tuya… ¿de acuerdo?... ahora espérame voy a cambiarme de ropa, entra a su dormitorio calmadamente la sigo y cuando comienza a cambiarse su ropa cuando esta solo en corpiño y una mini braga la ataco por sus espalda abrazándola y beso su cuello, lamo sus orejas y acaricio sus senos con mis dedos de la mano derecha por que la izquierda esta en su vagina apartando su calzón e introduciéndose en su vulva dos dedos… como se balancea y cabecea excitada cae sobre la cama con mi cuerpo sobre el de ella…, me dice la última vez que sentí placer en un apareamiento, la única vez que goce de una entrega placentera fue contigo…, por favor hazme tu mujer, pero dame mi placer y gozo, que mis orgasmos me duelan al llegar para satisfacción mía y tuya, quiero ser tu mujer, pero solo yo olvida a mamá…, solo yo…. la verdad me calienta mucho saber que mi mama es una puta, debo de confesarle que yo soy peor que ella…, a mí también me gusta tu pene en mi vientre…, Me arrodille delante de ella, baje mis pantalones mi pene estaba grueso y activado , ella tenía enfrente a mi pene y por primera vez, no sabía que hacer pero de pronto con sus manos ya lo estaba masturbando.
Se puso arriba de la cama, levante sus piernas hasta mis hombros, me encanta lo que me estás haciendo, tenía una sus labios a mi disposición y nos besábamos con desesperación, gemía como loco se sentía mas puta que su mama, este cuerpo es tuyo mi amor, me gusta esa herramienta que tienes colgando ahí, si ahí…métemela ya no aguanto más! Hazme una puta! Quiero un hijo tuyo… desde ahora en adelante vas hacer mi putita, como no estará tu mama tu serás mi mujercita, para eso el dolor ya se había convertido en placer y entonces entendía por qué a mi mama le gustaba por este mozuelo la desperdigaba, con este tronco que ahora estaba entrando y saliendo de mi vientre que placer cuanto gozaba, desde ahora en adelante vas hacer mi putita, tu serás mi mujercita.
Ah, ah, ah cójeme como la puta de mi mama, a si bien rico toda adentro de mi
Eso es mi Reina gime como la puta que eres.
Mis visitas a casa de Estefanía eran periódicas. Para eso entonces ya habíamos agarrado confianza y ya sabíamos lo que iba a pasar y que queríamos. Llegaba a su casa y esta abría la puerta e inmediatamente comenzaba a desvestirse y se relajaba en la cama donde dormía con su marido, era ensartada y placenteramente ella se entregaba a los brazos de su amante, como crujía ese catre, la pieza se llenaba de ayees y gemidos de gozo y placer Estefanía se revolcaba ardiente y arqueaba su cuerpo para ser penetrada mas violentamente, era una muñeca placentera en mis brazos y se entregaba totalmente hasta que llegaban sus orgasmos que la enloquecían entregándolos a su adolescente amante, su amo y señor de su cuerpo.
Si era de su amante su marido no la sabia tratar saciándola, pero si gustaba de otras mujeres eso a ella no le importaba tenía a este macho, de solo pensar en él ya su entrepierna se inundaba, su amante vuelve de la ducha y ella servil y pegajosa le exige mas sexo
Debido a la humedad de su vagina siente que el pene del macho desgarra sin inconvenientes sus paredes vaginales abriéndolas hasta casi partirla en dos, ¡que pene! el de su marido sentiría vergüenza de este pene, como la penetraba hasta lo más profundo de sus entrañas, se sentía abrumada al cobijar tremendo pene en sus carnes vaginales, gemía adolorida por el tamaño, pero ese dolor la estimulaba y la excitaba deseando ser la mujer de este semental, cuando este comienza su juego de mete y saca se debilidad al sentirse rellenada por este poderoso pene que la estaba penetrando y saciando, como gemía, murmuraba y sollozaba ardiente de placer entregándose a este muchacho. Como la friccionaba frotando su pene contra sus carnes… ¡Ah…, Oh…, Ah… ay… ahg!, como la empotraba sacaba su pene casi hasta su glande y fuertemente la penetraba meneándose en su entrada rascando sus paredes vaginales, ella era solo gritos de placer y gozo…, si, si, ese era un macho, no su marido, este era una calamidad al compararlo, ¡Ah… Oh! gritaba y sollozaba rezongando de placer la ardiente hembra, mientras el macho le daba con todo y suspiraba entusiasmado clavándole sus entrañas en un delirio del placer del apareamiento, si había sabido compenetrarme este macho y me había satisfecho haciéndome gritar de pasión y de dulce entrega tranquila y feliz... Mi vida había cambiado…, ahora tenía un amante maravilloso… yo gemía y gritaba con sus penetraciones… pronto mi marido sería padre de los hijos que este semental depositaría en sus entrañas… solo que no sabía que era un padre cornudo.