Me han llegado bastantes mensajes preguntàndome si puedo verme en persona con ellos, pero por el momento pues no, prefiero vivir experiencias con personas que conozco y de vez en cuando intentar algo sexoso. Mejor les platicarè còmo fue que me naciò el deseo de vivir experiencias cachondas incestuosas con algunos familiares mios.
Relato
Mi aficiòn en el sexo comenzò asi: Desde pequeña, recuerdo que dormìa en la cama de mis padres, aun no iba a la primaria, pero una noche, me desperté por movimientos en la cama, sentí que se movía mucho la cama, mi hermano más chico estaba acostado entre mis padres y yo, dormíamos en una cama king size, yo al extremo junto a la pared, mi hermano seguía y luego mi mamá y mi papá al final. Pues mis papás gemían y se movían rítmicamente, las siluetas se veían por la ventana que dejaba pasar un poco de luz de la calle, escuché que mi papá le decía a mi mamá:
- Oye, ahora quiero cogerte de a perrito.
Ella solo gemía y ví que se acomodó, sus nalguitas las puso a merced de mi papá, él se puso atrás de ella y a la altura de su vientre vi el pene de mi papá, se agachó mi papá a besarle las nalguitas a ella, eso me puso algo caliente a pesar de mi edad, luego él se acomodó atrás de ella y vi su pene apuntar al trasero de mi mamá, con una mano la sostenía de la cadera y con la otra mano le apuntaba el pene a su culito.
Cuando mi papá le empujó el pene, ella dio un gemido de goce, empezaron a coger cada vez más rápido, la cama se movía más y más. Ambos gemían y jadeaban muy calientes, cada que mi papá penetraba a mi mamá, dejaban escucharse sus jadeos muy ricos. Por supuesto, mi vagina empezó a producir un liquido viscoso, me empecé a acariciar y deseaba sentir eso que mi mamá sentía. Después de un rato gimieron más y él le dijo a ella que se iba a venir, ella le dijo que también se venía muy rico, aceleraron sus cogidas y poco a poco fueron deteniéndose.
Estas escenas se repetían cada semana o al menos yo me daba cuenta que cogían cada semana, mi papá no era tan fiel, porque con el paso del tiempo me di cuenta que yo tenía medios hermanos. Recuerdo que en una pelea entre mis padres, algunos años después, nos fuimos al pueblo de mi mamá, a casa de mis abuelos, después de unas tres semanas, mi papá llegó y al parecer, todo había quedado en reconciliación entre mis padres.
Volvimos a casa, pero después de unos meses, nuevamente mis padres estaban disgustados, me daba cuenta porque mi mamá se dormía en la cama con nosotros y mi papá se acostaba en el piso. Durante una de esas peleas, recuerdo que llegaba mi tía, hermana de mi papá a la casa, nos llevaba chocolates, pan y leche, platicaban y me daba cuenta que hablaban de la mala relación entre mis padres.
Dentro de esa semana, mi tía llegaba a cuidarnos a nosotros, mi mamá empezó a trabajar, era una fabrica de embutidos, estaba cerca de la casa, ella volvía a las diez de la noche, mi papá a veces no llegaba, cuando mi mamá llegaba a casa, mi tía se iba a su casa y nos quedábamos a dormir.
Llegó el día en que empecé a ir a la escuela, mis papás llevaban varios meses sin pelear, fuimos a la casa de mis abuelos y mi papá nos alcanzó allá. Pasamos navidad y unos días más, mi mamá tenía vacaciones, mis abuelos se fueron a su pueblo unos días y nos dejaron la casa sola. Las hermanas de mi mamá se iban a trabajar, y fue allí donde descubrí la venganza de ella.
Mis tías trabajaban en esa semana en la noche, pues por ser fin de año no iba todo el personal y había trabajo voluntario para quienes quisieran ganar por tiempo extra, creo que les pagaban doble en esos días y si trabajaban de noche hasta triple.
Mi mamá compraba la comida en el mercado cercano, y noté que le hacía la plática un señor que vendía ropa, me incomodaba que él le dijera cosas como: -Hola amiga! Qué bonito se puso el día por verte! -Dónde estaban escapándose las flores que se había encontrado una muy bonita!
Siempre haciendo alusión al ver a mi mamá. Ella solo se reía y platicaban un buen rato.
Esa noche, mi mamá regresó con una chamarra muy bonita, estaba algo sonriente, mis tías se fueron a trabajar, eran las nueve treinta de la noche y al irse mi mamá nos envió a dormir. Alrededor de las diez y media de la noche escuché que sonó la puerta, mi mamá rápidamente abrió, escuché que entraba un señor, platicaban y mi madre le sirvió refresco, se escuchaban risitas y yo salí a verlos entre la puerta abierta.
