Extraña dama

Recuerdo, que en mi época de jovencito, era muy normal, andar con la mochila al hombro, como no sobraba el dinero, ese método era el mas apropiado para gozar de las vacaciones. En este punto quiero decir que era seguro, no como hoy que por el tema del robo, y de muchos cachafaces, nadie te levanta en la ruta, para ni si quiera trasladarte un kilómetro,.
A donde, nos metiéramos en la cabeza concurrir era seguro que íbamos, nuestro país es tenemos, casi 5400 KM. Ruta que hubiera te cruzabas, con mochileros, y mochileras, también, quiero decir que hay pocos lugares que no haya conocido de esa manera, a veces solo en otra en grupo, pero casi todos los años terminado el ciclo lectivo, ya estábamos en marcha con pocos pesos,, hacia el destino fijado,
En estas andadas hay miles de historia que contar, en este momento viene una porque fue muy especial, y ala vez rara, , bueno rara en ese momento, para un jovencito de poca experiencia, con damas.
Salgo a la ruta desde mi hogar con un destino en la mente que era una localidad de la sierra, a la que quería ir por que un amigo me narro que es muy agreste y tiene, un lago, escondido, donde las aguas , son d dos colores, y están separadas, como por una raya.
Cuento que ya había avanzado, varios cientos de Km. Pero llego el momento que estando a unos 150 Km. Del lugar no me levantaba nadie, ya bastante cansado de caminar, a la vera de la ruta y casi buscando, un lugar para hacer noche, diviso, una de esa s Vans, que venia, en el sentido a la que me dirigía, le hago dedo, casi poniendo actitud de suplica y compasión, que creo que surtió efecto, a unos casi 60 metros, se detuvo, corrí, y me subieron era una pareja ya de unos 0 años, y en lo que andaban era tipo casa rodante, me ubique atrás, comencé, k charla, y como tema, siempre son a donde te diriges, ellos iban mucho mas al norte, pero era casi de paso de mi destino. Cuando les empecé a contar de mi destino que ellos desconocían quedaron atrapados, ella mas que el yo le daba detalles del lugar aunque no conocía les conté de mi amigo que vino tan maravillado, que me había cautivado, igual que creo que ella después de mi relato, fue así que luego de presentarnos, el se llamaba Héctor, y ella Beatriz, (Betty) yo soy Luis,
Como soy muy jovial, me la paso contando chistes, o anécdotas risueñas, además toco la guitarra y canto, ella es mi compañera, va con migo, y a veces me ha ayudado a que den un aventón, como se dice en otras lides (esto es una cuestión, que aprendí, de los viajes, donde te subes a un camión, y te duermes te bajan , los chóferes, viene, cargados de sueño, y si te duermes, al lado, puede ser fatal, así que hay que hablar, y aquí se ceba mate, 2 cosas fundamentales) En la mitad del trayecto les cambie, de destino, ella que era la mas atenta para con migo, se reía, y además, note que tenía una mirada especial, como, profunda, y buscona.
