Esta es la historia de una serie de televisión La Familia Ingalls, pero la versión hot como a mí me hubiera gustado ver, se va la septima, espero que les agrade.-
LO QUE SUCEDÍA EN EL PUEBLO
Relato
Cuando Willie llego a su casa, su padre lo estaba esperando con café y galletas para que repusiera fuerzas, y vaya si lo necesitaba, no solo había trabajado mucho sino que me cogió en su casa y en el granero acabando tantas veces en mi concha.
• Hola hijo, como te ha ido, por lo traspirado y sucio se ve que has trabajado mucho, ve a higienizarte y cámbiate de ropa que yo te espero para que ambos comamos algo para poder descansar.
Willie no podía salir de su asombro al ver lo cambiado que estaba su padre, sabía muy bien el motivo, era el lavado de cabeza que le estaba dando Caroline como se lo estaba haciendo a él pero no era con malas intenciones, sino para acercarlos y se conocieran mas. Se quedo pensando todo lo ocurrido en el día, de lo hermoso que había sido cogerse a Caroline y del acercamiento que estaba teniendo con su padre se aseo y con el calzoncillo puesto fue a la cocina para sentarse a la mesa, su padre lo miro extrañado al verlo casi desnudo.
• Sabes Willie, desde que se fue tu madre se te nota distinto, estas más alegre, me encanta el acercamiento que estamos teniendo, tu forma de tratarme y como te diriges a mí, ya no me llamas por mi nombre sino que me dices papá, te preocupas por mi y hasta se te ve más liberado, ya que nunca te has sentado a la mesa desnudo.
• Papá, lo que pasa que hace tiempo no estamos en un ambiente cálido y tranquilo como ahora, cuando están mamá y Nelie se la pasan gritándonos y agrediendo sin causa, puede ser que a mí lo haga mi madre para imponer su autoridad y corregir mis errores, pero me molesta que te lo haga a vos ya que gracias a vos tenemos todo lo que deseamos y ella vive una vida tranquila sin que le falte nada, sin embargo lo que no logro entender es porque le permites que te degrade como persona te mal trate y vos que no hagas nada al respeto, ojo, no te estoy diciendo que le pegues, aunque algunas nalgadas le harían falta como ella hace conmigo.
• Sabes hijo, lo que pasa es que uno lo permite una vez, dos y a la tercera te acostumbras, soy una persona que a lo mejor por falta de temperamento ella se fue adueñando de la situación ya que es de carácter más fuerte que yo, pero siempre estuvo a mi lado, tanto en las buenas como en las malas, pero al ver que hay otra clase de vida desde que llego Caroline a nuestra casa, me di cuenta que lo que estábamos viviendo era un caos hundidos en la humillación, esta casa cambio mucho desde la entrada de esta mujer y me di cuenta que soy hombre y que debo hacerme respetar.
• Con todo respeto y sabiendo que todo queda entre nosotros, paso algo entre ustedes para que llegues a esta determinación.
• Por supuesto que paso, es una hermosa e inteligente mujer que habla sin elevar la voz y te hace ver las cosas desde otro punto de vista, como ella me dice que en lugar de ver el vaso vacio mire la parte que está llena, fue ella la que me hizo ver lo buena persona que eres tú, que no debía darte el trato que recibía y que lo que te entregara lo recibiría de vos, y por lo visto no estaba equivocada, ya que nunca habíamos logrado tener un dialogo entre hombres como esta noche, ahora vete a dormir que mañana nos espera un día muy duro.
Me levante, le di un beso en la frente y le pedí que se fuera a acostar él que yo dejaría todo en orden y luego me acostaría. Lo vi levantarse con lagrimas en sus ojos y vi que se iba a su dormitorio, me dedique a limpiar todo para dejar todo en su lugar para que al otro día no tuviera que hacerlo Caroline, al terminar me acosté y me quede dormido. Llego la mañana y fui despertado por mi padre que me traía el desayuno a la cama, nunca lo habían hecho conmigo ni mi madre y mucho menos que papá, estaba en calzoncillos y por lo visto estaba al palo, se acerco a mí y me dio un beso en la frente a lo que yo respondí con un beso en su mejilla, el sonrió y me dio la bandeja para que desayunara.
• Como nos despertamos hoy papi, se ve que extrañas mucho a mamá, si quieres que te grite lo hago para que te sientas a gusto.
• Es verdad que la extraño, pero lo de los gritos me parece que se terminó, ni vos ni yo nos merecemos ese trato, pero a qué viene la pregunta de que si extraño a Harriet.
