Evitas y Su Despertar 1

Con El Sello De Placer y Morbo…
El problema de Eva siempre fueron los hombres. Pero no porque hubieran sido la fuente de sus conflictos o problemas, por el contrario siempre constituyeron la fuente de sus más intensas emociones y sus más indescriptibles goces. El problema de Eva estaba en que le gustaban tanto los chicos que nunca tuvo la suficiente fuerza de voluntad para decidirse por uno en particular, siempre había sido así, cuando un prospecto estaba a la vista era porque la afiebrada mente de Eva ya suspiraba por otro y en sus noches de insomnio rondaba una y otra vez la misma pregunta.
--Por qué conformarse con uno, si podía tener a los dos... y lo mejor: juntos y al mismo tiempo…
Así es, Eva, apenas una adolescente, era ya fanática de hacer tríos en la cama, o donde fuera, pero hacerlo con dos chicos a la vez. Pero, ¿cómo había iniciado todo aquello?
Los inicios
Lo escrito a continuación constituye el fruto de fragmentarias confesiones luego de innumerables encuentros amorosos con Eva, donde el que escribe también formó parte de los juegos de Eva con más de uno a la vez. La chica en cuestión nació en el más puro ambiente campirano, su familia y sus ancestros, todos, habían vivido en el campo, del campo y para el campo, sus vidas se limitaban a hacer producir la tierra y a disfrutar de sus frutos, además de las escasas satisfacciones que ese tipo de vida da. Como todas las chicas de tierra caliente, Eva se descubrió de repente con un cuerpo lleno de curvas, el pubis se le había cubierto de pelos, le había bajado la regla, las caderas y tetas se le hicieron de pronto grandes y ostentosas y sentía extrañas sensaciones en su entrepierna por las noches, o más bien cuando furtivamente miraba a algún nena de su edad.
--Ya andas de caliente. -Le decían sus hermanas, ya casadas, pero que también habían pasado por la misma experiencia.
En pocas palabras Eva era ya una hermosa de, chica de pelo lacio y castaño, de piel muy blanca y rostro hermoso y perfecto, media 1.66m, toda ella en el justo momento de entrar de la pubertad a la edad adulta, sus medias eran 94-62-94, de piernas firmes y torneadas, caderas grandes cola parada senes firmes de peso pezones pequeños y parados, no tan grande pero si firmes. Pues como es sabido, las chicas de pueblo se casan rápido apenas inician su adolescencia y muchas de ellas apenas han dejado esa etapa para pasar a la categoría de viudas o abandonadas, la mayoría sin haber pasado de su segunda década. En esas estaba Eva, acostumbrada a las duras faenas del rancho y sometida a la estricta obediencia de los padres o los hermanos mayores, de los cuales tenía tres, pero como todos ellos habían emigrado a América en busca de los ansiados dólares, la chiquilla tenía que soportar dobles o triples faenas, una de las cuales consistía en llevar, a las 5 de la mañana, y traer, a las seis de la tarde, el hato de vacas de pastar, luego de lo cual tenía que recoger leña, moler el maíz, hacer tortillas y dar de comer a los peones, además de lavar la ropa sucia de toda la familia, así un día sí y otro también. Pero el padre de Eva era comprensivo, así que al pastoreo de las vacas mandó a Eva en compañía de dos de sus primos, cada uno con su propio vaquería, para que la chiquilla.
--No anduviera sola en el monte y algún maloso la pudiera preñar. -Dijo su padre. Ahí empezaron los problemas de Eva.
