Haciendo el amor con Ana Elizabeth la mujer de mis sueños

Hola mis muy queridos lectores, esta vez quisiera compartir con ustedes este relato de pasión y amor pues esta ocasión no nomas me acosté con otra si ni esta vez hice el amor con toda mi pasión desflorándome a la niña de mi vida, la que amo. Espero sinceramente sea de su agrado y espero sus comentarios pues esta historia más que erótica es muy romántica y real, fue muy lindo y hermoso ese momento mágico de entrega de amor entre yo y mi novia.

Ana Elizabeth como lo dice el titulo es una niña colegiala de 16 años de edad virgen hasta que yo la estrene. Muy hermosa niña de piel blanca, pelo lindo y ojos color cafés claros, alta con cuerpo esbelto, toda una señorita bien linda, educada y de buena familia, lo más resaltante son sus riquísimas piernas que luce con su coqueta falda colegial. Y su vaginita virgen deliciosa, me sentí en la gloria al quitarles su virginidad pues a ninguna otra niña tenía la vagina tan sabrosa como la de ella mi amada Ana Elizabeth mi amor colegial. Yo pues ya me he descrito en relatos anteriores así que sólo recordare que tengo 17 años y soy muy guapo (sin presumir claro), bueno ahora comenzare esta romántica historia de amor y pasión que tuvimos Ana y yo ayer en la noche apenas.

Mi princesa es una de las más hermosas compañeras de colegio que tengo en la preparatoria por lo que siempre anhele hacerme su novio, yo me enamore de ella desde el primer momento que la vi pues es toda una reina de amor y pasión, sin embargo había algo que me detenía para confesarle mis sentimientos, el temor a que me rechazara porque otro chico también guapo y rico quería enamorársela. Pero para mí mas bendita suerte de amor ella me eligió a mi por mi gran carisma musical romántico al tocar el piano, le compuse una canción de amor y sin duda esto fue lo que me dio la gran oportunidad con ella la niña colegiala de la que me enamore perdidamente pues hacia ella no sentía deseos morbosos si no un amor puro y maravilloso que nunca había sentido con alguna otra chica, más al darse cuenta el otro galán que me estaba haciendo novio de la mujer que ambos amábamos el hizo hasta lo imposible para separarme de ella e incluso hasta nos dimos una paliza pero ahora no es el memento para hablar ello. Mi romántica relación con ella inicio hace dos meses, recordando nuestro primer beso, era una noche de lunes muy bellísima en la que los dos enamorados nos fundimos en un beso lleno de amor inocente, nuestros labios parecían no querer nunca soltarse, ese beso de amor y pasión fue el momento más lindo de mi vida amorosa que nunca olvidare el sabor de sus labios de niña impregnados de labial y perfume embriagante de pasión y deseo profundo, con ella mi adorada Ana Elizabeth compartí los momentos más íntimos de amor inseparables.

Mi amada también es una niña muy coqueta y sexy así que el fuego del deseo hacia ella empezó a crecer más no me dominaba aún porque lo que siento por ella es amor y los momentos de amor los compartíamos hasta hace dos días era totalmente inocente pero un día el primero erótico fue en el colegio a la hora del receso en el que de nuevo estábamos prendidos de besos de amor hasta que ella me dijo por primera vez ¡Mi amor por favor acaríciame con toda tu pasión! Yo de inmediato inicie a acariciarla todo su cuerpo más mi gran sorpresa fue cuando tomo mi mano colocándolo en su intimidad, yo le dije que hacía, ella me volvió a decir ¡Tócame mi rey Te amo! Yo con toda locura fui subiéndole su falda acariciando sus piernitas que tanto desee tocar y por primera vez pude sentir su vagina virgen encima de su calzón que al instante se mojo de excitación pero por temor a ser descubiertos por los profesores decidimos parar el momento de amor, desde esa día mi amor, cariño y deseo hacia ella incremento de manera extraordinaria, jamás podía desprenderla de mi mente, a cada instante pensaba en ella con mucho amor y anhelo de poseerla más me seguí portando igual de caballero con ella pues debo decir que con las mujeres que en verdad las amo yo puedo ser el hombre más caballeroso y romántico del mundo entero lo cual sin duda alguna hace que las demás caigan rendidas a mis pies. Cada mañana la visitaba con flores y chocolates siendo yo la primera persona en darle un beso de buenos días, ella al igual que yo estábamos hasta el límite de amor, para mis mas grandes anhelos ese mismo día escuche a sus amigas hablando de que ella me amaba con locura, que me deseaba y que anhelaba que yo fuera el primer hombre en su vida desflorándola , al sólo saber que era virgen y que yo iba a tener el honor de quitarle su virginidad ocasiono que el jubilo aumentara sin límites y mi amor a ella enloqueció más.

