Sucedió que ese días en las compras para le celebración del cumpleaños acompañé a mi hija en ellas, en el autobús fui manoseada en mi trasero y luego un individuo me atraco contra un asiento haciéndome sentir su miembro entre mis muslos, todo esto mojo mis bragas que al llegar a casa tuve que cambiármelas por lo mojadas que estaban, busque a mi marido esa tarde para aliviar mis anhelos sensuales amorosos y este se hizo el desatendido de mis ansias corporales.
En la fiesta miraba a los muchachos bailar apretados contra las chicas y mis neuronas se alteraban de solo presenciarlo
Relato
Mi marido al igual que yo de 38 años, no es muy laborioso en los desempeños de sus deberes maritales en la cama, lo cual hace que yo sea una mujer muy sensible a las caricias de un macho, sufro cuando en el autobús o metro va colmado por que los diferentes machos al pasar por mi trasero me lo rozan y algunos hasta se refriegan en él, llegando a mi casa con mis tangas mojadas y mis hormonas calientes estimulada a mas de cien grados y en esta nadie me las recompensa debiéndome encerrar en el baño a calmar con una indecorosa manipulación con un consolador vibrador y deshogarme de mis calientes hormonas. Mi marido en las noches no siempre me calma mis pasiones por lo que siempre ando alterada por ser poseída para satisfacerme de mis alteradas hormonas, en otras palabras soy mujer caliente y soy calienta pene por que dejo a los hombres alterados cuando bailan conmigo pues nunca hasta ahora le había puesto los cuernos al padre de mis hijas.
Me llamo Filomena, narraré lo acontecido en el cumpleaños donde mi hija mayor cumple los 15 años, hace de esto más de esto un año ya que en estos momentos tengo a mi beba en brazos la cual fue fecundada en esas fechas por Leo un adolescente amigo de mi hija, en esta postura de cuernos en el cumpleaños de mi hija y días posteriores, el hijo de mi casero de la tienda de menestras de la calle próxima a mi domicilio, un adolescente de 16 años, pero un verdadero macho formal y cumplidor con las labores propias de un macho en apareamiento los cuales los realizamos a conciencia y satisfacciones, como mujer doy certeza que este macho en copula invistiendo y disfrutando de sexo logramos ambos de esta unión nuestros objetivos de saciarnos maravillosamente, desplazando como amante a mi marido.
Sucedió que ese días en las compras para le celebración del cumpleaños acompañé a mi hija en ellas, en el autobús fui manoseada en mi trasero y luego un individuo me atraco contra un asiento haciéndome sentir su miembro entre mis muslos, todo esto mojo mis bragas que al llegar a casa tuve que cambiármelas por lo mojadas que estaban, busque a mi marido esa tarde para aliviar mis anhelos sensuales amorosos y este se hizo el desatendido de mis ansias corporales.
En la fiesta miraba a los muchachos bailar apretados contra las chicas y mis neuronas se alteraban de solo presenciarlo
Me llamó la atención este muchacho ya que poco participaba del grupo, me acerco a él en los momentos que abandono la cocina para vigilar a mi marido durmiendo en el piso superior. Converso con este chico y le pregunto si teme a las chicas, me dice que no, que no teme a ellas, sino a que no esta acostumbrado a estar con chicas inmaduras, a él le gusta mas estar acompañado de mujeres maduras y que no se sorprenden de sus malabares por conquistarlas. Me acompaña en mi visita al segundo piso y en la escala con disimulo recorre con sus manos mis muslos… oye digo quietas esas manos…, pareciera que no escucho por que en el pasillo continua con sus inclinaciones y sus manos recorren mi cuerpo el que como dije está alerta y ardiente a las pasiones de un macho que quiera saciarlo Adoro a mi marido, pero no me complace en mis requerimientos carnales.
Soy recorrida en el pasillo atracada contra la pared, tranquilo le digo… aquí esta mi marido durmiendo…, entreabro la puerta y vemos a mi marido tranquilo en sus lindos sueños, como no puedo alzar la voz este adolescente se aprovecha de recorrer mi cuerpo y mis senos son apretados y sobados ubicándose este macho detrás de mi, trato en silencio de soltarme de la posición en que me tiene este dominador macho, logro salir del dormitorio, pero Leo me tiene aún tomada por mi cintura y pegada a su cuerpo, mis hormonas comienzan a acalorarse, mi respiración se altera, siento sus manos sobre mis sujetadores por debajo de mi blusa, acariciándome, en verdad este macho sabía comportarse con mujeres, sabia como excitar a una mujer y mas si esta mujer ya estaba excitada. Mi mente trabajaba como desligarme de este juvenil acoso sexual, pero mi cuerpo se entregaba plenamente a sus caricias, asustada por que pueden vernos entro en el dormitorio del lado, en este mi cuerpo le gana a mi mente y me entrego a sus caricias, permito al macho juvenil manosearme y mi boca se une a su boca mientras nuestras lenguas se entrelazan el juvenil macho baja sus ropas y sube mis vestidos sobre mis caderas bajando mi mini tanga hasta el suelo. Recostada sobre la cama siento como su pene grueso, tieso y gordo trataba de penetrarme punzando mi vagina hasta que vence su resistencia y comienza a abrirla penetrando su enorme glande en ella… giro me muevo tratando de escapar nunca he sido penetrada por otro pene, solo he probado el de mi marido, inútil resistencia esa masa de nervios, músculos y carne continua su camino abriendo su miembro esta vagina hasta llegar al fondo de la matriz gracias a la humedad que ella tiene, Dios he sido sometida por un juvenil macho…, si este juvenil macho sabía como desempeñarse en su trabajo de copula, que bien entraba y salía, con movimientos en circulo activó a mi entrega y mis caderas rápidamente respondieron con un movimiento oscilatorio entregándose al placer del apareamiento con este macho, si Leo sabía saciar a una hembra en celo como yo, entraba y meneaba su miembro para luego extraerlo casi totalmente y penetrarlo duramente sacándome gemidos de dolor y placer de mis labios, mi respiración acelerada se convirtió en resuellos maravillosos al sentirme totalmente entregada a Leo, este nota el cambio y comienza una nueva entrega mas acompasada y mas profunda, como gemía entregándome a este semental un joven semental, mi marido no era capaz de superar este delicioso apareamiento, siseaba, gemía y me sacudía entrega a mi Leo… como se meneaba el macho y me como me llevaba a la cúspide de un delicioso placer que solo me hacia gemir de gozo, estaba totalmente entregada y subí mis piernas sobre sus caderas abrazando al macho para que no escapara por detrás de su trasero, mi lengua y mis labios recorrían su rostro entregada a él, sus labios besaban mi cuello y su lengua se enredaba con la mía en mi boca…, no se los minutos que estuvimos gozando de este placer del coito solo sé que no quería que acabara esa unión carnal con Leo. Deseaba que continuara por toda mi vida ensartada con ese miembro, era maravilloso pertenecer a este juvenil espécimen de los machos.