Como cada tarde, su primo Lucas se detenía en un arrochuelo para dar de beber a las vacas y de paso darse un buen baño y lavase sus humildes vestimentas. Una de aquellas tardes Eva descubrió a su primo en tales actividades y su vida cambió, el jóvenes desnudo, disfrutando de la frescura del agua, se bañaba desnudo luciendo descaradamente aquello que les crecía entre las piernas, Lucas, era un chico de 20 años, que ya estaba casado y con 4 hijos, de su matrimonio y se decía que fuera de ellos tenía otros 4 más, él era de ojos verde mar profundo, cabello negro azabache, piel blanca tostada por el sol, algo bronceada, de 1.88m de estatura de cuerpo atlético, musculoso, de brazos y piernas, largas tonificadas y musculosos, abdomen marcado, pectorales fuerte grandes hombros, espalda ancha, con pies y manos grandes y avilés, vos fuertes, de actitud segura y decidida, con una polla de 27 centímetros de largo y 16 de circunferencia. Un hombre con mucho poder, que tiene el gusto de sentir placer con someter a mujeres a sus deseos. Su falos rodeado de vellos, ansiosos, como la mirada de la chiquilla al ver aquello, y erectos como los pezones de sus pechos. Esa noche no pudo dormir nomás de recordar las herramientas que se cargaban su primito, por ello al siguiente día nerviosa espero a que la escena del día anterior se repitiera, pero el primo, tenían sus planes, el había pillado a su prima viéndolo. A la hora del baño, invito a la prima.
--¡¿Eva no quieres bañarte conmigo?!
--Ha y no. -Respondió nerviosa, el Pareto los labios.
--Y eso el agua esta rica y hay calor.
--Si pero… yo no se…
--Qué tenía de malo, ¿acaso no somos primos? ¡No pasa nada ven! -le dijo.
--Bueno, pero no te bañes desnudos, yo me dejaré el fondo, ¿sí? -argumentó Eva.
--Bueno vale. -Dijo Lucas sonriendo.
El acepto pues, tenían su plan. Todo fue bien hasta que tuvo Lucas que salir del agua, a ella su mojada ropa se le pegaba al cuerpo descubriendo ante los azorados ojos juveniles las redondeces femeninas, y el estaban igual, con la vergas parada bajo el rudimentario calzón, no podían salir del río, al final decidió hacer como que no veían y cada cual escogió retirarse un poco para desnudarse del todo y poner a secar la ropa, pero siguieron los problemas, algo extraño había surgido entre los dos, un invisible magnetismo los atraía, los hacía sentirse incómodos e inquietos y hasta temerosos. Ya no dijeron palabra durante el retorno al hogar, Eva sentía que algo caliente le mojaba los calzones y de Lucas con miraditas se comunicaban que todo iba bien con la prima y que más temprano que tarde se la iban a tirar. El siguiente baño fue más osado, Lucas entre risas, lucia ante las apenadas miradas de Eva su descarada virilidad erecta, invitándola a hacer lo mismo.
--¿Ya para que te dejas el vestido si todo se te ve? -le dijo.
--¿Ay no, cómo crees? -dijo la chiquilla, ansiosa y caliente.
--Anda, quítate todo, ya estás bien mojada. -Dijo Lucas.
Entre nerviosa y urgida Eva hizo lo que su primo quería, y con los ojos entre cerrados vio a su primo cómo con la boca abierta parecían devorar aquellos senos como melones, cómo su miembro de tan duros apuntaban al cielo, cómo sus miradas la recorrían lujuriosas centrándose en su entrepierna donde la tupida pelambrera ocultaba la ansiada raja de carne capaz de las más infinitas sensaciones. Quizá fueron instantes, segundos o minutos, pero para los dos todo fue como sellar un pacto, como un compromiso secreto de ser partícipes y cómplices a la vez. De aquella tarde a Eva le quedaron pequeños fragmentos, sólo me dijo que cuando los dos acostados sobre la verde yerba esperaban a que sus ropas se secaran, cada cual no podía separar la vista del sexo del compañero, ella maravillada por la dura apariencia de los fallos apuntando duros hacía arriba, el con ojos ansiosos ahora sobre sus redondos pechos de puntas duras, ahora sobre el triángulo peludo y misterioso de su sexo, jamás hasta entonces hurgado por humano alguno. Eva se sentía sofocada, la respiración se le iba y se le dificultaba mantener cerradas las piernas. Mirando a las copas de los árboles cerró los ojos y un instante después sintió que su mano derecha era llevada hacía algo que presentía, luego lo mismo pasó con la izquierda hacia el mismo lugar, por breves instantes se sintió nerviosa y con miedo, pero al mismo tiempo se sintió la mujer más feliz del universo al ser poseedora de un miembro en total expresión de poderío, la verga erecta para ella sola, empuñadas sus manos, a merced de lo que él quisiera hacer, y cuando su excitación parecía llegar al máximo alcanzó a preguntarse.
