Cuando en el 2012, estando de paro, se me acercó un conocido mío, que es periodista independiente, y me dijo que había la posibilidad de que pudiera trabajar con un colega suyo, como traductor ya que hablo con fluidez Ingles, y varios idiomas Árabes, claro que aparte de español, por lo que no lo pensé dos veces. Nos embarcamos para Turquía. Pero al pasar la frontera, con Siria, no teníamos ni un día de haber llegado, cuando fuimos secuestrados, junto con otros periodistas, de distintas nacionalidades, y de diferentes agencias de noticias.
Relato
A pesar de todos los intentos de aclarar nuestra situación, mostrando nuestras credenciales, y solicitando que corroborasen todo lo que nosotros decíamos. Los miembros de ese loco ejercito, no nos hizo el menor caso. Desde ese mismo instante comenzaron las torturas, malos tratos, privación de sueño, de alimentos, y constantes amenazas de muerte.
Yo lamentablemente reconozco que no soy una persona de contextura física fuerte, por lo que cuando me obligaron a que pelease con otro de los secuestrados, debido a lo débil que me encontraba, por falta de alimentación, perdí irremediablemente, y como castigo por haber perdido, al despertarme me pasaron por una sesión de ahogamiento, de la que salí vivo de milagro. Además para colmo de mis males, uno de los secuestradores, al parecer la tenía agarrada conmigo. Ya que al primero que siempre buscaba joder era a mí.
En una de esas ocasiones, en que me obligaron a pelear, al perder, por no haber comido en varios días, en lugar de pasarme al ahogamiento, el tipo ese que nos mantenía sometido a la tortura, lo escuché ordenarme en un ingles muy fluido, que me quitase toda la ropa. Yo quizás por lo débil que me encontraba, no le entendía, y fue cuando él mismo parándose frente a mí, y frente a todos los presentes comenzó a arrancarme toda la ropa dejándome apenas con mis raidos pantalones. Cuando traté de protestar, me ha dado un solo golpe por la boca del estomago, lo que me hizo perder no tan solo el equilibrio sino prácticamente el sentido. Momento que aprovechó él para terminar de arrancarme los pantalones e interiores, dejándome totalmente desnudo frente a todos.
Mientras yo estaba tirado en el suelo, revolcándome del dolor, se dirigió a uno de sus compañeros, ordenándole que me penetrase frente a todos los presentes. Cosa que al parecer el otro tipo estuvo en la mejor disposición de hacerme, solo que su miembro no lograba ponerse en las condiciones apropiadas. Yo a todas estas comencé a recuperarme del golpe, cuando sentí su arma sobre mi cabeza, diciéndome. Ponte a mamárselo, o te mueres.
Como verán no me quedo más remedio que obedecerle. Por lo que a pesar del asco que sentía, aparte de la impotencia, de no poder hacer nada para defenderme, o evitar que me siguieran humillando. Frente a todos los presente, que se reían a carcajadas, incluso los otros secuestrados, agarré el miembro del tipo que estaba de pie frente a mí, y a pesar de la repulsión que sentía, dirigí mi boca a su verga. La que con lentitud comencé a chupar, muriéndome de la vergüenza. Tras estar por varios minutos chupando la verga de ese tipo, esta comenzó a ponérsele lo suficientemente dura como para que me sodomizara, frente el resto de los secuestradores, y secuestrados.
De un empujón que me propinó el líder del grupo, con su bota, caí boca abajo sobre la tierra, llorando porque sabía lo que me esperaba. Rogándole a mis secuestradores que no me hicieran eso, pero mis ruegos y lamentaciones de nada sirvieron, frente a todos, y completamente desnudo, al tipo que le estuve mamando su verga, colocó una de sus botas sobre mi culo, obligándome a permanecer pegado a la tierra. Con la misma bota, hizo que yo abriese mis piernas, y cuando me resistí ligeramente, me dio una fuerte patada en el muslo. Luego me gritó algo, que por lo golpeado y débil que me encontraba no logré comprender.
De reojo lo vi bajándose sus pantalones, y como agarrando su parada verga la dirigió al centro de mis nalgas. Los gritos de dolor que me hizo dar, seguramente se escucharon varias leguas a la redonda, ya que en cierto momento al levantar la vista al momento en que era sodomizado por el tipo ese, me di cuenta de que había mucha más gente, incluso mujeres, y hasta niños armados, que no dejaban de reírse de mí.
