Hola a todos, comenzare por preséntame, mi nombre es Daniela, mi edad no la diré, pero soy mexicana, de piel clara, ojos cafés, delgada, cabello marrón claro, de un cuerpo bonito, aunque no tengo senos grandes lo compenso todo con mis pompis.
Bueno, todo comenzó cuando aún iba en secundaria, mi mama había sido invitada a la fiesta de uno de mis primitos. Yo por ser hija única tuve que ir aunque no me gustara la idea, me arregle de un modo sexy ya que tenía la esperanza de encontrar a un vecino de mi primo que tenía la misma edad que yo y por tener una hermana menor pensé que estaría ahí. Me puse unas botas negras que me llegaban hasta las rodillas, una mini escocesa bien cortita, una blusa negra, no me puse bra, ya que casi no tenía senos prefería no usarlo, y abajo un bóxer cachetero negro con encaje rosa.
Bueno ya en la fiesta y para mi mala suerte, el chico que quería ver no estaba, se había ido con mi otro primo y sus amigos y no regresarían hasta la noche, siendo yo entonces la única chica mayor de la fiesta. Estaba algo aburrida y aunque varios papis de los niños se me quedaban viendo, más que gustarme me divertía mucho. La verdad, no sabía qué hacer, mi mama hablando con mis tías, y yo sentada sola sin nadie con quien hablar. Cuando pensé que esto no podía ponerse ser más incómodo, veo que en eso llegan unos payasos, así que yo aburrida salgo de la casa.
El show de los payasos estaba por finalizar, yo aún estaba sentada afuera de la casa esperando a que mi mama saliera para irnos, en eso, uno de los payasos sale afuera llevando unas cosas a su camioneta, me ve y le esquivo la mirada. Entonces se acerca preguntándome si me pasaba algo, porque cuando me vio salir, no salí con buena cara o tal vez ya estaba muy grande para payasos, yo le sonreí y le dije que aún era jovencita, pero igual ya me sabia todos los actos y chistes para niños que decían y el me respondió que tenía razón, pero que vestida así aún me veía como muy nena, solo me faltaban unas coletitas y parecía que iba a primaria.
En eso salen el otro payaso con el ayudante, cargando otras cosas y el payaso con el que yo hablaba primero los llama y dice que se acerquen para que me vieran mientras él les decía:
- "Como ven, nuestra amiguita aquí ya se sabe nuestros actos y chistes ¿Qué les parece si le damos un show privado?"
Noté como ellos me miraban con mucho deleite y decidí seguirles el juego y antes de que respondieran, les dije con una voz tierna si en serio harían eso por mí, algo sorprendidos por mi actitud, se hicieron una mirada y me dijeron que con gusto, pero que para eso primero nos tendríamos que ir a otro lado. Yo solo quería irme, así que no lo pensé dos veces y aceptando les dije que solo me esperaran un momentito, entonces entro a la casa de mis tíos para decirle a mi mama que si me podía ir adelantando para irme a casa porque estaba algo aburrida y tenía tarea por hacer. Ella me dijo que si, que no había problema alguno, que me fuera tranquila, porque era probable que se quedaría hasta que llegara mi padre y se iban a ir mucho más tarde.
Justo antes de salir, paso por el cuarto de mi primita y tomo de ahí unas coletitas para amarrar mi cabello, como me había dicho el payaso, tome una de las paletas que había en una mesa y me la lleve chupando. Cuando salí, ellos ya habían subido todas sus cosas, me dijeron que me subiera a su camioneta para irnos. Ya en viaje, ellos se presentaron y me preguntaban las cosas más básicas, en donde estudiaba, si tenía novio, y otras cosas para hacer tiempo en el viaje. Cuando empiezo a notar que ya estoy por terminarme la paleta les pregunte si tenían otra a mano porque ya estaba acabando con la mía y quería tener algo en mi boca. El asistente de ellos decía, riéndose, que ya no faltaba mucho para llegar, que me aguante un poco más y ahí me darían paleta para rato.
Por la ventana trasera veo que entraban por un callejón, hacia un lugar como un taller, que estaba rodeado por otros edificios en donde ellos dejaban su camioneta, equipo y otras cosas. Bajamos del vehículo y sin ponerse a bajar nada, me decían que entremos para empezar el show privado. Ya adentro, me dijeron que me iban a vendar los ojos, porque era parte del show y yo les preguntaba en un tonito juguetón de que se trataba y ellos decían que ya lo iba a descubrir, en eso me atan de manos a la espala y me sientan en una silla, luego ellos tres se quitaron sus pantalones para poner sus penes cerca de mí. Ya todo preparado, me dijeron que delante mío tenía tres grandes paletitas y el juego consistía en que tenía que probarlas y decirles cual me gustaba más. Yo volviendo a mi tonito tierno e inocente les preguntaba de gusto eran y me dijeron que solo había una manera para que lo averiguara.