• Pues el bulto que llevas dentro del calzoncillo, si sigues así lo vas a agujerear, tendrías que hacer como hago yo, una buena paja.
Y salió el moralista de Nells, que me pensaba yo hablarle así, como se iba a hacer una cosa como esa y mas delante de mí no era ningún degenerado y que eso le pasaba por ser atento y traer el desayuno a la cama. Por lo visto había durado poco la amistad entre nosotros, pero me acorde de lo que me había dicho Caroline sobre que no quería mas peleas entre nosotros y si se enteraba de algo se cortaba la relación que estábamos llevando, por lo que decidí apaciguar las aguas y que todo terminara bien.
• No tienes que enojarte, tienes que pensar que pasarías un mal momento si llegara Caroline y te encontrara de esa manera, con semejante bulto, y que solamente lo bajaría con una paja o un baño con agua fría, y que con el frio que está haciendo no te lo recomendaría, ya que te puede agarrar un resfrió o una gripe.
• Tienes razón, con el apuro y lo ansioso que estaba de traerte el desayuno me olvide de vestirme, en cuanto a la paja no lo hago con frecuencia y jamás lo hice delante de ti y esta no va a ser la primera vez.
• Veo que te da vergüenza, pero si lo deseas lo podemos hacer juntos, sería una manera de afianzar nuestra amistad entre hijo y padre, no te parece.
Se quedo pensando, por un lado nos excitaba a los dos hacerlo mientras veíamos al otro tratando de acabar juntos, sabía que sería yo quien acabara ultimo y también pensé que a lo mejor sería que se avergonzaría de que viera de lo que estaba provisto pero sin darme cuenta vi como se bajaba los calzones y tomarse la pija entre sus manos, al verlo deje la bandeja sobre la mesa de luz e imitándolo me baje los calzones para empezar a masajear con mi mano la pija que estaba dura, empezamos ambos una paja mirándonos y ocurrió algo que jamás hubiera pensado, ya que de mi pija después de varios minutos de darle a la matraca comencé a acabar con un par de chorros de leche sobre el piso, papá sonrió para seguir él en lo suyo, no podía creer el aguante que tenia ya que a los cinco minutos empezó a acabar.
• Hijo mío, te falta mucho para ganarle a tu padre, ahora a vestirnos y limpiar aireando el ambiente porque si entra Caroline a la habitación con el olor que hay, puede llegar a pensar cualquier cosa, por demás está decirte que esto es algo que queda entre nosotros.
Papá se vistió rápido y se fue a abrir el negocio, todavía desnudo ya había limpiado y estaba con la ventana abierta y entraba un viento que me erizaba la piel, de pronto siento una mano sobre mi hombro, pensé que era papá y al darme la vuelta me encontré con Caroline.
• Pero que está haciendo mi bebe con la ventana abierta y desnudito, me estabas esperando a mí, te digo que es el mejor recibimiento que he tenido desde que vengo a tu casa, tu padre con una sonrisa y me beso en la mejilla y mi bebe desnudito, ven hacia mí y bésame.
Me le acerque y la bese con mucha pasión, mi pija estaba dura otra vez preparada para el combate, Caroline no entendía muy bien que era lo que estaba sucediendo pero me aceptaba y le gustaba que se la apoyara, le pedí que se desnudara, tiro su chal, se dio media vuelta para que le desabrochara el vestido el que cayó solo, luego le ayude con su enagua y bombacha a la vez, se la veía radiante con sus pezones ya duritos no sé si por la excitación o por el frio que estaba haciendo, su concha humedecida con el brillo de sus pendejos mojados, la tome del brazo y la hice acostar, me puse sobre ella la bese y se la empecé a meter, primero la cabeza y me detuve para admirarla, pellizcarle sus pezones y besarla en la boca, me incorpore y le di una nueva estocada entrando media pija en su conchita y comencé a bombearla un poco, pero solo dejaba que entrara la mitad, continúe de esta forma hasta que empezó a gemir para acabar en un orgasmo, recién en ese momento le di la estocada final de tal manera que parece que no se la esperaba ya que soltó un grito, y recién empecé a cogerla como ella merecía, con un vai ven rápido ya que se me hacia tarde para ir a la escuela, así y todo tuvo dos orgasmos mas antes que la inundara con mi leche, fue un orgasmo maravilloso como todos los que habíamos tenido antes, parecíamos sincronizados ya que siempre acabábamos juntos, se la saque y le dije que se me hacia tarde para la escuela, sin reponerse del polvo que habíamos tenido y casi sin respiración me la empezó a mamar para limpiármela y mientras de su concha se escurrían sus jugos junto a mi leche por sus muslos, me