Fui manoseada en el salón del instituto

Soy una mujer de treinta y cinco años de edad, poseo piel blanca, mis ojos son color negro, mi cabello es negro, largo y muy bien cuidado también diré que me gusta maquillarme, conservo un cuerpo en forma, unas bellas piernas sensuales y pues sin presumir soy una mujer atractiva pues me lo han dicho. Pero aun así a mis treinta y cinco me conservo aun solterita aunque si confieso que he tenido varias experiencias sexuales, en algunas me han penetrado y otras nada más fajes o manoseos únicamente pues desde adolecente me ha gustado mucho el sexo, perdí mi virginidad antes de mis dieciocho y a partir de ahí me ha gustado que los hombres me hagan el amor sin compromiso, aunque tampoco soy adicta al sexo pues sólo soy una mujer liberal que le gusta sentir experiencias ocasionales. Bueno con respecto a lo profesional pues estudie informática en la universidad hasta graduarme y por ello ahora me desempeño como profesora de computación e informática en un instituto, ahí mismo da clases Adrian un hombre muy varonil tres años mayor que yo, el imparte clases de inglés en el mismo instituto ya nos conocíamos desde hace algunos años pero aunque éramos compañeros de trabajo no coincidíamos con frecuencia por nuestros horarios de clases pero fue hasta cuando lo movieron al turno en que estoy yo cuando ya nos veíamos con más frecuencia. Debo admitir que tal vez yo fui culpable de incitar en él la lujuria pues así soy y a veces sin querer doy miradas o sonrisas coquetas a los hombres, cada que iba portando falda corta notaba como se quedaba viéndome de re ojo mis piernas con una mirada morbosa aunque no me extrañaba pues hasta mis mismos alumnos jóvenes me veían las piernas perversamente y la verdad me gustaba esto, el sentirme deseada por los hombres me gustaba muchísimo.

En fin el día en que tomo valor para ir a intentar cogerme llegó al fin, fue una tarde de martes al terminar mi clase. Yo estaba recogiendo mis cosas en el salón disponiéndome a irme, justo en ese momento toco a la puerta Adrian con el pretexto que necesitaba un mouse de las computadoras de mi salón, obviamente sólo era puro cuento pues sus verdaderas intenciones eran otras. Estaba vestida en esa ocasión con un traje negro, blusa blanca algo escotada, pantalones negros y saco del mismo color, además portaba unas zapatillas altas negras igual, mientras estaba detrás Adrian me tomo e inicio a masajearme mis senos sobre la blusa, al sentir esto no sabía qué hacer; si darle una bofetada o dejarme manosear el me tocaba las nalgas y me dio una nalgada algo fuerte pero me gusto, sólo cerré los ojos dejándome llevar aunque el recordar que estábamos en el instituto me dio miedo pues podíamos ser descubiertos, aun así la calentura de ambos era más grande. Clarito sentí como bajo mis pantalones al igual que mis calzones casi al mismo tiempo hasta mis rodillas, el comenzó a tocarme mi zona vaginal que por las caricias mis flujos vaginales iniciaron a emanar, segundos después vi como del escritorio tomo un bolígrafo e inicio a metérmelo en mi rajita ¡uy! No se imaginan el placer que sentía en ese instante, sus dedos junto con el bolígrafo me estaban penetrando la panocha y esto era maravilloso, nuestros labios se besaban apasionadamente.

El momento más rico fue cuando estalle en un riquísimo orgasmo mojándole toda su mano del líquido vaginal pero al instante tomo el lapicero y lo chupo junto con sus dedos como si se deleitara con el sabor de mis flujos vaginales. Adrian después de haber concluido se retiro sin palabras dejándome casi desnuda ahí, a toda prisa me limpie mi vagina y me vestí saliendo despavorida del instituto, pero si confieso que fue una experiencia deliciosa aunque no tuvimos sexo espero en la siguiente logremos hacer el amor.