En un instante Filomena, la hembra que estoy empotrando, se endurece y gime con las llegadas de sus orgasmos entregando sus efluvios a mi pene… este con la humedad es marcado y completa el coito con gran placer, gozando ella de este pene admirable. Este pene agradecido descarga su semen en la matriz de la dama, madre de mi amiga.
Como gozamos con Filomena esos instantes si ella solo me abrazaba, besaba y me decía al oído eres un excelente semental, joven, pero sabes saciar a las hembras caliente como yo.
Pasa el tiempo y Filomena no se acerca al negocio y no se nada de ella hasta un día que nos encontramos en el supermercado comprando ambos, ella cargada de paquetes, para variar sola sin ayuda le ofrezco llevarla en la camioneta que vendrá a buscarme… llega esta y subimos, ella no deseaba ir al lado del chofer por lo que me acomodé al medio y ella cercana a la ventana. Antes de ir a su casa pasamos a la bodega donde descargo mis paquetes y luego a su casa y ayudo a bajar los paquetes de ella y le digo al chofer que se retire.
Estamos solos ambos en su casa trata de encerrarse en su dormitorio, lo impido, comienzo a besarla y acariciándola en sus zonas eróticas que ya le conocía, diez minutos de caricias y Filomena caliente y excitada permite que la desnude y acaricie con mis labios su cuerpo.
Ardiente me abrazo y entrego a los requerimientos del macho, como me meneaba recuerda la madura mujer en esa entrega puse mi proporcionado aliento y vigor, acepté a este juvenil semental como mi amo, me entregaba a él como su esclava sexual y hasta el día de hoy sigo entregada a Leo, ya no lo recrimino cuando voy al negocio y aprovecha de llevarme a la bodega y recorre mi cuerpo acariciándomelo y solicitándome que me entregue a él, lo cito a mi casa y ese día se que seré penetrada entusiastamente por mi semental. Él es mi macho s mi adorable semental que me descarga de mis ambiciones sexuales y de mis empachos carnales.
Tantas veces a disfrutado de mi cuerpo y yo de los placeres de un apareamiento sabroso y placentero… es impagable esas arremetidas contra mi vientre por su pene que tiene en su glande un destrozador glande de vagina, creo que mujer que lo ha tenido pujando contra sus entrañas lo recuerda por su destructor juego al satisfacerte como mujer. Siento este pene salir por mi boca, esas caricias que me arrebatan perdiéndome en el placer de ser una mujer solicitada con galantería y deseo como nos gusta a las mujeres y en el coito mismo perderme en la entrega de mi cuerpo subiendo mis piernas por detrás de su cuerpo abrazándolo con estas hasta sentirme plenamente saciada y mis orgasmos inundando mi vagina con sus fluidos hasta sentir como ese pene se sacude engruesa y expulsa esos fabulosos chorros de tibio semen en mis entrañas, por ese placer y gozo tengo una nena de meses en mis brazos fecundada en mí por este dominante amante, semental y no he ido al médico, pero creo que nuevamente me fecundó en sus deliciosas y arrebatadas uniones corporales que recibo casi a diario. Mi marido, su profesor en su enseñaza media no es capaz de igualarlo y mi cuerpo me exige entregarme a mi juvenil amante. A veces pienso que son demasiadas mis entregas a este fabuloso macho, pero cada vez que soy sometida a sus delicados y deliciosos apareo mas lo deseo…
Vecina a mi casa vive Soraya una profesora del colegio, en donde estudia mi hija y Leo, me cuenta en sus furores al quedar mal satisfecha por su marido quiere buscarse un amante, pero ama a su marido, se esta perturbando al ser mal aparejada…le converso de mi Leo y la estoy suavemente llevando a los brazos de mi juvenil semental para alejar a este algunos días de mi cuerpo y poder reorganizarme como esposa, madre y amante.