--¿Serán iguales?
De inmediato puso manos a la obra. Lucas, era gruesa y larga. Y justo cuando sus deditos, y todo su cuerpo, disfrutaban de todo aquel placer, recorriendo con sus manos ese miembro, los sintió desfallecer, uno suspiró y su verga pareció palpitar, el otro exclamó casi un grito.
--Ahhhh…
Luego ella siguió sin parar, pues ese miembro aún estaba firme, con ambas manos se le llenaron de algo viscoso, blanquizco y desconocido que era expulsado por las enrojecidas cabezas de esa verga palpitante que luego de eyacular se pusieron mustias y flácidas, mientras que su poseedor parecían musitar oraciones a no sé qué santos y ella se hacía múltiples preguntas.
--¿Qué les había sucedido?, ¿por qué les había salido ese líquido viscoso y blanquecino?, ¿qué se sentiría tener aquello adentro de la conchita?
En tanto que su sexo parecía un horno de lo caliente, pero no fue capaz de hacer pregunta alguna, y menos del chico, que todavía disfrutaban de los últimos remansos de placer. Al siguiente día tarde se les hacía para terminar de bañarse, los dos excitados al máximo y en total silencio salieron juntos del río, y como la tarde anterior se acostaron sobre la yerba, pero ahora sus intenciones diferían diametralmente, Eva quería volver a sentir entre sus manos aquellos erectos palos y hacerlos escupir su lechita, pero el primo además querían fornicarse a la primita, dejarle la concha llena de semen, el miembro que ya ansiaba una cuevita donde meterse, moverse y eyacular. Por el en cuanto sintió que ya había llegado su hora, trato de abalanzarse sobre la chiquilla, que poseída por el pánico trataba de librarse de aquellos brazos que ahora trataban de atenazarla o bien hacer que por la fuerza abriera las piernas. Eva gritó y los amenazó.
--Noooo, no, que no…. ¿Qué haces?, déjame, le voy a decir a mi papá.
De inmediato el primo se clamo y el alcanzó a musitar.
--Clámate tú, sólo quería acariciarte, como tu hiciste ayer conmigo.
--Si no se están quietos, los acuso con mi papá.
La sentencia surtió efecto y pareció aplacar a Lucas. Permanecieron quietos y callados por algunos minutos, tiempo durante el cual Eva hizo otro gran descubrimiento, la dura verga ahora parecían mustios pedazo de carne flácida, no lo entendía.
--¿Qué les había pasado? -Pensó.
Volteó a mirar los rostros de Lucas, pero el rehuyeron su mirada.
--No te enojen conmigo, no sé qué tratabas de hacer, pero a lo mejor es una cosa mala, una de mis hermanas me dijo que nunca permitiera que un hombre metiera su pájaro en mi rajadita, ¿quería hacerme eso? -les dijo ella en voz baja.
--No Evita, sólo queríamos tocarte tus cositas, sentir rico tocándote tu conchita, hacer lo mismo que me hiciste a mí, tú me acariciabas el palo hasta venirnos, eso no es malo, de veras, no es justo que tú me lo hayas hecho y yo no. -Le dijo Lucas armándose de valor.
--¿No es malo?... ¿me lo juran? -dijo la chiquilla, el asintió con la cabeza.
Ya no se dijeron nada, Eva dejó que las ansiosas manos de su primo le recorrieran el cuerpo, primero se posesionaron de sus tetas y se las amasaron, las apretaron. Luego fueron bajando por su vientre hasta tratar de meterse en las piernas de la chiquilla, que poco a poco sentía que le faltaba la respiración.
--Mmmmnnnnn, Mmmmnnnnn… Paraaaaaa, haaaaay, haaaa, huusssssss… husssssssssss. Ayyy… nooo… ahhhh…
--Relájate prima te gustara…
--Es que… es que tengo mieeeedo hussfffff, haaaaah…
--¡Ves! ¡Ves que si te gusta! Relájate y déjame hacerlo.