Cuando el salvaje ese terminó de sodomizarme, viniéndose dentro de mis nalgas, yo que estaba agotado y débil por la falta de alimentación, me quedé tal y como estaba tirado en la tierra. Con mis piernas y brazos abiertos, y mi culo sumamente adolorido. Al despertar me encontraba en uno de los tantos calabozos, que nuestros secuestradores habían improvisado. Yo seguía aun completamente desnudo, y apenas una raída, y sucia, pieza de tela cubría parcialmente mi cuerpo. En ese lugar pasé varios días, apenas comiendo algo de pan con agua. Hasta qe al parecer el líder del grupo como que se acordó de mí y me mandó a buscar, yo estaba tan sucio, y apestoso, que antes de llevarme ante él, sus esbirros me obligaron a bañarme, y encima de eso también me recortaron o mejor dicho me afeitaron completamente la insipiente barba que me salé.
Aun manteniéndome del todo desnudo, ya ante la presencia del líder, este me hizo unas cuantas preguntas, respondiéndole todas las que pude, y las que no pude sumisamente, le pedía perdón, y le decía que ignoraba la respuesta. Al parecer mi sumiso comportamiento, dio resultados, ya que cuando me preguntó de qué parte de EEUU yo era, cuando le dije que no era americano sino de España, y que había sido contratado como traductor. Su manera de tratarme cambio, ordenó que me alimentasen, y que me proporcionaran algo de ropa. Realmente si me dieron algo más de comer, y por ropa algo que me pareció lo que quedaba de un sari. Pero eso no evitó que otro de los guardias, al verme regresar al calabozo que compartía con otros doce o trece secuestrados más, apenas entré y se marcharon los demás guardias, él colocando su arma contra mi cabeza, me obligó a que me quitase el sari, y al igual que aquel otro tipo, me obligo a mamar su verga frente a todos los secuestrados, para luego de igual manera, y sin que ninguno hiciera nada por ayudarme, me volviera sodomizar, en contra de mi voluntad.
Después de que él se vino dentro de mí. Yo Aun tirado sobre la tierra de esa mazmorra, sin dejar de llorar, maldecía la hora en que había aceptado el trabajo de traductor, cuando sentí la mano de alguien acariciándome mi cabeza, mi espalda, y parte de mis nalgas. Pensé erróneamente, que era uno de mis compañeros de celda que deseaba darme apoyo, ante la cruel situación por la que yo había pasado. La realidad es que no era uno solo, sino varios de los secuestrados que compartían la celda conmigo, y su interés no era el de darme apoyo, como yo pensaba, sino más bien el de aprovechase de mi situación, y aparte de sodomizarme obligarme a que les mamase sus vergas.
Lo que yo debido a mi estado de debilidad no pude evitar que sucediera, así que mientras uno de ellos me clavaba su verga dentro de mi adolorido culo, otro colocaba la suya dentro de mi boca, obligándome a que se la mamase. Sin la menor consideración, hacia mi persona. Desde ese día prácticamente a diario, cuando no era uno de los secuestradores, era alguno de los prisioneros que me obligaban en contra de mi voluntad a que los dejase, a que me dieran por el culo, o ponerme a mamar sus apestosas vergas.
Durante todos los restantes meses de mi reclusión, a diario me sodomizaban, o me obligaban a mamar sus vergas, tanto los guardias armados, como alguno que otro secuestrado. Sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo. Ya había perdido yo toda esperanza de salir vivo de ese lugar, cuando el líder, ordenó que me soltasen. Por lo que salí prácticamente arrastrando mis pies, y únicamente medio tapado con aquel viejo y sucio y raido trapo de tela.
Caminé por una zona desértica, sin rumbo fijo, por varios días. Hasta que una unidad del Ejército Sirio, me encontró en medio de la nada. Cuando me recogieron, estuve a punto de que me dieran un tiro, pero al ver la manera en que me encontraba, se dieron cuenta de que de seguro yo había sido secuestrado. En el hospital en el que desperté, tras hidratarme, alimentarme, y ponerme yo no sé cuantos antibióticos contra enfermedades venéreas, finalmente me dieron de alta. A solicitud mía, regresé a casa de la manera más discreta que pude, sin decirle a nadie lo que me había sucedido. Pero después de casi dos años, de haber pasado por ese martirio, no había dejado de tener horribles pesadillas, en las que una y otra vez era sodomizado por varios hombres, en contra de mi voluntad. Pero apenas comencé a escribir esto, las recurrentes pesadillas se han ido deteniendo.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 786352 veces
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narrador
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Comentarios enviados para este relato
narrador
(24 de September de 2014 a las 05:43) dice:
Por un error mio, coloque el relato en filial, debería ser en No consentidos, o Sado. katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:28) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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