Flor mojadita

A pesar de ser una mujer sexualmente satisfecha, aquella mañana me desperté especialmente excitada, estuve un buen rato despierta. Me fui calentando yo sola. Hasta tal punto fue la excitación que estuve a punto de masturbarme, el día era hermoso soleado, caluroso.
Escogí la ropa que me pondría para ir de compras. Mas tarde tome una ducha depilando totalmente mi flor, me maquillé y comencé a vestirme. Me rodeaban muchos pensamientos pecaminosos, me decidí por no llevar ropa interior, a pesar de mi edad tengo unos senos firmes, y un hermoso cuerpo tonificado, me puse una blusa azul celeste y un pantalón ajustado calzándome unos zapatos negros de tacón y salí a la calle. Me encontré con un mi vecino, de enfrente de su casa, quien me invito a pasar y así aprovechamos para conversar me senté en el sofá de su sala. La llegar vi que era todo muy agradable, cálido, nos tomamos unos vinitos y empezamos a calentarnos y comentábamos asuntos picantes sexuales.
Hoy te ves linda, hermosa, muy sexi, me tomo entre sus brazos y me dio un beso, metí entera mi lengua en su boca, mientras con una de sus manos me acariciaba el pelo, nuestras lenguas se ligaban, Luego de terminar ese primer beso, le dije que siempre me había gustado mucho, puede que no seas el señor físico lindo, guapo, pero me encanta, tu forma de pensar y de ser. Nos volvimos a besar, esta vez más apasionadamente que al principio, y en este momento sus manos empezaron e recorrer la espalda sus manos subían y bajaban por sobre mi blusa, mis brazos lo apretaban contra mi cuerpo, podía sentir perfectamente la dureza de mis senos y como mis pezones se estremecían contra su cuerpo.

Comenzó a recorrer mi cuerpo con su boca, acerco su boca húmeda contra mis pechos y a besarlos suavemente; sus manos empezaron a tócame las piernas, luego los senos por sobre su mi blusa, sus dedos jugaban con los pezones, con una de mis manos la lleve a su pene que estaba uro dentro de su pantalón. Empecé a rosarlo con mis dedos, con uno de mis dedos hace círculos en la punta de él. Luego empezó a desabrochar mi blusa y me dejo desnuda frente a él. Le dije por favor tómame, hazme tuya, hazme sentir mujer.
Luego me tendió sobre un sofá y empezó a lamer mi cuerpo, con su lengua bajo por el estomago hasta el ombligo. Luego empezó a besar el pubis que tenia depilado, cada beso me arrancaba un gemido, le pedía que me comiera, su lengua empezó a recorrer toda aquella flor del deseo, con su lengua disfrutaba mis fluidos.
De repente comenzamos a hacer un 69, inicie a pasar la lengua por sobre su pene erecto, con un beso le mame la punta del pene, su pene punteó directamente a mi boca. Mi lengua jugaba con su glande, acariciándolo en todo su entorno y el besando mi flor, su lengua me separaba los labios hasta llegar a la entrada de mi dulce cuevita, con su boca chupaba el clítoris tirándoselo suavemente.
En ese momento yo tenía su pene en la boca, mientras encogía sus piernas, apretando con sus muslos mi cabeza. De repente sentí un torrente de semen que inundaba mi boca y al mismo tiempo de mi flor brotaba aquel néctar mojando su rostro llevándome a un intenso orgasmo.
Sobre el sofá donde me tenia me mostro su pene nuevamente duro, abrí las piernas para recibir su cuerpo, luego nos besamos nuestras lenguas tenían un extraño sabor a sexo, mientras mi mano recorría completamente su cuerpo, pasando de vez en cuando por su sexo, le dije que me penetrada, me tomo por la y me penetro, entraba un poco y salía, mientras nos besábamos gemía de placer. Sentía su pene dentro de mi, sentía sus testículos, luego lo abrace con las piernas a por cintura y empezamos a movernos cada vez más rápido sintiendo como corría el semen dentro de mi flor, nos besamos suavemente mientras yo le peinaba su cabello con mis dedos, después de terminar nuestra increíble mañana de sexo desenfrenado, nos despedimos con un beso de lengua hermoso, y me dijo quiero verte mas seguido putita hermosa.