En un momento confeso su edad, tenía en ese momento 41 años. Y el 50, nos apartamos de la ruta para dirigirnos al lago, que como mi amigo, me había descripto al detalle, parecía que hubiera venido miles de veces,
Llegamos ya muy noche pero el lugar era impactante, y hermoso, ellos aparcaron y yo a unos 20 metros arme mi carpa, y el comienzo de mi campamento, prender fuego es primordial, si que junte ramas y me aboque a hacerlo, a prepara la comida que era un sobre de sopa instantánea, con un poco de arroz. Luego de cenar, con una noche esplendida, me calce mi short de baño, y fui a darme un chapuzón, de regreso, pase por delante de ellos, me invitaron a tomar, café, cosa que acepte, el un poco parco seguía siendo Betty la que me festejaba las cosas, e un momento, me despedí, fui a mi lugar eche algo de leña, y como era costumbre, en mi, me puse a rasgar la guitarra, y a cantar unos temas, los pocos minutos tenía, compañía, ella que al haberme escuchado se vino, primero en silencio, yo allí recién pude apreciar su figura era una mujer, muy bien puesta, y conservada, estaba con uno shorcito, hechos de un Jean cortados, que mostraban lo cachetes de su bien parado culo, t una remera de algodón que debajan ver que poseía dos senos, para empacharte mimándolos, me hizo, para el nene, y medio me desconcentro, hizo señas que siguiera, pero la verdad que era muy bella, más para un muchachón, cuando termine la canción ella aplaudió, dijo a muy bien Luis, que bonito cantas, agradecí, y comencé con otra luego de algunas ,. Me pregunto si me sabía una que era “perfidia” la comencé a cantar ella, se puso a coro, y al terminar , en un acto reflejo, se alzo, y me dio un beso en la mejilla, que me paro, por un instante, entre canto y cuento, parecía que éramos, amigos de años, ella en esa confianza, me contó que Héctor había sufrido, una enfermad, cardiovascular, y que le había restringido algunas funciones, de coordinación, yo la mire, y me apene, luego de eso, cante una mas y nos fuimos, a dormir, yo en mi carpa y ella su Vans,
El día siguiente al ver l lago que era como mi amigo lo había descripto, quede perplejo,, casi nadie, mas que algunos pescadores, con sus cañas, y dos o tres acampados a la distancia, cuando volvi a estar coin ellos, Héctor me dijo que había valido la pena el lugar, allí note que su rostro estaba un poco, como corrido, y tenía alguna pequeña dificultad para caminar leve pero se notaba. Le dije que estaba yo también estaba admirado del lugar.
Paso el día con una línea, de pesca de esas a mano, que llevo había pescado, un hermoso ejemplar de carpa de carpa que fu mi cena, y como era mucho los invite, aceptaron lo hice a l spiedo, armado, con dos horquetas, y una estaca, que la cruzaba, con llama, media, ellos colaboraron con especies, y algún elemento mas y el vino, cenamos, tomamos algo eso me entono, yo comencé a cantar ya tocar, para ellos, como a la medía hora el dije los dejo me voy a dormir, y agrego Uds. quédense juntitos, la noche es larga, ella se alzo, le dio un beso, y regreso, para seguir con migo, las palabras, de el eran raras, como con un doble sentido, hasta que mientras cantaba ella se coloco muy pegado a mi casi con apego, en un final, ella me acaricio, y miro fijo, en un acto de provocación paso su mano por mi pene, estaba claro, que quería, guerra, yo lo primero que hice fue mirar para su casa rodante, ella dijo tranquilo, el sabe lo que vamos a hacer, ya esta durmiendo, me beso, profundo, y casi como suplica acoto el una de sus funciones afectadas, es que es impotente, y no tiene erección, yo miraba como azorado, me tomo de la mano, y me metió dentro de la carpa, lentamente, fue sacando todas sus prendas, y dejando su cuerpo, a la vista mi pene duro y robusto con sed, de placer.
Relatar los detalles de los que me propino, en todo lo que duro nuestro acto sexual, es casi rozar con lo redundante y les diré, que para un joven como yo, casi sin experiencia, activo, todos mis sentidos, me hizo, pensar que soñaba, se que me exploto a fondo, pude terminar acabando, en dos oportunidades, ella se entrego con todo y gozo sublímenme de todo, sentí que sus orgasmos, fueron estrepitosos, y muy intensos, en momento, sus expresiones de placer, perduraron un buen tiempo, difícilmente, me iba a olvidar, ella me dijo Luis, siempre te recordare, elegí hacer el amor con vos, y no me arrepiento, por lo difícil que representa estar haciéndolo, ante el sufrimiento, del amor de mi vida, pero la vida nos pone en esos dilemas, espero sepas comprender que no soy una cualquiera, para ti una experiencia, y para mi seguir al lado de ser que mas quiero en la vida, yo estaba mudo, para ese momento, mucho no entendía, esa confesión final, me había dado un beso, en la frente, y se había marchado, estaba mas que disfrutando el hermoso polvazo que me había echado, con esa voluptuosa mujer, Pensando, con un dulce sabor, en cada momento vivido, en mi carpa ansiosamente, que llegue la noche para volver gozarlo, mucho tarde en dormirme, pero al fin lo hice, no se cuanto, dormí, si se que me desperté, y cuando salio de mi carpa, me vino como una desesperación por que frente a mi no se entraba mas la casa rodante Héctor y Beatriz se habían marchado.-