Gladys

Gladys mi nueva vecina, llega a mi vecindario Gladys una mujer de 34 años, es bajita y algo llenita, con buenos pechos y trasero mediano. Es blanca de piel, ojos verdes, pelo largo castaño y rizado, es una delicia. Aunque usa lentes sus ojos son preciosos.
Me encontré con ella en la feria cuando venía de vuelta del colegio, nos fuimos conversando me pregunto cual era mi colegio y que curso iba le comenté, estoy en el último año a mis 17 años saldré joven a la universidad.
Me mira y dice como me gustaría a mi a ver ido a la universidad, pero se me ocurrió casarme y tener hijas.., pero... es estupendo estar casada y con hijas y aún así se puede estudiar digo...
Noté como cerraba los ojos con coquetería al mirarme, llegamos a su casa y entramos sus compras , al volver al comedor tropecé con ella al ser muy pequeña la cocina, note que me miraba con sus ojos entrecerrados y con pasión, me dice crees que esta vieja puede con la universidad, si le digo y con muchas cosas mas, Ud. no es vieja, es una mujer muy especial y sería capaz de la universidad y de muchas cosas más, si necesita ayuda aquí me tiene, me abraza con cariño, gracias por alabarme, dice, ¿me crees una mujer especial?, al sentirme abrazado por ella me excito y mi pene se engruesa y atiesa duro y firme... le acariciaba sus cabellos y sus mejillas..., ella se deja y se amodorra cariñosa respondiendo a mis caricias y se mordía el labio inferior. Eres muy parecido a mi primer amor de adolescencia, con el debería haberme casado, eres lindo me dice.
Le pregunto si hay algún problema con su marido y me contesta nos cambiamos por que mi marido es picaflor, en el barrio anterior había una mujerzuela que le guiñaba un ojo y este ya estaba embobado por ella, me dice, que una vez te pongan los cuernos, acepto..., pero diariamente, eso es un desprecio a mi persona..., al escucharla a ella la abrazo diciéndole, eso merece un castigo a tu marido... Aproveche para acercar mi boca a su cara para besarla con cariño esta, al pasar cerca de sus labios nos besamos con pasión. Nuestras lenguas se mordían y acariciaban, nuestra saliva se mezclaba. Nos miramos sorprendidos y excitados. Mis manos habían tomado posesión de sus pechos y pellizcaban sus pezones que estaban duros saludando el precioso día. Acerqué mi boca al pecho más cercano, lo besé con ternura, luego lo desnudo y lo lamí y chupe su pezón en círculos. Podía escuchar sus jadeos levemente, como unos suspiros. Seguí acariciando mientras observaba con detenimiento aquel hermoso paisaje de sus senos. Al bajar el cierre del vestido este cae. Y me muestra una mujer exquisita Sus bragas eran pequeñas y se podía observar su vello alrededor de su vagina asomar tímidamente por los bordes. Con una mano acariciaba su trasero y con la otra su entrepierna. No dice, no puede ser, no déjame no..., Aparté un poco las bragas y le introduce acariciando mi dedo en sus labios vaginales. Tenía vello no muy abundante, se ve que lo recortaba de vez en cuando. Era de color castaño claro, como su pelo. Ella seguía jadeando y ahora noté que gemía.
Bajé mi boca a su vagina y le metí la lengua poco a poco. Sorbí todo el líquido que había por allí. Me encantó su sabor que se mezclaba con mi saliva. Mis manos bajaron sus braguitas, a estas alturas ya empapadas y poco a poco acariciando sus piernas fui besándolas y bajándolas hasta los tobillos. Gladys ya no decía nada, se dejaba hacer, estaba enloquecida con mis maniobras excitadoras... no esta bien, dice..., ahora sería yo la que fallaría... la tenía a mi placer y no iba a permitir que se recuperara y perderme el aparearme con esta hembra..., metí dos de mis dedos buscando su clítoris lo encuentro y lo acaricio esta mujer se encorva y gime desesperada esta caliente..., déjame dice mi marido esta castigado y hace dos meses que no me penetra nadie mi vagina, estoy desesperada por los deseos carnales... la ubico sobre un sofá y bajando mis ropas pongo mi cabeza del pene en su rendija, vibra y aúlla angustiada y deseosa de ser apareada... penetro mi pene unos centímetros en su vagina y ella abre sus piernas al tiempo que me abraza enterrándome sus dedos en mis brazos, la clavo de un solo golpe y gime desesperada a sido penetrada y comienza un baile con su cuerpo donde su cintura es una hoja batiéndose en el viento al moverse perturbada y estimulada estremeciendo desesperada y agitadamente por el placer de sentir un pene en su vagina que la abre y acaricia sus pliegues vaginales enloqueciéndola en el acto del amor, como se entregaba al placer y gozo de ser apareada... por mas de 15 minutos estuvimos meneándonos con desesperación hasta que ella grita me vengo ... ¡ah..., oh...., ah! voy hacer tuya..., seré tu mujer... y sacudiéndose con desesperación me entrega su orgasmo..., abrazada me dice desde hoy soy tu hembra... y tú ... mi amo este cuerpo ..., ¡ah..., oh! es tuyo dice, al tiempo que recibe mis chorros de semen en su matriz. Abrazados descansamos sobre el sofá.
Nadie, por favor, debe saber de esto me dice... tu secreto es mi secreto le digo... me sonríe y dice ahora debes irte nos pueden pillar.... Me voy le digo, pero volveré mañana cuando estés sola..., fuiste una exquisita mujer... una exquisita hembra y quiero más.
Salí de esa casa sabiendo que al día siguiente volvería contra vientos y marea.
