Desde que él me enseñó lo que es el sexo de verdad no quiero a otro hombre.
Relato
Me llamo Julia, tengo 16 años y soy alta, delgada, tetas medianas, buen culo y pelo largo y morena, y piel blanquita.
Todo empezó cuando mis padres estaban teniendo problemas y mi tío accedió a dejar que me quedase con él.
Al principio todo era normal, menos por una cosa, había una habitación en la cual no me dejaba entrar.
Estaba en el suelo desnuda con las piernas abiertas delante del espejo de mi cuarto con la puerta medio abierta. Empecé a depilarme las piernas y coño con cera, cuándo terminé de quitarme todo el vello me di un baño.
Me puse unas bragas negras y un top negro en el que se notaban mis pezones. Estaba sola en casa, o eso creía así que entré en ese cuarto prohibido. Había fotos mías desnuda mientras dormía, juguetes sexuales, una cama, un sofá, una mesa, una silla y un potro. Cuando iba a salir del cuarto mi tío estaba apoyado en la puerta, llevaba un traje negro el cual le quedaba muy bien, he de decir que mi tío tiene 28 años.
Alto, moreno, labios besables, cuerpo musculoso y una polla que debajo del pantalon parecía grande.
-¿Por qué has entrado aquí? Dijo.
-Tenía curiosidad, ¿por qué tienes fotos mías?
No respondió me cogió del brazo y me sacó del cuarto cerrandolo con llave. Me encerré en mi cuarto y comencé a hacerme fotos: enseñando mi coño, mi ano, mis tetas, masturbandome, con ropa interior, etc. Las imprimí y las puse en un sobre, fui a cenar con él.
-Tío quiero volver a subir al cuarto. Dije y él negó.
Me senté encima de él sintiendo su polla en mi coño.
-Sino me dejas subir le diré a mi madre que me hicistes fotos desnuda. Le amenacé.
Subimos y tiré todas las fotos, mi tío me pegó contra la pared.
-¿Por qué las rompes zorra?
Aún con él apretandose contra mí empecé a pegar las nuevas fotos.
-Son mejores. Dije y mientras él observaba las fotos yo me senté en el sofá. Quiero probarlo.
-No, no voy a dejar que lo pruebes.
-Tu polla no dice lo mismo.
-Eres una zorra, y te voy a castigar por desobedecerme.
Se sentó en el sofá.
-Desnudate y dame tus bragas.
Me desnudé y me acaricié los pezones. Me separó de piernas y me secó la humedad de mi coño con las bragas.
-Huelen bien, ¿te gusta estar desnuda zorra?
-Sí.
-A partir de ahora no quiero que lleves ropa en casa.
-Vale tío.
-¿Eres virgen? Preguntó.
-No.
Me sentó en el sofá y me abrió las piernas, comenzó a azotarme el coño, me encantaba.
Me pellizcó los pezones y estirando de ellos me levantó del sofá para llevarme al potro.
-¿Como te sientes?
-Como una zorra.
-¿Te gusta zorrita?
-No tío, me gustaría si fuese tu zorra, quiero que me enseñes tío.
-Te voy a enseñar zorrita, pero si te comprometes serás mi esclava sexual, ¿entendido?
-Sí, tío.
Me sentó en el potro y restregué mi coño contra él.
-Echate. Me ordenó, mis tetas quedaron aplastadas.
Me ató las manos al potro al igual que los pies, mi coño estaba bastante expuesto.
-Ahora aprenderás.
Me azotó incontables veces, me estiró del pelo, me puso un dildo gigante en mi estrecho coño y me folló como si no hubiera un mañana.
Cuando terminamos me besó.
-¿Me he pasado? Preguntó y sonreí.
-Tengo ganas de más.
Me compré un disfraz de sirvienta y otro de colegiala, me lo compre una talla más pequeña.
Me puse el de colegiala sin ropa interior, tenía las tetas apretadas y medio culo fuera.
Me puse al lado de mi tío con mi ordenador.
-Tengo que hacer un trabajo de clase, tengo que ver un vídeo y responder unas preguntas. Dije y puse el vídeo de una colegiala follando con su profesor.
-Zorrita ¿que te dije de la ropa?
-Lo siento tío.
Dije dejandole ver mi diminuta falda y sentandome encima de él.
-¿No te gusta, tío?
-Sí.
Me cargó en su hombro hasta llevarme al cuarto.
Me hizo una mini sesión de fotos.
-Julia, ¿otra vez castigada? Dijo y entendí rápidamente.
-Sí profesor. Se sentó en su silla.
-¿Qué has hecho? Preguntó.
-Copiar en un examen.
-Acercate, te levanto el castigo de toda esta semana si dejas que haga algo contigo zorrita.
-¿El qué? Pregunté.
Me quitó mi camiseta y masajeo mis tetas.
-Profe está mal. Susurré.
-¿Quieres seguir castigada?
-No profe.
Me puso contra la mesa y me levantó la falda, comenzó a azotarme las nalgas con una regla hasta dejarmelas rojas. Me acarició y se volvió a sentar. Me acerqué a él y me desnudó completa, me sentó en su mesa y me abrió las piernas, comenzó a comerme el coño mientras yo gemía su nombre. Me cogió del pelo y le chupe la polla.
-Hazme tuya tío. Supliqué olvidando el juego.
Me cogió en brazos y me llevó hasta la cama. Me penetró lentamente mientras nos mirábamos a los ojos, me besaba los labios, el cuello. Empezó a follarme más rápido hasta que llenó mi coño de semen.
-Te quiero. Susurré.
-Y yo zorrita mía.
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309861 veces
Si te ha gustado Exclava sexual de mi tío. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Exclava sexual de mi tío..
Zorrita.Caliente15
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:22) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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