Entonces voy probando sus penes de a uno, pero en diferente orden, les decía que en verdad eran muy ricas las paletitas y no sabía cuál era mejor. Cuando menos lo esperaba uno de ellos se vino adentro de mi boca y era bastante espesa, lo cual hice lo posible por tragármelo todo. Estando algo sorprendida, les pregunte que es lo que había sucedido y me dijeron que no me preocupara, que solo había llegado al centro liquido de una, pero que aún me faltaban las otras dos, así que se las mame hasta que también se vinieron en mi boca por igual. Estando sentada les pregunte si faltaba mucho para el siguiente juego, y me dijeron que esperara solo un poco más, en verdad no les tomo mucho tiempo el reponerse y me preguntaron si estaba lista para otra ronda, y yo les dije que sí.
Para el siguiente juego, tenía que seguir vendada y atada, pero esta vez, me apoyaron boca arriba sobre una mesa. Tenía que adivinar a quien tenía en frente mío, yo inocentemente preguntando que como era eso, me dijeron que uno se tenía que comer mi dulcecito por un minuto y yo luego tenía solo unos 10 segundos para decir quién era y si no acertaba o no respondía venia otro, y que debía hacerlo hasta que lograra adivinar correctamente a los tres. Mientras lo explicaban, me quitaban la faldita y las pantys, me abrieron las piernas y así se pusieron a comerme toda la raja. En las primeras veces intenté fallar a propósito, lo cual, solo lo hice peor para mí porque sus lenguas me llegaban de un modo que no podía concentrarme. Entre turno tras turno, ellos se reían, pues entre mis jadeos a penas podía decir una sola palabra y se me iba el tiempo para responder, además de que no me daban un solo respiro. Habían pasado como unos 25 o 30 minutos hasta que pude dar con todos y honestamente estaba deshecha.
Sentía la mesa toda mojada, me temblaban un poco las piernas y me tomo un buen rato el volver a reponerme, en eso me preguntan si estaba lista para el último juego y yo con una respiración todavía algo agitada les respondí que sí, que estaba lista, y me dicen que para esta última parte ya no necesitaba estar atada, sino que debía estar en otra posición y que el objetivo de esto era saber cuál varita le hacía sentir mejor. Yo sabiendo a donde iba todo esto acepto sin decir otra cosa, entonces con la venda aun puesta me desatan y me ponen sobre unas colchas en el suelo en posición de perrita. Se acerca uno de ellos y agarrando de mis caderas tomando posición, sentía como rosaba con su punta mi vaginita.
Era desesperante sentir como bajaba y subía solo rosándome, así que no me aguante y le grite que ya quería toda su varita dentro de mí y me la metió de un solo golpe. Yo gemí mordiéndome el labio, no la tenía muy grande pero igual sabia como moverla, mientras que otro de ellos no aguanto y me dio su pene para que lo mamara. Ya estaba cansada de la venda en los ojos, entonces me la quite y podía ver como se deleitaban haciéndome esas cosas, saco el pene de mi boca y mientras veía como el tercero solo se masturbaba, les dije, que ya no quería más juegos y que se me vinieran con todo. Ellos lo tomaron como un desafío y empezaron a darme con más fuerza.
Después de un rato, el que se estaba masturbando se acuesta diciéndome que me sentara sobre su pene, viendo el buen tamaño que este tenía, dejo a los otros dos y me monto en él, otro de ellos me pregunta si ya había tenido sexo anal antes, y le respondí que solo con objetos pero que no de gran tamaño como lo eran sus penes, entonces comenzó a meterme sus dedos en mi anito para dilatarlo bien. Teniéndome lista para eso, me dijo que me quedara quietecita, mientras que yo le pedí que tuviera cuidado, me empezó a penetrar de apoco por mi colita, me sentía algo incomoda, pero igual me encantaba sentir esos dos penes dentro de mí.
Cuando ellos comenzaron a moverse, yo me puse a gemir más y más fuerte hasta que mis gemidos fueron callados por el pene del tercero que lo metió en mi boquita. Estuvimos sin parar como unas tres horas y media, mientras que ellos solo cambiaban de posiciones. Cada quien disfruto de mi cuerpo como quiso y los orgasmos que pude tener eran más de los que podía esperar. Cuando terminamos quede exhausta, tuve que estar recostada unos 20 minutos para recuperar apenas unas fuerzas y levantarme, me puse la ropa, me dieron sus números y me despedí de dos de ellos mientras que el tercero me fue a dejar cerca de mi casa.
Antes de bajar, me dijo que si de verdad me gustó mucho lo de hoy, que cuando quisiera otro show como esos les avisara, aunque paso un buen tiempo hasta que volví a llamarlos. Luego de eso hubo un tiempo donde trabaje con ellos en sus fiestas infantiles durante mis vacaciones de mi escuela, me vestía como princesita y les ayudaba en su show, y sobre eso también hay muchas más historias, pero será en otro momento, así que besitos, bye..!!
Una quinceañera caliente, logra lo que tanto ansía: descubrir que el sexo va mas allá de meterse tímidamente un dedito. Su portero le dará una dulce lección.
Relato erótico enviado por euterpe el 11 de October de 2004 a las 10:03:00 - Relato porno leído 196135 veces