--Siiiiii…
Entonces Lucas pegó su boca a la suya metiéndole la lengua hasta su garganta, tomando posesión de su boca, chupándole la lengua a Eva, mordiéndole sus dulces labios, para luego dejándole a sin aire bajar con sus besos por su cuello, mientras que le amasaba las tetas, para luego le siguiera bajando hasta mamarle una teta y otra apretándole con sus yemas acariciando sus duros pezones que ya le dolían.
--Haaaaaaay… aug... augg... ahii... ahhhii... haaaa Mmmmnnn… haaaaaaaa… ohhhhhhhhh uhmm Ahhhhh haaaa, haaaaa, haaaaa Mmmnnn… haaaaaaaaaaaaa…
Ella se aferraba con ambas manos a los erectos miembros de su primo, al momento sintió ella que los dedos de una mano de Lucas se resbalaba en su entrepierna que sentía ya viscosa, caliente y abierta.
--Uuuuui, Aaaaaay, Uuussssfff, Ussssf, Ussffff, Esperraaa, uhmm Ahhhhh haaaa, haaaaa, haaaaa Mmmnnn…
Aquello le fascinó tanto que apretó más sus manos sobre el duro pene, ell protestó.
--¡Nooo!, cariño no aprietes tan fuerte, mueve tu mano despacito. -Eso hizo.
Más bien intento hacerlo, pues en ese preciso instante algo extraño se posesionó de su cuerpo, un intensó placer, algo surgido de muy adentro de si misma hizo que todo su cuerpo palpitara y un gemido gutural escapó de sus labios para anunciar algo totalmente desconocido para ella, se estaba viniendo.
--Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, para Mmmmnnnnn, haaaaaay… Mmmmnn, ho, ho, ho, haaa Mmm ha… Haaaa, haaaaaaaaa, haaaaaaaaaaay…
Los benditos dedos de Lucas habían provocado su primer orgasmo. Eva pareció perder el conocimiento y si lo recobró parcialmente fue porque sintió a Lucas acostarse parcialmente sobre ella, apuntando con su dura verga sobre su feminidad abierta y chorreante.
--¡Noooo! ¡No! ¡Eso no! -alcanzó a decir.
--No mamacita, no te lo voy a meter, todo a su tiempo, sólo me quiero venir sobre tu concha, anda déjame. -Argumentó él.
Ella no supo que decir, sólo sintió entre los abiertos labios de la concha algo duro que se deslizaba arriba y abajo, ora sobre la abierta raja, sobre el peludo monte de venus, sintió rico, ¡claro que le gustó!, hasta abrió inconscientemente las piernas para facilitar el trajinar de la polla. Y mientras el febril cuerpo de Eva era llevado a nuevos niveles de placer.
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaa… Ahhhhhhhhh…
Aquello la asustó, pero lo que si le asusto fue que luego Lucas se movía hasta ponerle su polla dura erecta viril en su cara, la dura vara cerquísima de sus ojos parecía más grande de lo que era, pero su temor no era sólo por tenerla tan cerca de sí, sino porque no sabía que iría a hacer su primo, lo escuchó decir entre dientes.
--Anda mamacita dale unos besitos.
Un instante después la cabezota del pene entró de improviso en su boca. La dura cabezota le supo salada, pero a la vez con un sabor extraño, diferente, tal vez eso la excitó más, pues si en un principio sólo dejó que el garrote entrara y saliera de su boca pronto apretó los labios sobre aquel tronco que amenazaba con irse a meter hasta su garganta, aquello le gustó, entonces succionó, chupó y chupó.
--Mmmmggffddssiii, Prsstrraaameeeeswfd Ggrrahahaassiiiii -era lo que lograba decir.
Degustando de la agüita que salía de la verga, pero el placer duró poco y en el justo momento en que el garrote palpitó su boca se llenó de semen, Lucas gimió contorsionando el cuerpo.
