Georgina… toda una vida de travestismo. CAPITULO 13 SALGO A LA CALLE VESTIDO DE

Georgina… toda una vida de travestismo. CAPITULO 13 SALGO A LA CALLE VESTIDO DE MUJER
Cuando despertamos… después de la tremenda y maravillosa cogida que Raúl me dio, decidimos salir a comer algo. Ya que estábamos hambrientos así que... me levanté de la cama y entré al baño para ducharme, después que me bañé Raúl se bañó también.
Mientras Raúl se bañaba me vestí… con mis horribles ropas de hombre, cuando Raúl salió del baño y me vio vestida así, me dijo:
¿Por qué estas vestida así?...
Porque vamos a salir a la calle a comer, ¿o no?
Me miró molesto y me dijo:
si pero quiero que te vistas de mujer, así es como vas a salir a la calle conmigo…
¿Estás loco?... yo no me atrevo a salir a la calle vestido de mujer respondí…
Con voz autoritaria me dijo:
aquí el macho soy yo… si te ordeno que te vistas de mujer… ¡!te vistes de mujer y punto!!, ¿entiendes Georgina?
Con la cabeza gacha acepté y con mi acento más femenino le dije:
muy bien Raúl haré lo que tú digas… así que me quité mis ropas de hombre y busqué en mi maleta las prendas que usaría en mi primera salida.

Me puse un conjunto de pantaleta y brassier negros con un short cortito también negro, elegí mis zapatos negros de y tacón alto me puse una blusita a cuadros blanco con negro, decidí no usar medias para lucir mis pies con las uñas pintadas de rojo ya que las zapatillas eran descubiertas… en la punta además así podía lucir mi nueva cadenita de oro colocada en mi tobillo derecho…si, ¡!era la cadenita de oro que Raúl me dio como pago de mi virginidad!!.

Me sentía orgullosa de lucirla… me la gané con mi culo, y gracias a mi culo ahora podía usarla. Me maquillé muy discretamente en tonos rojos me puse perfume femenino, me peiné y salí del baño…

Raúl me esperaba completamente vestido y arreglado, me vio y me dijo: ya ves Gina?... no te costaba nada obedecer….

Te ves preciosa, anda mi amor vamos a comer algo, me muero de hambre.

Entonces me di cuenta de algo: cuando Raúl estaba de buen humor era cariñoso y comedido y siempre me llamaba Gina, pero… cuando estaba molesto y de mal humor siempre me llamaba Georgina, pero, bueno… lo tomé del brazo y salimos de la habitación,

Cuando llegamos a la recepción temí que el encargado me reconociera y recordara que ayer entre como hombre y hoy salía vestido de mujer… pero el tipo ni nos miró estaba leyendo el periódico solo tomó la llave y siguió con la mirada puesta en el diario, salimos…

Cuando estuvimos en la calle me aferré aterrada a la cintura de Raúl y yo con la vista baja caminamos hacia la alameda central… yo iba caminando con la vista baja mirando mis pies con las uñas pintadas de rojo calzando mis hermosas zapatillas negras y mi nueva cadenita atada a mi tobillo…

recordando que esa cadenita era el pago por mi virginidad esa cadenita siempre me recordaría la manera tan deliciosa en que había entregado mi culo a Raúl.

Perdida en mis pensamientos… sintiendo el viento en mis piernas y mi entrepierna cuando se colaba bajo mi vestido, se sentía agradable el calor del sol en mis piernitas desnudas y así llegamos a la avenida Juárez…

A cada paso que daba ganaba mas confianza en mi misma, caminaba haciendo sonar mis tacones en la acera.

Sintiendo la brisa frecas acaarciar mis piernas desnudas, tomada de la mano de mi hombre, ¡!mi macho!!

Cuando Raúl notó que yo caminaba con la vista baja… retiró su brazo de mis hombros y… ¡!me dio una fuerte nalgada!!, ordenándome: camina erguida Georgina no tienes nada de qué avergonzarte, te ves como una mujer normal… además la gente ni siquiera nos ve ellos van ocupados en sus asuntos.

Y así era cuando miré alrededor noté que la mayoría de la gente ni nos miraba, los que lo hacían nos veía como una pareja común y corriente, me miré en un escaparate y con mi brazo rodeando la cintura de Raúl y el con su brazo rodeando mis hombros, comprendí que no tenía que motivos para preocuparme por mi aspecto… respiré con alivio y me dispuse a disfrutar de mi primera salida a la calle vestida de mujer.

Cuando Raúl notó que ya caminaba erguida y confiada… bajó su brazo y comenzó ¡!a sobarme las nalgas, ahí en plena avenida repleta de gente!!. Diciéndome: ¿ya ves? A nadie le importa que te manosee las nalgas todos van ocupados en lo suyo.

Yo sorprendida voltee a todos lados y vi que efectivamente a nadie parecía importarle que Raúl manoseara mis nalgas en plena vía publica. Los pocos que lo notaron solo sonrieron y siguieron su camino.

Pero comprendí realmente cual era el propósito de Raúl al manosearme las nalgas tan descaradamente… lo que estaba haciendo era: “marcando su territorio”. Estaba anunciándole al mundo: ¡!estas nalgas son mías, este culo me pertenece!!. Este gesto de Raúl me confirmó un hecho real: Raúl ahora era el dueño de mis nalgas mi culo le pertenecía porque yo gustosa se lo entregué…

En fin, entramos a un restaurante donde caballerosamente me acomodó la silla, me sentí realmente bien cuando el mesero me pregunto: ¿Qué va a ordenar, señorita?... confirmé que realmente todo el mundo me veía como una chica más.