Ana Elizabeth se convirtió más coqueta y seductora con migo, otro día en clase decidió seducirme más ella desde la butaca donde estaba sentada que era al lado mío se subió discretamente su falda abriendo sus piernitas mostrándome su intimidad cubierto por su calzón, esto ocasiono que me perturbara aun mas y otros compañeros que la vieron enseñándome su tesoro de mujer, como consecuencia todos mis compañeros me tenían envidia porque ya sabían que yo era el elegido de ella para convertirla en mujer y disfrutar de las delicias de la niña a quien todos deseaban tenerla y claro que yo era el afortunado de ser su novio amado , sin embargo no encontraba el momento ideal para hablar de sexo con ella. No fue necesario decirle yo pues ella misma por amor me lo confeso, otra noche romántica entre yo y ella en el cine estábamos viendo una película de amor, como por coincidencia llego una escena de una pareja haciendo el amor con todo, al ver esto note como su nerviosismo crecía al igual que los míos mientras en la película se escuchaba los gritos de la chica siendo penetrada, no soporte más inicie a tocarle sus piernas de nuevo metiéndole mano debajo su falda, los dos nos tocábamos mutuamente hasta que el calor ocasiono que ella me mencionara con mucha dulzura ¡Mi rey deseo que me hagas el amor, soy virgen por favor hazme tuya!, yo no podía creer lo que escuche de ella mi alegría fue tal que quería gritar de emoción. Para nuestra suerte mis padres habían viajado a otro estado por negocios y los suyos tendrían una fiesta a donde ir así que la noche siguiente era la adecuada, nos despedimos con un beso de amor retirándonos a nuestros hogares esperando con ansia el mañana.

De sólo pensar que mi amada Ana Elizabeth me entregaría su virginidad no pude dormir toda la noche del júbilo y emoción, por fin amaneció la mañana de domingo en que no había clases por fortuna, me desperté súper alegre sólo penando en ella y en nuestro momento por la noche, durante el día trate de aparentar naturalidad haciendo mis oficios de domingo, también asistí a la iglesia para darle gracias al señor por el amor que me había dado pidiéndolo con todo mi corazón que nuestra primera vez fuera inolvidable. Llegando las 7: de la noche comencé a realizar los preparativos pues quería que todo fuera impecable, despedí a todos los sirvientes esa noche pues no quería ser interrumpido. Coloque velas alrededor de la cama de mi cuarto, perfume la habitación con perfume ideal para la ocasión. Realice una alfombra de rosas rojas desde la entrada de la habitación hasta la cama en la que dibuje un corazón rojo con las mismas rosas y como complemento compre caviar con una botella de champaña ideal para celebrar nuestro amor, me tome mucho tiempo en decorar la casa con lujo de amor pero por fin lo termine quedando satisfecho del ambiente romántico que ya tenía mi hogar.

En cuanto termine el arreglo fui a buscarla a la fiesta en la que me dijo que iba a estar, en el camino no pude pensar en nada más que en ella, era el amor de mi vida y de mi alma. La encontré en la fiesta con sus padres y al tan sólo verla mi corazón salto de pasión y alegría de amor, ella estaba muy sensual con un vestido rosa como de los cuentos de hadas con una fragancia que aumentaba el deseo, su rostro angelical era de tan enorme belleza y sus labios rojos representaban al deseo y pasión en ella, sin duda era toda una princesa de amor, la mujer de mis sueños y de mi vida la que siempre desee tener desde niño, al momento que me vio su mirada se lleno de amor yo pude notarlo. Inmediatamente le invento a sus padres que tenía que ir a casa de una amiga para hacer la tarea pues le faltaba aun, por suerte ellos no me vieron ahí, en cuanto salió de la fiesta la abrase y bese como nunca a nadie había besado y nos fuimos en mi auto hacia mi casa que de nuevo no podía quitar mi mirada de ella por su belleza tan infinita que tenía en esa noche especial. Los dos nos metimos a la casa no parando de besarnos, nuestros labios se perdían al igual que nuestras lenguas se intercambiaban entre sí, yo sólo podía decirle ¡Eres realmente hermosa mi amor cuanto te amo! Le lleve a la habitación, sólo la luz de las velas alumbraban la habitación, ella mirando lo romántico que estaba todo su calor crecía mas y mas, el perfume de amor aumentaba el deseo de ambos perdiéndonos en la pasión.

