Gangbang Embarazada

Era el mes de Abril, estaba embarazada de seis meses y nos estabamos haciendo una casa nueva. Quizas porque había engordado cuatro kilos o por que le asustaba la prenetración en mi estado, apenas haciamos el amor y las últimas veces sinceramente, ni me había enterado. Era un día radiante de sol pero a ratos con algunas nubes blancas plomizas. Por la tarde quise visitar las obras de la casa, para lo que me puse muy mona con un vestido de premamá, con mínifalda y un pequeño tanguita a juego para que no se me notara nada, el vestido era ajustado y ceñia mis pechos, unos ya abultados pechos de embarazada que casi quería salirse del escote. Cuando llegué a la obra empecé a notar las primeras miradas de los trabajadores, era un grupo de chicos fuertes de origen esloveno, naturalmente ni se les ocurrió decirme o insinuarse lo mas mínimo, hubieran ido de patitas a la calle. El jefe de ellos, el de mayor edad de unos 45 años, me acompañó y me fué explicando las fases de la obra, hasta que quise subir a la planta de arriba, el me dijo que no me lo recomendaba ya que había que subir por una escalera vertical y en mi estado, no era aconsejable. Aquello me hirió y decidí subir, el subió primero y otros dos operarios se quedaron abajo sujetando la escalera mientras ascendía. En lo que no había caído yo, es que era imposible sujetarme la falda puesto que necesitaba las dos manos para agarrame, decidí seguir adelante aun sabíendo que me iban a ver todas mis intimidades, realmente incluso me daba morbo y subí, subí incluso despacio, necesitaba saber que yo embarazada era capaz de levantarlos animos. Cuando acabé de subir ví que abajo ya no habia dos operarios sino cuatro, osea todos y de reojo aprecie sus codacitos señalandome y riendose. Con toda la maldad del mundo, me quedé en el borde hablando con el encargado, eso les daba la oportunidad de seguir apreciando mi interior, ya no se reían, estaban muy serios pero sin dejar de mirar. Acabada la visita, le comenté al encargado que necesitaba ir al baño, me dijo que era un baño de hombres y no muy limpio, incluso la puerta no cubria del todo, lo acepté por que no había otro; entré cerré lo que pude de la puerta, subí mis faldas me aparte el tangita y empecé a orinar en cunclillas, aprecié que disimuladamente y por un lado sin tapar me estaban mirando todos. Me calenté sobramanera, saberme observada mientras meaba; era obvió que habían visto perfectamente mi vagina y mi chorro caliente de orín. Estaba realmente escitada y mis jugos empezaron a fluir, aparté la mirada un momento y cuando les volví a mirar apenas dos segundos despues, uno de ellos tenía el miembro viril mas grande que he visto en mi vida y se masturbaba, delante de mí, sin disimulos; al instante otro hizo lo mismo y luego otro y otro; todos estaban a mi alrededor masturbando sus enormes pollas; uno de ellos se acercó, levantó mis faldas y me pasó el pene por la entrepierna; la sentí caliente, dura , mi excitación era máxima; otro se acercó y me la pasó por delante por el puvís , casi como si quisiera penetrarme; abrí ligeramente las piernas para facilitarlo, solo tenía miedo y ellos igual por mi prominente tripa. Me puse de rodillas y uno a uno fueron pasando por mi boca, estaba como ida, sacaron mis tetitas y metieron sus penes entre ellas, mis pezones enormes y negros de embarazada eran su principal atracción después de mi boca; lamí una, dos , tres , cuatro, cinco pollas, las cogia y les masturbaba, ellos bramaban, sus penes se pusieron de color granate y parecían ir a reventar mientras se masturbaban; uno de ellos gritó, se acercó a mí y estrelló contra mi cara un chorro de semén caliente, se la chupé y lavé con mis labios sus restos, inmediatamente otro hizo lo mismo, pero antes me obligó a abrir la boca y me la metió, sentí como se estrellaba en el paladar, mi boca se llenó de esperma, tube que toser y escupir, en ese momento otro se estaba corriendo en mi pelo, otro en mis tetas, en un instante quedé inundada por dentro y por fuera; cuando parecía que todos habían descargado, el de mayor edad, el jefe, se acercó a mí, me dió la vuelta, bajó mi tanguita por debajo de las rodillas, me hizo inclinarme y me la introdujo hasta el fondo sin ningún miramiento, estaba superhumeda me sentia terriblemente penetrada, follada como nunca, inclinada y agarrada a dos de los trabajadores con sus penes relajados a pocos centimetros de mi cara, mientras era brutal y deliciosamente penetrada, la sentía muy dentro de mí, pasados apenas unos minutos , empecé a notar como la sacaban y metían, se iban turnando, creo que al final todos acabaron volviendose a correr dentro de mí; en un momento miré hacía arriba y a pocos metros ví a mi marido....., pensé lo peor, pero no , tenía su polla fuera y se estaba masturbando, no se el tiempo que llevaría allí , en un momento dado, se acercó a mí rapidamente y me la metió en la boca corriendose mientras me estaban follando por detrás.

Se subieron los pantalones, yo subí mi tanguita y bajé mi falda, metí dentro mis pechos y me atusé un poco, me dieron una toalla sucia para limpiarme, era igual, estaba absolutamente bañada de esperma.

No hablamos nada en el camino de vuelta a casa, subí y me metí en la ducha yo sola; mi marido se acercó y casí con furia mientras caía el agua me dió la vuelta y me penetró anal y brutalmente, aquello fué horrible, un agudo dolor pero que a la vez me resultaba morboso, vi como el agua de la ducha se tornaba roja por la sangre, era mi primera enculada, lo hizo en mis entrañas, se corrió y la sacó. Cuando se iba me preguntó ... ¿que tenemos de cena? .... hoy deberíamos acostarnos pronto....