Me estaban llevando a un intenso orgasmo. El duro miembro martilleaba dentro de mí, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura, el placer de estar disfrutando de ese semental era lo más grande que le había pasado en su vida. Sus músculos empezaron a tensarse. Su orgasmo empezaba lentamente. Se acordó de que estaba en su ciclo, pero pudo más la pasión y olvidándose que estaba siendo penetrada por otro macho, un joven macho no su marido. Intentó salirse, pero no pudo. Dejo de luchar. Se quedó quieta y siente el estallido de cómo ese pene empezó a vaciarse en el fondo del útero de ella que al sentir los calientes chorros que empezaron a llenarla, se corrió junto con él. Se había entregado a otro macho y este la había embarazado con sus fuertes chorros de semen que en esos momentos le estaban llenando su matriz
Relato
Frida
Tengo que realizar un viaje urgente a México por problemas de negocio y mi señora con quien recién completamos tres meses de casados no puede acompañarme por su trabajo y deberé ir solo, en mi vuelo no tengo problemas y tampoco en la llegada al aeropuerto en donde me esperaba una asistente que me serviría de guía en mis correrías por esos dos días de estadía en esa ciudad. Se llamaba Frida era una mujer de unos 40 años, delgada, bonito cuerpo, piernas bien formadas y altas, agradable al trato, sonriente y tierna, siempre con una sonrisa en su boca. Yo con mis 22 años recién casado, no me fijaba en mujeres, pero esta me conquisto. Me atrajeron sus voluminosos senos y su sonrisa.
Le comento mi opinión respecto a ella diciéndole que me impacto su imagen de mujer su cuerpo maravilloso y esos senos voluminosos me llamaban a acariciarlos, a besarlos y su sonrisa me enloquecía, si no se alejaba de mi corría peligro ella ríe y no cree en mis palabras acercándose y besándome excitándome aún más mi erotismo y casi sin pensar y sin poder aislarme de su belleza la tomo entre mis brazos besándola entre sus senos y acariciando su rostro caliente a más no poder de la pasión que ella había despertado en mi.
Frida siente que la apresan y cubren su cuerpo con pasión, cuando ambos caímos abrazados a la cama, ella con sus ropas recogidas mostrándome las bellezas de sus piernas. Leo era un joven macho, pero no un inexperto rápidamente por sobre la blusa comenzó a morderlos y chuparlos, lo que hizo que sus piernas no le respondieran y se derrumbara débilmente, en donde el púber macho bajo una de sus mano, acariciándole su entrepierna.
Frida no sabe que le pasó, pero queda sin fuerzas para oponerse, deja que el macho abriera sus piernas y llegase hasta sus bragas que retirándoselas con sus dedos llegó a sus labios sexuales, bajó este su cabeza junto su boca a su vagina. Besó la cara interna de sus muslos. Alrededor de su vagina su piel estaba impetuosa ante las caricias.
En el dormitorio no había nadie más que nosotros, pero Frida se sentía insegura. Me levanté como pude y cogiendo a mi semental me acomodo en el dormitorio cerrando la puerta con llave.
En mi barriga se notó la dureza del pene que me clavaba mi cuerpo. Este se había sacado los pantalones y su calzoncillo. Al tiempo que me acariciaba y chupaba mis pezones Llevó una mano hasta mi vagina y empezó a acariciarla. Leo la atrajo hacia él apretándola por el culo. Después, sacaba y metía con desesperación su pene y adaptándose sobre mi cuerpo abrió aún más las piernas acomodándose en medio de ellas, me puso el miembro sobre mi vagina, tratando con su dura barra de carne penetrarme, no era inexperto, pero no lograba acoplármela, me tenía desesperada. Tomé su duro y grueso pene creo que mas gruesa que mi marido y al recorrerla la encontré mas larga, Dios la tenía adentro cuanto me hará sufrir y desesperarme con su tamaño.
Quiero poseerte le dicen en mi oído… No contesto... Luego le informo…. es demasiado arriesgado, sin soltarle el duro miembro. Con cuidado que me puedes embarazar estoy en mis días felices, el semental sin miramiento alguno me penetraba ardiente, si la estaban penetrando sabiendo esta mujer podía quedar preñada, se angustia, pero le agradaba como la empotraba este joven semental, la vagina se resistía a ese duro y grueso mástil que quería penetrarla. Ella tuvo que ayudarme y se tragó la tremenda prieta de carne. Como sufría cuando esta abría sus paredes vaginales. Enseguida empecé a moverme, mientras este absorbía, chupando, lamiendo con la lengua, los pezones. Movía su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, haciendo que el pene saliese hasta la mitad antes de volver a metérmela.
Me estaban llevando a un intenso orgasmo. El duro miembro martilleaba dentro de mí, una y otra vez. Su boca la besaba, a veces con pasión. Otras con ternura, el placer de estar disfrutando de ese semental era lo más grande que le había pasado en su vida. Sus músculos empezaron a tensarse. Su orgasmo empezaba lentamente. Se acordó de que estaba en su ciclo, pero pudo más la pasión y olvidándose que estaba siendo penetrada por otro macho, un joven macho no su marido. Intentó salirse, pero no pudo. Dejo de luchar. Se quedó quieta y siente el estallido de cómo ese pene empezó a vaciarse en el fondo del útero de ella que al sentir los calientes chorros que empezaron a llenarla, se corrió junto con él. Se había entregado a otro macho y este la había embarazado con sus fuertes chorros de semen que en esos momentos le estaban llenando su matriz
Su vagina llena de leche de este semental comienza a filtrarse, sin parar, llevándola nuevamente a un intenso orgasmo. Llevó sus manos a la cabeza de este y lo apretó contra ella. Levantó sus caderas y se cruzó sus piernas por detrás de este maravilloso hombre que desde hoy sería su amante y padre de un hijo de ella… ningún hombre le había dado tanto placer. La habían embarazado y no le importaba estaba maravillada de cómo la habían poseído. Era un joven semental, pero como había gozado con él., se entrega dos veces mas a ese maravilloso joven amo que la llena dos veces más de semen asegurándole su embarazo en su matriz.
Al día siguiente, ella ya siente los latidos de su feto en su vientre es el crío que le fecundo el macho que en esos momentos se marcha en un vuelo a su casa.