Tome un frasco de chocolate liquido y le puse en su cuello besándolo y chupando con tanto deseo, estaba perdido en ella como un loco de amor, esto ocasiono que gimiera de placer por mis besos en su cuello, labios y sus senos preciosos, la estaba disfrutando como nunca había disfrutado a una mujer. Luego inicie a subirle lentamente su vestido metiendo mis manos entre sus piernitas, a este grado ella estaba a mil de lujuria, “Al fin mi amor, al fin”, sólo esto es lo que me decía con su voz llena de sensualidad, le acosté en la cama retirándole su calzón ya bien mojado de sus flujos vaginales y le abrí sus piernas completamente, esa vista erótica me causaba aun mas lujuria. Pose mi cabeza entre sus piernas comenzando a mamarle su rajita vaginal que le sabia sabrosísima, nunca olvidare el sabor de su vagina, ella gritaba de placer pronunciando mi nombre con mucho cariño, le daba ligeros mordiscos a su clítoris y punto G, con delicadeza procurando volverla loca de tanto placer. Mi alegría era tanta pues al fin estaba con la mujer de mi vida a punto de desflorarla bebiendo hasta la última gota de sus jugos vaginales, estaba vuelto loco no sabiendo cómo darle más placer, le besaba las piernas, vagina, senos todo su cuerpo entero, recorría con mi lengua cada centímetro de su cuerpo de colegiala hermosa y le decía al oído muy suave ¡Mi linda Ana Elizabeth te amo, te quiero eres mi vida!, ¡sabes riquísima!
Al ya no aguantar ella más de inmediato me dijo ¡Si mi cielo, mi rey, hazme el amor, hazme tuya!, ¡ya métemela, desflórame mi amor soy toda tuya! Yo saque mi pene de mi pantalón que estaba a reventar, le inicie a frotar sobre su vagina aun virgen lentamente ocasionándole mayor placer. Lentamente fui empujando, esto ocasiono que se empezara a gritar de dolor más no me detuve, la puntita de mi pene se metía lentamente en su riquísima raja vaginal, cada centímetro que entraba sentía muy hermoso, me sentía en el cielo y al mismo tiempo sus labios vaginales me la apretaban hasta que de un golpe sentí clarito como desgarre su himen metiéndosela todo mi pene en su vagina. Me quede quieto presionando u momento hasta que el dolor paso e inicie al mete y saca muy suavemente, ella se sentía que tocaba el cielo, gritaba de placer a más no poder, nuestros cuerpos se juntaban uno al otros yo la seguí besando sus senos, labios y cuello para aumentar la lujuria.

Era toda una entrega de amor y pasión, sentía bien rico como le metía y sacaba mi pene en su vaginita ya no virgen, nos mirábamos a los ojos llenos de amor diciéndonos poemas al oído, era un momento mágico al que deseábamos los dos que nunca terminara. Por fin esa noche estaba haciendo el amor con la mujer más linda a la que amaba y deseaba por sobre todas las cosas. Luego de tanto placer sentí como ya no podía más y me vacié dentro su vagina inundándola de semen caliente, esto dio lujar a que Anita se viniera también terminando los dos en un delicioso orgasmo sin duda el mejor de mi vida, luego ya rendidos de tanta pasión nos acostamos mirándonos a los ojos y con un beso lleno de amor. Yo abrí la botella de champaña celebrando por lo hermoso que fue nuestra primera vez dándole gracias a Dios por concederme mi deseo y amor con ella y por ser el hombre que la convirtió en mujer y desvirgino, nos quedamos dormidos los dos bien abrazados toda esa noche. Yo me sentía muy feliz en los brazos de mi niña amada después de hacer el amor.

Relato dedicado al amor de mi vida, la mujer de mis sueños Ana Elizabeth a quien amo con toda mi alma y esa fue la prueba de su amor por mí su virginidad.