Ese señor se le acercó a ella, la tomó de la mano, pensé que se iba a despedir, pues a nosotros nos decía mi mamá que nos debíamos despedir de mano. Se le acercó a ella y le besó la mano, mi mamá solo agachaba la cara, se reía y él se le acercó más, escuché que le dijo que estaban solos y nadie se daría cuenta, así le daría una lección a tantos engaños de su marido.
Se le acercó, la besó en la mejilla, ella como que se daba vuelta para evitarlo, al final, ella se levantó y le dijo que iba a ver si estaban dormidos sus hijos, venía hacia la recámara, corrí a mi cama, me cubrí y me hice la dormida. Mi mamá nos tapó y salió cerrando la puerta de nuestro cuarto, pero tenía esa puerta un problema y no cerraba a menos que tuviera el segurito de la cerradura puesto.
Me volví a levantar, vi entre la puerta que se besaban, mi conchita se mojaba mucho, ese señor le agarraba las nalgas sobre el vestido a ella, mi mamá lo abrazaba por el cuello permitiéndole tocarla por donde él quisiera, de repente él le levantó la falda, le acariciaba las nalgas a ella y comenzaba a gemir como cuando cogía con mi papá. Vi los calzones de ella, eran azulitos muy claros, él le besaba el cuelo y bajó a sus senos, se los descubrió y se los mamaba rico.
Luego él le tocaba el sexo a ella, dijo que estaba bien mojada, lo comprendí porque yo estaba igual, muy mojada, luego ella le dijo que fueran a la recámara de al lado, lo tomó de la mano y lo llevó al cuarto de mis tías, está al fondo de la casa, cerraron la puerta con seguro, caminé al lado del cuarto, porque tiene ventana que da al patio de atrás, desde la ventana vi como se besaban y se quitaban la ropa, ese señor le abría las piernas y le chupaba la vagina, ella gemía disfrutándolo mucho, sus besos se escuchaban fuerte, después ella se levantó y le retiró el pantalón a él, le agarró el pene y se lo chupó un buen rato.
Yo me acariciaba la vagina, mi clítoris deseaba ser acariciado por alguien más, lo rico y excitante fue cuando ella lo acostó en la cama y se subió en él separando las piernas alrededor de él, ella dirigió su pene y se sentó introduciéndose su palo hasta adentro, empezó a subir y bajar, gemían muy rico los dos.
Después ella se puso en cuatro, él la penetró como mi papá lo hacía, le acariciaba las nalgas y de repente le echaba saliva a su pene para que resbalara más fácil.
Ella comenzaba a decirle que se venía, él se la cogía más rápido, ella le dijo que se vinieran juntos, se movieron más rápido y daban gemidos de éxtasis y satisfacción muy rica. Se fueron deteniendo y ese hombre le sacó el pene de su vagina, la besaba y de su vagina le escurría el esperma depositado en su interior.
Esa verga del señor estaba llena de pelos, mi mamá también tenía su matita de pelitos en su sexo, pero se veía su vagina algo rosadita por lo abiertita y excitada que estaba. Se limpiaron con su ropa interior, se quedaron acostados un rato, se besaban y ella le acariciaba el sexo esperando que se recuperara de la eyaculación reciente.
Después se vistieron y le dijo él que se debía retirar, se dieron varios besos más, platicaban y al fin, ese señor se fue, ella lo acompañó a la puerta, mientras yo regresé a mi cama, pero había un problemita, yo seguía excitada y sin dejar de emanar lubricación de mi cuevita. Sentía mis mejillas sonrojadas, calientes, me sentía con ganas de que alguien me hiciera lo que le hicieron a mi mamá.
Mi madre se fue a dormir al cuarto de mis abuelos, yo mientras seguía caliente, por curiosidad, metí mi mano para agarrarle el pene a mi hermano, estaba muy chiquitito, me levanté para encender la luz del cuarto, bajé la pijama de él.
Me acerqué para verle de cerca su pito, lo presionaba con mis dedos y noté que se ponía algo durito, me acaricié la vagina y la imagen de ver a mi mamá chupándole el pene a ese señor me vino a la mente, me acerqué para oler su pito, esa tarde mi mamá nos había bañado antes de cenar, allí fue que me animé a chupárselo a mi hermano. Lo succioné varias veces, su tamaño aumentaba un poco, se puso muy duro, le chupaba el glande que se asomaba de entre el prepucio.
Me atrevía a subirme a él, coloqué mis piernas alrededor suyo, le hice como mi mamá le hizo con ese señor, me dejé caer sobre su pene y como no era muy grande pero si estaba durito, sentí que se posaba adentro de mi vulva, me moví de adelante hacia atrás varias veces, sentí muy rico ese pedacito de pene, me sostenía de la cabecera de la cama para no dejarme caer totalmente sobre él, pero aun así, me cansé.