ayudo a vestirme y con su bombacha se limpio sus piernas y concha para quedarse vistiendo mientras me despedía con un beso y salí corriendo hacia la escuela. Caroline se termino de vestir y sentía frio, era que la ventana aun seguía abierta, se puso a limpiar y a hacer la cama cerrar la ventana para luego ir a la cocina para preparar el café, se sorprendió al ver que ya había sido preparado y que aún estaba algo caliente, por lo que lo calentó y llamo a Nells para que la acompañara con el café matutino. Mientras desayunábamos Nells me conto del cambio que había tenido con su hijo, de la conversación de la noche y que lo había sorprendido llevándole el desayuno a la cama. Se fue a atender el almacén y yo me puse a preparar la comida, al mediodía llego mi muchachito y yo estaba media decaída, por lo que solamente nos besamos y le dije que no podría darle su ración de sexo ya que estaba muy cansada, el se preocupo por mi salud pero le hice entender que solo era cansancio. Almorzamos los tres juntos y al finalizar fue Nells quien levanto la mesa para limpiar todo, mientras yo le explicaba algo de matemáticas a mi muchachito, se fue para la escuela y Nells al verme me pregunto si me encontraba bien, le dije que si, solo cansada, me pidió que me fuera a mi casa y que descansara que cuando las chicas llegaran las mandaría para la cabaña y haría que la acompañara Willie. Le agradecí por preocuparse por mi pero no era necesario que las acompañara, ellas conocían muy bien el camino y sabían que si yo no las estaba esperando, se tenían que ir corriendo a la cabaña. Me fui y al llegar a la cabaña me desnude, me higienice un poco, sobre todo la concha y me puse un camisón y me acosté. Me quede dormida ya que me despertaron las chicas cuando llegaron, me sentía muy mal, estaba con la cara caliente y no tenía ganas ni de comer, las chicas se dieron cuenta de que algo no andaba bien y se preocuparon, fue Mary quien prendió el fuego y prepara algo de comida junto a Laura, cuando vio que yo no quería comer y le dije que tenía frio, me calentó un caldo de verduras que teníamos y me lo hizo tomar, mando a las chicas a que se acostaran y ella se quedo conmigo toda la noche. Al la mañana, ya no tenía fuerzas para levantarme, les pedí que se vistieran y que al pasar por el almacén le avisara a Nells que hoy no podría ir, y de allí a la escuela, que yo descansaría y que las esperaría con la merienda preparada. Se fueron y pasaron por el almacén, le dejaron el recado a Nells y se fueron corriendo a la escuela.
• Willie, hoy no vayas a la escuela, ve por el doctor y acompáñalo hasta lo de los Ingalls.
• Que pasa papá, es Caroline, le pasa algo a ella.
• No se hijo, pero hay algo que no me gusta, ayer no la vi bien y hoy manda a sus hijas solas, por las dudas ve por el doctor y vayan a ver qué ocurre, dile que luego pase por aquí que yo le abono la consulta.
Me fui corriendo en busca del doctor, le comente lo que estaba pasando, tomo su maletín y nos fuimos en su carruaje hasta la cabaña de los Ingalls. Cuando entramos yo iba por delante llamándola y me la encontré tirada en el piso cerca de su cama, ambos corrimos hacia ella la acostamos en la cama y me pidió que me retirara para revisarla. Al rato me pide que le alcance el maletín que había dejado en el carruaje y se lo traje.
• Dígame doctor, que tiene Caroline, desde ayer que no se encuentra bien, estaba en casa comió poco, dijo que no le dolía nada pero no quiso almorzar mas, se la veía como si tuviera frio y calor a la vez ya que estaba como temblando pero al besarla en la frente estaba caliente.
• Quédate tranquilo, tiene mucha fiebre que puede ser producto de una gripe por un enfriamiento o que comió algo en mal estado, le voy a colocar una inyección para tratar de bajarle la fiebre, pero deberán colocarle paños de agua fría en la frente y no dejarla sola, ya que podría levantarse nuevamente y caerse quebrándose si golpea contra algún mueble, le diré que venga solamente una de las niñas para que la cuide pero las demás será mejor que se queden en tu casa, ya que podrían contagiarse, yo vendré mañana.
• Doctor, será mejor que se queden todas con papá, por favor avísele que yo me quedo con Caroline cuidándola, ya que si se llega a sentir mal yo puedo de una corrida pasar a buscarlo, en cuanto no halla peligro de contagio y se encuentre recuperada sus hijas podrán reunirse con ella y yo volveré a casa, papá me pidió que a su regreso que pase a verlo para abonarle la consulta y si hace falta algún remedio que me lo hagan llegar.
Una vez que el doctor se fue, fui hasta la cama donde estaba Caroline y fue donde me di cuenta de que su estado había sido culpa mía, ya que por haber dejado la ventana abierta y haberme ido dejándola toda traspirada con el frio que entraba por esa maldita ventana, ella estaba enferma, pero no era hora de lamentaciones, por lo que decidí cuidarla lo mejor posible pensando que haría mamá si yo estuviera en lugar de Caroline, le iba cambiando los paños húmedos sobre su frente y cuando parecía más relajada y tranquila la deje para ir por leña, me aleje un poco de la cabaña hasta donde habían árboles cítricos y arranque varios limones me los puse en los bolsillos y fui por la leña para regresar rápido a la cabaña para ir al encuentro de mi amada, al ver que seguía como la había dejado, le cambie el paño y me fui hasta la cocina para poner leños en la cocina y tratar de prenderla, agregue leños en la chimenea para que no se apagara el fuego que teníamos, puse agua en un recipiente y algunos yuyos que usaba mamá para descongestionar y que se me bajara la temperatura, tome unos limones y me fui con él te de yuyos ya preparados en un tazón, desperté a Caroline y al verme se sorprendió y no sabía muy bien que pasaba ya que me preguntaba donde estaba y que era lo que yo estaba haciendo.
• Tranquilízate Caroline, está todo bien, lo que paso que ayer te empezaste a sentir mal, esta mañana mandaste a las chicas solas a la escuela y papá cuando le dijeron que no irías por la casa me mando con el doctor por si lo necesitabas, al llegar te reviso el médico y vio que tenias fiebre, por lo que yo me quede con vos para atenderte y las chicas con papá hasta que te mejores para evitar algún contagio y a la vez para que no te fastidiaran, ahora bebe este té que te prepare.
• Pero no entiendo, desde cuando estás aquí, ni siquiera te vi llegar y mucho menos al médico, y vos preparaste un té para mí, sos un ángel pero las chicas, que pasó con ellas, si las puedo contagiar a ellas también lo puedo hacer con vos, porque te arriesgas a tanto.
• Ellas están bien, le pedí al doctor que se quedaran en casa porque yo deseaba cuidarte y estar con vos, si me contagio, mejor, más tiempo pasaremos juntos.
Mientras comenzaba a tomar el té comencé a revivir desde que estuve en la casa los Oleson y recordé de la cogida en el dormitorio de Willie, de lo feliz que se veía y lo pronto que se fue ya que llegaría tarde a la escuela, también recordaba el almuerzo y que me fui porque no me sentía bien, bueno en realidad muy bien no estaría ya que no recordaba que había mandado a la escuela solas y no recordaba cuando había llegado mi bebe con el médico y cuanto tiempo había estado con mi bebe sin saber el tiempo que él estaba a mi lado cuidando de mi salud estando a mi lado sin intentar de sobrepasarse y estaba vestido preparándome té colocándome paños sobre la frente, ese era mi bebe.
• Hay Willie, eres realmente un amor, pero ya me encuentro mejor, puedes irte, tu padre estará preocupado que no vuelves, deberías irte y hacer que vuelvan a casa las chicas, para que hacerlas pasar una noche fuera de casa si ya pueden volver.
• Caroline, desde ayer que se encuentran en casa, esta sería su segunda noche fuera de la casa, ellas se encuentran bien y no les falta nada, seguro que papá les dará todo lo que necesiten, pero si lo deseas me voy de una corrida hasta la casa para ver como marcha todo y vuelvo para contarte.
Pobre bebe, siempre deseando complacerme en todo, pero por lo que podía ver desde donde estaba ya estaba oscureciendo y sería una tontería si lo hacía irse, por lo que decidí pasar una noche para compensar todo lo que estaba haciendo por mí ya que ya me sentaba mejor, por lo que pensé pasar una noche maravillosa con mi bebe, estaba débil pero una buena cogida no creo que me hiciera mas mal de lo que había estado, ya no tenía fiebre ya que mi frente ya no estaba caliente, estaba con ganas de comer, mis mareos ya habían pasado pero mi concha estaba recaliente, húmeda y necesitaría una o varias inyecciones de semen para que se calmara.
• Mi amor, en lugar de que te vayas, que te parece si me levanto, preparo algo para comer cenamos y pasamos la noche juntos, si estás de acuerdo y no extrañas a tu padre lo hacemos, sino cenamos y te vas dejándome solita a la espera que lleguen mis chicas.
• La verdad que me pones en un aprieto, ya que cuando estuvieras bien, debería regresar a casa para informar tu estado de salud y hacer volver a tus chicas, pero realmente no sé si estas del todo bien, por lo que me voy a quedar hasta mañana que venga el doctor y te dé el alta, por lo que te quedaras en la cama, yo preparare algo y te lo traigo a la cama.
• De ninguna manera, estas en mi casa y seré yo quien prepare la cena más rica que hayas comido en tu vida, tú me supervisas por si me mareo, pero hoy o mañana tendré que levantarme, y lo mejor será que lo haga hoy que estas vos, pero te prometo que si me siento mal vuelvo a la cama.
• Sé que estás en tu casa, pero debes prometerme que si sientes algo raro me lo dirás, ya que al estar tres días convaleciente estarás algo débil, me quede a cuidarte y me sentiría muy mal si te ocurre algo, yo te quiero más que mi vida y me dolería mucho que por una imprudencia te pasara algo.
Pobre cachorrito, realmente me quería, no solo para sacarse las ganas cogiéndome, sino me cuidaba igual o más que Charles, ya que él lo hace por obligación por ser mi esposo, pero este cachorro lo hacía de corazón, pudiendo estar en su casa cómodo y disfrutando de todo lo que tenía estaba paradito al pie de la cama vestidito y decidido a cocinarme algo para que comiera, me incorpore por primera vez de estos dos días y me senté en la cama, me sentía mal, no por mi salud sino en el estado en que me encontraba, estaba con mi camisón que me había puesto al principio de mi recaída, todo traspirada, mi camisón sucio y mal olorienta que no me agradaba que me viera de esa manera, para colmo mi concha chorreando de calentura al ver a mi cachorro al pie de la cama en la que dormía con mi marido y en la que tendría una de las mejores cogidas del mes, por lo caliente que estaba y por la situación de hacerlo en la cama matrimonial, aunque ya lo habíamos hecho en el granero pero esta vez sería diferente, sobre una cama, sin prisa, con mucho amor y dormirnos abrazados uno junto al otro despertándonos al otro día juntitos para volver a empezar, solo esperaba que pudiera resistir y que realmente había superado mi enfermedad. Logre dar el primer paso que fue pararme, me maree un poco, me quede quieta frente a mi cachorro que me miraba como que lo que estaba haciendo estaba mal, le pedí que se acercara y me besara asegurándole que no lo iba a contagiar, me abrazo y me beso, pero fue con una ternura y delicadeza que me emociono mucho, hasta unas lagrimas salieron de mis ojos, al verlas, Willie me miró, pero yo lo tranquilice, di un paso atrás y me saque el camisón, decidí primero higienizarme y mi bebe detrás de mí como un perrito esperando su ración de comida, ya limpia fui a la cocina para empezar a preparar mientras Willie me ayudaba en lo que estaba preparando y ya me estaba a sentir mejor, por lo visto ante lo que me esperaba me había curado teniendo mis fuerzas de siempre, los mareos habían desaparecido mientras iba apareciendo un olorcito a comida que seguramente levantaría a un muerto, al verlo ayudándome a mi lado, yo desnuda y el vestidito mojándose su ropa ayudándome, por lo que le pedí que se desnudara para que estuviera igual que yo y además quería verlo desnudito, me tomo los hombros y me hizo girar, me abrazo besándome en los labios, por primera vez después de la covalencia estaba en contacto nuestras lenguas saludándose. Luego del beso empezó a desnudarse dejando toda su ropa sobre una silla, le pedí que no se sacara el calzoncillo porque quería sacárselo yo, y como siempre me dio el gusto, comencé a pasarle la lengua por el cuello siguiendo el camino hacia su pecho para llegar a su ombligo, pase un rato lamiendo e introduciendo la lengua en su agujerito y me decidí a bajar hasta llegar a su calzón, lo tome con mis dientes para ir bajándoselo, por supuesto que con ayuda de mis dedos se lo baje, quedando su pija parada la que fue a parar a mi boca, le pase la lengua alrededor de su capullo y lo fui introduciendo de a poco en mi boca, le hice una mamada hasta que recibí después de varios minutos mis vitaminas de su semen. Terminamos de preparar la mesa, con el aroma inconfundible del sexo, ya que ni nos higienizamos para cenar, Willie me hizo sentar sobre sus piernas y él era el que me alimentaba llevando la comida del plato a mi boca, con una mano me tenía tomada de la cintura como para que no me cayera mientras jugaba con un dedo en mi ombligo y de mi concha chorreaba el néctar de la felicidad que estaba sintiendo en ese momento. Terminamos de cenar, me incorpore y Willie con su lengua fue limpiándome el cuerpo de comida caída, era todo erotismo, cada roce de su lengua era una convulsión mía, llego a mi concha que si bien me había higienizado antes de comenzar a preparar la cena estaba toda mojada de los mimos que recibía de mi cachorro, creo que nunca había acabado tantas veces sin tocarme la concha como con mi cachorro, de solo verlo, de sentir el roce de sus dedos sobre mi cuerpo, de sus besos y con la ternura que me trataba era lo que necesitaba para tener un orgasmo, en ese momento me di cuenta de que estaba en problemas, ya que me había enamorado de Willie.
Decidimos levantar la mesa, llevamos todo para la cocina y Willie me pidió que lo esperara sentado mientras el lavaba y ordenaba todas las cosas que habíamos utilizado, al principio me senté pero luego decidida me levante tomando un repasador y ayudarlo a secar los utensilios utilizados. Al fin terminamos todo y nos fuimos al dormitorio, nos acostamos en la cama matrimonial. Nos abrazamos, nuestros cuerpos desnudos juntitos, era un momento de amor alejado del sexo, solo estábamos abrazados sintiendo el roce de nuestros cuerpos.
• Caroline, contame un poco de tu vida, quiero saber que haces con Charles y las niñas, las tratas igual que me tratas a mí, con esa libertad de verse desnudos, tocarse disfrutan de sus cuerpos, Charles tiene algún roce con algunas de las chicas, que piensan de mi toda tu familia y como continuara lo nuestro a la vuelta de tu marido.
No solo me tenia desnuda pegada a su cuerpo, con sus dedos jugando haciendo rulos con los pendejos de mi concha la que se estaba calentando por lo que me proponía como juego saber sobre mí, deseaba desnudar mi intimidad, mi cabeza no lograba pensar cómo responder a semejante torrentes de preguntas, debería serle sincera y contarle todo lo que me pasaba o tratar de jugar un rato haciéndolo calentar para después terminando coronando la noche con un buen polvo, pero luego de empezar a mojarme comencé con mi relato.
• Mira mi amor, tanto con vos como con Charles hago de todo, pero si te tengo que ser sincera, disfruto mas con vos que con él, ya que siempre lo hacemos rápido por las chicas y se transforma en una rutina, me enloquece cuando me chupas la concha, te tomas tu tiempo y me haces acabar como una diosa, a Charles también le gustaba en un principio pero ya está cansado y lo que desea es un polvo rápido y descansar, tal es así que debo acabar con ayuda de mis dedos, en cuanto a las chicas, conocemos nuestros cuerpos desnudos, pero jamás se la han tocado, pero mis chicas y yo si hemos disfrutado de nuestros cuerpos, no te imaginas como me ponen, son terribles atienden tan bien mi concha y mis tetas como lo haces tú, pero mientras tengo una boca en mi concha tengo a la vez dos bocas devorándome cada una de mis tetas, mis pezones mordidos por sus dientes, sus lenguas recorren desde la base de la teta hasta el pezón que mordisquean y estiran hacia arriba como tratando de arrancarlo, no te imaginas las veces que me hacen acabar, en cuanto lo que pensamos de vos es que eres un chico maravilloso que ha cambiado mucho y que me gustaría que te transformaras en mi yerno y yo como tu suegra podríamos disfrutar de muy buenos momentos. En cuanto al regreso de nuestras familias cambiara un poco lo nuestro, ya que en tu casa estará tu madre y en la mía mi marido, será todo un desafío el poder coger pero de alguna manera lo haremos. Ahora, es tu turno, cuéntame, pero con lujo de detalles que ocurrió aquel día en que te cogiste a tu hermana en el árbol, y si sabes si Charles tuvo o no relaciones con tu hermana.
Y comenzó a contarme la historia que ya conocía, de la manera en que estaba obsesionada con mi marido y el con mis tetas y mi concha que había tocado sobre el vestido, sin darse cuenta de nada se encontraba ya atado al árbol con su pija dentro de la concha de su hermana y que ante el forcejeo para zafar de las ataduras se le empezó a endurecer y a acabar dentro de ella, ambos le habían tomado el gusto y después de haber acabado dos o tres veces en horas de estar dentro de ella apareció la gente que los estaba buscando justo cuando estábamos por acabar. La que le andaba detrás de Charles era Nellie y que él no le daba ni la hora y por eso quería tomar venganza y que no pararía hasta cogérselo, al final el gusto me lo di yo y como premio mayor te tuve a vos, en ese momento ni se me paso por la mente el poder tenerme entre sus brazos en la cama totalmente desnudos y mucho menos de que iba a disfrutar de tu cuerpo como lo estaban haciendo, no te imaginas las pajas que me he hecho pensando en vos, cerraba los ojos y aparecían tus tetas que las tenia grabadas en mi mente dentro de tu vestido, cuando llegaba a recordar el momento en que te toque la concha, acababa en mi calzoncillo, siempre me ponía el mismo que ya estaba duro como almidonado de la leche que largaba, ya que no deseaba lavarlos y todas las noches los sacaba de su escondite para una nueva ración de semen.
• Hay Willie, no sabes lo feliz que soy a tu lado, la primera vez que te vi, cuando me tocaste la concha me hiciste mojar, te acordas con el descaro que me mirabas las tetas, y ahora soy toda tuya, que te parece si estas en condiciones y si gusta podrías cogerme para que podamos dormirnos más relajados.
• Por supuesto que sí, tú sabes que para mí es el mejor premio que me puedas hacer, hoy no, pero algún día te gustaría que te hiciera el culo mi amor ya que nunca lo hice.
• Y porque no ahora, yo te voy a ir indicando cada uno de los pasos y gozaremos mucho haciéndolo, vas a ver que el culo no se utiliza solamente para cagar, sino también para recibir a hombres como vos.
Bueno, para que se lo habré dicho, salto desde lo más profundo un sí, se puso rechoncho, su pija daba miedo, más si iba a ser introducido en mi culo, al vérsela hasta me dio un no sé qué, pero ya no era hora de arrepentirse, ya que mi bebe no se lo merece, después de haberme cuidado y con su atención sexual no era conveniente que lo decepcionara, una por él y otra me quedaría caliente sin saber como abría sido que mi cachorro rompiera mi culo, ya que como estaba iba que tener que trabajar mucho mi culito para que se dilatara dando paso al monstruo que portaba. Y así se fue dando, entre besos, pasada de lengua en mi cuello, mis orejas me fui calentando de tal manera que empecé a acabar, en eso él solito se fue bajando desde mi cuello, se entretuvo en mis tetas no dejando en paz a los pezones que hurgaban por reventar de la dureza que habían adquirido, siguió bajando y el muy guacho me empezó a hacer cosquillas con su lengua mientras descendía en su camino hacia la concha, por fin dejo de torturarme con su lengua en mi lateral para dedicar a tomarse mis jugos, mi concha parecía una canilla perdiendo, no dejaba de chorrear acabando una y otra vez, le pedí que atendiera con su lengua mi culo, ya que debía lubricarlo con su lengua y dilatar introduciendo primero un dedo para luego dos, fiel a mis pedidos empezó con mi culo, pero al estar parada le sugerí que me acostara para que le fuera más fácil, coloque una almohada y me acosté sobre ella para que quedara en pompa, ahora sí, su lengua empezó a jugar con mi agujerito negro recorriendo sus alrededores y entrar de lleno con su lengua en el agujero, al sacar su lengua se me quedo quieto, mirándome, no sabía que le estaba ocurriendo hasta que me dijo que era muy rica mi caca, el atorrante estaba saboreando la crema marrón que iba encontrando su lengua a su paso, se me quedo mirando y me largo Caroline no sabes la hermosa vista que tengo de tu cuerpo, el brillo de los pendejos de mi concha, mi culo con su agujero babeando, mis tetas descansando a cada lado, con mi cabellera del color del trigo, sos realmente hermosa y no sé como agradecerte lo que estás enseñando.
Lo único que le pedí que siguiera con mi culo, se había dado cuenta más o menos de cómo venia la mano que ya que con ambas manos tomo mis piernas y las coloco sobre sus hombros y yo lo abrace con ellas, y procedió a abrirme de los cachetes mi culo para dejarme bien expuesta a su vista, lo que menos me importaba era que me viera, ya que me conocía muy bien como yo a él, su lengua seguía haciendo estrago en mi hasta que se decidió con el dedo, primero uno, jugó un rato en él para luego entrara el segundo, a si que explote en otro orgasmo, este chico sí que sabía lo que hacía, por mas lo le fuera indicando cumplía con una calificación de 10. Pensé que ya estaría bien dilatado por lo que le pedí que me la metiera en la concha para lubricarle con mis jugos su pija, no se hizo rogar y lo hizo, hijo de puta, como me la hizo sentir, en minutos una nueva acabada, no quería pensar en mis pobres sabanas como estarían sucias de nuestros líquidos y de mi caca, pero no importaba, cuando ya se estaba olvidando de su objetivo, le pedí que me metiera nuevamente dos dedos en el culo, que jugara y que procediera a metérmela, pero con cuidado, ya que por el tamaño y mi falta de uso podría desgarrarme internamente, primero la cabeza, le costó un poco encontrar su camino, pero con mi ayuda de la guía de mi mano logro entrar, al entrar su cabeza le pedí que se quedara quieto para que me acostumbre al rato continuo con una nueva estocada entrando casi la mitad, me estaba haciendo ver las estrellas, pero sabía que una vez que entrara toda, pasaría ese dolor a ser un placer muy lejos que me pudieran dar. Solo rogaba que fuera un solo polvo, ya que si me hacía como en la concha de hacerlo dos veces sin sacarla, seguramente mañana continuaría en cama, sin fiebre pero con el culo roto. Pero lejos de mis predicciones, acabo mucho antes de lo pensado por mí, les puedo contar a modo de confidencia que me molesto, ya que esperaba otra cosa de mi cachorro, y eso que no había utilizado mis músculos para pajearlo dentro de mi culo.
• Hay Caroline, fue hermoso el momento que me hiciste pasar, pero me paso como con papá, me fui antes de tiempo, y yo que estaba tan ansioso de hacerte el culito, no me aguante para nada.
• Que quieres decir que te paso como con tu padre, acaso se la diste por el culo a padre y no me contaste nada, eso no se hace, yo te cuento todo y vos me ocultas que se la metiste a tu propio padre.
Comenzó a besarme mientras me pellizca dulcemente los pezones, y yo chorreando por el culo el semen de chiquillo que comenzaba su camino hacia mis muslos, ya medio entre enojada y porque no decirlo celosa como si lo hubiera agarrado infraganti le pido con cierto enojo que me cuente la culeada con su padre, el comienza a reír y me cuenta de la paja que se habían hecho junto a su padre, y que él había pensado que su padre iba a acabar mucho antes que él, se dio al revés ya que acabe y él seguía con una sonrisa en su cara y me dejo con una bronca algo menor que ahora, ya que cuando comenzaba a gozar se me acabo la cogida a tan hermoso culo.
Pero miren a chiquilín, haciendo competencia de pajas y con su propio padre, y yo que llegue a pensar que el viejo Nels Oleson era puto y que se la hacía dar por su propio hijo, como pude haberme puesto hasta celosa de lo que me contaba Willie, tenía que prestar atención a mis emociones ya que lo que me estaba ocurriendo no era otra cosa que amor, lo que había comenzado como un pasa tiempo en espera de mi macho, se estaba transformando en amor, se me vino a la cabeza algo que me había preguntado Willie, que pasaría al regreso de Charles, una cosa seguir cogiendo con Willie y Charles con Harriet o con Nellie y otra muy diferente el querer pasar más tiempo con mi cachorro, era algo que no estaba en mis planes pero que se estaba dando y la única en poder resolverlo era yo. En eso fue mi cachorro que me trajo a la realidad preguntándome que me estaba pasando. No pude otra cosa que abrazarlo y besarle mientras lloraba, se preocupo mirándome a los ojos como pidiendo una respuesta.
• Willie, no debes preocuparte, me gustas mucho y me sensibilice al pensar el regreso de nuestras familias, ya que como sabrás estos encuentros no podrán ser tan frecuentes como lo son ahora.
• Mi amor, no debes preocuparte, el que saldrá mal parado de todo esto seré yo, ya lo tengo asumido, ya que cuando llegue tu marido, no necesitaras mas de mi, y cuando pases a mi lado ni te acordaras de los lindos momentos que hemos pasado.
• Que poco que me conoces si piensas que te busque para reemplazo de mi marido, coger con vos saciar mi apetito sexual para después tirarte, ya verás cómo te equivocas, te quiero y te seguiré no solo queriéndote sino amándote como ahora, tal vez no con la misma frecuencia pero seguiremos viviendo gratos momentos juntos.
Willie me pidió que cambiáramos la cama, nos higienizáramos ya que mañana temprano vendría el médico a ver como estaba evolucionando, hicimos ambas cosas, para finalmente quedarnos abrazados con su pija apuntando a mi culo feliz de haber encontrado otro amigo, y las manos de mi cachorro sobre mis tetas logramos dormirnos en espera del amanecer, ya que vendría el médico a ver si me daba el alta.
Gracias y espero sus comentarios para saber si les gusta.-
Esta historia continuará.