Follando con mi golosísima y puta suegra Sofía

Hola amigos lectores de relatos de esta página, en esta ocasión les contare el cómo legre follarme a la mamá de mi novia o sea a mi suegra quien es una mujer muy puta e insaciable que logre tirármela en su propia casa. Por favor escriban comentarios e este mi relato que es en su totalidad real.
Mi golosa suegra es una mujer de 40 años de edad la cual como lo dice el titulo se llama Sofía, es de estatura mediana, un poco gordita pareja, pelo rubio pero pintado y ojos negros. Sus increíbles piernas es lo más excitante de su cuerpo sin menos preciar sus nalgas hermosas y sus senos muy sexys. Es una mujer viuda desde hace ya varios años, tiene 2 hijos, una hija que es mi novia de 20 años y otro hijo que vive en el extranjero de 27 años, es extremadamente golosa e insaciable sexualmente pues desde que quedo viuda nunca ha parado de tener aventuras con un sinfín de amantes ocasionales que ella busca para satisfacer su tremendo apetito sexual. Y por último somos de México, yo soy un chavo de 25 años de edad.
Desde la primera vez que vi a mi suegra me excito porque siempre viste a pesar de su edad demasiado provocativa con unas minifaldas que enseñan sus bellísimas piernas de mujer madura, y para completar me entere lo de su golosidad por el sexo, esto hizo que a mi suegrita no la viera inocentemente si no con ojos de deseo pues cada vez que acompañaba a mi novia a su casa no paraba de verle las piernas, hasta por unos momentos me olvidaba de mi novia por la excitación que me ponía mi suegra Sofía, incluso ella me trataba de provocar enseñándome sus piernas muy discretamente pero lo hacía. Una tarde que estábamos cenando con mi novia en casa de mi suegra, mientras mi novia se retiro a la cocina para preparar café, la muy puta de mi suegra aprovecho para mostrarme sus encantos de mujer, poniendo la excusa que le apretaban las medias ella se subió la falda de su vestido enseñándome sus magnificas piernas de PUTA, se fue retirando poco a poco sus medias mientras yo le podía ver sus calzones con su falda subida y sus piernas abiertas, ella más provocadora me dio una mirada picara invitándome a verle su intimidad, con esto mis ganas de cogerla incrementaron bastante. Y se a completaron cuando un día las escuche hablando y como no sabían que las estaba escuchando estaban platicando justo de mi, mi suegra le preguntaba insistentemente a mi novia como era yo en la cama, mi novia me elogiaba muchísimo diciéndole que yo la satisfacía muy bien en el sexo, esto me estaba calentado al oír que mi suegra se interesaba en mí , lo más caliente fue cuando mi suegra muy aventada le pregunto a mi novia oye hija ¿Y de que tamaño la tiene su verga de tu novio?, las dos se echaron a reír de la pregunta hasta que mi novia le contesto que si la tenia grande pues es verdad, mi pene mide aproximadamente unos 22 cm. Le volvió a preguntar que si la satisfacía muy bien a lo que mi novia muy segura le contesto ¡Uy mami no sabes el placer que me da cuando me la mete!, ¡umm me hace sentir en las nubes! Toda esa plática me calentó bastante al saber que mi suegrita se interesaba en mi verga. Al igual que mi suegra averigua de mi a través de mi novia yo averiguaba de ella por voz de uno de sus amantes con quien se rumoraba en el pueblo que habían tenido muchas cogidas, por el me entere que ella era una mujer súper fiera en la cama y que nunca se cansaba de follar, esa noticia hizo que mi verga creciera de saber que me follaría a toda una zorra bien puta insaciable y me convencí de dar mi primer intento con ella. Una mañana que mi novia había salido de compras con amigas fui a casa de mi suegra con el pretexto de preguntar por ella, llegue a su casa y me recibió justo mi suegra misma que estaba sólo por fortuna, al ver que había llegado rápidamente me dijo que su hija había salido de compras con amigas por lo que yo inmediatamente le dije que ya lo sabía, al enterase que no llegue para ver a su hija, me pregunto qué entonces a que se debía mi visita. Yo yendo directamente al grano le dije muy aventadamente ¡He venido a verla a usted suegrita, supe que me desea verdad!, al oír eso puso cara de confusa preguntándome que de que hablaba, yo le mencione que la escuche preguntándole a su hija del tamaño de mi pene por lo que sabía perfectamente que ella quería coger con migo, también por sus coqueteos que me da, ella siguió haciéndose la tonta pero yo tome la iniciativa.

Le dije ¡Tranquila suegrita que su hija no se tiene porque enterar nunca!, dicho esto comencé a tocarle sus nalgas por encima su falda, al sólo sentir mis manos tocándole su culo ella de inmediato se calentó, se volteo dándome un beso súper apasionado en los labios como sólo las mujeres maduras saben darlos. Mientras nos besábamos yo cole mi mano bajo su falda subiéndola lentamente, estaba disfrutando manoseándola entre sus piernas de puta que desee tocar desde hace mucho, luego ya en totalidad calientes nos fuimos a la sala. Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño, al sentir mi lengua recorriendo su vagina y mordiendo su clítoris sus gemidos de placer eran intensos que hasta los vecinos podían oírnos.
Su vagina sabía bien sabroso acompañado de sus flujos vaginales y la crema chantillí, ya estaba flotando en el cielo mientras continuaba comiéndole su vaginita, sin duda era insaciable de verdad. Ya no aguantando más me pidió a gritos ¡Métemela, métemela que esperas hazme gozar como toda una zorra!, tome mi verga ya a mil de excitación, al verla me felicito pues era verdad lo que su hija le dijo que si la tenia grande. De un solo golpe se la metí toda en su vagina haciéndola gritar como endemoniada, se notaba que un sinfín de hombres se la había metido ya pues tenía su raja muy floja y grande. Era toda una fiera sin lugar a duda pues pedía más y más. Pero por el tiempo y el temor de que su hija nos encontrara follando tuvimos que terminar, me vine llenándole su vagina de leche caliente más aunque yo me vine supe que ella quería mucho más. Esa fue nuestra cogida, minutos más tarde llego mi novia no sabiendo las travesuras que su madre y yo ya habíamos cometido.