Me acosté al lado de él, tomé su mano y me acaricié con sus dedos, sentía mu rico, así estuve bastante tiempo y no recuerdo cómo, pero me quedé dormida. Al amanecer, mi mamá ya estaba levantada, hacía el desayuno para que llegaran sus hermanas de trabajar. Llegaron ellas y me levanté, desayunamos y ellas se fueron a dormir un rato.
Al llegar esa noche, ocurrió lo mismo, ese señor llegó a las once de la noche a hacer el amor con mi mamá, fueron más rápidos, desde la sala empezaron a coger, lo hacían con la ropa puesta, ella se subió la falda y él solo se bajó el pantalón un poco, ella se sentó en la mesa mientras él la penetraba, se besaban y después ella le dijo que fueran a la recámara, entraron al cuarto, se desvistieron para seguir besándose y ese señor estaba sobre ella penetrándola de misionero, sus suspiros eran muy ricos, ella se movía de arriba a abajo, a los lados y él le metía y sacaba el pene.
Le pidió él que se pusiera de a perrito, ella rápidamente se acomodó, él le besó las nalgas y ella se dejaba hacer lo que fuera, la penetró de a perrito, aceleraban sus metidas y ella gemía satisfecha, luego él le dijo que si le prestaba su agujerito negro, ella dijo que no, él le insistió y la jalaba hacia su sexo, él se agachó para besarle el cuello, ella se dejaba morder la oreja, chupar el cuello, le agarraba los senos, metía mano entre sus nalgas, ella le dijo que no tocara su culito, él le dijo que estaba bien rica y sabrosa, ella gimió y entendí que le habría metido un dedo en su anito, él le dijo que solo un poquito, que le iba a gustar, ella le dijo que ya lo había intentado pero no le gustó, en eso él le sacó la verga de su vagina, le dirigió a su anito y se la empezó a meter despacito, ella gemía de dolor, él se la metía y le dijo que estaba muy sabrosa su colita.
Al tenerla adentro, él se quedó quieto, ella trataba de sacarlo, pero él la agarraba fuerte, le dijo que ya se lo sacara del culito, él le dijo que solo un ratito le diera chance, se lo sacó un poquito, luego se lo metía, así estuvieron hasta que se movían juntos en un ritmo delicioso. Se escuchaba que le salían unos gasesitos de su culito, después de un rato, ella se movía más rápido, él la culeaba más fuerte y le dijo a ella que le echaría su leche adentro, ella se acariciaba el clítoris más rápido y dijo que le echara su semen adentro. Terminaron juntos, se dejaron caer sobre la cama, se besaron y yo me fui a mi cama, nuevamente masturbé a mi hermano con mi mano, boca y vagina, sentí aun más rico que la noche anterior, tardé un poco más de tiempo pues mi mamá y ese señor no salían de su cuarto.
Al fin salieron, se despidieron, me asomé por la puerta de mi cuarto, los vi besándose, luego él le descubrió los senos y se los chupó un rato. Se despidieron y salió mi mamá a despedirlo en la puerta. regresó y me hice la dormida, entró a su recámara y apagó las luces, seguí masajeándome con la verga de mi hermano, me movía a todos lados y el cansancio me venció.
La tercer noche no llegó ese señor, mi mamá durmió con nosotros, el fin de semana llegó y mis tías descansaban. Fueron por cosas al mercado, mi mamá fue con ellas también, nos compraron pastel, pues era casi año nuevo, regresaron mis abuelitos, festejamos año nuevo con ellos y llegó mi papá con nosotros también.
El día dos de enero dijo mi mamá que debía entrar a trabajar nuevamente, nos llevó con mis tías, nos quedamos a dormir en su casa, mi mamá dijo que trabajaría esa noche y no durmió con nosotros, al otro día llegó mi mamá, dijo que había ido a casa para cambiarse pues traía otra ropa distinta, mi tía le preguntó que dónde se quemó el cuello pues traía una marca oscura en el cuello, mi mamá le dijo que le brincó un poco de aceite al preparar unas sincronizadas en casa, le dieron un poco de crema y casi no se veía, creo que era maquillaje.
Al volver a casa, de la misma manera nos quedábamos en la misma cama, a la semana siguiente me despertó el movimiento de la cama, mi papá se cogía a mi mamá, lo hacían muy rico y se escuchaban más los gemidos, respiraban muy aceleradamente, el ruido del mete y saca se escuchaba muy húmedo, la cama se movía y mi sexo emanaba mucha lubricación, escuché que le dijo mi papá que le diera el culito , ella le dijo que no, que ya sabía que allí no le gustaba. Siguieron por un buen rato y terminaron.