Como sea, pasamos una tarde-noche paseando por el centro de la ciudad, a cada minuto adquiría yo más confianza mis aspecto y mis modales eran cada vez más naturales, siempre sin caer en amaneramientos exagerados, a propósito quiero hacer una aclaración: he leído en muchos relatos de travestis en los cuales narran que es muy difícil caminar con zapatos de tacón alto… creo que eso es una vil mentira o un cliché muy gastado ¡!caminar con zapatos femeninos de tacón alto, no cuesta ningún trabajo, los humanos tenemos un sentido del equilibrio natural muy desarrollado!! Lo digo porque desde que me puse mi primer par de zapatillas de tacón alto lo hice sin ningún trastabilléo.

Bueno… en el edificio de correos compramos algunas postales de Aguascalientes, para regalarlas a mis familiares y hacer más creíble la historia de nuestro viaje… regresamos al hotel para continuar con nuestra luna de miel.

Los siguientes 2 días Raúl me cogió de muchas maneras diferentes, la mamé la verga incontables veces, me tome su lechita con mucho gusto… me cogió con mi lencería as sexy puesta, me cogió totalmente encueradita, me cogió en la ducha, en la cama, empinada en una silla, me culeó en cuatro patas, tendida en la cama bocabajo y el encima de mi yo con mis piernas totalmente abiertas, me culeó sentada encima de el tanto de frente como dándole la espalda, me cogió en la posición de misionero yo con mis piernitas alrededor de su cintura, me cogió de “patitas al hombro” yo con mis piernitas en sus hombros y recibiendo verga por el culo hasta llenarme, me culeó arrodillada en el piso con mi torso apoyado en la cama, me culeó de pie yo asomada a la ventana usando mi camizoncito, de manera que las personas que pasaban por la calle (algunos) volteaban hacia arriba solo veían a una chica asomada a la ventana… pero no adivinaban que esa chica estaba siendo bien culeada por su macho…

En resumen y para no ser repetitiva solo diré que terminó de emputesérme, cuando abandonamos el hotel yo ya era completamente suya… él era mi amo y señor y yo era su esclava, su puta.

Llegamos a mi casa, mi familia nos recibió de lo más natural, les entregamos las postales platicamos algunas anécdotas inventadas, y finalmente todos nos fuimos a dormir… en la recamara Raúl me quiso coger y yo le dije que en mi casa no me dejaría coger…. Porque nos podrían sorprender y yo tendría muchos problemas con mi madre y mis hermanos…

Raúl se enojó mucho y me dijo que estaba muy caliente y que no iba a poder dormir así… entonces le dije que me dejara mamarle la verga para bajarle la calentura y aceptó. Nos encueramos mutuamente y me puse a mamar verga como toda una puta profesional, recorría la verga de Raúl con mi lengua desde la cabeza hasta los huevos, para luego metérmela en la boca y chupársela larga y concienzudamente le daba besitos a su glande y con mi lengua recogía las gotitas de precum que salían por el ojito de su verga… ¡!me sabían a gloria… como maná del cielo!!. Continuamos así un rato hasta que Raúl me avisó…

Ya me voy a vaciar mamacita…

Me saqué su verga de la boca, y relamiéndome los labios lo miré a los ojos y le dije: vacíate en mi boca papacito quiero beberme tu lechita… y reanudé mi mamada con más entusiasmo hasta que sentí los chorros de lechita inundando mi boca… retuve los mocos de mi amado unos minutos en mi boca paladeándolos y luego me los tragué todos con gran placer.

Las últimas gotas de leche de Raúl cayeron en mi pecho y mi carita y yo golosamente las recogí con mis dedos y la lamí…. Finalmente chupé la verga de mi macho hasta dejársela limpiecita, nos acostamos para dormir yo abrasada a mi marido, Raúl me agarró las nalgas desnudas y ya casi dormido me dijo: pinche Gina eres bien puta… finalmente nos dormimos.

Desde ese día cuando Raúl estaba “franco” en mi casa le mamaba la verga a mi macho los días en que no podíamos ir al hotel, me esperaba por las noches ya bañado, acostado en la cama totalmente desnudo acariciándose la verga… así que en cuanto entraba yo a la recamara me siempre me recibía con: ¡!qué bueno que llegaste, mamacita estoy bien caliente ¿me das una mamadita? Desde luego que yo no me hacía del rogar… rápidamente me despojaba de mi horrible uniforme de enfermero, me quedaba solamente con mi tanga y me calzaba las zapatillas de mi madre y me subía a la cama me ponía en 4 patas y me dedicaba con mucho entusiasmo a mamarle la verga a mi macho…

mientras él me manoseaba las nalgas y metía algún dedo en mi vicioso culito… una vez que se vaciaba en mi boquita yo bebía su lechita como si fuera el más delicioso néctar, la limpiaba su verga con mis labios y lengua y nos dormíamos… en la mañana antes de irme a la escuela le daba otra mamada de verga igual y me iba a la escuela.

Esos días siempre estaba muy bien alimentada ya que cenaba y desayunaba leche de hombre… ¡!que rico!!

Continuará…