Desde hace 8 años aproximadamente me gusta mi ginecólogo, y nada más se lo comentaba a mis amigas que son muy pocas porque es un papacito se llama Gustavo, un día hace como año y medio se me ocurre enviarle un email y declarármele pero estoy casada; lo sorprendente para mí es que me respondió diciéndome que yo a él también le gustaba mucho pero que por su ética profesional y por respeto a que yo estaba casada él nunca se había atrevido a decirme nada pero que mis senos le gustaban mucho... y deseaba mucho verme al saber que a mi me encantaba.
Relato
Desde hace 8 años aproximadamente me gusta mi ginecólogo, y nada más se lo comentaba a mis amigas que son muy pocas porque es un papacito se llama Gustavo, un día hace como año y medio se me ocurre enviarle un email y declararmele pero estoy casada; lo sorprendente para mí es que me respondió diciéndome que yo a él también le gustaba mucho pero que por su ética profesional y por respeto a que yo estaba casada el nunca se había atrevido a decirme nada pero que mis senos le gustaban mucho... y deseaba mucho verme al saber que a mi me encantaba. Nos citamos como a la semana pero luego nos arrepentimos los dos, la verdad a mi me daba mucho miedo encontrarme con él porque al verlo sabía que no podría resistirme ni decirle que no a nada porque lo deseaba mucho es que está tan rico que si lo vieran pensarían lo mismo que yo. Bueno, lo cierto es que teníamos miedo los dos de vernos y así pasaron como tres meses. Pero un día estaba de peleas con mi esposo y se me ocurre aparecermele al doctor en su consultorio. Cuando me vió se iba a morir de la impresión, y cuando entré me tomó entre sus brazos con desesperación , me besó y me metió sus grandotas manos dentro del pantalón en las nalgas fue tan divido sentir sus besos, caricias y su pene por todo mi cuerpo, lo tiene más grande que mi esposo y me impresionó, sentía que lo amaba. El se desnudó y me lo puso en la boca y al mamarselo era lo más rico del mundo, grandote y rosadito. Me acostó en la camilla donde revisa a sus pacientes y me lo pasó por mi concha, cuando quiso introducirlo no lo dejé poque quería que nos volvieramos a ver pero en lugar más íntimo no allí donde habían tantas pacientes afuera esperando su turno, me vestí y me fuí despidiéndonos con besos. Estuvimos llamandonos pero a la final nunca más nos volvimos a vernos por miedo a nuestros esposos. Como a los tres meses su esposa se enteró y me llamó al celular para amenazarme y tuve que dejarlo en paz porque n o quiero que mi esposo se entere que tuve un desliz con mi médico. Bueno, esa es mi historia de infidelidad...
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces