Festejo de Campeonato 2ª parte

El meterle lo cuernos a Edwin con Simonetta, estando pasado de copas, aprovechando se excitación, habiendo mi pedazo descomunal, ella sin darme cuenta con su movil me saco una foto en la zona de mi pedazo erecto los 30 cm. Por 6 a pleno
Dejé de sobarle las tetas cuando decidí comérmelas, le subí lentamente la camiseta sin dejar de morrearnos, nuestras lenguas pujaban por conquistar terreno dentro de la boca del adversario, bajé hacia abajo para con mis manos pellizcar suavemente un pezón y chupar la otra teta. Posteriormente fui bajando hasta su ombligo dándole besitos, con una mano deslicé hacia un lado la parte de su montecito parcialmente depilado. Notar que tenía muy poco vello me puso mucho más eufórico así que volví a rozarlo con un dedo mientras ella, con los ojos cerrados, se mordía el labio inferior y soltaba gemidos callados. Al rato, seguíamos morreándonos pero ya Ella con las piernas bien abiertas, recibía dos dedos míos dentro de ese sexo mojado. Tumbada completamente en el sofá con la cabeza recostada en un brazo del mismo, se dejaba hacer mientras mi verga a volvía trasformarse en un leño con lo que yo mismo, sin dejar de meterle dos dedos en el esa hermosa vagina ya, en un rato pase en forma de ganchito a ir rozándole el clítoris, me desboqué, con desesperación ante su clamor me lance, entre sus piernas bajé mi cabeza hasta sus rodillas. Me gustaría que abrieras un poco más las piernas le decía mientras mi lengua seguía, en ese masaje de labios vaginales, clítoris,
Todo estaba muy jugoso, dejando esos jugos en mi lengua y labios, seguía muy desbocado, y me había olvidado, de mi primer, polvo, y en el lugar que estaba , con el riesgo, que ello, podía provocar y desembocar en un desenlace, bastante feo, pero esa mujer valía correr el riesgo, no quería dejar de seguir gozándola, ella estaba totalmente entregada, y mi pedazo para ese ,momento está a reventar .
Ella enseguida se vino en estado de relajo y abría y cerraba, me apretaba la cabeza todavía más entre las piernas, sus gemidos cada vez eran más fuertes. Le volví a introducir, mas mi lengua además esta vez, me ayude con tres dedos, combinaba me centre en el clítoris que le hacía pegar unos conchazos, me empujaba la cabeza para arriba, yo mas le daba, en ese estado de lujuria, me atreví ir mas a fondo y con el meñique jugueteaba con la entrada de su ano No se si escucho algo y le entro como un pensamiento raro, me dijo Ya está bien. No sigas, por favor, déjalo aquí gimoteaba sin dejar de gemir. Pensé que me quería provocar arremetí mas le susurre Estás deseando que siga, Simonetta – Noooo, Edson está en la habitación de al lado. No me hagas esto, Para, por favor me extrañaba no habíamos pegado una cogida tremenda,. ¡Lo estás deseando! – le dije mientras levante la cara y verla, de frente mis dedos seguían moviéndose rítmicamente dentro de su vulva húmeda. viendo cómo mis dedos se introducían una y otra vez en ese vergel tan sabroso.
Mientras mantenía las piernas abiertas como unas tijeras.
Decidí ponerle mi miembro enterito. Me pare, y le introduje, to mi pedazo, en su caverna mojada, se deslizo de un golpe Cuando metí la verga a dentro de su concha, esta explotó de un grito, en unos gemidos enormes y comenzó a agarrarme la cintura y traer mi cuerpo para que entrara mas a fondo hacia empalmes, y corcobos,.Me relamía de placer en sentir sus quejidos, cuando, mi tremendo pene le golpeaba el fondo de caverna Ya se relamía, del placer de mi pene, que se reventaba las paredes de su vagina y su clítoris con las penetrante violencia que le impuse a mi metisaca en es instante. Ya no quería que parara el placer la había vuelto a embriagar, me deleitaba ver como ella gemía y se sobaba las tetas y mordía sus labios, en unos segundos, explotaba en un sonoro orgasmo, que me empujaba para arriba, mientras se contraía, y explotaba soltó de su boca. Un ¡ Siiii, mmm ugggh! Se pego una acabada extensa. Mientras yo la saque porque quería acabarle en su boca que me atrajo de siempre, eso labios carnosos, eran inevitables, saque mi poronga, se la empecé a pasar por sus labios, y a introducida, poquito en su boca entendió en pedido explicito, me dijo Hijo puta me dijo mientras comenzó a engullir mi pedazo llego a tragarla hasta las pelotas y me proporcionaba la, sin duda, mejor mamada de mi vida. me mamaba la verga como la auténtica Puta que era. Paso de la negación al otro extremo, me dio la impresión que algún cable lo tenía pelado, Era tanto lo que se esmeraba que parecía que se la iban a quitar. Estaba como loca, me tocaba y chupaba los huevos. Estaba tan ansiosa, como si deseara mi pedazo desde hacía tiempo. Yo como pude me acomode, hasta que mi brazo pudo llegar a acariciarle, primero sus nalgas y de a poco, pasar mis dedos por su raya, le metí un dedo en el culo y eso fue como explotar por dentro. A la muy Puta le estaba sobando el culo con un dedo y yo no paraba de sobarle todo el agujero, Yo era un pulpo y ella me correspondía meneándome la verga y morreándome con pasión, casi violencia.
Yo seguía taladrándole el culo pero eran dos los dedos, pude seguir introduciendo un dedo y otro y otro en el culo, le entraban, hasta que me vino el deseo de poner mi barrote en ese agujero del orto. No aguanto más. Te voy a Dar, Simonetta le dije mientras me incorporaba y le acomodaba las piernas en cuatro buscando con mi verga ese culito sabroso. Cuando se dio cuenta que mi idea era hacerle el culo decía
No, por ahí, no. por el culo noooooo me imploraba lo que quieras pero eso noooo, por favor, además me vas a destrozar, hijo puta ya estaba en la puerta, yo la tenía agarrada fuerte de la cintura, mientras me quejaba y empujaba quería zafar.
Yo no le hacía caso. Estaba muy excitado. Quería ponerla en ese culo a toda costa.
A estas alturas como antes yo suponía que quería aparentar lo contrario, pero estaba empalmadísima y seguro que quería que se la pusiera. Sabía que en cuanto le metiera la puntita de mi verga iba a abrirse como un compás pero no me dejaba con tanto empujón y arañazo. Eso me estaba poniendo más cachondo todavía, tenía mi pedazo a reventar. Quería Ponerla en el cráter a toda costa. Hasta que le susurré me dejas que te la ponga despacito, ¿ sí?
– Noooooo, me vas a romper toda noooooo, suplicaba Era acercar mi poronga a su culito y empezar de nuevo la guerra de empujones y arañazos. La verdad es que me había muy empecinado estábamos en plena, pelea, pero mi verga no sesgaba en elñ intento y estaba en la puerta de ese hermoso culito, le dije ¿déjame jugar con mi pene, un poquito encima de tu culito sin metértela? le pregunté cambiando de estrategia.
Fue sólo un atisbo de duda en su cara. Puse mi pepa sobre el culito y comencé a recorrérselo desde el culo hasta el clítoris. Ahora se encontraba abierta de piernas para en cuatro en su sofá con mi trozo rozándole el culo hasta que comenzó a aflojar Así está bien,. ¡Ya no más, por favor! .
No le hice caso y en una de las pasadas, apenas sin empujar, le metí la cabeza, en la puerta. El, casi grito de principio vino acompañado de un alarido, cuando mi cabeza, penetro abriéndose paso, lloraba de dolor desgraciado,. Sácala queme duele. Hijo de puta, yo le pedía por favor, no te muevas. Ella me gritaba de todo. Mientras seguía adelante., cada vez con menos ímpetu, seguía defendiéndose. Yo ya le había entrado casi toda, Habrían pasado menos de diez segundos desde que estaba entradole se lo abrí
Tanto que se notaba como le había ensanchado todo su conducto, de a poco fui entrado y saliendo, cuando estaba amoldado a mi grosor, se cambiaron las tornas y pasó de los empujones a querer safarse, a agarrarse del sofá, y empujar sus caderas a tirarse hacia mí. Y gritar No pares, qué bien lo haces, hijo de puta Dame así por culo. Destrózamelo me exigía mientras me sacaba más el culo.
Estuve dándole por culo –hasta que ya no podía mas ¡Te lo voy a llenar, Simonetta! – ¡Hacelo, acábame dentro. Quiero sentir cómo tu lecha corre dentro de mí! Escuchar eso fue demasiado para mi así que, tras unos segundos de estar dándole por el culo, me desborde dentro mientras me mande la acabada más bestial de mi vida.
Estuvimos unos minutos recuperando la respiración hasta que me pidió que me fuera.
Mientras se reponía de la rotura de orto, que le deje. Después de lavarme, y vestirme, todavía seguía tirada en el sofá, si moverse, cuando me acerque a darle el beso de despedida, ella me beso en la boca, profundamente no sin antes prometerme que, cuando se volviera a dar y sin forzarlo, repetiríamos experiencia.
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