Hoooo, Siiii, hoooh siii Evita si, asi Siiii, chúpalo saboréalos haaaaah…
Eva trató de escupir aquel líquido viscoso pero no pudo, entonces tragó el primer chorro, luego el segundo y siguió chupando para extraer más de ese delicioso néctar y cuando ya el desfalleciente Lucas, ya habiéndole lanzado 6 chorros de semen en la boca de Eva, pero eso no era el fin, Lucas aún tenía más y fue bajando a su posición anterior, y el sólo removía la carne en la concha de ella. Eva miró hacia abajo para descubrir que su otro primo frotaba violentamente su erecta verga con la mano a la vez que el miembro escupía también su ofrenda, embarrando su peluda pepa. Luego de unos minutos el primo agradeció se besaron ansiosamente su boca mientras le decía.
--¡Hummm Evita que rica estás! ¡Lo hiciste riquísimo mamita! ¡Mañana lo haremos mejor chiquita linda!
Un silencio cómplice los envolvió de regreso a casa y todavía se detuvieron tras unos matorrales para intercambiar besos, quedando que al día siguiente las cosas serían mejores. Pero Lucas no podía esperar hasta el otro día, así mientras Eva lavaba los trastes de la cena escuchó a sus espaldas un ruido, momentos después unos brazos atenazaron su cintura y la jalaban hacía el establo.
--¡¿Que no?!… ¡Bájeme! ¡¿Quién es?! ¡No! ¡Bájeme! ¡Suélteme!... -decía asustada pues la casa prácticamente estaba sola.
Pero luego descubrió a Lucas que le decía.
--¡Cálmate linda! Le decía entre risa. --¡Anda primita ven tantito, te quiero hacer algo rico!
Ella como pudo se zafó argumentando.
--¡No! ¡¿Estás loco?! Mi papá puede salir y nos descubre… -pero el chico insistió.
--Que va eso no pasara, cálmate Evita, anda Evita, ven tantito, sólo un ratito. -Mientras le agarraba las nalgas, tuvo que aceptar.
--Buuuueno, bueno, espérame en el establo, al rato mis papás se meterán a su cuarto a dormir y ya no salen.
Cuando aquella noche Eva salió por fin del establo sentía que las piernas le temblaban, todo el cuerpo le dolía, sobre todo la concha y las nalgas, pero se sentía contenta y satisfecha, por fin había descubierto que se sentía tener un hombre dentro de ella.
--Pero, yo no quería. -Se dijo para justificarse cuando ya estaba en su cama recordando la tremenda cogida que le habían puestos su primito y como en cámara lenta lo recordó todo
Apenas entró al establo el la jalo hasta las pacas de pastura, los dos cayeron en un revoltijo de brazos y piernas, Lucas empujó su cabeza hasta que su boca abierta se tragó el erecto miembro…
--Si, vamos nena hazlo, suave si te gusta. -Ella al principio pensó en negarse, pero empezó a gustarle y empezó ha saborear la polla.
--Mmmmm chup, chup, chup, chup, chup ssssssss, aaahhhhhh chup, chup, chup aaaaggggg mmmmmmm. -Se escuchaba muchísimo. --Ussssssssss mmmmmm. -Chupaba muy bien. --Chup, chup, chup, chup…
Fue así hasta que Lucas se vino dentro de ella, ella tosió un poco y mientras hacía eso, semen se escurría por la comisura de su boca, otro cae a la paja, otro entraba por su garganta hasta su estómago.
Lucas le alzó las faldas por atrás y su verga se deslizó entre las nalgas.
--¡OHHHHHHHH! -Eso es solo lo que dijo con fuerza.
Eva no supo cuando empezó a gustarle esa penetración su vagina, se percató de ello cuando sintió algo caliente allá abajo y sobre todo un delicioso y desconocido placer cuando el miembro entraba y salía.
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaay…
Trató de recular y zafarse de la cogida pero era demasiado tarde, ya Lucas arremetía con tal furia que todo su cuerpo brincaba con cada empujón, luego sintió en sus entrañas los chorros de leche y su cuerpo se fue al cielo.
--Haaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaay… Plac, Plac… Haaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaahhh… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. -Ella sentía lo que era el orgasmo, sus piernas se apretaron, los dedos de sus pies se serraron y dio un poderoso grito que la hizo temblar, casi al desmayo. --Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… Haaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaay… Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaa, ha, haaaaaaa, ha, haaaaaaa, haaaa, ha, haaaaaa, haaaaa, ha, haaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaa, ha, haaaaaaaaa, ha, haaaaaa, ha, haaaaaaa, Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay…
Luego cambiaron de posición, Lucas le metió la verga estando ella acostada de espaldas y volvieron a venirse.
--Haaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaa, ha, ha, haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa, ha, ha, haaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaaaa, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ha, ha, haaaaaaaaa, haaaaaa, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaay….
--¡Me vengo otra vez! -Gritaba Lucas.
--¡Haaaaaaaaaaaaaaay! -Gritaba Eva.
--¡Qué ricoooooo! Haaaaa.
--¡Síiii Evita linda!
--Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay… -ella se volvió a venir sí, pero yo aún no. Así que seguí dándole.
Cuando Eva acostada sobre el todavía con la verga de Lucas en su chorreante en su concha, el luego la hiso girar como si no pasara nada y él se puso sobre ella apuntando la verga entre sus nalgas. La chica no acertaba a saber que haría el pero cuando el punzante dolor en su culo le anunció que se lo estaba metiendo por atrás, sólo alcanzó a decir un doloroso.
--¡Noooo! ¡Duele! ¡Duele mucho! ¡Noooooo! ¡Eso no! -pero fue demasiado tarde.
El intenso dolor se hizo insoportable y cuando casi perdía el sentido su carne cedió por completo y un laxo placer se fue posesionando de ella que ahora sentía la verga de Lucas removerse dentro de su cuerpo, yendo y viniendo en un indescriptible trajín.
--Haaa, haaa, haaaa Mmmmnnn… Plac, Plac… haaaaaaaa…ohhhhhhhhh uhmmmm ahhhhhhhhhhhhh Haaa, haaaa, Mmmmnnnnn ¡paraaaaaaaaaaaaaa! haaaaaay… Plac, Plac, Plac, Mmmmnn, ho, haaaaa… Haaaaaaaaaay, haaaaaaaaa, Haaaaaaaaay… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… haaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ahhhhhhhh huffffff… Mmmnn, Mmnnn, haaaaaaaaaaaaaaaay… Plac, Plac… Ohhhhhhhhhhh, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaay… Haaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaa… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaaay, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaa…Plac, Plac, Plac… Haaaaaaaay, ha, ha, ha, , Haaaaaaaaay… Plac, Plac, Plac, Plac, Plac… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Plac, Plac, Plac… ha, Haaaaaaaaaaaa… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa… Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Hasta que desfalleciente Lucas, ella sintió como escupían semen el miembro de el, dentro de su cuerpo. Cuando por fin término pudo Eva ponerse de pie y escapar casi corriendo a su casa. Pero de lo que ya la chiquilla no podía escapar era de aquel placer.
A partir de entonces se convirtió en amante de planta de su primo, quien pese a su corta edad supieron enseñarle nuevos y gratificantes placeres. Los evidentes temores al embarazo hicieron que Evita tratara de aplicar algunas medidas preventivas, así por ejemplo se opuso a que Lucas se vaciaran dentro de ella, lo dejaba cogérsela hasta el punto de la eyaculación momento en el cual ya la chiquilla se había venido, los sacaba por la fuerza de encima de ella y les frotaba la verga juntito a su cara, mamando, lengüetazos y chupadas, hasta que escupía su ofrenda salpicando su cara que al final quedaba bañada en semen. Otra de sus técnicas era que terminaran en su culo, eso se convirtió en algo fascinante para la chiquilla, pues de esa manera podía venirse de otra forma, tal vez más salvaje y brutal, pues el intenso dolor de la penetración se mezclaba extrañamente con la deliciosa sensación de sentir ir y venir el duro garrote en el distendido agujero que luego de un rato quedaba empapado de leche. Hasta que pasó lo que tenía que pasar. Fue durante las fiestas del pueblo dedicadas a la virgen del lugar.
Continuara…