Así pasaron semanas, de repente mi mamá llegaba tarde y decía que trabajaba horas extras, de repente traía ropa nueva y como si nada. Llegó el día en que me tocó ver a mi papá, él traía la camioneta de mi abuelo, pasó por unas cajas para la tienda de mi abuelita, lo acompañaba un trabajador de mi abuelita para decirle dónde recoger las cajas, al subirlas a la camioneta el chalán se retiró pues tenía un compromiso, estábamos cerca de la casa de mis tías, pasamos a verlas, nos invitaron a comer, salimos casi oscureciendo de allí.
Al regresar, mi tía le pidió si la llevaba para ver a su hermana (mi mamá), me pasé a la parte de atrás de la camioneta, me quedé recargada, ellos platicaban, en un semáforo mi papá volteó a verme, me hice la dormida, él le dijo a mi tía que yo estaba dormida, mi tía volteó a verme, dijo que pobrecita, me iba a acomodar pero mi papá le dijo que así me dejara, pues me despertaría y no los iba a dejar darse un faje del recuerdo, mi tía le dio un manaso. dijo que tuviera algo de respeto, allí estaba su hija, él le dijo que si, pero estaba dormida, ella le dio otro manaso y mi papá le puso su mano sobre la pierna a ella, mi tía no le dijo nada, él le dijo que si le daba chance de recorrer viejos caminos, ella solo le decía que manejara bien para no chocar.
En un semáforo en rojo, mi papá le puso la mano sobre la pierna, ella le dijo que las manos al volante, él le dijo que no la olvidaba, que recordaba los ratos muy ricos con ella. Mi tía volteaba a verme, le dijo que no dijera eso por si me despertaba, le siguió acariciando la pierna y ella no se la quitaba de allí, avanzamos y él le dijo que se desabrochara el cierre del pantalón, ella le dió un manaso y le dijo que no.
Llegamos a otro semáforo en rojo, le puso la mano sobre las piernas a ella, vi que le acariciaba los senos, ella volteaba a verme, yo me hacia que dormía, luego le dijo que ya no siguiera o no respondía. Mi papá le dijo que eso quería, que no respondiera, solo hiciera lo que ella quisiera hacer. Ella le dijo que era un descarado, no le daba pena que estuviera su hija frente a él, le dijo mi papá que estaba dormida y no se daría cuenta su hija (yo).
Al avanzar, mi papá le acariciaba los senos a ella, ella puso su brazo sobre el respaldo de mi papá, él le acariciaba la zona del vientre, creo que le desabrochó el pantalón, mi tía le dijo que era muy atrevido, que le debían amarrar las manos desde niño, en el siguiente semáforo en rojo, mi papá se desabrochó el pantalón, mi tía creo que ya estaba muy caliente, él le dijo que viera, ella vió bajo el volante y exclamó algo como un suspiro, él le agarró la mano y se la puso en su verga, ella volteaba a verme y luego se agachó para chuparle la verga a mi papá, yo podía ver a mi tía como subía y bajaba su cabeza mamándole la verga a él, se escuchaba su succión con la boca.
Mi papá le acariciaba las nalgas a ella, se las apretaba, le dijo que estaba muy buena, mi papá dijo que estaba más buena que su hermana (mi mamá), ella seguía en lo suyo, él le dijo que venía un semáforo, se detuvo y ella se levantó, al avanzar, ella se desabrochó el pantalón, al parecer se lo quitó, lo hizo bolita y lo puso en su bolsa, sacó una falda y la puso a un lado para que al llegar se la pusiera. Mi papá le acariciaba el sexo, luego le frotaba los senos, después seguía con su sexo y ella ya jadeaba caliente y excitada.
Así nos fuimos hasta la casa, antes de llegar, mi tía se vistió, mi papá se arregló la ropa y metió la camioneta al patio de la casa de mis abuelos. Me cargó mi papá, alcancé a notar su verga erecta, me subió a la casa con mi mamá, me acostó en mi cama y luego hice como que me desperté. Mi papá bajó por unas cosas, me di cuenta que tardaba más de lo normal, deduje que estarían echándose un palito, después de un rato llegaron mi papá y mi tía, mi mamá la recibió con abrazo y todo, yo dentro de mi me sentía como molesta y celosa por lo que vi.
Esa fue mi época de cachondeo, es por eso que me excita escribir mis recuerdos y hoy a la distancia, me encanta hacer que cada lector tenga su erección, cachondeo o imaginación más despierta que nada.
Me despido y pronto espero poder escribirles más memorias de mi vida.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783719 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:51) dice:
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