Por tres días seguidos volví desgraciadamente vinieron el sábado y domingo no estando sola por lo que no pude visitar a Gladys. Esos tres días fueron maravillosos nos acostamos en su cama y esta llegaba a rechinar en el piso con nuestros movimientos apasionados y entusiastas, Gladys clamaba mas fuerte..., soy tuya..., dame toda tu leche, quiero ser tuya siempre..., eres mi amo y te deseo. La apareaba en distintas posturas misionero, perrito, flor de loto, la carretilla y ella me dejaba realizarme, era feliz con mi pene entrando y saliendo de su vagina hasta que me entregaba entre gritos y sollozos sus orgasmos.
El lunes los escolares teníamos una semana de vacaciones y en su casa estarían sus hijas, tuve que esperar que salieran con sus amigas por las tarde para poder aparearme rápidamente con esta sabrosa y ardiente mujer, mi mujer. Llevamos tres semanas de continuos encuentros uniéndonos en diferentes apareo, Gladys es una ardiente hembra y su marido no sabe calmar sus pasiones por eso recurre a mí, para lograr calmar sus pasiones amatorias, ella me jura si le soy fiel solo a ella, continuara entregándome sus orgasmos.
Hoy cumplimos dos meses de continuos enlaces carnales y Gladys cada día está mas deseosa de entregarse a mi pene para satisfacerse sensualmente, me dice que su marido no se compara con las excitadas penetraciones de mi persona al cohabitar conmigo en esta cama.
Nos cuesta encontrarnos a solas en su casa, pero aprovechamos cualquier momento para acariciarnos, estaba entusiasmado con esta madura hembra que me doblaba en la edad, pero estaba deseosa de mí y ya me había entregado su cuerpo una ve, ahora estaba trastornada por ser poseída por mí nuevamente. Esa ocasión ocurre una semana después al salir temprano del colegio por asamblea de profesores, su marido en el trabajo, sus niñas en su colegio, a media mañana estaba sola en casa realizando el aseo, la veo a través de la ventana y me excito. Toco el timbre me abre, vestía ropas cómodas una blus que por falta de algunos botones estaba anudada en su cintura, la falda era una vieja prenda de una de sus hijas del colegio muy estropeada, tenía una rajadura en su costado por donde se apreciaba su hermoso muslo, esta era corta apenas cubría su trasero, verla y excitarme fue una sola emoción, la abrazo y ella me dice las ventanas estaban abiertas y pueden vernos, la llevo a su dormitorio y corro las cortinas, se oscurece la pieza, ella se tranquiliza al ver que desde afuera no nos veían permitiéndome acariciarla y excitarla, diez minutos después gemía y sollozaba excitada y ansiosa por ser cubierta por este macho. Ambos estábamos locos de pasión y deseos de pertenecernos el uno al otro, me desnuda y la desnudo, había corrido las cortinas, pero sus hojas estaban abiertas y ella gemía jubilosa y satisfecha, nuevamente este macho la haría suya saciándola de sus carnales placeres vaginales que la tenían alterada al tener castigado a su marido sin el placer de yacer con ella, me miraba a los ojos y su lengua se relamía sus labios, pasándose la lengua por ellos. Fue atacada y penetrada por mi pene, que escándalo se produjo en esa pieza al ser penetrada, ella gemía desesperada y me abrazaba loca de placer, la cama crujía, yo me lamentaba al empotrarla con gran fuerza, sus ayees de placer y dolor resonaban y mis suspiros retumbaban en esa pieza escapando hacia afuera de ella.
Como se meneaba esta mujer, su trasero bailaba el baile del placer moviendo en redondo sus nalgas, su cintura me acompañaba en su subida y bajada al entra o salir el pene de sus entrañas, gemíamos gozosos de nuestra copula, la cama reclamaba y a medida que mas nos excitábamos mas fuertes nuestros movimientos al aparearnos y no nos detuvimos hasta que ella me entrega sus orgasmos y yo riego ese jardín de entrañas de su vientre con mis espermas, leche y espermios.
El único inconveniente es que ese día en nuestro jolgorio nos escucha una prima de Gladys y ella le comenta a su prima nuestro apareamiento, esta prima es como su hermana se criaron juntas se casaron en una misma ceremonia y tuvieron una fiesta combinada para ellas, menos mal que se casaron con diferentes hombres..., esta prima con sus 42 años, desea a como de lugar, conocerme y aparearse conmigo estaba deseosa de macho pues su hombre andaba embarcado y no llegaría hasta dos semanas después.
Que semanas, esas dos semanas lo único que teníamos que tener cuidado era de su suegra una señora media sorda, pero sagaz en sus miradas..., esparábamos que entrara al baño o saliera al patio y Erna la prima, me hacía pasar al segundo piso donde esta señora no subía por sus piernas. Cinco veces la visite esas dos semanas y cada apareamiento fue increíble, Erna era una hembra voluptuosa caliente apasionada, el sentirse acoplada con un joven macho que se movía y arremetía duramente en sus apareo la desequilibra y solo gime y menea su traserito enloquecida de placer y gemía llorando el gozo de ser apareada tan maravillosamente... quería mas, a este semental no se lo podían eliminar, era su macho, su hombre su semental.
Han transcurrido tres meses, sigo visitándola y ahora esta embarazada, tuvo que levantarle el castigo y aparearse con él para que este creyera que él la fecundo y no su delicioso amante.
Erna tenía una hija de 19 años que se casaba y ella en conjunto con sus primas Gladys y Mª Isabel de 25 años casada, además de ella y su hija tendrían una fiesta de despedida de soltera de la hija Wally, en donde estarían estas cuatro mujeres divirtiéndose. En medio del jolgorio de la fiesta, para ser de esta mas amena me llaman a participar de esta... lo pienso..., mal no la pasaría y acepto y asisto a esa fiesta.(en Despedida de soltera cuento la fiesta)